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  • A los dadores piadosos les espera felicidad eterna
    La Atalaya 1992 | 15 de enero
    • A los dadores piadosos les espera felicidad eterna

      “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (JUAN 3:16.)

      1, 2. a) ¿Quién es el más grande Dador, y cuál es su mayor dádiva a la humanidad? b) ¿Qué cualidad manifestó Dios cuando hizo su mayor dádiva?

      NO HAY más grande Dador que Jehová Dios. Respecto a él, el Creador del cielo y la Tierra, el discípulo cristiano Santiago escribió: “Toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba, porque desciende del Padre de las luces celestes, y con él no hay la variación del giro de la sombra”. (Santiago 1:17.) Jehová es también el Dador de la mayor dádiva que se pudiera hacer. Respecto a su mayor dádiva a la humanidad, se dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. (Juan 3:16.)

      2 Fue nada menos que ese mismo Hijo unigénito de Dios quien dijo esas palabras. Desde luego, el hijo unigénito de un padre apreciaría y amaría a ese padre como la fuente de su vida y de todas las cosas buenas que se le proveyeran para su disfrute de la vida. Pero el amor de Dios no se limitó tan solo a aquel Hijo. El que Dios extendiera una dádiva como aquella a otras criaturas suyas manifestaría el ejercicio del amor de Dios a un grado extraordinario. (Compárese con Romanos 5:8-10.) Esto queda más patente aún cuando examinamos lo que en realidad significa la palabra “dio” en su contexto.

      La dádiva divina “del Hijo de su amor”

      3. Además “del Hijo de su amor”, ¿quiénes han disfrutado del amor del Padre celestial?

      3 Por un espacio de tiempo que no se revela, Dios había disfrutado de asociación personal con su Hijo unigénito —el “Hijo de su amor”— en la región celestial. (Colosenses 1:13.) Durante todo ese tiempo el amor y el cariño entre el Padre y el Hijo se habían desarrollado tanto que no ha llegado a existir ningún otro amor mutuo como el de ellos. Las demás criaturas que Dios trajo a la existencia mediante su Hijo unigénito también fueron amadas como miembros de la familia divina de Jehová. Así, el amor reinaba sobre la entera familia de Dios. Es correcta la declaración de las sagradas Escrituras de que “Dios es amor”. (1 Juan 4:8.) La familia divina estaría compuesta, pues, de personas amadas por el Padre, Jehová Dios.

      4. ¿Cómo implicó más que la pérdida de asociación personal el que Dios diera a su Hijo, y a favor de quiénes?

      4 Tan estrechos eran los lazos entre Jehová y su Hijo primogénito que el que estos se privaran a sí mismos de tal asociación íntima sería de por sí una gran pérdida. (Colosenses 1:15.) Pero el ‘dar’ a este Hijo unigénito significó más que el que Dios se privara de asociación personal con el “Hijo de su amor”. Llegó hasta el mismo punto de que Jehová permitiera que su Hijo experimentara la muerte y así cesara de existir temporalmente como miembro de la familia universal de Dios. Esta fue una muerte a favor de personas que nunca habían sido miembros de la familia de Dios. Jehová no pudo haber dado a la humanidad necesitada mayor dádiva que la de su Hijo unigénito, a quien las Escrituras también identifican como “el principio de la creación por Dios”. (Revelación 3:14.)

      5. a) ¿En qué aprieto se halló la prole de Adán, y qué requería de uno de los hijos fieles de Dios Su justicia? b) ¿Qué requeriría de Dios mismo su mayor dádiva?

      5 La primera pareja humana, Adán y Eva, no se mantuvieron en su lugar como miembros de la familia de Dios. En tal condición enajenada se hallaron después de ser echados del jardín de Edén por haber pecado contra Dios. No solo dejaron de ser miembros de la familia de Dios, sino que también cayeron bajo sentencia de muerte. Por lo tanto, el problema no consistía sencillamente en restaurar al favor de Dios como miembros de Su familia a la prole de ellos, sino también sacarlos de estar bajo la sentencia divina de muerte. Según funciona la justicia divina, esto requeriría que uno de los fieles hijos de Jehová Dios experimentara la muerte como sustituto o rescate. Por eso, la gran cuestión era: ¿Estaría dispuesto a experimentar tal muerte como sustituto a favor de los pecadores humanos el que fuera escogido? Además, el realizar eso requeriría que el Dios Todopoderoso ejecutara un milagro. También se requeriría que el amor divino se expresara a un grado sin paralelo. (Romanos 8:32.)

      6. ¿Cómo satisfizo el Hijo de Dios las necesidades que imponía la situación en que se hallaba la humanidad pecaminosa, y qué dijo al respecto?

      6 Solo el Hijo primogénito de Jehová satisfaría las necesidades especiales que imponía la situación en que se hallaba la humanidad pecaminosa. Él es tan clara imagen de su Padre celestial en mostrar cariño a los miembros de la familia que Dios ha producido que no tiene igual entre los hijos de Dios. Puesto que toda otra criatura inteligente llegó a existir mediante él, su cariño a esas criaturas ciertamente sería abundante. Además, el amor es una cualidad dominante del Hijo unigénito de Jehová, Jesucristo, porque “él es el reflejo de su gloria [la de Dios] y la representación exacta de su mismo ser”. (Hebreos 1:3.) Para mostrar que estaba dispuesto a expresar ese amor al mayor grado mediante dar su vida a favor de la humanidad pecaminosa, Jesús dijo a sus 12 apóstoles: “El Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”. (Marcos 10:45; véase también Juan 15:13.)

      7, 8. a) ¿Con qué motivo envió Jehová a Jesucristo al mundo de la humanidad? b) ¿En qué clase de misión envió Dios a su Hijo unigénito?

      7 Jehová Dios tenía una razón especial para enviar a Jesús a este empobrecido mundo de la humanidad. El amor divino fue el motivo de esto, pues Jesús mismo dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para que juzgara al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de él”. (Juan 3:16, 17.)

      8 Por su amor Jehová envió a su Hijo unigénito en una misión de salvar a otros. Dios no envió aquí a su Hijo para juzgar al mundo. Si al Hijo de Dios se le hubiera enviado en una misión judicial como esa, no habría habido buenas perspectivas para ningún ser humano. La sentencia de juicio adverso de Jesucristo contra la familia humana habría sido la de condenación a muerte. (Romanos 5:12.) Por eso, mediante esa expresión singular del amor divino Dios contrapesó la sentencia de muerte que la justicia absoluta hubiera requerido.

      9. ¿Qué pensó el salmista David del dar de Jehová?

      9 En todo cuanto hace, Jehová Dios expresa y demuestra que el amor es el rasgo superlativo de su personalidad. Y es correcto decir que por su amor Dios da a sus adoradores fieles en la Tierra más que suficiente en lo que se refiere a cosas buenas. Eso pensó el salmista David cuando dijo a Dios: “¡Cuán abundante es tu bondad, que has guardado cual tesoro para los que te temen!, que has proporcionado a los que se refugian en ti, enfrente de los hijos de los hombres”. (Salmo 31:19.) Durante el reinado de David sobre la nación de Israel —sí, por toda su vida como miembro de aquella nación especialmente escogida por Dios— él experimentó a menudo la bondad de Jehová. Y David halló que era abundante.

      Israel pierde una gran dádiva de Dios

      10. ¿Cómo se distinguió el Israel de la antigüedad de toda otra nación en la Tierra?

      10 Por tener a Jehová como su Dios, el Israel de la antigüedad se distinguió de toda otra nación de la Tierra. Mediante el profeta Moisés como mediador Jehová introdujo a los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob en una relación de pacto consigo. Dios no había tratado de esa forma con ninguna otra nación. Por lo tanto, el salmista inspirado pudo exclamar: “Está anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales a Israel. No ha hecho así a ninguna otra nación; y en cuanto a sus decisiones judiciales, no las han conocido. ¡Alaben a Jah!”. (Salmo 147:19, 20.)

      11. ¿Hasta cuándo disfrutó Israel de su posición favorecida con Dios, y cómo expresó Jesús el cambio que hubo en la relación de ellos?

      11 La nación del Israel natural continuó en aquella relación favorecida con Dios hasta que rechazó a Jesucristo como el Mesías en el año 33 de nuestra era común. Ciertamente fue un día lóbrego para Israel aquel en que Jesús se lamentó así: “Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella..., ¡cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne sus pollitos debajo de sus alas! Pero ustedes no lo quisieron. ¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes”. (Mateo 23:37, 38.) Las palabras de Jesús indicaban que la nación de Israel, aunque antes había sido favorecida por Jehová, se había quedado sin recibir una dádiva especial de Dios. ¿Cómo?

      12. ¿Quiénes eran los ‘hijos de Jerusalén’, y qué habría significado el que Jesús los hubiera reunido?

      12 Al usar el término “hijos” Jesús se refirió solo a los judíos naturales circuncisos que vivían en Jerusalén y representaban a la entera nación judía. El que Jesús reuniera a los ‘hijos de Jerusalén’ habría significado que él introdujera a aquellos “hijos” en un nuevo pacto con Dios, mientras él mismo servía de Mediador entre Jehová y aquellos judíos naturales. (Jeremías 31:31-34.) Eso les habría traído el perdón de pecados, pues a ese grado llegaba el amor de Dios. (Compárese con Malaquías 1:2.) Esto ciertamente habría sido una gran dádiva.

      13. ¿Qué pérdida experimentó Israel por rechazar al Hijo de Dios, pero por qué no disminuyó el gozo de Jehová?

      13 En conformidad con su Palabra profética, Jehová esperó todo el tiempo que fue razonable antes de extender a los no judíos la dádiva de llegar a ser partícipes del nuevo pacto. Pero la nación del Israel natural perdió aquella gran dádiva por rechazar al propio Hijo de Dios, el Mesías. Por consiguiente, Jehová contrapesó el rechazamiento de su Hijo al extender aquella dádiva a personas que no eran parte de la nación judía. Así, el gozo de Jehová como Gran Dador no disminuyó.

      La felicidad de dar

      14. ¿Por qué es Jesucristo la criatura más feliz de todo el universo?

      14 Jehová es el “Dios feliz”. (1 Timoteo 1:11.) El dar a otros es algo que lo hace feliz. Y en el siglo I E.C. su Hijo unigénito dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.) Según este principio, Jesús ha llegado a ser la criatura más feliz del Creador de todo el universo. ¿De qué manera? Pues, después de Jehová Dios mismo, Jesucristo ha hecho la mayor dádiva al entregar su vida en beneficio de la humanidad. De hecho, es ‘el feliz Potentado’. (1 Timoteo 6:15.) Así Jesús ejemplifica lo que dijo acerca de la mayor felicidad de dar.

      15. ¿De qué nunca dejará de ser un dechado Jehová, y cómo pueden sus criaturas inteligentes experimentar una medida de Su felicidad?

      15 Por medio de Jesucristo, Jehová Dios nunca dejará de ser un Dador generoso a todas sus criaturas inteligentes y siempre será para ellas el mejor ejemplo de dar. Tal como Dios se complace en hacer buenas dádivas a otras personas, así ha puesto el espíritu de generosidad en el corazón de sus criaturas inteligentes en la Tierra. Por eso ellas pueden reflejar e imitar Su personalidad y experimentar una medida de Su felicidad. (Génesis 1:26; Efesios 5:1.) Fue apropiado que Jesús dijera a sus seguidores: “Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá en cambio”. (Lucas 6:38.)

      16. ¿A qué dar se refirió Jesús en Lucas 6:38?

      16 Jesús dio un excelente ejemplo para sus discípulos al tener como práctica el dar. Dijo que los que recibieran responderían de manera excelente a tal dar. En Lucas 6:38 Jesús no se refería exclusivamente a hacer dádivas materiales. No estaba indicando a sus discípulos que siguieran un derrotero que los empobreciera en sentido material. Más bien, estaba dirigiéndolos a un derrotero que les daría un sentido de satisfacción espiritual.

      Se asegura la felicidad eterna

      17. ¿Qué dádiva maravillosa ha concedido Dios a sus Testigos en estos últimos días?

      17 ¡Qué maravillosa dádiva ha concedido a sus Testigos en estos últimos días Jehová, el Cabeza de toda la creación! Nos ha dado las buenas nuevas de su Reino. Tenemos el gran privilegio de ser proclamadores del Reino establecido de Dios en manos de su Rey en funciones, Jesucristo. (Mateo 24:14; Marcos 13:10.) El que se nos haya hecho Testigos verbales del Dios Altísimo es una dádiva incomparable, y la mejor manera de practicar el dar a imitación de Dios es compartiendo el mensaje del Reino con otras personas antes de que llegue el fin de este inicuo sistema de cosas.

      18. Como testigos de Jehová, ¿qué tenemos que dar a otros?

      18 El apóstol Pablo se refirió a las dificultades que tuvo que aguantar mientras declaraba el mensaje del Reino a otros. (2 Corintios 11:23-27.) Los testigos de Jehová de nuestro tiempo también tienen que aguantar dificultades y dejar a un lado preferencias personales mientras se esfuerzan por dar a otros la esperanza del Reino. Quizás no nos sintamos inclinados a ir a los hogares de la gente, especialmente si somos tímidos. Pero como seguidores de Cristo no podemos evitar o eludir el privilegio de dar cosas espirituales a otros mediante predicar “estas buenas nuevas del reino”. (Mateo 24:14.) Es preciso que tengamos la misma actitud que tuvo Jesús. Al encararse con la muerte, oró: “Padre mío, [...] no como yo quiero, sino como tú quieres”. (Mateo 26:39.) En el asunto de dar a otros las buenas nuevas del Reino, los siervos de Jehová tienen que hacer la voluntad de Dios, no la suya... hacer lo que él quiere, no lo que ellos tal vez quieran.

      19. ¿Quiénes son los Poseedores de “los lugares de habitación eternos”, y cómo podemos hacernos amigos de ellos?

      19 Tal dar va a exigir que demos de nuestro tiempo y nuestros recursos, pero al ser dadores piadosos nos aseguramos de que nuestra felicidad sea eterna. ¿Por qué? Porque Jesús dijo: “Háganse amigos por medio de las riquezas injustas [“riquezas de este mundo”, Versión Popular], para que, cuando las tales fallen, se los reciba en los lugares de habitación eternos”. (Lucas 16:9.) Debemos tener como objetivo usar las “riquezas injustas” para tener como amigos a los Poseedores de “los lugares de habitación eternos”. Jehová, como Creador, es dueño de todo, y su Hijo primogénito también es dueño como Heredero de todas las cosas. (Salmo 50:10-12; Hebreos 1:1, 2.) Para hacernos amigos de ellos tenemos que usar las riquezas de tal manera que obtengamos Su aprobación. Esto incluye tener la actitud apropiada en cuanto a usar nuestras posesiones materiales para beneficiar a otros. (Compárese con Mateo 6:3, 4; 2 Corintios 9:7.) Podemos usar el dinero de manera correcta para fortalecer nuestra amistad con Jehová Dios y Jesucristo. Por ejemplo, hacemos eso al usar alegremente lo que tenemos para ayudar a los que verdaderamente estén necesitados y al gastar nuestros recursos en el adelanto de los intereses del Reino de Dios. (Proverbios 19:17; Mateo 6:33.)

      20. a) ¿Por qué pueden Jehová y Jesús introducirnos en “lugares de habitación eternos”, y dónde pueden estar esos lugares? b) ¿Qué privilegio tendremos por toda la eternidad?

      20 Debido a su inmortalidad, Jehová Dios y Jesucristo pueden ser nuestros Amigos para siempre y pueden introducirnos en “lugares de habitación eternos”. Eso es así sea que se trate del cielo con todos los santos ángeles, o de la Tierra en el Paraíso restaurado. (Lucas 23:43.) El que Dios hiciera de Jesucristo su dádiva amorosa hizo posible todo esto. (Juan 3:16.) Y Jehová Dios utilizará a Jesús para seguir haciendo dádivas a toda la creación, para Su propia felicidad incomparable. De hecho, por toda la eternidad nosotros mismos tendremos el privilegio de dar bajo la soberanía universal de Jehová Dios y el reinado de su Hijo unigénito, nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. Esto traerá felicidad eterna a todos los dadores piadosos.

  • Jehová ama a los dadores alegres
    La Atalaya 1992 | 15 de enero
    • Jehová ama a los dadores alegres

      “Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre.” (2 CORINTIOS 9:7.)

      1. ¿Cómo han sido dadores alegres Dios y Cristo?

      JEHOVÁ fue el primer dador alegre. Con gozo dio vida a su Hijo unigénito y lo utilizó para dar existencia a los ángeles y la humanidad. (Proverbios 8:30, 31; Colosenses 1:13-17.) Dios nos dio vida y aliento y todas las cosas, incluso lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, lo que nos llena de alegría el corazón. (Hechos 14:17; 17:25.) En realidad, tanto Dios como su Hijo Jesucristo son dadores alegres. Dan gustosamente con espíritu altruista. Tanto amó Jehová al mundo de la humanidad que “dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. Y, de buena gana, Jesús ‘dio su alma en rescate en cambio por muchos’. (Juan 3:16; Mateo 20:28.)

      2. Según Pablo, ¿a qué clase de dador ama Dios?

      2 Por lo tanto, los siervos de Dios y Cristo deben ser dadores alegres. Se estimuló a dar así en la segunda carta del apóstol Pablo a los cristianos de Corinto, escrita alrededor de 55 E.C. Parece que Pablo se refería a donaciones de dinero voluntarias y particulares hechas con el motivo especial de ayudar a cristianos necesitados de Jerusalén y Judea cuando dijo: “Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre”. (2 Corintios 9:7; Romanos 15:26; 1 Corintios 16:1, 2; Gálatas 2:10.) ¿Cómo ha respondido el pueblo de Dios a las oportunidades de dar? ¿Y qué podemos aprender del consejo de Pablo sobre el dar?

      Impelidos por un corazón dispuesto

      3. ¿Hasta qué grado apoyaron los israelitas la construcción del tabernáculo para la adoración de Jehová?

      3 Un corazón dispuesto impele al pueblo de Dios a dar de sí y de sus recursos para apoyar el propósito divino. Por ejemplo, los israelitas de los días de Moisés apoyaron gozosamente la construcción del tabernáculo para la adoración de Jehová. El corazón de algunas mujeres las impelió a hilar pelo de cabra, mientras que ciertos hombres sirvieron de artífices. El pueblo dio alegremente oro, plata, madera, lino y otras cosas como “contribución [voluntaria] para Jehová”. (Éxodo 35:4-35.) Fueron tan generosos que los materiales que donaron ‘resultaron suficientes para toda la obra que había de hacerse, y más que suficientes’. (Éxodo 36:4-7.)

      4. ¿Qué actitud desplegaron David y otros al contribuir para el templo?

      4 Siglos después el rey David hizo enormes contribuciones para el templo de Jehová que edificaría su hijo Salomón. Puesto que David ‘se complacía en la casa de Dios’, dio su “propiedad especial” de oro y plata. Príncipes, jefes y otros ‘llenaron su mano con una dádiva para Jehová’. ¿Qué efecto tuvo aquello? ¡Pues “el pueblo se entregó al regocijo por haber hecho ofrendas voluntarias, porque fue con corazón completo que hicieron ofrendas voluntarias a Jehová”! (1 Crónicas 29:3-9.) Fueron dadores alegres.

      5. ¿Cómo apoyaron los israelitas la adoración verdadera a través de los siglos?

      5 A través de los siglos los israelitas tuvieron el privilegio de apoyar el tabernáculo, los templos posteriores y los servicios sacerdotales y levíticos que se efectuaban allí. Por ejemplo, en los días de Nehemías los judíos resolvieron hacer contribuciones para sostener la adoración pura, pues estaban al tanto de que no debían descuidar la casa de Dios. (Nehemías 10:32-39.) Del mismo modo, gustosamente los testigos de Jehová hoy día hacen donaciones voluntarias para construir y mantener lugares de reunión y para apoyar la adoración verdadera.

      6. Dé ejemplos del dar alegre de los cristianos.

      6 Los cristianos primitivos fueron dadores alegres. Por ejemplo, Gayo hizo “trabajo fiel” al mostrar hospitalidad a los ministros viajantes que atendían los intereses del Reino, tal como los testigos de Jehová extienden hospitalidad ahora a los superintendentes viajantes que envía la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. (3 Juan 5-8.) Tanto los viajes de esos hermanos a las congregaciones como la hospitalidad que se les extiende significan gastos, ¡pero cuán beneficioso es esto en sentido espiritual! (Romanos 1:11, 12.)

      7. ¿Cómo usaron los filipenses sus recursos materiales?

      7 En conjunto las congregaciones han usado sus recursos materiales para promover los intereses del Reino. Por ejemplo, Pablo dijo a los creyentes de Filipos: “Hasta en Tesalónica, ustedes me enviaron algo una vez y también la segunda vez para mi necesidad. No es que yo busque solícitamente el don, sino que busco solícitamente el fruto que resulta en acreditar más a su cuenta”. (Filipenses 4:15-17.) Los filipenses dieron alegremente, pero ¿qué factores impulsan ese dar con alegría?

      ¿Qué impulsa a dar con alegría?

      8. ¿Cómo probaría usted que el espíritu de Dios mueve a su pueblo a dar con alegría?

      8 El espíritu santo o fuerza activa de Jehová mueve a su pueblo a dar con alegría. Cuando los cristianos de Judea se vieron en necesidad, el espíritu de Dios impulsó a otros creyentes a darles ayuda material. Para animar a los cristianos de Corinto a un esfuerzo máximo al hacer aquellas donaciones, Pablo citó el ejemplo de las congregaciones de Macedonia. Aunque los creyentes macedonios sufrían persecución y eran pobres, mostraron amor fraternal al dar más allá de lo que verdaderamente podían. ¡Hasta rogaron que se les concediera el privilegio de dar! (2 Corintios 8:1-5.) La causa de Dios no depende únicamente de las donaciones de los acaudalados. (Santiago 2:5.) Sus siervos dedicados que son pobres en sentido material han sido el apoyo principal que financia la obra de predicar el Reino. (Mateo 24:14.) Sin embargo, no sufren por su generosidad, pues sin falta Dios satisface las necesidades de su pueblo en esa obra, y la fuerza tras la continuación y el aumento de tal obra es Su espíritu.

      9. ¿Qué relación tienen la fe, el conocimiento y el amor con el dar alegremente?

      9 La fe, el conocimiento y el amor nos hacen dar con alegría. Pablo dijo: “Así como ustedes [corintios] están abundando en todo, en fe y en palabra y en conocimiento y en toda solicitud y en este amor de nosotros para con ustedes, abunden también en este bondadoso dar. No es a manera de darles mandato que estoy hablando, sino en vista de la solicitud de otros y para poner a prueba lo genuino de su amor”. (2 Corintios 8:7, 8.) El contribuir para la causa de Jehová, especialmente cuando el dador es de recursos limitados, requiere fe en que en el futuro Dios proveerá. Los cristianos que abundan en conocimiento quieren cumplir el propósito de Jehová, y los que abundan en amor a él y a su pueblo usan alegremente sus recursos para promover Su causa.

      10. ¿Por qué puede decirse que el ejemplo de Jesús mueve a los cristianos a dar alegremente?

      10 El ejemplo de Jesús mueve a los cristianos a dar alegremente. Después de instar a los corintios a dar por amor, Pablo dijo: “Ustedes conocen la bondad inmerecida de nuestro Señor Jesucristo, que, aunque era rico, se hizo pobre por causa de ustedes, para que ustedes se hicieran ricos mediante la pobreza de él”. (2 Corintios 8:9.) Jesús, que en el cielo era más rico que todo otro hijo de Dios, se despojó a sí mismo de todo aquello y aceptó la vida humana. (Filipenses 2:5-8.) No obstante, al hacerse pobre de manera tan abnegada Jesús contribuyó a la santificación del nombre de Jehová y entregó su vida como sacrificio de rescate para beneficiar a los humanos que lo aceptaran. En armonía con el ejemplo de Jesús, ¿no deberíamos dar alegremente para ayudar a otros y contribuir a la santificación del nombre de Jehová?

      11, 12. ¿Cómo puede contribuir a que seamos dadores alegres el hacer buenos planes?

      11 Podemos dar con alegría si hacemos buenos planes. Pablo dijo a los corintios: “Cada primer día de la semana, que cada uno de ustedes en su propia casa ponga algo aparte en reserva según vaya prosperando, para que cuando yo llegue no se hagan colectas entonces”. (1 Corintios 16:1, 2.) De manera similar, sería bueno que, en privado y voluntariamente, los que deseen hacer donaciones para promover la obra del Reino hoy día aparten una porción de sus ingresos con ese fin. Por buenos planes como esos, Testigos particulares, familias y congregaciones pueden hacer donaciones para dar adelanto a la adoración verdadera.

      12 El poner por obra los planes de contribuir nos alegrará. Como dijo Jesús: “Hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.) Así, los corintios podrían ser más gozosos si seguían el consejo de Pablo de llevar a cabo lo que un año atrás habían planeado: enviar fondos a Jerusalén. “Es especialmente acepto según lo que tiene la persona, no según lo que no tiene”, dijo él. Cuando alguien hace contribuciones según lo que tiene, estas deben apreciarse mucho. Si confiamos en Dios, él puede igualar las circunstancias para que los que tienen mucho sean generosos, no derrochadores, y los que tienen poco no tengan carencias que les resten fuerza y capacidad para servirle. (2 Corintios 8:10-15.)

      Manejo cuidadoso al dar

      13. ¿Por qué podían confiar los corintios en que Pablo supervisaría bien el arreglo de donaciones?

      13 Aunque Pablo supervisó el arreglo de donaciones para que los creyentes necesitados pudieran recibir ayuda material y participar con mayor vigor en la predicación, ni él ni otros tomaron parte de los fondos por los servicios que habían rendido. (2 Corintios 8:16-24; 12:17, 18.) Pablo trabajaba para satisfacer sus propias necesidades materiales en vez de imponer cargas financieras a alguna congregación. (1 Corintios 4:12; 2 Tesalonicenses 3:8.) Por eso, cuando los corintios le entregaban las donaciones, estaban encomendándolas a un siervo de Dios que era confiable e industrioso.

      14. Tocante al uso de las donaciones, ¿qué antecedentes tiene la Sociedad Watch Tower?

      14 Desde la incorporación de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract en 1884, los que han contribuido a ella han tenido prueba de que esta supervisa de modo confiable todas las donaciones que se le encomiendan para la obra del Reino de Jehová. Según su carta constitucional, la Sociedad procura satisfacer la mayor necesidad de toda la gente: la necesidad de cosas espirituales. Esto se efectúa en la forma de literatura y educación bíblicas sobre cómo alcanzar la salvación. Hoy día Jehová está acelerando el traer a su organización creciente a las personas mansas como ovejas, y la bendición que él ha dado al uso prudente de las donaciones en la obra de predicar el Reino es prueba clara de que esa actividad tiene la aprobación divina. (Isaías 60:8, 22.) Estamos seguros de que él seguirá impulsando el corazón de los que dan con alegría.

      15. ¿Por qué menciona esta revista de vez en cuando el asunto de las donaciones?

      15 De vez en cuando la Sociedad emplea las columnas de esta revista para dar a conocer a los lectores el privilegio que tienen de hacer donaciones voluntarias para la obra mundial de predicar el Reino. Con eso no se pide dinero, sino que se da un recordatorio a todos los que desean apoyar “la obra santa de las buenas nuevas” mientras Dios los hace prosperar. (Romanos 15:16; 3 Juan 2.) La Sociedad usa todas las donaciones de la manera más económica para dar a conocer el nombre y el Reino de Jehová. Se agradecen todas las contribuciones, se acusa recibo de ellas y se usan para esparcir las buenas nuevas del Reino de Dios. Por ejemplo, con esos recursos se sostienen las actividades misionales en muchos países y se mantienen y agrandan imprentas que son esenciales para dispensar conocimiento bíblico. Además, las contribuciones para la obra mundial se usan para cubrir el costo aumentante de producir Biblias y publicaciones basadas en la Biblia, al igual que casetes y videocintas. Así los dadores alegres dan adelanto a los intereses del Reino.

      No por obligación

      16. Aunque pocos testigos de Jehová son ricos en sentido material, ¿por qué se aprecian sus contribuciones?

      16 Pocos testigos de Jehová son ricos en sentido material. Aunque den cantidades módicas para adelantar los intereses del Reino, de todos modos sus donaciones son significativas. Cuando Jesús vio a una viuda necesitada echar dos monedas pequeñas de poco valor en un arca de la tesorería del templo, dijo: “Esta viuda, aunque pobre, echó más que todos ellos. Porque todos estos [otros que contribuyeron] echaron dádivas de lo que les sobra, mas esta echó, de su indigencia, todo el medio de vivir que tenía”. (Lucas 21:1-4.) Aunque su dádiva fue pequeña, ella dio con alegría... y su contribución se apreció.

      17, 18. ¿Cuál es la esencia de las palabras de Pablo en 2 Corintios 9:7, y qué indica la palabra griega que se vierte “alegre”?

      17 Respecto a la obra de socorro para beneficio de los cristianos de Judea, Pablo dijo: “Que cada uno haga tal como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre”. (2 Corintios 9:7.) Quizás el apóstol haya aludido a una porción de Proverbios 22:8 en la Septuaginta, que dice: “Dios bendice al dador alegre; y va a proporcionar lo que les falte a las obras de este” (The Septuagint Bible, traducción de Charles Thomson). Pablo reemplazó “bendice” con “ama”, pero se ve una conexión, pues del amor de Dios viene una cosecha de bendiciones.

      18 Realmente el dador alegre se siente feliz al dar. ¡Considere que del término griego que se vierte “alegre” en 2 Corintios 9:7 viene la palabra “hilarante”, que comunica la idea de una alegría intensa! Tras señalar esto, el erudito R. C. H. Lenski dijo: “Dios ama al dador contento, gozoso, feliz [...] [cuya] fe se adorna con sonrisas cuando se le presenta otra oportunidad de dar”. La persona que tiene ese espíritu gozoso no da de mala gana ni como obligada, sino de corazón. ¿Se alegra usted así cuando da para apoyar los intereses del Reino?

      19. ¿Cómo hacían contribuciones los cristianos primitivos?

      19 Los cristianos primitivos no pasaban platillos de colecta ni practicaban el diezmar que requeriría donar la décima parte de sus ingresos con fines religiosos. Más bien, sus contribuciones eran completamente voluntarias. Tertuliano, quien se convirtió al cristianismo alrededor de 190 E.C., escribió: “Y aunque exista entre nosotros una caja común no se forma con una ‘suma honoraria’ puesta por los elegidos, como si la religión fuese sacada a subasta. Cada cual cotiza una módica cuota en día fijo del mes, cuando quiere y si quiere y si puede, porque a nadie se le obliga: espontáneamente contribuye” (El Apologético, traducción de Germán Prado, pág. 145).

      20, 21. a) ¿Qué se dijo en uno de los números tempranos de esta revista sobre el privilegio de apoyar financieramente la causa de Dios, y cómo aplica eso aun ahora? b) ¿Qué sucede cuando honramos a Jehová con nuestras cosas valiosas?

      20 El dar voluntariamente ha sido siempre una costumbre entre los siervos de Jehová de tiempos modernos. Sin embargo, a veces algunos no han aprovechado de lleno su privilegio de apoyar la causa de Dios mediante donaciones. En febrero de 1883, por ejemplo, en esta revista se dijo: “Algunos llevan tanta carga pecuniaria [monetaria] por otros que el trabajo excesivo y el agotamiento están reduciendo sus recursos financieros, lo que perjudica su utilidad; y no solo eso, sino que los que [...] no han comprendido bien la situación han salido perdiendo debido a que no ejercen el dar”.

      21 A medida que la gran muchedumbre entra a raudales en la organización de Jehová hoy día y la obra de Dios se extiende a la Europa oriental y otras zonas donde antes había restricciones, hay una necesidad creciente de agrandar imprentas y otras instalaciones. Hay que imprimir más Biblias y otras publicaciones. Hay muchos proyectos teocráticos en progreso; no obstante, podría haber desarrollo más rápido de algunos si hubiera suficientes fondos. Por supuesto, tenemos fe en que Dios proveerá lo que hace falta, y sabemos que los que ‘honran a Jehová con sus cosas valiosas’ serán bendecidos. (Proverbios 3:9, 10.) En realidad, “el que siembra liberalmente, liberalmente también segará”. Jehová ‘nos enriquecerá para toda clase de generosidad’, y el que demos alegremente hará que muchos le den las gracias y lo alaben. (2 Corintios 9:6-14.)

      Muestre que agradece las dádivas de Dios

      22, 23. a) ¿Cuál es la indescriptible dádiva gratuita de Dios? b) Puesto que apreciamos las dádivas de Jehová, ¿qué debemos hacer?

      22 Pablo mismo, impulsado por gratitud profunda, dijo: “A Dios vayan las gracias por su indescriptible dádiva gratuita”. (2 Corintios 9:15.) Jesús, como “sacrificio propiciatorio” por los pecados de los cristianos ungidos y por los del mundo, es el fundamento y conducto de la indescriptible dádiva gratuita de Jehová. (1 Juan 2:1, 2.) Esa dádiva es “la sobrepujante bondad inmerecida de Dios” que él ha mostrado a su pueblo en la Tierra mediante Jesucristo, y abunda para la salvación de ellos y para la gloria y vindicación de Jehová. (2 Corintios 9:14.)

      23 Nuestra profunda gratitud va a Jehová por su indescriptible dádiva gratuita y sus muchas otras dádivas espirituales y materiales a su pueblo. Sí, ¡la bondad de nuestro Padre celestial para con nosotros es tan maravillosa que va más allá de lo que como humanos podemos expresar! Y ciertamente debe impulsarnos a ser dadores alegres. Entonces, con aprecio sincero, ¡hagamos cuanto podamos para adelantar la causa de nuestro generoso Dios, Jehová, el primer y principal Dador alegre!

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