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Un nuevo cielo y una nueva tierraApocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!
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Los que vencen
11. ¿Qué promesa hace Jehová, y a quiénes aplican primero esas palabras?
11 Los que beban de esa “agua” refrescante también tienen que vencer, como Jehová pasa a decir: “Cualquiera que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo”. (Revelación 21:7.)
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La gran muchedumbre de todas las naciones también espera el cumplimiento de esa promesa. Ellos también tienen que vencer mediante servir lealmente a Dios hasta que salgan de la gran tribulación. Entonces entrarán en su herencia terrestre, ‘el reino preparado para ellos desde la fundación del mundo’. (Mateo 25:34.) A estas ovejas y a otras ovejas terrestres del Señor que salgan con éxito de la prueba que viene al final de los mil años se les llama “santos”. (Revelación 20:9.) Disfrutarán de una relación sagrada y filial con su Creador, Jehová Dios, como miembros de su organización universal. (Isaías 66:22; Juan 20:31; Romanos 8:21.)
13, 14. Para heredar las magníficas promesas de Dios, ¿qué prácticas tenemos que estar resueltos a evitar, y por qué?
13 Con esta magnífica perspectiva, ¡qué importante es que ahora los testigos de Jehová permanezcan limpios de las contaminaciones del mundo de Satanás! Tenemos que ser firmes, decididos, y estar resueltos a que el Diablo nunca nos arrastre junto con las personas descritas por Jehová mismo aquí: “Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad, y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”. (Revelación 21:8.) Sí, el que quiera recibir la herencia tiene que evitar las prácticas que han manchado a este viejo sistema de cosas. Tiene que vencer mediante permanecer fiel frente a todas las presiones y tentaciones. (Romanos 8:35-39.)
14 Aunque la cristiandad afirma que es la novia de Cristo, se caracteriza por las prácticas repugnantes que Juan describe aquí. Por eso, ella baja a la destrucción eterna con el resto de Babilonia la Grande. (Revelación 18:8, 21.) De manera similar, cualesquiera de los ungidos o de la gran muchedumbre que empiezan a practicar esas malas acciones, o comienzan a fomentarlas, se encaran a destrucción eterna. Si persisten en ellas, no heredarán las promesas. Y en la nueva tierra, cualesquiera que traten de introducir esas prácticas serán destruidos sin dilación, y pasarán a la muerte segunda sin esperanza de resurrección. (Isaías 65:20.)
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