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¿Es normal sentirse así?Cuando muere un ser querido
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Es normal sentir dolor y llorar cuando muere un ser querido
El caso de Anne —cuyo bebé, Rachel, falleció del síndrome de muerte infantil súbita— corrobora lo anterior. Su esposo comentó: “Lo sorprendente fue que ni Anne ni yo lloramos en el entierro, aunque todos los demás estaban llorando”. A esto, Anne replicó: “Sí, pero yo he llorado mucho por ambos. Creo que su muerte me afectó de modo especial unas cuantas semanas después de la tragedia, cuando por fin un día me encontré sola en casa. Me pasé todo el día llorando. Pero creo que eso me ayudó. Me sentí mejor. Tenía que llorar la muerte de mi hija. Creo sinceramente que se debe dejar a las personas dolientes que lloren. Aunque decir ‘no llores’ es una reacción natural de los demás, en realidad no ayuda en nada”.
La reacción de algunos
¿Cómo han reaccionado algunas personas al sufrir la pérdida de un ser querido? Pongamos por caso a Juanita, quien sabe lo que significa perder a un bebé. Juanita estaba embarazada cuando tuvo que ser hospitalizada debido a un accidente automovilístico. Anteriormente había tenido cinco abortos, así que es comprensible que estuviera preocupada. A las dos semanas se puso de parto prematuramente. Poco después nació la pequeña Vanessa, con un peso de apenas 900 gramos. “¡Estaba tan emocionada! —recuerda Juanita—. ¡Por fin era madre!”
Pero su felicidad fue efímera. Vanessa murió a los cuatro días de su nacimiento. “Sentí un gran vacío —dice Juanita—. Había dejado de ser madre. Me sentía incompleta. Fue doloroso volver a casa y ver la habitación que habíamos preparado para Vanessa y las camisetas que yo le había comprado. Por los siguientes dos meses no hacía más que revivir el día de su nacimiento. No quería ver a nadie.”
¿Fue una reacción extrema? Aunque resulte difícil de entender, los que han pasado por la misma situación que Juanita explican que sufrieron tanto por la muerte de su bebé como lo hubieran hecho por la de alguien que hubiera vivido más tiempo. Según ellos, mucho antes de que nazca un niño, los padres ya lo aman. Entre el bebé y la madre se crea un vínculo especial. Cuando el bebé muere, la madre siente que se pierde a una persona real. Y eso es precisamente lo que los demás deben entender.
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