BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¿Es normal sentirse así?
    Cuando muere un ser querido
    • El síndrome de muerte infantil súbita: cómo soportar el dolor

      La muerte repentina de un niño representa una gran tragedia. Un día, un bebé aparentemente normal y sano no se despierta de su sueño. Es un suceso totalmente inesperado, pues ¿quién iba a imaginarse que un niño muriera antes que sus padres? El bebé en el que la madre centraba su amor infinito, de repente se convierte en objeto de su dolor infinito.

      A los padres les empiezan a embargar sentimientos de culpa. Se sienten responsables de la muerte, como si esta se hubiera debido a negligencia de su parte. Se preguntan a sí mismos: ‘¿Qué podríamos haber hecho para evitarla?’.b En algunos casos, el esposo incluso culpa inconscientemente a su esposa sin ningún fundamento. Cuando se fue a trabajar, el bebé estaba vivo y sano. Cuando regresó, supo que había muerto en la cuna. ¿Qué estaba haciendo ella? ¿Dónde se encontraba en ese momento? Es necesario aclarar estas dudas atormentadoras a fin de evitar tensiones en el matrimonio.

      La tragedia se debió a circunstancias imprevistas e imprevisibles. La Biblia afirma: “Regresé para ver, bajo el sol, que los veloces no tienen la carrera, ni los poderosos la batalla, ni tienen los sabios tampoco el alimento, ni tienen los entendidos tampoco las riquezas, ni aun los que tienen conocimiento tienen el favor; porque el tiempo y el suceso imprevisto les acaecen a todos”. (Eclesiastés 9:11.)

      ¿Cómo se puede ayudar a la familia que ha perdido a un bebé? Una madre doliente respondió: “Una amiga vino y me limpió la casa sin que se lo pidiera. Otros nos prepararon comidas. Algunos me ayudaron simplemente dándome un abrazo, sin decir nada, solo un abrazo. No quería hablar de ello. No quería explicar una y otra vez lo que había sucedido. No estaba para preguntas curiosas que me daban a entender que había fallado en algo. Yo era la madre; hubiera hecho cualquier cosa por salvar a mi niña”.

  • ¿Es normal sentirse así?
    Cuando muere un ser querido
    • Personas lamentando la pérdida de un ser querido

      Es normal sentir dolor y llorar cuando muere un ser querido

      El caso de Anne —cuyo bebé, Rachel, falleció del síndrome de muerte infantil súbita— corrobora lo anterior. Su esposo comentó: “Lo sorprendente fue que ni Anne ni yo lloramos en el entierro, aunque todos los demás estaban llorando”. A esto, Anne replicó: “Sí, pero yo he llorado mucho por ambos. Creo que su muerte me afectó de modo especial unas cuantas semanas después de la tragedia, cuando por fin un día me encontré sola en casa. Me pasé todo el día llorando. Pero creo que eso me ayudó. Me sentí mejor. Tenía que llorar la muerte de mi hija. Creo sinceramente que se debe dejar a las personas dolientes que lloren. Aunque decir ‘no llores’ es una reacción natural de los demás, en realidad no ayuda en nada”.

      La reacción de algunos

      ¿Cómo han reaccionado algunas personas al sufrir la pérdida de un ser querido? Pongamos por caso a Juanita, quien sabe lo que significa perder a un bebé. Juanita estaba embarazada cuando tuvo que ser hospitalizada debido a un accidente automovilístico. Anteriormente había tenido cinco abortos, así que es comprensible que estuviera preocupada. A las dos semanas se puso de parto prematuramente. Poco después nació la pequeña Vanessa, con un peso de apenas 900 gramos. “¡Estaba tan emocionada! —recuerda Juanita—. ¡Por fin era madre!”

      Pero su felicidad fue efímera. Vanessa murió a los cuatro días de su nacimiento. “Sentí un gran vacío —dice Juanita—. Había dejado de ser madre. Me sentía incompleta. Fue doloroso volver a casa y ver la habitación que habíamos preparado para Vanessa y las camisetas que yo le había comprado. Por los siguientes dos meses no hacía más que revivir el día de su nacimiento. No quería ver a nadie.”

      ¿Fue una reacción extrema? Aunque resulte difícil de entender, los que han pasado por la misma situación que Juanita explican que sufrieron tanto por la muerte de su bebé como lo hubieran hecho por la de alguien que hubiera vivido más tiempo. Según ellos, mucho antes de que nazca un niño, los padres ya lo aman. Entre el bebé y la madre se crea un vínculo especial. Cuando el bebé muere, la madre siente que se pierde a una persona real. Y eso es precisamente lo que los demás deben entender.

  • ¿Es normal sentirse así?
    Cuando muere un ser querido
    • Aborto espontáneo y nacimiento de un niño muerto: el dolor de la madre

      Aunque ya tenía otros niños, Monna esperaba con gran ilusión el nacimiento de su próxima hija. Incluso antes de nacer, “jugaba con ella, le hablaba y soñaba con ella”.

      Los lazos entre ella y su futuro bebé eran cada vez más fuertes. Monna continúa diciendo: “Rachel Anne me daba pataditas que hacían que se cayera el libro que yo tenía apoyado sobre el vientre; me mantenía despierta por la noche. Todavía recuerdo sus primeras pataditas; eran como toquecitos suaves y cariñosos. Cada vez que se movía, me llenaba de ternura. La conocía tan bien que sabía cuándo sentía dolor y cuándo estaba enferma”.

      Monna prosigue su relato: “El doctor no me creyó hasta que fue demasiado tarde. Me decía que dejara de preocuparme. Creo que percibí el momento en que murió. De repente, dio una vuelta brusca. Al día siguiente estaba muerta”.

      La experiencia de Monna no es un caso aislado. Según el libro Surviving Pregnancy Loss (Cómo superar un aborto espontáneo), de las escritoras Friedman y Gradstein, tan solo en Estados Unidos alrededor de un millón de mujeres al año tienen un embarazo malogrado. La cifra mundial, lógicamente, es mucho mayor.

      Por lo general, la gente no se da cuenta de que tener un aborto espontáneo o dar a luz un bebé muerto es una tragedia que una mujer probablemente no olvidará por el resto de su vida. Por ejemplo: Verónica, que ahora es una mujer entrada en años, recuerda los abortos que tuvo y, especialmente, el bebé que le nació muerto, aunque se desarrolló hasta el noveno mes y llegó a pesar seis kilogramos. Lo llevó muerto dentro de sí durante las dos últimas semanas. Ella dijo: “Dar a luz un niño muerto es un verdadero trauma para una madre”.

      Las reacciones de estas madres frustradas no siempre son comprendidas, ni siquiera por otras mujeres. Una mujer que tuvo un aborto espontáneo escribió: “He aprendido de la forma más dolorosa posible que antes de que esto me ocurriera a mí, no tenía la menor idea de lo que tuvieron que sufrir mis amigas. Las traté con tanta insensibilidad e ignorancia como creo que ahora otros me tratan a mí”.

      Una pareja triste abrazándose

      Otro problema que se le puede presentar a la madre doliente es pensar que su esposo no siente la pérdida como ella. Una esposa lo expresó así: “En aquellos momentos, mi esposo me decepcionó por completo. Para él, era como si yo nunca hubiera estado embarazada. No podía experimentar el dolor que yo sentía. Supo compartir mis temores, pero no mi dolor”.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir