BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g94 22/8 págs. 25-27
  • ¿Por qué tuvo que morir papá?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Por qué tuvo que morir papá?
  • ¡Despertad! 1994
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • ‘Me siento tan furioso’
  • ‘Ahora me siento tan culpable’
  • El dolor que ocasiona el pesar
  • Cómo encontrar consuelo
  • ¿Cómo puedo sobreponerme a la muerte de papá?
    ¡Despertad! 1994
  • ¿Cómo sobrellevar la muerte de uno de mis padres?
    ¡Despertad! 2009
  • ¿Cómo puedo superar su muerte?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 1)
  • ¿Es normal que esté tan afligido?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas
Ver más
¡Despertad! 1994
g94 22/8 págs. 25-27

Los jóvenes preguntan...

¿Por qué tuvo que morir papá?

TODOS se sorprendieron cuando el padre de Al, un hombre conocido por su fortaleza y salud, ingresó en un hospital. A pesar de todo, Al confiaba en que su padre volvería pronto a casa. Pero su estado empeoró de repente, y murió. “Me negaba a creer que alguien tan fuerte pudiera morir”, se lamentó Al.

El padre de Kim era un cristiano amoroso. Había estado hospitalizado con anterioridad por causa de una enfermedad crónica, pero parecía que se estaba recuperando. Sin embargo, un día perdió el conocimiento en la bañera. “Supe que estaba muerto desde el primer momento en que le vi —recuerda Kim—. Mi madre y mi hermano intentaron desesperadamente salvarle valiéndose de la reanimación cardiopulmonar. Entretanto, corrí a mi habitación y oré: ‘Jehová, no permitas que esto ocurra. Por favor, deja que viva’. Pero nunca recuperó el conocimiento.”

La muerte es una cruda realidad en este mundo. La Biblia dice: “Para todo hay un tiempo señalado [...]: tiempo de nacer y tiempo de morir”. (Eclesiastés 3:1, 2.) Si te has educado en un hogar cristiano, conoces las enseñanzas bíblicas sobre por qué morimos, en qué condición se hallan los muertos y la esperanza de la resurrección.a

Sin embargo, puede que la pérdida de uno de tus padres te haya desolado. Esta es una de las experiencias más difíciles de la vida. Puede hacer que te sientas abandonado y vulnerable. Todavía estás creciendo, tanto en sentido físico como emocional, y aun cuando quizás hayas conseguido cierto grado de independencia, sigues necesitando a tus padres para muchas cosas.b

No es extraño, pues, que una entrevista revelara que uno de los temores principales de los adolescentes es la pérdida de sus padres. Una joven admitió: “Mis padres siempre me están molestando, pero odio pensar que pudiera ocurrirles algo malo. Me preocupa”. (The Private Life of the American Teenager [La vida privada del adolescente norteamericano].)

Así que no sorprende que estés destrozado en sentido emocional si uno de tus padres ha muerto. Puede que al principio te sientas tan aturdido que ni siquiera puedas llorar. Es algo normal. Cuando el salmista se vio sometido a gran angustia, declaró: “Me he entumecido y he quedado aplastado hasta grado extremo”. (Salmo 38:8.) El libro Death and Grief in the Family (Muerte y duelo en la familia) afirma: “Una persona que sufre una cortadura profunda o se rompe un hueso experimenta una conmoción física. Este es un mecanismo de defensa que impide sentir [de inmediato] toda la gravedad del dolor. El pesar actúa más o menos de la misma manera”. Entonces, ¿qué puede ocurrir cuando pasa la conmoción inicial?

‘Me siento tan furioso’

En Lucas 8:52 leemos que, después de la muerte de una niña, “toda la gente estaba llorando y golpeándose en desconsuelo”. Cuando la muerte se lleva a un ser amado, lo normal es sentir una serie de intensas emociones, entre ellas tristeza, culpabilidad, miedo e incluso cólera.

¿Por qué cólera? Porque nuestros padres hacen que nos sintamos seguros y tranquilos. Cuando uno de ellos muere, lo natural es sentirse asustado y abandonado. No es que quisiera abandonarte, pero la muerte es nuestro enemigo. (1 Corintios 15:26.) Cuando reclama a un ser amado, la pérdida es muy real y no se puede negar que es dolorosa. Fíjate en lo que Wendy, de 18 años, comentó: “Tras la muerte de mi padre, me sentía sola en el mundo y asustada. Por eso, muchas veces deseaba que él estuviera conmigo y pudiera ayudarme”. Cuando piensas en lo que has perdido —el amor, el apoyo, la instrucción—, se comprende que estés enfadado.

Una joven de nombre Debbie, por ejemplo, se llevaba muy bien con su tío. Tras la muerte de este, escribió: “Me parecía injusto que alguien tan bueno, tan querido y que amaba tanto a Jehová tuviera que sufrir y pasar por una muerte tan dolorosa. Aunque me educaron como cristiana y sé por qué la gente envejece y muere, y por qué sufren las personas buenas, no estaba preparada para los sentimientos de angustia que experimenté”.

Algunos incluso se encolerizan en cierta medida con el familiar que ha muerto. Una joven llamada Victoria admite: “Mi abuelo falleció el año pasado. Me enfadé muchísimo con él por haberse muerto, y cuando la cólera se me pasó, me sentí muy triste”. De hecho, algunos se han sentido tentados a encolerizarse con Dios. “Estoy enfadada con Dios —confiesa Terri, de 14 años de edad, cuyo padre murió de un ataque cardíaco repentino—. ¿Por qué tuvo que morirse mi padre si yo le quería y le necesitaba tanto?”

‘Ahora me siento tan culpable’

La culpabilidad es otra reacción común ante la muerte de uno de los padres. “Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios”, dice la Biblia. (Romanos 3:23.) Como resultado, la mayoría de los adolescentes discuten con sus padres de vez en cuando. Pero cuando un padre muere, los recuerdos de las discusiones y peleas pasadas pueden ser motivo de mucha angustia.

Puede ser útil recordar que incluso las personas que se quieren discuten seriamente en ocasiones. “Amaba a mi madre —confiesa una joven llamada Elisa—, y sabía que ella me amaba a mí, pero tuvimos algunos problemas unos meses antes de que cayera enferma. Me enfadaba con ella por cosas que, aunque ahora me parecen insignificantes, entonces consideraba de importancia. Recuerdo que en cierta ocasión que estaba muy enfadada con ella, subí corriendo a mi habitación y desee en secreto que se muriera. Cuando enfermó y murió de repente, todos los malentendidos que había habido entre nosotras quedaron sin aclararse. Ahora me siento tan culpable.” Sin importar lo que hayas dicho o sentido, tú no causaste su muerte. No fue culpa tuya.

El dolor que ocasiona el pesar

No obstante, quizás sientas tristeza y dolor intensos. Te consolará saber que los hombres y las mujeres de fe de tiempos bíblicos también se sintieron así. Cuando José perdió a su amado padre en la muerte, “cayó sobre el rostro de su padre y prorrumpió en lágrimas sobre él y lo besó”. (Génesis 50:1.) Jesucristo también “cedió a las lágrimas” por la muerte de su amigo Lázaro. (Juan 11:35.)

Cuando alguien está de duelo por la muerte del padre o la madre, es natural que pase por momentos de dolor intenso. Al tratar de describir su angustia, el salmista se comparó con alguien que “está de duelo por una madre. Entristecido, me incliné”, dijo él. (Salmo 35:14.) Pudiera ser que, sobrecogido por la tristeza, llegues a estar “desvelado de desconsuelo”. (Salmo 119:28.) Quizás pierdas el apetito o tengas dificultad para concentrarte en la escuela. Hasta pudieras llegar a deprimirte.

Para empeorar las cosas, tu padre o madre que aún vive y tus otros hermanos quizás estén demasiado absortos en su propia tristeza como para ayudarte y animarte. Kim recuerda: “Tras el entierro de mi padre, intentamos volver a nuestra vida normal. Mamá se convirtió entonces en cabeza de la familia. Pero a veces perdía el control y se echaba a llorar en medio del estudio de familia. Por las noches la oía llorar, repitiendo el nombre de mi padre”.

Cómo encontrar consuelo

El profeta Jeremías dijo en una ocasión: “Un desconsuelo que no tiene remedio ha subido en mí. Mi corazón está enfermo”. (Jeremías 8:18.) Quizás pienses que el dolor no desaparecerá nunca. Pero observa las palabras del apóstol Pablo: “Bendito sea [...] el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación”. (2 Corintios 1:3, 4.) Dios ofrece este consuelo sobre todo en las páginas de su Palabra escrita, la Biblia. Además, su espíritu puede hacer que los amigos y familiares brinden la ayuda y el apoyo necesarios.

No permitas que la cólera mal enfocada te impida buscar ese consuelo divino. El justo Job cometió el error de culpar a Dios de sus dolorosas pérdidas. Dijo con amargura: “Yo estaba en paz, y él me agarró del cuello; me estrujó, me hizo pedazos”. (Job 16:12, 13, Versión Popular.) Pero Job se equivocaba. La fuente de los problemas de Job no era Dios, sino Satanás. El joven Elihú tuvo que recordarle a Job que “Dios mismo no obra inicuamente, y el Todopoderoso mismo no pervierte el juicio”. Posteriormente Job se retractó de todas sus declaraciones apresuradas. (Job 34:12; 42:6.)

Puede que tú también necesites que alguien te ayude a ver los asuntos desde una perspectiva más equilibrada. Kim recuerda: “Un anciano cristiano de más edad nos recordó la esperanza de la resurrección y leyó con nosotros pasajes como los de Juan 5:28, 29 y 1 Corintios 15:20. Dijo: ‘Tu padre volverá, pero has de permanecer fiel si quieres volver a verle en el Paraíso’. Nunca olvidaré esas palabras. También explicó que la muerte no era el propósito de Dios para el hombre. Me di cuenta de que Dios no tenía la culpa de la muerte de mi padre”.

Razonar sobre la situación teniendo en cuenta las Escrituras no borró de inmediato el dolor de Kim, pero fue un comienzo. Tú también puedes comenzar a sobreponerte al dolor y al pesar. El siguiente artículo de esta serie abordará cómo puedes hacerlo de forma específica.

[Notas a pie de página]

a Si deseas más información, consulta el libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra, publicado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

b Este análisis incluye a jóvenes que han perdido a otros parientes, como abuelos, tías y tíos, con los que disfrutaban de una relación especialmente estrecha.

[Fotografía en la página 26]

La muerte del padre o la madre puede ser una de las experiencias más difíciles de la vida

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir