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  • Tu crecimiento espiritual
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • SECCIÓN 9

      Tu crecimiento espiritual

      ¿Qué te cuesta más?

      □ Estudiar la Biblia

      □ Orarle a Jehová todos los días

      □ Hablar de tus creencias con la gente (sobre todo con tus compañeros)

      □ Verles la lógica a las normas de la Biblia

      Anota qué quieres lograr en el punto que más te cueste.

      ․․․․․

      Los capítulos 34 a 38 te ayudarán a ver cómo puedes fortalecer tu espiritualidad, vivir de acuerdo con lo que dice la Biblia y trazarte metas que den rumbo y sentido a tu vida.

  • ¿Tengo que obedecer siempre la Biblia?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 34

      ¿Tengo que obedecer siempre la Biblia?

      Te encuentras en la cafetería de la escuela, comiendo con dos compañeras, cuando hace su entrada el chico nuevo.

      —¿Sabes?, Sergio está loco por ti —te comenta una de las chicas—. Está superclaro. Fíjate en cómo te mira. ¡No te quita los ojos de encima!

      —Y no te lo pierdas: ¡está libre! —te susurra al oído la otra compañera.

      La verdad es que no te toma por sorpresa. ¡Si hasta te invitó el otro día a una fiesta en su casa! Claro, le dijiste que no, pero te quedaste con la duda de qué tal te hubiera ido.

      La primera chica no te deja pensar más, pues te dice:

      —¡Qué lástima que yo tengo novio! Me iría con él sin pensarlo ni un minuto.

      Entonces te mira extrañada, y ya sabes con qué te va a salir:

      —Oye, ¿y tú? ¿Cómo es que no tienes novio?

      ¡Tuvo que hacerte la dichosa pregunta! Para empezar, a ti te gustaría tener ese amigo especial, pero te han dicho que, hasta que no estés lista para el matrimonio, es mejor que no salgas con nadie. Si no fuera por...

      —No me lo digas: es tu religión, ¿a que sí? —te dice la segunda compañera.

      “¿Me estará leyendo la mente?”, piensas.

      —¡Ay, nena!, contigo no hay más que Biblia, Biblia y más Biblia —afirma burlona—. ¿Es que no puedes divertirte de vez en cuando?

      ¿SE HAN reído de ti alguna vez porque vives como manda la Biblia? Entonces es fácil que te hayas preguntado si te estarás perdiendo algo. Así es como se sentía una joven llamada Doris, quien dijo: “Me parecía que las normas bíblicas eran demasiado estrictas. A mis compañeros se los veía muy libres, y me daba envidia la vida que llevaban”.

      Abre los ojos a la realidad

      La experiencia no siempre es la mejor consejera. A veces es mejor aprender de los errores ajenos; de hecho, eso es lo que recomienda la Biblia. Así fue como actuó Asaf, uno de los escritores del libro de los Salmos. Hubo un tiempo en que creyó que las normas de Dios lo tenían atado. Pero abrió los ojos a la realidad: se fijó en la vida que llevaban quienes abandonaban a Dios y comprendió que estaban en una situación muy peligrosa, por así decirlo, “en suelo resbaloso” (Salmo 73:18).

      Teniendo esto en cuenta, repasa algunos comentarios de jóvenes que, en su momento, dejaron de lado las normas de la Biblia y tuvieron relaciones sexuales sin estar casados.

      ● ¿Qué te llevó a cambiar y comportarte así?

      Doris: “Todos mis compañeros estaban ennoviados, y la verdad, parecían muy contentos. Cuando andaba con ellos y los veía dándose besos y abrazos, me entraba envidia y me sentía sola. Dejaba volar la imaginación durante horas, pensando en un chico que me gustaba, así que cada día tenía más ganas de estar con él”.

      Miguel: “Leía publicaciones y veía programas que presentaban el sexo como lo máximo. Y como pasaba mucho tiempo hablando del tema con los amigos, me moría de curiosidad por saber cómo era. Además, cuando estaba a solas con una chica, pensaba que siempre podía acariciarla y besarla sin llegar más lejos; creía que podía pisar el freno cuando quisiera”.

      Andrés: “Tenía el vicio de ver pornografía en Internet. Además, bebía e iba a fiestas con jóvenes que no respetaban mucho las normas bíblicas”.

      Teresa: “Sabía que no estaba bien tener relaciones sexuales antes del matrimonio, pero en el fondo no me parecían tan malas. No tenía intenciones de acostarme con nadie, pero la pasión terminó venciendo a la razón. Al final, se me endureció tanto la conciencia que no sentía ninguna culpa”.

      ● ¿Eras feliz con la vida que llevabas?

      Doris: “Al principio sí. Estaba eufórica al ver que era ‘libre’ y que mis compañeros me aceptaban. Pero no duró mucho. Comencé a sentirme sucia y vacía. Había perdido la inocencia. Me dio una pena terrible haber tirado a la basura mi virginidad”.

      Andrés: “Cada vez me costaba menos ceder a los malos deseos. Pero al mismo tiempo me iban dominando los sentimientos de culpa y fracaso”.

      Teresa: “La inmoralidad echó a perder mi juventud. Creía que mi novio y yo íbamos a disfrutar de la vida. Pero no fue así. Nos hicimos mucho daño y terminamos con el corazón roto. Me pasaba las noches llorando en la cama, lamentando no haber hecho las cosas como Jehová pide”.

      Miguel: “Algo se había muerto dentro de mí. No quería pensar en el efecto que tenía en los demás lo que yo hacía, pero no podía evitarlo. Me daba tristeza que, por andar detrás del placer, les hiciera tanto daño a otras personas”.

      ● Si un joven afirmara que las normas morales de la Biblia son demasiado estrictas, ¿qué le dirías?

      Teresa: “Sigue las normas de Dios y júntate con quienes las respeten. Serás más feliz”.

      Doris: “No se puede pensar solo en uno y en lo que uno quiere. Nuestros actos influyen en los demás. Y si no obedecemos a Dios, los que salimos perdiendo somos nosotros”.

      Andrés: “Cuando no tienes experiencia, piensas que tus amigos se están dando la gran vida. Y sus actitudes se te pegan. Por eso hay que elegir bien las compañías. Si confías en Jehová, te ahorrarás un montón de problemas”.

      Miguel: “Dos de los mejores regalos que nos ha hecho Jehová son la dignidad y la inocencia. Desperdiciarlos por falta de control es caer muy bajo. No te calles los problemas. Cuéntaselos a tus padres o a otras personas maduras. Y si alguna vez metes la pata, habla con ellos cuanto antes y arregla las cosas. Si te comportas como Jehová manda, disfrutarás de una sensación de paz extraordinaria”.

      Las normas de la Biblia: ¿camisa de fuerza, o cinturón de seguridad?

      Jehová es el “Dios feliz” y quiere que tú también seas feliz (1 Timoteo 1:11; Eclesiastés 11:9). Las normas de la Biblia son para tu propio bien. Quizás pienses que te tienen atado, como una camisa de fuerza. Pero en realidad te protegen, como un cinturón de seguridad.

      No lo dudes: puedes confiar en la Biblia. Si decides hacer siempre lo que te pide, no solo alegrarás a Jehová, sino que recibirás muchos beneficios (Isaías 48:17).

      EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

      Tú puedes ser amigo de Dios. Averigua cómo.

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies.” (Isaías 48:17)

      UNA SUGERENCIA

      ¿Tienes algún hermano o hermana más joven? Entonces, piensa en cómo le explicarías que lo mejor es vivir como dice la Biblia. Cuando hablas de tus creencias, se te graban en el corazón.

      ¿SABÍAS ESTO?

      Para perder tu relación con Jehová solo hacen falta unos minutos; para arreglarla, tal vez necesites años.

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Quiero entender por qué las normas bíblicas son las mejores. Por eso, voy a... ․․․․․

      Si me entra envidia de los que siguen las normas del mundo, voy a... ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Por qué no hace falta comprobar por experiencia propia que las cosas salen mal cuando desobedecemos a Dios?

      ● ¿Qué has aprendido de los comentarios de Doris, Miguel, Andrés y Teresa?

      ● ¿Por qué creen algunos que las normas bíblicas son como una camisa de fuerza, pero por qué están equivocados?

      [Comentario de la página 285]

      “Si te disciplinan por portarte mal, te dolerá, pero no tanto como si tratas de ocultar lo que has hecho.” (Sandra)

      [Ilustraciones de la página 288]

      Las normas bíblicas no limitan tu libertad; más bien te protegen

  • Buenos ejemplos: Asaf
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • Buenos ejemplos: Asaf

      Asaf pasa por un mal momento. Ve que muchas personas desobedecen las leyes divinas y que, al menos en apariencia, se salen con la suya. Así que comienza a preguntarse si valdrá la pena esforzarse por agradar a Dios. Compone una canción en la que dice: “En vano he limpiado mi corazón y lavo mis manos en la inocencia”. Pero luego piensa bien las cosas y cambia de opinión. Comprende que la alegría que experimenta la gente mala es solo temporal. ¿Cómo se siente Asaf al final? Le dice a Jehová: “Además de ti, [...] no tengo otro deleite en la tierra” (Salmo 73:3, 13, 16, 25, 27).

      ¿Y tú? ¿También te has preguntado alguna vez si vale la pena vivir como Dios quiere? Sea como sea, imita a Asaf y no hagas un examen superficial de este asunto. Fíjate en cómo les ha ido a quienes violan las normas de Jehová. ¿De verdad viven tranquilos? ¿Tienen algún secreto para ser felices que desconozcamos los siervos de Dios? Si te planteas todo esto con calma, no podrás menos que estar de acuerdo con estas palabras de Asaf: “Acercarme a Dios es bueno para mí” (Salmo 73:28).

  • ¿Cómo puedo hacerme amigo de Dios?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 35

      ¿Cómo puedo hacerme amigo de Dios?

      Gabriel comprobó lo valiosa que es la amistad con Dios al verse frente a una situación muy difícil. “Mi padre —cuenta él— nos abandonó cuando yo tenía 12 años. Recuerdo que una noche, en mi dormitorio, estuve un buen rato suplicándole a Jehová que lo hiciera regresar.”

      Desconsolado, Gabriel se puso a leer la Biblia. Encontró un versículo donde el escritor dice a Jehová: “A ti el desdichado, el huérfano de padre, se encomienda. Tú mismo has llegado a ser su ayudador” (Salmo 10:14). Gabriel confiesa que esas palabras le llegaron al corazón: “Al leerlas, sentí que Jehová estaba ofreciéndome su ayuda, recordándome que él era mi Padre. ¿Y qué mejor padre puede haber?”.

      ¿SON tus circunstancias como las de Gabriel? Puede que sí, o puede que no. Pero una cosa está clara: Jehová quiere tenerte como amigo. Mira lo que dice la Biblia: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8). ¿Te das cuenta? No importa que no podamos verlo ni que seamos inferiores a él. ¡Jehová nos invita a ser sus amigos!

      Ahora bien, la amistad con Dios no se logra sin más ni más. Hay que cultivarla. Pongamos un ejemplo. ¿Alguna vez has tenido una planta? Si quieres que crezca y se mantenga en buenas condiciones, ¿qué tienes que hacer? Colocarla en un lugar adecuado y regarla cada cierto tiempo. No la puedes dejar abandonada. Y lo mismo ocurre con tu amistad con Dios. ¿Qué debes hacer para que crezca?

      El estudio es esencial

      Como sabes, para que dos amigos se lleven bien, tienen que hablar y escucharse el uno al otro. Y eso también es cierto en el caso de Dios y cualquier persona que busque su amistad. Pero ¿cómo podemos escuchar a Jehová? Leyendo y estudiando su Palabra, la Biblia (Salmo 1:2, 3).

      De acuerdo, eso de estudiar tal vez no suene muy divertido. Probablemente te gusten más otras cosas, como la televisión, los videojuegos y salir con los amigos. Pero si quieres ser amigo de Dios, no te queda otra: tienes que escuchar lo que te dice en su Palabra.

      No pienses que estudiando la Biblia te vas a morir de aburrimiento. De hecho, puedes aprender a disfrutar haciéndolo, aun si crees que los libros no son lo tuyo. Claro, lo primero es sacar el tiempo. ¿De dónde? Puedes hacer como una chica llamada Lais. “Tengo mi horario —explica—. Al levantarme, leo un capítulo entero de la Biblia.” María, de 15 años, sigue un programa distinto: “Todas las noches leo un rato antes de irme a la cama”.

      ¿Cuál va a ser tu programa de estudio? Primero échale un vistazo al recuadro de la página 292. Luego, apunta aquí en qué momento del día puedes dedicar media horita a estudiar la Palabra de Dios.

      ․․․․․

      Pero establecer un horario es solo el comienzo. Cuando empieces a estudiar la Biblia, verás que no siempre es fácil de leer. Tal vez te pase como a Jezreel, un chico de 11 años que reconoce: “Algunas partes se me hacen un poco pesadas”. Pero no te rindas. Recuerda que al estudiar la Biblia estás escuchando a tu mejor amigo, Jehová. Ya verás que termina gustándote. Cuanto más interés pongas, más disfrutarás y más provecho le sacarás.

      No dejes de orar

      La oración es el medio que Dios nos ha dado para hablar con él. Es un regalo maravilloso. Piénsalo: puedes ponerte en contacto con él a cualquier hora del día o de la noche. Jehová siempre está disponible. Y además, quiere escucharte. Por eso la Biblia te aconseja que “en todo” lo que necesites le des “a conocer [tus] peticiones”, valiéndote de la “oración” y el “ruego”, y sin olvidarte de la “acción de gracias” (Filipenses 4:6).

      Eso quiere decir que puedes contarle a Dios muchas cosas, como tus problemas y tus inquietudes. Pero también es bueno que le des las gracias. Después de todo, hay que agradecer los favores de los amigos. Y ningún amigo ha hecho más por ti que Jehová (Salmo 106:1).

      Escribe varias cosas que le agradeces a Jehová.

      ․․․․․

      Si alguna vez te parece que ya no puedes más con el peso de los miedos o las preocupaciones, ¿qué puedes hacer? “Arroja tu carga sobre Jehová [...], y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.” (Salmo 55:22.)

      Anota a continuación alguna inquietud que te gustaría incluir en tus oraciones.

      ․․․․․

      Aprende de tus propias experiencias

      Hay otra faceta de la amistad con Dios que no debes pasar por alto. David escribió una canción en la que decía: “Gusten y vean que Jehová es bueno” (Salmo 34:8). Cuando la compuso, acababa de pasar por una experiencia aterradora. Había estado a punto de morir asesinado por el rey Saúl. Por si fuera poco, no había tenido más remedio que esconderse entre sus enemigos, los filisteos, quienes no tardaron en reconocerlo. Parecía que de allí no iba a salir vivo. Pero lo logró. ¿Sabes cómo? Con un hábil truco: fingiendo que estaba loco (1 Samuel 21:10-15).

      Pero David no pensaba que se había salvado por ser muy listo. Al principio de la canción que compuso reconoció que todo el mérito era de Dios: “Inquirí de Jehová, y él me contestó, y de todos mis sustos él me libró” (Salmo 34:4). Por eso, por experiencia propia, podía hacer la recomendación: “Gusten y vean que Jehová es bueno”.a

      Piensa en alguna situación en la que notaste que Jehová te estaba cuidando y escribe lo que sucedió. No tiene que ser nada del otro mundo; puede ser una de esas cosas buenas que a veces no valoramos lo suficiente.

      ․․․․․

      Cada uno de nosotros tiene que cultivar por sí mismo una buena amistad con Dios, y eso es así aunque tengamos la bendición de que nuestros padres nos enseñaran la verdad bíblica. ¿Estás cultivando tú esa amistad? ¿Todavía no? Entonces, este capítulo te ayudará a dar los primeros pasos. Jehová recompensará tus esfuerzos, pues la Biblia nos asegura: “Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán” (Mateo 7:7).

      HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN LOS CAPÍTULOS 38 Y 39 DEL PRIMER VOLUMEN

      EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

      ¿Te cuesta hablar de Dios con la gente? ¿Cómo puedes defender mejor tus creencias?

      [Nota]

      a Algunas versiones de la Biblia traducen la frase “gusten y vean” así: “prueben y vean”, “hagan la prueba y vean” y “ved, experimentando” (Nueva Versión Internacional; La Nueva Biblia Latinoamérica, 1992; La Sagrada Escritura, nota).

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual.” (Mateo 5:3)

      UNA SUGERENCIA

      Si todos los días lees cuatro páginas de la Biblia, la terminarás en un año.

      ¿SABÍAS ESTO?

      En realidad, tú estás leyendo este libro y obedeciendo sus consejos bíblicos porque Jehová está interesado en que seas su amigo (Juan 6:44).

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Esto es lo que voy a hacer para sacarle más partido al estudio de la Biblia: ․․․․․

      Esto es lo que voy a hacer para asegurarme de orar más a menudo: ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Qué puedes hacer para que tu estudio de la Biblia sea más entretenido?

      ● ¿Por qué le interesan a Jehová las oraciones de seres humanos imperfectos?

      ● ¿Cómo puedes mejorar tus oraciones?

      [Comentario de la página 291]

      “Cuando era pequeña, casi todas mis oraciones eran iguales. Ahora procuro hablar de las cosas buenas y malas que me pasan a diario. Como cada día es diferente, ya no repito siempre lo mismo.” (Eva)

      [Ilustración y recuadro de la página 292]

      explora tu Biblia

      1. Elige un relato bíblico que te llame la atención. Para entenderlo mejor, pídele a Jehová que te dé sabiduría.

      2. Lee con cuidado. Nada de ir a toda prisa. Usa tu imaginación y pon los cinco sentidos en la lectura: por ejemplo, procura ver lo que ocurre, oír las voces de los personajes, oler los aromas, saborear la comida... De este modo, el relato cobrará vida dentro de tu cabeza.

      3. Hazte preguntas. Cuando acabes la historia, pregúntate:

      ● ¿Por qué la habrá incluido Jehová en su Palabra?

      ● ¿Qué personajes son un buen ejemplo para mí, y cuáles no?

      ● ¿Qué lecciones puedo extraer para el día a día?

      ● ¿Qué me enseña sobre Jehová y sobre su forma de actuar?

      4. Haz una breve oración. Cuéntale a Jehová qué has aprendido en tu estudio y cómo piensas ponerlo en práctica. Ah, y acuérdate de darle las gracias por su Palabra, la Santa Biblia.

      [Ilustración]

      “Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.” (Salmo 119:105)

      [Ilustración y recuadro de la página 294]

      lo primero es lo primero

      ¿Eres de los que nunca encuentran tiempo para orar y para estudiar la Biblia? Muchas veces, el secreto está en tener claro qué va primero.

      Vamos a hacer un experimento: Busca un balde y coloca dentro varias piedras grandes. Después vierte arena hasta el tope. ¿Qué tenemos? Fácil: un balde lleno de piedras y arena.

      Ahora saca la arena y las piedras, y repite la operación, pero al revés. ¿Qué ocurre? No caben las piedras, ¿verdad? Eso es porque esta vez metiste primero la arena.

      ¿La moraleja? Si lo que pones primero en tu vida son las cosas pequeñas —como las diversiones—, no tendrás espacio para las grandes, es decir, los asuntos espirituales. Con razón la Biblia pide a los cristianos que “se aseguren de las cosas más importantes” (Filipenses 1:10). Si haces caso de este consejo, verás que tienes tiempo para las cosas espirituales y también para divertirte de vez en cuando. Recuerda: la clave está en poner primero las cosas grandes.

      [Ilustración de la página 290]

      La amistad con Dios es como una planta: hay que cuidarla para que crezca

  • ¿Qué puedo hacer para defender mi fe en Dios?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 36

      ¿Qué puedo hacer para defender mi fe en Dios?

      ¿Por qué razón preferirías no hablar de tus creencias con tus compañeros?

      □ No conoces bien la Biblia

      □ Tienes miedo de que se rían

      □ No sabes cómo iniciar la conversación

      ¿En qué situación se te haría más fácil hablar de tus creencias bíblicas?

      □ En una charla con uno solo de tus compañeros

      □ En una exposición ante toda la clase

      □ En una redacción

      ¿Qué compañero crees que reaccionaría mejor si le sacaras el tema? ․․․․․

      LO MÁS probable es que Dios no sea el tema predilecto de tus compañeros. Puedes hablar de mil cosas —de deportes, de moda, del sexo opuesto, de lo que tú quieras—, y verás que no hay quien los calle. Pero pronuncia la palabra Dios... y no lo dudes: se producirá un silencio sepulcral.

      Y no es que sean ateos; muchos sí creen en Dios, pero les da vergüenza tratar ese asunto. A lo mejor piensan: “Eso no le interesa a nadie”.

      Y tú, ¿qué dices?

      ¿Se te hace cuesta arriba hablar de Dios con tus compañeros? No sería raro, pues a nadie le gustan los rechazos, y mucho menos las burlas. Pero ¿estás seguro de que te saldrán con esas si les hablas de tu fe? Quizás te lleves una sorpresa. Muchos se hacen preguntas como “¿Por qué está tan loco el mundo?” y “¿Cambiarán algún día las cosas?”. Es probable que estén más dispuestos a hablar de estos temas contigo que con un adulto.

      Sea como sea, pudiera darte miedo hablar de religión con ellos. Quizás temas meter la pata o parecer un fanático. Pero, mira, no tienes por qué obsesionarte con eso. En realidad, hablar de lo que crees es como tocar un instrumento. ¿Que al principio es difícil? Pues claro. Pero al ir practicando, te soltarás cada día más y conseguirás mejores resultados. La cosa es: ¿cómo vas a romper el hielo?

      Siempre hay formas sencillas de lograrlo. Por ejemplo, si en clase se comenta una noticia, ¿por qué no das tu opinión basada en la Biblia? O quizás prefieras tratar el tema con un solo compañero. ¿Quieres algo aún más fácil? Puedes emplear una táctica que han seguido muchos jóvenes: dejar publicaciones cristianas encima del pupitre para que les pique la curiosidad a los que pasen. Verás que muchas veces funciona, y terminas iniciando una conversación.

      De todos estos métodos, ¿cuál te gustaría probar? ․․․․․

      ¿Se te ocurre otra forma de hablar con un compañero?

      ․․․․․

      También puedes dar testimonio cuando te manden una tarea escolar. Imagínate, por ejemplo, que tienes que dar tu opinión sobre la evolución. ¿Qué vas a hacer? ¿Cómo vas a defender tu fe en el Creador?

      Cuando hay que defender la creación

      “Un día se pusieron a hablar en clase sobre la evolución —explica un joven llamado Ryan—. Era lo contrario a lo que me habían enseñado en casa. Encima lo presentaron como un hecho. Fue muy fuerte.” Raquel cuenta que le pasó algo parecido: “Cuando la profesora de Estudios Sociales anunció que estudiaríamos la evolución, me entró un miedo terrible; sabía que tendría que explicar mi postura sobre ese tema tan polémico”.

      ¿Y tú? ¿Cómo te sientes cuando se toca en clase la teoría de la evolución? Tú sabes que Dios ha “crea[do] todas las cosas” (Revelación [Apocalipsis] 4:11). Y ves pruebas de diseño inteligente en todo lo que te rodea. Pero los libros aseguran que la vida ha evolucionado, y lo mismo explica tu profesor. Así que quizás pienses: “¿Quién soy yo para llevarles la contraria a ‘los que más saben’?”.

      Pero que no cunda el pánico. No eres el único que pone en duda las teorías evolucionistas. El hecho es que entre los científicos hay un número considerable que no las aceptan, y lo mismo ocurre entre los maestros y los estudiantes.

      Para defender la enseñanza acerca de la creación, primero tienes que conocer lo que de verdad dice la Biblia. Y si esta no dice nada sobre algún detalle en particular, no te pongas a discutirlo. Veamos varios ejemplos.

      Mi libro de ciencias dice que la Tierra y el sistema solar existen desde hace miles de millones de años. La Biblia señala que la Tierra y el resto del universo ya estaban hechos antes del primer día creativo. Así que pudiera ser que tengan miles de millones de años (Génesis 1:1).

      Mi profesor dice que es imposible que la Tierra fuera creada en solo seis días. La Biblia no dice en ningún lado que cada día creativo durara veinticuatro horas.

      En la clase se dieron varios ejemplos de que los seres humanos y los animales han cambiado en el transcurso del tiempo. La Biblia indica que Dios creó a los seres vivos “según su género” (Génesis 1:20, 21). No respalda las ideas de que la vida surgió a partir de materia inorgánica, ni tampoco de que Dios iniciara el proceso evolutivo a partir de una sola célula. Ahora bien, cada “género” encierra el potencial de una gran variedad. Y no hay nada en las Escrituras que nos impida aceptar que se produjeron cambios dentro de cada “género”.

      En vista de lo que hemos repasado, piensa en cómo contestarías si un profesor o un compañero de estudios dijera:

      “La ciencia ha demostrado que hemos evolucionado.” ․․․․․

      “No creo en Dios. Yo solo creo en lo que veo.” ․․․․․

      Puedes estar muy seguro de tus creencias

      Si tu familia es cristiana, es posible que aceptes desde niño que hubo creación porque eso es lo que te enseñaron. Pero ahora que te estás haciendo mayor, debes adorar a Dios “con [tu] facultad de raciocinio”, es decir, sabiendo por qué son lógicas tus creencias (Romanos 12:1). Por eso, pregúntate: “¿Por qué estoy convencido yo de que Dios lo creó todo?”. A Sam, de 14 años, le basta con observar el cuerpo humano: “Es muy complejo, y todas sus partes funcionan juntas, como las piezas de un reloj. No puede haberse producido por evolución”. Y a Holly, de 16 años, le pasa igual: “Desde que me enteré de que tengo diabetes, me he preocupado por estudiar a fondo el funcionamiento del cuerpo. Hay cosas que me parecen asombrosas. Por ejemplo, que el páncreas, siendo un órgano tan pequeño, escondido detrás del estómago, cumpla un papel tan importante ayudando a mantener en buen estado la sangre y los demás órganos”.

      Ahora escribe tres cosas que te convenzan a ti de que existe un Creador.

      1. ․․․․․

      2. ․․․․․

      3. ․․․․․

      No tienes ningún motivo para sentirte raro o abochornarte por creer en Dios y en la creación. Teniendo en cuenta los conocimientos actuales, es perfectamente razonable creer que el ser humano es resultado de un diseño inteligente.

      Mirándolo bien, para lo que hace falta una fe enorme es para aceptar la evolución, y no la creación. Piénsalo: creer en la evolución es creer en milagros que se producen por sí solos. Si examinas a fondo este asunto, valiéndote de tu capacidad de razonar, te sentirás mucho más seguro cuando te toque defender tu fe en Dios.

      EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

      Hay chicos y chicas de tu edad que se están bautizando. ¿Estarás tú listo para hacerlo?

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “No me avergüenzo de las buenas nuevas; son, en realidad, el poder de Dios para salvación a todo el que tiene fe.” (Romanos 1:16)

      UNA SUGERENCIA

      Cuando hables de tus creencias con tus compañeros, presta atención a la imagen que proyectas. Si das la impresión de estar avergonzado, se burlarán de ti. Pero si te expresas con seguridad, como lo harían ellos, te respetarán.

      ¿SABÍAS ESTO?

      A veces, cuando se le pide a un profesor que pruebe la evolución, se da cuenta de que no puede hacerlo y que cree en ella únicamente porque eso fue lo que le enseñaron.

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Quiero hablar de la Biblia con un compañero de clase. Para ello voy a... ․․․․․

      Si me preguntan por qué creo en Dios, diré que... ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Por qué es importante que hables de tus creencias?

      ● ¿De qué maneras puedes explicar a tus compañeros el tema de la creación?

      ● ¿Cómo puedes demostrar que estás agradecido al Creador? (Hechos 17:26, 27.)

      [Comentario de la página 299]

      “La escuela es un territorio en el que solo nosotros podemos predicar.” (Iraida)

      [Ilustración de la página 298]

      Hablar de tus creencias es como tocar un instrumento: para hacerlo bien hay que practicar

      [Ilustración de las páginas 300 y 301]

      Puedes superar tus miedos y defender lo que crees

  • ¿Debería bautizarme ya?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 37

      ¿Debería bautizarme ya?

      Indica si es verdadero o falso:

      Todos los cristianos tienen que bautizarse.

      □ Verdadero

      □ Falso

      El objetivo principal del bautismo es servir de freno contra el pecado.

      □ Verdadero

      □ Falso

      El bautismo es el comienzo del camino a la salvación.

      □ Verdadero

      □ Falso

      Si no estoy bautizado, Dios no me pedirá cuentas.

      □ Verdadero

      □ Falso

      Como mis amigos ya se están bautizando, también debería hacerlo yo.

      □ Verdadero

      □ Falso

      ¿VIVES de acuerdo con las normas bíblicas? ¿Te esfuerzas por ser amigo de Dios? ¿Hablas de tus creencias con otras personas? Si tu respuesta a estas tres preguntas es sí, lo más natural es que, si aún no te has bautizado, estés pensando en hacerlo. Pero un momento. Antes tienes que determinar si estás listo. Algo que te ayudará a saberlo es ver si acertaste en el cuestionario del principio.

      ● Todos los cristianos tienen que bautizarse.

      Verdadero. Eso es lo que Jesús mandó que hicieran sus discípulos (Mateo 28:19, 20). De hecho, él mismo se bautizó. Por eso, para seguir a Cristo, tú también debes bautizarte cuando tengas la madurez necesaria y estés seguro de que quieres hacerlo.

      ● El objetivo principal del bautismo es servir de freno contra el pecado.

      Falso. El bautismo es un símbolo por el que la gente puede saber que ya has dedicado tu vida a Jehová. Y uno se dedica a Jehová porque quiere vivir como él manda, y no solo para sentirse obligado a evitar cosas malas que en el fondo le atraen.

      ● El bautismo es el comienzo del camino a la salvación.

      Verdadero. Como indica la Biblia, el bautismo es muy importante para salvarse (1 Pedro 3:21). Aun así, no es un paso que deba darse como si se estuviera contratando un seguro que nos proteja contra todo riesgo. No. Hay que hacerlo porque uno ama a Jehová y desea de todo corazón servirle para siempre (Marcos 12:29, 30).

      ● Si no estoy bautizado, Dios no me pedirá cuentas.

      Falso. Santiago 4:17 señala que “si uno sabe hacer lo que es correcto y, sin embargo, no lo hace, es para él un pecado”, sin importar que esté bautizado o no. Por eso, piénsalo: ¿Entiendes lo que Dios espera de ti? ¿Tienes la madurez necesaria para analizar seriamente tu vida? Entonces, tal vez sea hora de que hables con tus padres o con algún cristiano maduro. Ellos te ayudarán a alcanzar la meta del bautismo.

      ● Como mis amigos ya se están bautizando, también debería hacerlo yo.

      Falso. La decisión de bautizarte tiene que salirte del corazón (Salmo 110:3). Y solo debes tomarla cuando comprendas bien todo lo que implica ser testigo de Jehová y no tengas dudas de que estás listo para asumir esa responsabilidad (Eclesiastés 5:4, 5).

      Un paso trascendental

      El bautismo es un acontecimiento que te cambia la vida y te abre la puerta a muchísimas bendiciones. Pero también coloca sobre tus hombros una gran responsabilidad. ¿Cuál? Cumplir con todo lo que le prometes a Jehová cuando te dedicas.

      ¿Se acerca el momento de bautizarte? Entonces, tienes motivos para estar feliz. ¿Qué mayor honor puede haber que servir a Jehová de todo corazón y demostrarle día a día que vives para él? (Mateo 22:36, 37.)

      EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

      Descubre cómo sacar el máximo partido a tu vida.

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio.” (Romanos 12:1)

      UNA SUGERENCIA

      Pregúntales a tus padres qué hermano o hermana de la congregación puede ayudarte a progresar espiritualmente (Hechos 16:1-3).

      ¿SABÍAS ESTO?

      El bautismo es una parte esencial de “la marca” que necesitas para salvarte (Ezequiel 9:4-6).

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Enseñanzas bíblicas que debo entender mejor para poder bautizarme: ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Por qué es el bautismo un paso tan serio?

      ● ¿Por qué se bautizan algunos jóvenes antes de tiempo?

      ● ¿Por qué caen algunos jóvenes en el error de retrasar demasiado la dedicación y el bautismo?

      [Comentario de la página 306]

      “Recordar que estoy bautizada me ayuda a hacer lo correcto y a evitar meterme en líos.” (Noemí)

      [Ilustración y recuadro de la página 307]

      preguntas frecuentes acerca del bautismo

      ¿Qué representa el bautismo? Cuando te sumerges en el agua es como si murieras, dejando atrás una vida centrada en tus propios deseos. Y cuando sales del agua, es como si volvieras a vivir, pero esta vez para hacer la voluntad de Jehová, es decir, lo que él quiere que hagas.

      ¿Qué significa dedicar la vida a Jehová? Significa que renuncias a ser el dueño de tu vida, y se la entregas a Jehová (Mateo 16:24). Por eso, antes del día del bautismo, debes haber hecho una oración prometiendo a Jehová poner siempre en primer lugar su voluntad.

      ¿Qué debo estar haciendo antes de bautizarme? Debes vivir como enseña la Biblia y hablar de tus creencias con otras personas. También debes tener una relación personal con Dios y cultivarla mediante el estudio y la oración. Es necesario que sirvas a Jehová porque quieres hacerlo, y no porque otros te lo dicen.

      ¿A qué edad se supone que me bautice? Lo más importante no es cuántos años tengas. Eso sí, debes contar con la edad y la madurez necesarias para entender todo lo que implica la dedicación.

      ¿Qué hago si quiero bautizarme pero mis padres me aconsejan esperar? Si ellos piensan que necesitas tiempo para aplicar mejor los principios cristianos, hazles caso y aprovecha mientras tanto para estrechar tu amistad con Jehová (1 Samuel 2:26).

      [Recuadro de las páginas 308 y 309]

      Página de ejercicios o actividades

      ¿estás pensando en bautizarte?

      Las siguientes preguntas te ayudarán a evaluar si vas por buen camino. Por cierto, ¡no te olvides de leer los textos antes de responder!

      ¿Confías en Jehová? ¿Cómo lo estás demostrando? (Salmo 71:5.) ․․․․․

      ¿Sabes distinguir lo que está bien de lo que está mal? ¿En qué ocasiones lo has hecho? (Hebreos 5:14.) ․․․․․

      ¿Cada cuánto oras? ․․․․․

      ¿Mencionas cosas específicas en tus oraciones? ¿Se nota por lo que dices que amas a Jehová? (Salmo 17:6.) ․․․․․

      ¿Qué te gustaría mejorar de tus oraciones? ․․․․․

      ¿Con cuánta frecuencia estudias la Biblia? (Josué 1:8.) ․․․․․

      ¿Qué información analizas en tu estudio personal? ․․․․․

      ¿Qué metas quieres ponerte para tu estudio personal? ․․․․․

      ¿Dirías que tu predicación es de calidad? (Por ejemplo: ¿Sabes explicar las enseñanzas básicas de la Biblia? ¿Vuelves a visitar a quienes se interesan en el mensaje? ¿Estás intentando conseguir un estudio bíblico?)

      □ Sí □ No

      ¿Sales a predicar incluso cuando no lo hacen tus padres? (Hechos 5:42.)

      □ Sí □ No

      ¿Qué metas quieres ponerte para la predicación? (2 Timoteo 2:15.) ․․․․․

      ¿Asistes a todas las reuniones, o faltas a menudo? (Hebreos 10:25.) ․․․․․

      ¿De qué maneras participas en ellas? ․․․․․

      Si cuentas con el permiso de tus padres, ¿vas a las reuniones cuando ellos no pueden ir?

      □ Sí □ No

      ¿Dirías que disfrutas haciendo la voluntad de Dios? (Salmo 40:8.)

      □ Sí □ No

      ¿Recuerdas alguna situación en la que no cediste a la presión de tus compañeros? (Romanos 12:2.) ․․․․․

      ¿Qué piensas hacer para que nunca muera tu amor por Jehová? (Judas 20, 21.) ․․․․․

      Si tus padres o tus amigos dejaran la verdad, ¿seguirías sirviendo a Jehová? (Mateo 10:36, 37.)

      □ Sí □ No

      [Ilustración de la página 310]

      La decisión de bautizarse es como la de casarse: no debe tomarse a la ligera

  • ¿Qué haré con mi vida?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 38

      ¿Qué haré con mi vida?

      “Mientras estaba estudiando, no me preocupaba el futuro. Pero al acercarse el último día de clases, comprendí que iba a verme cara a cara con las realidades de la vida, como la realidad del trabajo y —cómo no— la realidad de las facturas.” (Álex)

      IMAGÍNATE que piensas hacer un viaje por carretera de miles de kilómetros. Seguramente, primero consultarás un mapa para ver cuál es la mejor ruta. Pues mira, a la hora de planificar el futuro pasa algo parecido. Así lo reconoce Michael, joven que sirve en una sucursal de los testigos de Jehová: “Tienes muchísimas opciones”. Con tantas posibilidades, ¿cuál es la clave para no sentirse perdido? “Es cuestión de tener claras las metas”, señala Michael.

      Plantéate cada meta como el punto de destino. Si te lanzas a lo loco, sin dirección ni plan, probablemente no consigas llegar. Es mucho mejor que, por así decirlo, saques un mapa y traces la trayectoria. De este modo seguirás el consejo de Proverbios 4:26, que dice: “Allana el derrotero de tu pie”. O, como lo expresa la nota de otra versión: “Examina bien el camino por donde quieres andar” (Pontificio Instituto Bíblico).

      En los próximos años tendrás que tomar muchas decisiones trascendentales en campos muy importantes, como la religión, el trabajo, el matrimonio y la familia. Y algo que te ayudará será tener muy claro adónde te diriges. Pero al plantearte el rumbo de tu vida, hay un factor que no puedes pasar por alto.

      “Acuérdate de tu Creador”

      Si quieres ser feliz de verdad, toma en serio esta recomendación del sabio rey Salomón: “Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven” (Eclesiastés 12:1, Versión Popular). En otras palabras, al tomar decisiones que afecten tu vida, tu mayor prioridad debe ser agradar a Dios.

      ¿Por qué? Por lo que dice Revelación (Apocalipsis) 4:11: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”. Como ves, todas las criaturas, tanto en el cielo como en la Tierra, estamos en deuda con él. ¿Verdad que tú también le agradeces que te haya dado “vida y aliento y todas las cosas”? (Hechos 17:25.) Entonces, lo más natural es que quieras darle algo a cambio.

      Eso es lo que han hecho muchos jóvenes testigos de Jehová. Agradecidos a su Creador, han decidido servirle de tiempo completo. Fíjate en las magníficas oportunidades que se abren ante ti.

      Ser precursor regular. Así pasarás más tiempo en el ministerio. Y a fuerza de práctica y de experiencia, te harás un mejor maestro de la Biblia.

      Servir donde se necesita más apoyo. Quizás puedas trasladarte a un lugar donde haya pocos proclamadores del Reino. O aprender un idioma y mudarte a una congregación de habla extranjera, o incluso a otro país.a

      Ser misionero. Si eres un precursor con las debidas cualidades y tienes las energías y la salud necesarias, podrás recibir preparación para servir en el extranjero, disfrutando de una vida emocionante y llena de satisfacciones.

      Trabajar en Betel. Podrás colaborar en alguna de las sucursales de los testigos de Jehová, que en ciertos países se encargan de producir y distribuir publicaciones bíblicas.

      Ser siervo internacional. Viajarás a otras tierras para ayudar en la construcción de Salones del Reino, Salones de Asambleas y sucursales.

      Asistir a la Escuela de Entrenamiento Ministerial. Si estás soltero, eres siervo ministerial o anciano, y reúnes las debidas cualidades, podrás recibir clases sobre asuntos de organización y oratoria. Y cuando te gradúes, hasta pudieran invitarte a ir al extranjero.

      Traza tu trayectoria

      El ministerio de tiempo completo es un objetivo noble que ofrece muchas bendiciones. Pero antes de emprenderlo hay que pensarlo muy bien. Pregúntate: “¿Tengo los conocimientos y habilidades que necesito para ganarme la vida?”.

      Kelly tenía claro que quería ser precursora, y orientó su vida laboral tomando en cuenta ese deseo. “Busqué algo que me permitiera cubrir mis necesidades y mantenerme en el ministerio”, explicó.

      Por eso, cuando estaba en la escuela, tomó un curso que la ayudó a conseguir su meta principal. “Lo que más quería era empezar en el ministerio de tiempo completo. Lo demás era secundario. Creo que mi decisión fue la mejor”, explica satisfecha.

      Pide que te orienten

      Si estás viajando por una región que no conoces, es probable que en algún momento te detengas a preguntar. Y lo mismo puedes hacer al planificar tu futuro. Pídeles a otros su opinión. Cuando uno hace caso de los buenos consejos, sus “planes [...] se establecen firmemente” (Proverbios 20:18).

      Es fundamental que acudas a tus padres. Pero también te pueden orientar otros cristianos maduros que viven de acuerdo con la sabiduría divina. “Fíjate en los buenos ejemplos de los adultos, sea en tu congregación o en otras cercanas”, recomienda Roberto, un joven que sirve en Betel.

      Pero el más interesado en que tomes buenas decisiones y alcances la mayor felicidad posible es Dios. Pídele que te ayude a ir “percibiendo cuál es [su] voluntad” en lo que tiene que ver con tu futuro (Efesios 5:17). Haz siempre como dice Proverbios 3:5, 6: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas”.

      Encontrarás más información en el DVD Los jóvenes preguntan... ¿Qué haré con mi vida?, que está disponible en más de treinta idiomas

      [Nota]

      a Consulta el recuadro de la página 164.

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Pruébenme [...] —ha dicho Jehová de los ejércitos—, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y realmente vacío sobre ustedes una bendición hasta que no haya más carencia.” (Malaquías 3:10)

      UNA SUGERENCIA

      Conversa con alguien que lleve muchos años en el ministerio de tiempo completo. Pregúntale por qué decidió emprenderlo y qué bendiciones ha recibido.

      ¿SABÍAS ESTO?

      Al igual que los aparatos eléctricos necesitan corriente para funcionar, los cristianos necesitamos espíritu santo para servir a Dios (Hechos 1:8).

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Quiero disfrutar más del ministerio. Por eso voy a pedirle ayuda a... ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Qué talentos y habilidades tienes?

      ● ¿Cómo puedes utilizarlos para alabar a Jehová?

      ● De las facetas del servicio de tiempo completo mencionadas en este capítulo, ¿cuál es la que más te atrae?

      [Comentario de la página 313]

      “Siento gran admiración por mis padres. Su ejemplo ha sido determinante, pues por años han perseverado con celo en el ministerio, pese a los problemas económicos, y siempre me han animado a servir a tiempo completo.” (Jarrod)

      [Recuadro de la página 314]

      Página de ejercicios o actividades

      mis metas

      Marca las metas que te gustaría ponerte. Puedes emplear los espacios en blanco para adaptarlas a tus circunstancias o fijarte metas adicionales.

      Metas para el ministerio

      □ Aumentar mi participación en el ministerio a ․․․․․ horas por mes

      □ Distribuir ․․․․․ publicaciones cada mes

      □ Usar la Biblia para explicar lo que creo

      □ Hacer ․․․․․ revisitas cada mes

      □ Iniciar un estudio bíblico

      Otras metas: ․․․․․

      Metas de estudio

      □ Leer ․․․․․ páginas de la Biblia cada día

      □ Prepararme para todas las reuniones semanales

      □ Buscar información sobre estos temas bíblicos: ․․․․․

      Metas en la congregación

      □ Comentar al menos una vez en cada reunión

      □ Hablar con un hermano mayor que quiero conocer mejor

      □ Visitar a un hermano de edad avanzada o salud delicada

      Otras metas: ․․․․․

      Llené este recuadro el día ․․․․․

      Revisa esta página dentro de seis meses para ver qué tal te ha ido. Luego puedes ajustar las metas o añadir más.

      [Ilustración de la página 312]

      Tener metas evitará que malgastes tus energías sin llegar a ningún lado

  • Tus reflexiones: Tu crecimiento espiritual
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • SECCIÓN 9

      Tus reflexiones: Tu crecimiento espiritual

      ¿Qué obstáculos pueden impedir que alcance mis metas espirituales?

      ․․․․․

      ¿Qué pasos puedo dar para superar esos obstáculos?

      ․․․․․

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