-
HaitíAnuario de los testigos de Jehová 1994
-
-
No hay que estar afuera con las religiones falsas
Sénèque Raphaël llegó a Mont-Organisé en mayo de 1960 en calidad de inspector de sanidad, y enseguida aceptó la invitación que le hizo François Codio a asistir a las reuniones que se celebraban en su hogar. Como este joven de 24 años mostró vivo interés en aprender más de la Biblia, François le prestó el libro “Sea Dios veraz”, el cual estudió de principio a fin. En agosto, cuando se fue a Ouanaminthe a visitar a sus padres y a recibir el bautismo de la Iglesia Bautista, François lo animó a ir al Salón del Reino y ponerse en comunicación con un precursor llamado Mercius Vincent.
Mercius le preguntó por sus creencias y se cercioró de que entendiera que las doctrinas de la Iglesia eran muy diferentes de las enseñanzas bíblicas. Luego, mirándolo de cerca, dijo a este joven fornido de piel morena: “Inspector, la Biblia dice en Revelación 22:15 que todo el que ama la mentira y la practica estará afuera. Eso incluye a los que enseñan falsedades. Usted estará ‘afuera’ con ellos si pertenece a esa religión”.
Tras una pausa, Sénèque preguntó: “¿Qué debo hacer?”. Mercius le dio el folleto “Estas buenas nuevas del reino” y prometió estudiarlo con él a la mañana siguiente. Sénèque lo leyó y se aprendió de memoria una gran parte. Después del primer estudio, asistió a la reunión por la noche y salió a predicar con el grupo al día siguiente. Se bautizó en enero de 1961. En cambio François Codio, que fue quien lo condujo a la verdad, nunca se hizo Testigo, aunque su esposa sí.
-
-
HaitíAnuario de los testigos de Jehová 1994
-
-
Asimismo, la asamblea de distrito de enero de 1962 preparó a los hermanos haitianos para dedicar más tiempo al ministerio del campo. Al tratar el tema del servicio de precursor, el superintendente de la sucursal invitó a ser precursores especiales a todos los hermanos que no tuvieran cargas familiares. Sénèque Raphaël, uno de los solicitantes, comenta:
“Yo era precursor regular en Artibonite con Emile Cinéus, y quería ser precursor especial; por eso renuncié a mi empleo en el Departamento de Salud. Contaba con 40 dólares (E.U.A.) y dos tijeras de peluquero con las que esperaba poder mantenerme, y gracias a Jehová, siempre he tenido lo necesario.” Poco se imaginaba que el gobierno tomaría medidas contra los testigos de Jehová unos días después de que él entregara la solicitud de precursor.
-