-
HaitíAnuario de los testigos de Jehová 1994
-
-
Max Danyleyko fue llamado a Betel y designado superintendente de sucursal. Victor Winterburn estaba haciendo los preparativos para casarse, y como un año más tarde volvió con su esposa a Canadá para cumplir con sus futuros deberes de padre.
En 1961 se invitó a Fred Lukuc a trabajar parte de la jornada en la sucursal como instructor de la Escuela del Ministerio del Reino durante los meses de mayo a agosto. La preparación que recibieron los 40 superintendentes y precursores especiales durante el curso de dos semanas fue muy oportuna, pues contribuyó a equiparlos y fortalecerlos para las pruebas que en breve afrontarían los hermanos.
-
-
HaitíAnuario de los testigos de Jehová 1994
-
-
Arrestados
El 23 de enero de 1962 la policía arrestó en la sucursal a Max Danyleyko y a Andrew D’Amico y confiscó las existencias de la revista ¡Despertad! del 8 de enero de 1962 (en francés). Andrew y Helen D’Amico, misioneros canadienses, vivían en Betel. Él la mandó esconderse en el baño para evitar que la arrestaran. De esa manera podría contar a los demás lo que había ocurrido.
Helen relata lo siguiente: “Me encerré y permanecí inmóvil orando”. Oyó el ruido de los hombres inspeccionando la habitación. Luego se acercaron a la puerta del baño. Entonces alguien hizo un comentario sobre otra puerta, y se fueron a registrar el resto de la casa. Cuando se marcharon, un guardia se quedó apostado fuera hasta el anochecer. Se fue justo antes de que Donald Rachwal, otro misionero que vivía allí, regresara de la predicación. Al enterarse de lo sucedido, envió a Helen para que se quedara con las hermanas del otro hogar misional y se puso en contacto con varios hermanos capacitados.
Entretanto, la policía encerró a los detenidos con otros diecisiete hombres en un diminuto calabozo. Durmieron como mejor pudieron, sentados en el piso o de pie, pues no había espacio para tenderse. Se les sometió a interrogatorio todo el miércoles, sin explicarles cuáles eran los cargos. A la mañana siguiente los condujeron ante un oficial de alto rango. Este hizo alusión a una noticia sobre Haití publicada en ¡Despertad! del 8 de enero y les dio un sermón sobre la igualdad de las razas. (La noticia citaba de unos artículos de las revistas Le Monde y Le Soir sobre el vudú.) El policía les ordenó retirarse sin darles tiempo a responder, y fueron puestos en libertad.
-
-
HaitíAnuario de los testigos de Jehová 1994
-
-
Expulsados del país
Cuatro semanas más tarde, el 17 de marzo, el jefe de la policía notificó personalmente a Max, Donald, Andrew y Helen que disponían de veinticuatro horas para salir del país, sin darles más explicaciones. Luego los llevaron a casa para que recogieran sus pasaportes. Allí se encontraron con Albert Jérome, que por entonces era el siervo de ciudad, y en pocas palabras le informaron lo que estaba sucediendo.
Al volver al cuartel, los retuvieron bajo custodia. No obstante, Rodrigue Médor le daba estudio a un sargento que estaba de servicio, así que Max lo envió con una nota en la que pedía a los hermanos que se comunicaran con la embajada canadiense. Por medio del mismo sargento, Rodrigue pudo visitar a los misioneros por la noche y recibió la llave del apartado postal de la Sociedad. El policía les compró alimento, contactó con los hermanos y fue a la oficina de correos para ver si habían llegado cartas.
El domingo 18 de marzo escoltaron a los tres canadienses hasta el aeropuerto para embarcarlos en un vuelo con destino a Kingston (Jamaica). Sin embargo, la línea aérea rehusó llevarlos porque no tenían pasajes para continuar el viaje a Canadá. Había varios hermanos en el aeropuerto, y Max Danyleyko pudo intercambiar algunas palabras con Albert Jérome y unos cuantos más. Al día siguiente los escoltaron hasta el mismo avión y los mandaron a Kingston, donde se quedaron varias semanas antes de seguir hacia Canadá. Donald Rachwal, oriundo de Estados Unidos, viajó por separado.
Stanley Boggus, que se hallaba en la obra de circuito, fue expulsado del país el 3 de abril junto con los misioneros que quedaban. Posteriormente sirvió en Zaire. En 1971 regresó a Estados Unidos y hasta el presente sirve en las congregaciones francófonas de Nueva York. Tras unos cuantos meses en Canadá, Max Danyleyko sirvió en el Congo-Brazzaville, la República Centroafricana, Chad y Nigeria, y ahora sirve en Côte d’Ivoire (Costa de Marfil). Fred Lukuc trabajó en el Congo-Brazzaville y Côte d’Ivoire. Por razones de salud fue transferido con su esposa al Betel de Canadá en 1985. Peter atiende actualmente a las congregaciones hispanas de Estados Unidos. En cuanto a los demás misioneros, unos han muerto en fidelidad y otros aún sirven a Jehová con lealtad.
El clero saborea la victoria
Los guías religiosos habían estado muy ocupados diciendo a los funcionarios estatales que los testigos de Jehová eran comunistas que no secundaban al gobierno. También habían dicho a los Testigos que solo esperaban una orden oficial para deshacerse de ellos.
Por lo tanto, el clero acogió con gran beneplácito la expulsión de los misioneros. Una emisora de radio evangélica de la costa sur se recreó dando la noticia en los siguientes términos: “Cristo y el Estado han expulsado del país a los falsos profetas”. Esperaban que la obra del Reino finalizara. No obstante, cabe advertir que no se había proscrito a los testigos de Jehová.
-