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HaitíAnuario de los testigos de Jehová 1994
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Los primeros misioneros de la Watch Tower
Dos jóvenes misioneros norteamericanos de la Watch Tower, Roland Fredette y Harold Wright, arribaron a Puerto Príncipe en agosto de 1945. Aunque habían estudiado francés en la Escuela Bíblica de Galaad, pronto se dieron cuenta que tendrían que aprender criollo. Se hicieron muy conocidos entre la población al ir por todas partes predicando con la ayuda de tarjetas de testimonio y fonógrafos.
Deseosos de organizar convenientemente la predicación de las buenas nuevas en Haití, N. H. Knorr y F. W. Franz, presidente y vicepresidente, respectivamente, de la Sociedad Watch Tower, viajaron a Puerto Príncipe el 19 de marzo de 1946. Aquella noche se celebró en el hogar misional una reunión exclusivamente para los Testigos, a la que asistieron once personas. Después del discurso que pronunció el hermano Franz, el hermano Knorr habló de cómo organizar la obra de predicar en Haití y anunció la creación de la sucursal haitiana y el nombramiento del hermano Fredette como superintendente de sucursal. A las siete de la noche del día siguiente, un auditorio de 74 personas escuchó en el hogar misional el discurso del hermano Knorr titulado “Regocijaos, oh naciones”.
La sucursal inició sus actividades el 1 de abril de 1946 y poco después la Sociedad Watch Tower obtuvo el reconocimiento oficial. Llegaron cinco misioneros más, y la predicación de las buenas nuevas fue extendiéndose desde los pueblos vecinos de Puerto Príncipe hasta alcanzar a Cap Haïtien, en la costa norte.
El grupo de Vieux-bourg se reúne con los misioneros
Durante este período, algunas personas del grupo de Vieux-bourg hablaron en repetidas ocasiones con un hombre llamado Cassindo. Estando de visita en Puerto Príncipe en 1948, Cassindo oyó a uno de los misioneros pronunciar un discurso en la Place Jérémie, y de inmediato le dijo que en su pueblo había personas que hablaban como él. Cuando regresó a Vieux-bourg, dio la noticia: “Genyen moun kom sa yo nan Port-au-Prince” (En Puerto Príncipe también hay personas como ustedes). El grupo se entusiasmó mucho.
Después de comunicarse con los misioneros, recibieron su visita. ¡Qué alegría sintieron! Estaban tan contentos que pasaron todo el primer día con los visitantes en el servicio del campo. Por la noche se dio un discurso bíblico en la plaza pública a la luz de una lámpara de petróleo.
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HaitíAnuario de los testigos de Jehová 1994
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[Fotografía en la página 120]
Roland Fredette, que llegó a Haití como misionero en 1945, fue el primer superintendente de sucursal de ese país
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