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El respeto a la autoridad es esencial para vivir en pazVerdadera paz y seguridad... ¿cómo puede usted hallarla?
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Cuando hay jefatura de esa clase en el hogar, no es difícil para una mujer respetar y apreciar a su esposo. Y la obediencia de los hijos viene con un espíritu más dispuesto. Pero la esposa y los hijos pueden también contribuir mucho a la felicidad de la familia. La esposa, al mostrar diligencia en el cuidado de la casa y de la familia, y por su espíritu de cooperación, evidencia que le tiene “profundo respeto a su esposo”.
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El respeto a la autoridad es esencial para vivir en pazVerdadera paz y seguridad... ¿cómo puede usted hallarla?
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Usted puede ayudar a hacer que su hogar sea un lugar de esa clase. Sea que otros miembros de la familia decidan sostener los caminos de Jehová o no, usted puede hacerlo. Es posible que el resto de la familia responda a su excelente ejemplo. (1 Corintios 7:16; Tito 2:6-8.) Aunque no lo hagan, lo que usted haga quedará como testimonio de lo correcto de los caminos de Dios, y eso es algo de no poco valor. (1 Pedro 3:16, 17.)
20, 21. a) ¿Cómo muestra la Biblia que la autoridad del esposo y de los padres no es absoluta? b) Por eso, ¿a qué decisión pudieran encararse una esposa cristiana o hijos creyentes, y cuál debe ser su móvil?
20 Tenga presente que toda la armazón de la autoridad familiar se origina de Dios. Así, los hombres han de estar en sujeción a Cristo, las esposas a sus esposos “como es decoroso en el Señor”, y los hijos a sus padres “porque esto es muy agradable en el Señor”. (Colosenses 3:18, 20; 1 Corintios 11:3.) Esto significa que la autoridad del esposo sobre la esposa, y de los padres sobre los hijos, es relativa. Es decir, el cónyuge y los hijos cristianos están sujetos a Dios y Cristo primero, y obedecen el consejo de ellos. Para algunos cónyuges o padres incrédulos, al principio esa idea pudiera ser desagradable. Pero realmente resulta para bien de ellos, porque ayuda a hacer más confiables y más respetuosos al cónyuge y a los hijos creyentes.
21 Sin embargo, ¿qué hay si un esposo hubiera de exigir que su esposa hiciera algo que no fuera “decoroso en el Señor”? Lo que ella haga demostrará si realmente “teme al Dios verdadero” o no. (Eclesiastés 12:13.)
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