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Se aproxima la curación permanente¡Despertad! 1987 | 8 de mayo
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Hace casi dos mil años Jesucristo realizó asombrosos milagros en la Tierra. No solo curó la lepra sino “toda suerte de dolencia y toda suerte de mal entre el pueblo”. El registro inspirado dice que curó a “personas que eran cojas, mancas, ciegas, mudas”. La “muchedumbre se asombró al ver que los mudos hablaban y los cojos andaban y los ciegos veían”. Jesús no necesitaba los medios modernos de trasplantes... él sanó los mismos órganos o partes del cuerpo afectados. Además, sus curaciones eran instantáneas y a veces hasta las efectuó estando lejos del enfermo.a
Jesús no solo tenía el poder de curar; tenía el deseo de hacerlo. En cierta ocasión un leproso le dijo: “Si tan solo quieres, puedes limpiarme”. Jesús se compadeció y conmovedoramente respondió: “Quiero. Sé limpio”. Él hasta resucitó a algunas personas, y en por lo menos uno de los casos el cadáver ya estaba en estado de descomposición. (Marcos 1:40-42; Juan 11:38-44.)
¿Qué muestran estos asombrosos ejemplos? Que Jesús, actualmente entronizado como Rey celestial, no solo tiene el poder sino también el deseo de traer curación verdadera y duradera. Él va a realizar lo que la Biblia promete.
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Se aproxima la curación permanente¡Despertad! 1987 | 8 de mayo
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a Usted puede leer los confiables relatos de estos acontecimientos en los siguientes pasajes bíblicos: Mateo 4:23; 15:21-32; Marcos 5:25-34; 7:31-37; Lucas 7:1-10; 13:11-13; Juan 9:1-32.
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