-
EspírituPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
La expresión “mi espíritu” (ru·jí), utilizada por Dios en Génesis 6:3, puede significar “yo, el Espíritu”, tal como su uso de la expresión “mi alma” (naf·schí) tiene el sentido de “yo, la persona”, o “mi persona”. (Isa 1:14; véase ALMA [Dios como poseedor de alma].) De ese modo Dios contrasta su posición espiritual celestial con la del hombre carnal terrestre.
-
-
EspírituPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
ESPÍRITU
La palabra griega pnéu·ma (espíritu) viene de pné·ō, que significa “respirar o soplar”, y se cree que la voz hebrea rú·aj (espíritu) procede de una raíz de igual significado. Por lo tanto, el significado primario de rú·aj y pnéu·ma es “aliento”, aunque de este significado se han derivado otras acepciones. (Compárese con Hab 2:19; Rev 13:15.) Pueden significar viento; la fuerza vital de las criaturas; el espíritu del hombre; espíritus, incluidos Dios y sus criaturas angélicas, y la fuerza activa de Dios o espíritu santo. (Compárese con Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de Koehler y Baumgartner, Leiden, 1958, págs. 877-879; A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament, de Brown, Driver y Briggs, 1980, págs. 924-926; Theological Dictionary of the New Testament, edición de G. Friedrich, traducción al inglés de G. Bromiley, 1971, vol. 6, págs. 332-451.) Todos estos significados tienen algo en común: se refieren a aquello que es invisible a la vista humana y que da muestras de fuerza en movimiento. Tal fuerza invisible es capaz de producir efectos visibles.
Otro término hebreo, nescha·máh (Gé 2:7), también significa “aliento”, pero su significado es más limitado que el de rú·aj. La palabra griega pno·ḗ parece tener un sentido limitado similar (Hch 17:25), y en la Versión de los Setenta se utilizó para traducir nescha·máh.
Viento. Examinemos primero el sentido que tal vez sea de más fácil comprensión. El contexto muestra en muchos casos que rú·aj significa “viento”, como el “viento del este” (Éx 10:13) o los “cuatro vientos”. (Zac 2:6.) El que se hable en el contexto de nubes, tormenta o llevarse la paja u otros objetos de naturaleza similar suele indicar este sentido. (Nú 11:31; 1Re 18:45; 19:11; Job 21:18.) Debido a que los cuatro vientos se utilizan para referirse a las cuatro direcciones (este, oeste, norte y sur), a veces rú·aj se puede traducir por “dirección” o “lado”. (1Cr 9:24; Jer 49:36; 52:23; Eze 42:16-20.)
Job 41:15, 16 dice con respecto a las escamas apretadas de Leviatán que “ni siquiera el aire [werú·aj] puede entrar entre ellas”. Aquí rú·aj representa de nuevo aire en movimiento, a diferencia del aire quieto o inerte. De modo que está presente la idea de fuerza invisible, la característica básica del término hebreo rú·aj.
El único lugar de las Escrituras Griegas Cristianas donde se usa la palabra pnéu·ma en el sentido de “viento” es en Juan 3:8.
El hombre no puede controlar el viento; no puede dirigirlo, contenerlo o poseerlo. Debido a esto, el “viento [rú·aj]” con frecuencia representa lo incontrolable o inalcanzable para el hombre, lo elusivo, transitorio, vano o de ningún beneficio verdadero. (Compárese con Job 6:26; 7:7; 8:2; 16:3; Pr 11:29; 27:15, 16; 30:4; Ec 1:14, 17; 2:11; Isa 26:18; 41:29.) Si se desea considerar ampliamente este aspecto, véase VIENTO.
-
-
EspírituPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
Otras criaturas celestiales. A los ángeles se les designa con los términos rú·aj y pnéu·ma en varios textos. (1Re 22:21, 22; Eze 3:12, 14; 8:3; 11:1, 24; 43:5; Hch 23:8, 9; 1Pe 3:19, 20.)
-
-
EspírituPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
-
-
El espíritu santo: la fuerza activa de Dios. La gran mayoría de las veces que aparecen las palabras rú·aj y pnéu·ma tienen que ver con el espíritu de Dios, su espíritu santo.
-