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¿Le gustaría conocer a la cobra?¡Despertad! 1996 | 22 de marzo
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Culto y supersticiones relacionados con la cobra
DESDE tiempos inmemoriales se ha rendido culto a la cobra. Se han hallado motivos de este reptil en sellos de Mohenjo-Daro, una de las civilizaciones más antiguas excavadas por los arqueólogos. Desde el tercer milenio antes de nuestra era hasta el presente, millones de hindúes han visto a la cobra con una reverencia supersticiosa. Es interesante que muchos relatos de cobras son mitos basados en acontecimientos históricos distorsionados.
Un “relato” de la creación habla del tiempo en que no había luz en el universo. De las oscuras aguas cósmicas se creó primero a Visnú, y después el cielo, la Tierra y el mundo inferior. De lo restante se creó a la gigantesca cobra Sesa (cuyo nombre significa residuo). Según el mito, Sesa posee de cinco a mil cabezas, y algunas imágenes representan a Visnú recostado sobre la serpiente enroscada, que lo cubre con sus capuchas dilatadas. Los terremotos se atribuyen a los bostezos de Sesa, que destruye el mundo con el fuego o con el veneno que proceden de su boca cuando termina un ciclo cósmico.
Según la mitología hindú, el mundo inferior, Nagalok o Patala, está habitado por una raza de hombres cobra llamados Nagas. El dios mono Hánuman declaró que en la “época de la perfección”, todos los hombres eran piadosos, había una sola religión y no existían demonios ni Nagas. Las serpientes eran guardianas de la riqueza de la Tierra y poseían gran conocimiento y poderes mágicos. Sesa, llamada en ocasiones Vasuki, fue usada por los dioses para batir un mar de leche y producir amrit, el néctar de la inmortalidad. El mundo subterráneo, regido por los Nagas, se presenta como un lugar agradable donde se prometen inimaginables placeres a los guerreros caídos en la batalla.
Pero no todas las cobras mitológicas son benignas. Un “relato” habla de un encuentro entre Krishna, una encarnación de Visnú, y Kaliya, un gran demonio cobra maligno. Algunas imágenes muestran al victorioso Krishna con su pie sobre la cabeza de la gran serpiente.
Manasa, o Durgamma, reina de los Nagas, recibe culto de las mujeres que imploran para sus hijos protección contra las mordeduras de serpiente. En el festival de Nagapanchami, los devotos de la serpiente hacen libaciones de leche, e incluso sangre, sobre las imágenes de cobras y los agujeros de serpiente. Con la esperanza de concebir un hijo varón, las mujeres rinden culto y hacen ofrendas a estatuas de cobras de piedra o plata.
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¿Le gustaría conocer a la cobra?¡Despertad! 1996 | 22 de marzo
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Un documental llamado Shakti, filmado en un festejo de Rajasthan, muestra a centenares de miles de adoradores de serpientes que se congregan todos los años en el desierto en el mes de agosto. Bajo el sol ardiente, y a temperaturas cercanas a los 50 °C, se flagelan con varas de hierro y reptan boca abajo por más de dos kilómetros en la arena abrasadora hasta llegar al templo del dios serpiente Gogha. Cuenta la leyenda que el rey histórico Gogha del siglo X salvó a su pueblo conduciendo a los invasores musulmanes a una zona infestada de serpientes que diezmaron al ejército con sus mordeduras.
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