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Parte 7: c. 1500 a. E.C. en adelante — El hinduismo: la religión de la tolerancia¡Despertad! 1989 | 8 de abril
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Durante algún tiempo, los sacrificios de animales desempeñaron un papel importante en la adoración de los hindúes, de modo que se requirió un sacerdocio para llevar a cabo las ceremonias necesarias. Los brahmanes se hicieron tan poderosos que una rama de la religión llegó a ser conocida como brahmanismo. “A los sacerdotes se les temía y honraba más que a los dioses —dice T. W. Organ—, porque podían destruir a sus enemigos con simplemente cambiar el ritual.” Como los ritos sacrificatorios se fueron haciendo más complejos, comenzó una tendencia que acentuaba el ascetismo, o mortificación de la carne.
Una creencia básica era el samsara. Se expuso a más tardar en los Upanisads, el grupo de escritos hindúes que muy probablemente datan de la primera mitad del primer milenio antes de la era común. Estos escritos enseñaban que después de la muerte y de una estancia intermedia en el cielo o el infierno, las personas, según la ley del karma, renacen como humanos o animales en un nivel de vida superior o inferior al que habían tenido antes. El objetivo de la vida es alcanzar el moksha, la liberación del inexorable ciclo de nacer y renacer, al ser absorbido en el origen supremo del orden, llamado Brahma.
El vedismo reconocía la existencia de muchos dioses, pero, según el libro Concepts of Indian Philosophy, sus adherentes no vieron esto adecuado, de modo que “lentamente progresaron hacia un concepto monoteísta del dios-cabeza. [...] Una vía de evolución hacia ese concepto consistió en agrupar a todos los dioses anteriores [...] [a fin de] producir un dios en el que se sintetizaran todos ellos”. Por lo tanto, Brahma llegó a ser un dios impersonal, sin atributos ni cualidades, pero personificado en diversas deidades.
El deseo de alcanzar el moksha se basa en lo que el historiador Will Durant llama la “aversión a la vida [...] que corre de modo sombrío a través de todo el pensamiento hindú”. Esta actitud lóbrega y pesimista se ilustra bien en el Upanisad Maitri, donde se pregunta: “¿De qué sirve disfrutar de los deseos en este cuerpo, que se ve afligido por deseo, cólera, codicia, desilusión, temor, desaliento, envidia, separación de lo deseable, unión con lo indeseable, hambre, sed, senilidad, muerte, enfermedad, pesar y así por el estilo?”.
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Parte 7: c. 1500 a. E.C. en adelante — El hinduismo: la religión de la tolerancia¡Despertad! 1989 | 8 de abril
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A finales del siglo XIX, un sacerdote de Calcuta llamado Ramakrisna trató de fusionar el hinduismo con lo que, según su opinión, era lo mejor del pensamiento religioso occidental. Razonaba que así como el agua tiene diferentes nombres en diferentes idiomas, del mismo modo “Sat-chit-ananda, la dicha eterna e inteligente, es invocada por algunos como Dios, por algunos como Alá, por algunos como Jehová, por algunos como Hari y por otros como Brahma”. Tal “como uno puede subir al tejado de una casa mediante una escalera de mano, una caña de bambú, una escalinata o una cuerda, así hay diversas maneras y medios para acercarse a Dios. [...] Los diversos credos no son más que diferentes sendas para llegar al Todopoderoso”.
Esta actitud tolerante concede mucho margen dentro de la adoración hindú. Permite que algunas sectas dirijan su adoración principalmente a Brahma (brahmanismo); otras, a Visnú (visnuismo), y aún otras, a Siva (sivaísmo).
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