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‘Deben ser santos porque yo soy santo’La Atalaya 1996 | 1 de agosto
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‘Deben ser santos porque yo soy santo’
“Deben resultar santos, porque yo Jehová su Dios soy santo.” (LEVÍTICO 19:2.)
1. ¿Cuáles son algunas figuras que el mundo tiene por santas?
LA MAYORÍA de las grandes religiones del mundo tienen figuras a las que consideran santas. A la madre Teresa, famosa por su labor en la India, se la suele considerar santa por su dedicación a los pobres. Al Papa se le llama “Santo Padre”. Algunos católicos tienen al fundador del moderno movimiento del Opus Dei, José María Escrivá, por “modelo de santidad”. El hinduismo tiene a sus swamis, es decir, hombres santos. A Gandhi se le reverenciaba como santo. El budismo tiene a sus monjes santos, y el islam a su santo profeta. Ahora bien, ¿qué significa exactamente ser santo?
2, 3. a) ¿Qué significan las palabras “santo” y “santidad”? b) ¿Qué preguntas deben responderse?
2 La palabra “santo” se define como “1. Perfecto y libre de toda culpa [...]. 3. [...] la persona de especial virtud o ejemplo. 4. [...] lo que está especialmente dedicado o consagrado a Dios. 5. [...] lo que es venerable por algún motivo de religión”. En el contexto bíblico, santidad significa “limpieza o pureza religiosa; calidad de sagrado”. Según la obra bíblica Perspicacia para comprender las Escrituras, “el término hebreo original qó·dhesch, transmite la idea de separación, exclusividad o santificación para Dios [...]; la condición de estar apartado para Su servicio”.a
3 A la nación de Israel se le mandó que fuera santa. La Ley de Dios decía: “Yo soy Jehová su Dios; y ustedes tienen que santificarse y tienen que resultar santos, porque yo soy santo”. ¿Quién era la Fuente de la santidad? ¿Cómo podían los israelitas ser santos si eran imperfectos? Y ¿qué lecciones aprendemos de la invitación de Jehová a ser santos que son aplicables en la actualidad? (Levítico 11:44.)
Cómo se relacionó Israel con la Fuente de la santidad
4. ¿Cómo se ejemplificó la santidad de Jehová en Israel?
4 Todo lo relacionado con la adoración de Israel a Jehová Dios habría de considerarse santo y tratarse como tal. ¿Por qué? Porque Jehová mismo es el origen y la fuente de la santidad. El relato de Moisés sobre la preparación del tabernáculo santo y de las vestiduras y la decoración concluye diciendo: “Finalmente hicieron la lámina resplandeciente, la santa señal de dedicación, de oro puro, e inscribieron sobre ella una inscripción con los grabados de un sello: ‘La santidad pertenece a Jehová’”. Esta lámina resplandeciente de oro puro se colocó en el turbante del sumo sacerdote, y significaba que se le había apartado para un servicio de santidad especial. Ver esta señal inscrita brillar con la luz del sol constituía para los israelitas un recordatorio constante de la santidad de Jehová. (Éxodo 28:36; 29:6; 39:30.)
5. ¿Cómo podía considerarse santos a los israelitas imperfectos?
5 Pero ¿cómo podían llegar a ser santos los israelitas? Únicamente por medio de su estrecha relación con Jehová y su adoración pura a él. Necesitaban conocimiento exacto del “Santísimo” para adorarlo en santidad, de manera limpia tanto en sentido físico como espiritual. (Proverbios 2:1-6; 9:10.) Por lo tanto, los israelitas tenían que adorar a Dios con motivo y corazón puros. Jehová detestaría cualquier forma hipócrita de adoración. (Proverbios 21:27.)
Por qué censuró Jehová a Israel
6. ¿Cómo trataban la mesa de Jehová los judíos del tiempo de Malaquías?
6 Este hecho se evidenció cuando los israelitas llevaron con poco entusiasmo sacrificios de mala calidad y defectuosos al templo. Jehová censuró sus ofrendas de poco valor mediante su profeta Malaquías: “‘Ningún deleite tengo en ustedes —ha dicho Jehová de los ejércitos—, y en la ofrenda de dádiva de sus manos no me complazco’ [...]. ‘Pero ustedes me están profanando al decir: “La mesa de Jehová es algo contaminado, y su fruto es algo que debe despreciarse, su alimento”. Y han dicho: “¡Mira! ¡Qué aburrimiento!”, y han hecho que se le resople —ha dicho Jehová de los ejércitos—. Y han traído algo arrancado, y al cojo y al enfermo; sí, lo han traído como dádiva. ¿Puedo complacerme en ello de mano de ustedes?’, ha dicho Jehová”. (Malaquías 1:10, 12, 13.)
7. ¿De qué acciones impuras fueron culpables los judíos en el siglo V a.E.C.?
7 Dios usó a Malaquías para censurar las prácticas falsas de los judíos, probablemente durante el siglo V a.E.C. Los sacerdotes estaban dando un mal ejemplo, y su conducta no era de ningún modo santa. La gente siguió su dirección y relajó su conducta, hasta el grado de divorciarse de sus esposas, quizá para casarse con mujeres paganas más jóvenes. Malaquías escribió: “‘Jehová mismo ha dado testimonio entre ti y la esposa de tu juventud, con la cual tú mismo has tratado traidoramente,b aunque ella es tu socia y la esposa de tu pacto [...]. Y ustedes tienen que guardarse respecto a su espíritu, y con la esposa de tu juventud que nadie trate traidoramente. Porque él ha odiado un divorciarse’, ha dicho Jehová el Dios de Israel”. (Malaquías 2:14-16.)
8. ¿Cómo ha afectado a algunos miembros de la congregación el punto de vista moderno sobre el divorcio?
8 En tiempos modernos, el índice de divorcios se ha disparado en muchos países donde se consigue fácilmente, lo cual ha afectado incluso a la congregación cristiana. En vez de pedir ayuda a los ancianos para superar los obstáculos e intentar salvar el matrimonio, algunos se han divorciado precipitadamente. A menudo los hijos tienen que pagar por ello un elevado precio emocional. (Mateo 19:8, 9.)
9, 10. ¿Cómo deberíamos reflexionar sobre nuestra adoración a Jehová?
9 Como vimos anteriormente, debido a la deplorable condición espiritual que existía en los días de Malaquías, Jehová condenó rotundamente el culto superficial de Judá y mostró que solo aceptaría la adoración pura. ¿No debería esto hacernos reflexionar sobre la calidad de nuestra adoración a Jehová Dios, el Señor Soberano del universo, la Fuente de la verdadera santidad? ¿Estamos realmente ofreciendo a Dios un servicio sagrado? ¿Nos mantenemos limpios en sentido espiritual?
10 Esto no significa que tengamos que ser perfectos, lo cual es imposible, o que debamos compararnos con otras personas. Pero sí significa que todo cristiano debe ofrecer a Dios la mejor adoración que sus circunstancias le permitan. De modo que se refiere a la calidad de nuestra adoración. Nuestro servicio sagrado debe ser el mejor, es decir, servicio santo. ¿Cómo podemos lograrlo? (Lucas 16:10; Gálatas 6:3, 4.)
El corazón puro lleva a la adoración pura
11, 12. ¿De dónde emana la conducta impura?
11 Jesús enseñó claramente que el modo de actuar y hablar de una persona evidencia lo que tiene en el corazón; a los fariseos, que tenían pretensiones de superioridad moral, aunque no por ello eran santos, les dijo: “Prole de víboras, ¿cómo pueden hablar cosas buenas cuando son inicuos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Más tarde mostró que las acciones inicuas emanan de los pensamientos inicuos del corazón, esto es, de la persona interior. Dijo: “Las cosas que proceden de la boca salen del corazón, y esas cosas contaminan al hombre. Por ejemplo, del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias. Estas son las cosas que contaminan al hombre”. (Mateo 12:34; 15:18-20.)
12 Esto nos ayuda a entender que las acciones impuras no son espontáneas ni carecen de una causa previa. Son el resultado de pensamientos corruptos que han estado latentes en el corazón: deseos secretos y, posiblemente, fantasías. Por ello, Jesús dijo: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. En otras palabras: antes de materializarse, la fornicación y el adulterio se arraigan primero en el corazón. Luego, en las circunstancias propicias, los pensamientos impuros se convierten en conducta impura. Fornicación, adulterio, sodomía, robo, blasfemia y apostasía son algunos de los resultados evidentes de tales pensamientos. (Mateo 5:27, 28; Gálatas 5:19-21.)
13. ¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo los pensamientos impuros pueden conducir a acciones impuras?
13 Podemos ilustrarlo de diferentes maneras. En algunos países los casinos están brotando como hongos, lo que aumenta las oportunidades de jugar. Uno puede verse tentado a recurrir a esta pseudosolución de sus problemas económicos. El razonamiento engañoso puede inducir a un hermano a rechazar o atenuar sus principios basados en la Biblia.c Por otra parte, el fácil acceso a la pornografía, ya sea en televisión, vídeos, computadoras o libros, pudiera llevar al cristiano a la conducta impura. Solo tiene que descuidar su armadura espiritual, y antes que se dé cuenta de ello habrá caído en la inmoralidad. Pero en la mayoría de los casos, el deslizamiento hacia el pecado principia en la mente. Sí, en situaciones como estas se cumplen las palabras de Santiago: “Cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado”. (Santiago 1:14, 15; Efesios 6:11-18.)
14. ¿Cómo se han recobrado muchos de su conducta impura?
14 Afortunadamente, muchos cristianos que pecan por debilidad se arrepienten, y los ancianos los ayudan a recuperarse espiritualmente. Incluso muchos de los que son expulsados por no arrepentirse, con el tiempo recobran el juicio y son restablecidos en la congregación. Entonces comprenden lo fácil que le resultó a Satanás vencerlos cuando permitieron que los pensamientos impuros arraigaran en su corazón. (Gálatas 6:1; 2 Timoteo 2:24-26; 1 Pedro 5:8, 9.)
El desafío: enfrentarnos a nuestras debilidades
15. a) ¿Por qué debemos enfrentarnos a nuestras debilidades? b) ¿Qué puede ayudarnos a reconocer nuestras debilidades?
15 Debemos esforzarnos por conocer nuestro propio corazón con objetividad. ¿Estamos dispuestos a enfrentarnos a nuestras debilidades y a reconocerlas, y luego a poner empeño en superarlas? ¿Estamos dispuestos a pedir consejo a un amigo honrado sobre cómo mejorar y luego acatarlo? Para ser santos, debemos superar nuestras deficiencias. ¿Por qué? Porque Satanás conoce nuestras debilidades. Él va a emplear sus sutiles ardides para que pequemos y participemos en conducta impura. Intenta con astucia separarnos del amor de Dios, de modo que ya no seamos santos ni útiles para la adoración de Jehová. (Jeremías 17:9; Efesios 6:11; Santiago 1:19.)
16. ¿Qué conflicto tenía Pablo?
16 El apóstol Pablo también pasó por pruebas y adversidades, como dio testimonio en su carta a los Romanos: “Sé que en mí, es decir, en mi carne, nada bueno mora; porque la facultad de desear está presente conmigo, pero la facultad de obrar lo que es excelente no está presente. Porque lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico [...]. Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro, pero contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”. (Romanos 7:18-23.)
17. ¿Cómo salió victorioso Pablo de su lucha contra la debilidad?
17 Lo fundamental en el caso de Pablo es que reconoció sus debilidades. A pesar de ellas, pudo decir: “Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre [espiritual] que soy por dentro”. Pablo amaba lo bueno y odiaba lo malo. Pero aún tenía una lucha que afrontar, la misma que todos tenemos: contra Satanás, el mundo y la carne. Entonces, ¿cómo podemos ganar la batalla para permanecer santos, separados de este mundo y su modo de pensar? (2 Corintios 4:4; Efesios 6:12.)
¿Cómo podemos permanecer santos?
18. ¿Cómo podemos permanecer santos?
18 La santidad no se consigue con la ley del mínimo esfuerzo ni buscando la comodidad. Esta clase de personas siempre excusan su conducta e intentan pasar la culpa a los demás. Quizá tengamos que aprender a responsabilizarnos de nuestras acciones, y a no ser como algunos que dicen que este es su sino debido a sus antecedentes familiares o su herencia genética. El problema radica en el corazón de la persona. ¿Ama la justicia? ¿Anhela la santidad? ¿Desea la bendición de Dios? El salmista expresó claramente lo necesaria que es la santidad cuando dijo: “Apártate de lo que es malo, y haz lo que es bueno; procura hallar la paz, y sigue tras ella”. El apóstol Pablo escribió: “Sea su amor sin hipocresía. Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno”. (Salmo 34:14; 97:10; Romanos 12:9.)
19, 20. a) ¿Cómo podemos fortalecer la mente? b) ¿Qué estudio personal activo supone?
19 Podemos ‘adherirnos a lo que es bueno’ si vemos las cosas desde la óptica de Jehová y si tenemos la mente de Cristo. (1 Corintios 2:16.) ¿Cómo lo conseguiremos? Mediante el estudio regular de la Palabra de Dios y la meditación en ella. ¡Con cuánta frecuencia se ha dado este consejo! ¿Pero le damos la seriedad que merece? Por ejemplo, ¿estudia usted realmente esta revista, buscando los textos antes de venir a la reunión? Por estudiar no queremos decir subrayar unas cuantas frases de cada párrafo. En realidad, un artículo de estudio puede repasarse y subrayarse en aproximadamente quince minutos. ¿Significa esto que lo hemos estudiado? Sabemos que puede tomar una o dos horas estudiar y absorber el beneficio espiritual de cada artículo.
20 Quizá sea necesario que nos disciplinemos para abandonar la televisión unas cuantas horas todas las semanas y realmente nos concentremos en nuestra santidad personal. El estudio regular nos edifica espiritualmente e influye en la mente para que tomemos las decisiones correctas, decisiones que se traducirán en “actos santos de conducta”. (2 Pedro 3:11; Efesios 4:23; 5:15, 16.)
21. ¿Qué pregunta queda por responder?
21 La pregunta ahora es: como cristianos, ¿en qué otros campos de actividad y conducta podemos ser santos, tal como Jehová es santo? El próximo artículo contiene información que merece un detenido estudio.
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‘Háganse ustedes mismos santos en toda su conducta’La Atalaya 1996 | 1 de agosto
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‘Háganse ustedes mismos santos en toda su conducta’
“De acuerdo con el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos también en toda su conducta, porque está escrito: ‘“Tienen que ser santos, porque yo soy santo”’.” (1 PEDRO 1:15, 16.)
1. ¿Por qué exhortó Pedro a los cristianos a ser santos?
¿POR qué dio el apóstol Pedro el consejo supracitado? Porque vio la necesidad de que todo cristiano vigilara sus pensamientos y acciones a fin de que armonizaran con la santidad de Jehová. Por ello, antes de las palabras supracitadas escribió: “Fortifiquen su mente para actividad, mantengan completamente su juicio [...]. Como hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro tiempo en su ignorancia”. (1 Pedro 1:13, 14.)
2. ¿Por qué eran impuros nuestros deseos antes de conocer la verdad?
2 Nuestros deseos anteriores eran impuros. ¿Por qué? Porque muchos de nosotros actuábamos como el mundo antes de aceptar la verdad cristiana. Pedro era consciente de este hecho cuando escribió sin ambigüedades: “Basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales”. Claro está, Pedro no mencionó actos impuros propios de nuestro mundo moderno, pues en aquel entonces eran desconocidos. (1 Pedro 4:3, 4.)
3, 4. a) ¿Cómo podemos contrarrestar los malos deseos? b) ¿Deben los cristianos reprimir las emociones? Explique.
3 ¿Se ha dado cuenta de que estos deseos son los que atraen a la carne, a los sentidos y a las emociones? Cuando permitimos que dichos apetitos nos dominen, es muy fácil que nuestros pensamientos y acciones se tornen impuros. Este hecho ilustra la necesidad de permitir que la facultad de raciocinio controle nuestras acciones. Pablo lo expresó de esta manera: “Por consiguiente, les suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio”. (Romanos 12:1, 2.)
4 Para presentar a Dios un sacrificio santo, la facultad de raciocinio debe primar sobre las emociones. ¡Cuántos sucumben a la inmoralidad por permitir que los sentimientos controlen su conducta! Esto no significa que tengamos que reprimir las emociones, pues entonces, ¿cómo podríamos servir a Jehová con gozo? Ahora bien, si queremos producir el fruto del espíritu en vez de las obras de la carne, tenemos que amoldar nuestra mente al modo de pensar de Cristo. (Gálatas 5:22, 23; Filipenses 2:5.)
Vida santa, precio santo
5. ¿Por qué era consciente Pedro de la importancia de la santidad?
5 ¿Por qué tenía Pedro plena conciencia de lo necesaria que era la santidad cristiana? Porque conocía bien el precio santo que se había pagado para redimir a la humanidad obediente. Escribió: “Ustedes saben que no fue con cosas corruptibles, con plata u oro, con lo que fueron librados de su forma de conducta infructuosa recibida por tradición de sus antepasados. Más bien, fue con sangre preciosa, como la de un cordero sin tacha e inmaculado, sí, la de Cristo”. (1 Pedro 1:18, 19.) Sí, la Fuente de la santidad, Jehová Dios, envió a la Tierra a su Hijo unigénito, “el Santo”, para pagar el rescate que permitiría a los hombres tener una buena relación con Dios. (Juan 3:16; 6:69; Éxodo 28:36; Mateo 20:28.)
6. a) ¿Por qué no es fácil tener una conducta santa? b) ¿Qué puede ayudarnos a mantener santa nuestra conducta?
6 Debemos reconocer que no es fácil llevar una vida santa en medio del mundo corrupto de Satanás. El Diablo tiende trampas a los verdaderos cristianos, quienes se esfuerzan por sobrevivir en su sistema de cosas. (Efesios 6:12; 1 Timoteo 6:9, 10.) Debido a las presiones del empleo, la oposición familiar, el ridículo en la escuela y la presión de los compañeros, es fundamental la espiritualidad fuerte para mantener la santidad. Esta situación pone de relieve el papel esencial del estudio personal y la asistencia regular a las reuniones cristianas. Pablo aconsejó a Timoteo: “Sigue reteniendo el modelo de palabras saludables que oíste de mí con la fe y el amor que hay en relación con Cristo Jesús”. (2 Timoteo 1:13.) Oímos estas palabras saludables en el Salón del Reino y las leemos en nuestro estudio privado de la Biblia. Estas nos pueden ayudar a tener una conducta santa día tras día en diferentes marcos.
Conducta santa en la familia
7. ¿Qué tiene que ver la santidad con nuestra vida de familia?
7 Cuando Pedro citó de Levítico 11:44, utilizó la palabra griega há·gi·os, que significa “separado del pecado y por ello consagrado a Dios, sagrado”. (Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, de W. E. Vine.) ¿Qué tiene que ver esta idea con nuestra vida cristiana de familia? Desde luego tiene que significar que nuestra vida familiar debe estar fundada en el amor, pues “Dios es amor”. (1 Juan 4:8.) El amor abnegado es el aceite que lubrica la relación entre los cónyuges y entre padres e hijos. (1 Corintios 13:4-8; Efesios 5:28, 29, 33; 6:4; Colosenses 3:18, 21.)
8, 9. a) ¿Qué situación se produce a veces en el hogar cristiano? b) ¿Qué consejo sano da la Biblia al respecto?
8 Pudiéramos pensar que la expresión de tal amor es automática en la familia cristiana. Sin embargo, debe admitirse que el amor no siempre reina al grado que debiera en algunos hogares cristianos. Es posible que en el Salón del Reino demos la impresión de ser amorosos, pero ¡con qué facilidad puede disminuir nuestra santidad en el marco doméstico! En el hogar podemos olvidar de repente que la esposa es todavía nuestra hermana cristiana o que el esposo es aún el mismo hermano (quizá siervo ministerial o anciano) al que parecía que respetábamos en el Salón del Reino. Cuando nos irritamos, pueden producirse discusiones acaloradas. Incluso podríamos caer en el peligro de llevar una doble vida y ya no tener una relación cristiana de esposo y esposa, sino ser solo un hombre y una mujer antagonistas que olvidan que debe haber un ambiente santo en la casa. Es posible que empiecen a hablar como la gente mundana. ¡Qué fácil es que en tales circunstancias salga de la boca un dicho desagradable o sarcástico! (Proverbios 12:18; compárese con Hechos 15:37-39.)
9 Sin embargo, Pablo aconseja: “No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido [en griego, ló·gos sa·prós, “palabra corrompida” y, por tanto, impura], sino todo dicho que sea bueno para edificación según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes”. Y esto se refiere a todos los oyentes de la casa, incluidos los niños. (Efesios 4:29; Santiago 3:8-10.)
10. ¿Cómo es aplicable a los hijos el consejo sobre la santidad?
10 Esta pauta sobre la santidad es también aplicable a los hijos de la familia cristiana. Es muy fácil para ellos llegar a casa de la escuela y empezar a imitar el habla rebelde e irrespetuosa de sus compañeros mundanos. Hijos, no imiten las actitudes de los jóvenes groseros que insultaron al profeta de Jehová y que tienen sus análogos malhablados y blasfemos en la actualidad. (2 Reyes 2:23, 24.) El lenguaje sucio de la calle, que emplean quienes son demasiado perezosos o desconsiderados para usar palabras decentes, no debe corromper su habla. Como cristianos, nuestra habla debe ser santa, agradable, edificante, amable y “sazonada con sal”. Debe distinguirnos como personas diferentes. (Colosenses 3:8-10; 4:6.)
La santidad y nuestros familiares no creyentes
11. ¿Por qué ser santo no significa ser santurrón?
11 Aunque tenemos que ser concienzudos al practicar la santidad, no debemos proyectar una imagen de superioridad ni de santurronería, especialmente al tratar con los familiares incrédulos. Nuestra conducta cristiana bondadosa debe al menos ayudarles a ver que somos diferentes de manera provechosa, que sabemos ser amorosos y compasivos, como el buen samaritano de la parábola de Jesús. (Lucas 10:30-37.)
12. ¿Cómo pueden los cónyuges cristianos hacer más atractiva la verdad a su pareja?
12 Pedro recalcó la importancia de tener una actitud apropiada con respecto a nuestros familiares no creyentes cuando escribió a las esposas cristianas: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto”. La esposa cristiana (o el esposo para el caso) puede hacer más atractiva la verdad a su cónyuge no creyente si su conducta es casta, considerada y respetuosa. Esto significa que el horario teocrático debe ser flexible para no desairar ni excluir al cónyuge incrédulo.a (1 Pedro 3:1, 2.)
13. ¿Cómo pueden en ocasiones los ancianos y los siervos ministeriales ayudar a los esposos incrédulos a apreciar la verdad?
13 En ocasiones, los ancianos y los siervos ministeriales pueden ayudar relacionándose con el cónyuge incrédulo a nivel social. Así este puede observar que los Testigos son personas normales, simpáticas, con una amplia variedad de intereses, no solo los de naturaleza bíblica. Una vez un anciano se interesó por la afición de un esposo a la pesca. Fue suficiente para romper el hielo. Con el tiempo este hombre llegó a ser un hermano bautizado. Otro caso fue el de un esposo a quien le encantaban los canarios. Los ancianos no se dieron por vencidos. Uno de ellos estudió el tema, de modo que la siguiente vez que vio a ese hombre pudo entablar una conversación sobre su tema preferido. Así que ser santo no significa ser mojigato ni de mente estrecha. (1 Corintios 9:20-23.)
Cómo podemos ser santos en la congregación
14. a) ¿Cuál es uno de los métodos que Satanás usa para socavar a la congregación? b) ¿Cómo podemos protegernos de las trampas de Satanás?
14 Satanás el Diablo es un calumniador, pues el nombre griego para Diablo, di·á·bo·los, significa “acusador” o “calumniador”. La calumnia es una de sus especialidades, e intenta utilizarla en la congregación. Su método preferido es el chisme. ¿Nos dejamos embaucar en esa clase de conducta impura? ¿Cómo podría suceder? Iniciando el chisme, repitiéndolo o escuchándolo. El proverbio sabio dice: “El hombre de intrigas sigue enviando contienda, y el calumniador está separando a los que se han familiarizado entre sí”. (Proverbios 16:28.) ¿Cuál es el antídoto contra el chisme y la calumnia? Deberíamos asegurarnos de que nuestra habla fuera siempre edificante y estuviera fundada en el amor. Si reparamos en las virtudes en vez de en los supuestos defectos de nuestros hermanos, nuestra conversación siempre será agradable y espiritual. Recuerde que es fácil incurrir en la crítica. Y la persona que le cuenta chismes de otros también puede contar a otros chismes de usted. (1 Timoteo 5:13; Tito 2:3.)
15. ¿Qué cualidades semejantes a las de Cristo nos ayudarán a todos a permanecer santos en la congregación?
15 A fin de mantener santa la congregación, todos debemos poseer la mente de Cristo, y sabemos que su cualidad dominante es el amor. Por ello, Pablo aconsejó a los colosenses que fueran compasivos como Cristo: “De consiguiente, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia [...], perdonándose liberalmente unos a otros [...]. Además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión”. Luego añadió: “También, que la paz del Cristo controle en sus corazones”. No cabe duda de que con este espíritu perdonador podemos mantener la unidad y la santidad de la congregación. (Colosenses 3:12-15.)
¿Se ve nuestra santidad donde vivimos?
16. ¿Por qué debe ser nuestra adoración santa una adoración feliz?
16 ¿Qué puede decirse de nuestros vecinos? ¿Cómo nos ven? ¿Irradiamos el gozo de la verdad, o damos la impresión de que esta es una carga para nosotros? Si somos santos como Jehová lo es, se manifestará en nuestra habla y en nuestra conducta. Debería ser evidente que nuestra adoración santa es una adoración feliz. ¿Por qué? Porque Jehová nuestro Dios es un Dios feliz, que quiere que sus adoradores sean felices. Por ello, el salmista pudo decir acerca del pueblo de Jehová de tiempos antiguos: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!”. ¿Reflejamos esta felicidad? ¿Se sienten contentos también nuestros hijos de estar entre el pueblo de Jehová en el Salón del Reino y en las asambleas? (Salmo 89:15, 16; 144:15b.)
17. ¿Qué cosas prácticas podemos hacer para mostrar una santidad equilibrada?
17 También podemos demostrar una santidad equilibrada manifestando un espíritu de cooperación y bondad para con el prójimo. A veces es necesario colaborar con los vecinos, quizá en la limpieza del vecindario o, como en algunos países, en el mantenimiento de los caminos y las carreteras. En este respecto, nuestra santidad también puede evidenciarse en el modo de atender nuestros jardines, patios u otras propiedades. Si dejamos la basura tirada o tenemos el patio descuidado o sucio, quizá con vehículos viejos y destartalados a la vista, ¿podemos decir que tratamos con respeto a nuestros vecinos? (Revelación [Apocalipsis] 11:18.)
La santidad en el trabajo y en la escuela
18. a) ¿A qué situación difícil se enfrentan los cristianos hoy en día? b) ¿Cómo podemos ser diferentes del mundo?
18 El apóstol Pablo escribió a los cristianos que vivían en la profana ciudad de Corinto: “En mi carta les escribí que cesaran de mezclarse en la compañía de fornicadores, no queriendo decir enteramente con los fornicadores de este mundo, o personas dominadas por la avidez y los que practican extorsión, o idólatras. De otro modo, ustedes realmente tendrían que salirse del mundo”. (1 Corintios 5:9, 10.) Esta es una situación difícil para los cristianos, quienes tienen que relacionarse diariamente con gente inmoral o amoral. Es una gran prueba de integridad, especialmente en las culturas en las que se aplaude o consiente el acoso sexual, la corrupción y la falta de honradez. En este marco no podemos permitirnos el lujo de rebajar nuestras normas para parecer “normales” a los ojos de quienes nos rodean. Más bien, nuestra conducta amable pero diferente debería distinguirnos a la vista de la gente perspicaz, que reconoce su necesidad espiritual y busca algo mejor. (Mateo 5:3; 1 Pedro 3:16, 17.)
19. a) ¿Qué pruebas tienen ustedes los jóvenes en la escuela? b) ¿Qué pueden hacer los padres para apoyar a sus hijos y su conducta santa?
19 Nuestros hijos se enfrentan de igual manera a muchas pruebas en la escuela. ¿Visitan ustedes, los padres, la escuela a la que van sus hijos? ¿Saben qué ambiente reina en ella? ¿Mantienen buena comunicación con los maestros? ¿Por qué son importantes estas preguntas? Porque en muchas zonas urbanas del mundo, las escuelas se han convertido en junglas de violencia, drogas e inmoralidad. ¿Cómo pueden los hijos mantener integridad y una conducta santa si no reciben todo el apoyo y la comprensión de sus padres? Pablo aconsejó con razón a estos: “Padres, no estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen”. (Colosenses 3:21.) Una manera de exasperar a los hijos es no entender sus pruebas y problemas cotidianos. La preparación para afrontar las pruebas en la escuela empieza en el ambiente espiritual del hogar cristiano. (Deuteronomio 6:6-9; Proverbios 22:6.)
20. ¿Por qué es fundamental la santidad en el caso de todos nosotros?
20 En conclusión, ¿por qué es fundamental la santidad en el caso de todos nosotros? Porque nos sirve de protección contra las incursiones del mundo de Satanás y de su modo de pensar. Es un beneficio ahora y lo será en el futuro. Contribuye a garantizarnos la vida —la vida que realmente lo es— en el nuevo mundo de justicia. Nos ayuda a ser cristianos equilibrados, tratables, comunicativos, y no fanáticos implacables. En suma, nos hace semejantes a Cristo. (1 Timoteo 6:19.)
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