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  • Poder para superar las tentaciones y el desánimo
    La Atalaya 2011 | 15 de enero
    • Poder para superar las tentaciones y el desánimo

      “Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes.” (HECH. 1:8)

      1, 2. ¿Qué ayuda prometió Jesús a sus discípulos, y por qué la necesitarían?

      JESÚS sabía que sus discípulos no eran capaces de cumplir por sí solos todo lo que les había mandado. Tomando en cuenta la magnitud de la obra que les había encargado, la fortaleza de sus enemigos y su propia fragilidad como seres humanos, era evidente que necesitaban la ayuda de una fuerza sobrehumana. Por eso, justo antes de ascender al cielo les aseguró: “Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8).

      2 Esa promesa comenzó a cumplirse en el Pentecostés del año 33, cuando los seguidores de Jesús recibieron el poder del espíritu santo, lo cual les permitió llenar Jerusalén con su predicación. ¡Nadie logró detenerlos! (Hech. 4:20.) Desde entonces, y “hasta la conclusión del sistema de cosas”, todos los cristianos fieles hemos necesitado imperiosamente el poder que Dios brinda (Mat. 28:20).

      3. a) ¿En qué se diferencian el espíritu santo y el poder? b) ¿Cómo nos ayuda el poder que nos proporciona Jehová?

      3 Recordemos la promesa que Jesús les hizo a sus seguidores: “Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes”. Ahora bien, no debemos confundir el espíritu con el poder. El espíritu santo es la fuerza de Dios en acción; es la energía que Jehová proyecta y ejerce sobre un individuo u objeto a fin de cumplir su voluntad. El poder, en cambio, se define como la “capacidad para actuar u obrar y producir determinados efectos” (Diccionario Estudio Salamanca-Octaedro). Esta capacidad puede permanecer latente en una persona u objeto hasta que se necesite conseguir cierto resultado. En vista de lo anterior, el espíritu santo podría asemejarse a la corriente eléctrica que alimenta a una batería recargable, mientras que el poder es comparable a la energía almacenada en dicha batería. El poder que Jehová nos otorga a sus siervos mediante el espíritu santo nos da la capacidad para cumplir con nuestro voto de dedicación y resistir las influencias nocivas a las que nos enfrentamos (léanse Miqueas 3:8 y Colosenses 1:29).

      4. ¿Qué analizaremos en este artículo, y con qué fin lo haremos?

      4 ¿Cómo manifestamos el poder que hemos recibido mediante el espíritu santo? ¿De qué maneras podemos actuar y reaccionar gracias a su influencia? Aunque los cristianos nos esforzamos por servir fielmente a Dios, afrontamos innumerables dificultades causadas por Satanás, el mundo y nuestra propia imperfección. Es vital que superemos estos obstáculos, pues solo así nos mantendremos leales, seremos constantes en el ministerio y conservaremos la amistad con Jehová. Veamos cómo nos ayuda el espíritu santo a resistir las tentaciones y hacer frente al cansancio y el desánimo.

      Poder para resistir las tentaciones

      5. ¿Cómo puede fortalecernos la oración?

      5 Jesús enseñó a sus discípulos a pedir: “No nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo” (Mat. 6:13). Jehová no les fallará a sus siervos fieles que le hacen esta súplica. En otra ocasión, Jesús aseguró que “el Padre en el cielo [dará] espíritu santo a los que le piden” (Luc. 11:13). ¡Qué tranquilizador es saber que Dios nos promete esa poderosa fuerza para que podamos actuar con justicia! Claro, eso no quiere decir que él impedirá que seamos tentados (1 Cor. 10:13). Más bien, significa que cuando nos vemos frente a la tentación, es el momento de orar con más fervor (Mat. 26:42).

      6. ¿Qué utilizó Jesús para rechazar las ofertas de Satanás?

      6 En respuesta a las tentaciones del Diablo, Jesús citó de las Escrituras. Es obvio que las conocía muy bien. Notemos las palabras que empleó: “Está escrito”, “Otra vez está escrito” y “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”. El amor de Jesús por Jehová y su Palabra lo impulsó a rechazar las atractivas ofertas del Tentador (Mat. 4:1-10). Al ver que Jesús no caía en ninguna de sus trampas, Satanás se marchó.

      7. ¿Cómo nos ayuda la Biblia a resistir las tentaciones?

      7 Si Jesús se apoyó en las Escrituras para resistir las tentaciones del Diablo, ¡cuánto más deberíamos hacerlo nosotros! El primer paso para rechazar a Satanás y eludir sus trampas es tomar la firme decisión de conocer las normas de Jehová y seguirlas fielmente. Mucha gente ha decidido obedecer dichas normas después de estudiar la Biblia y comprender el valor de la sabiduría y la justicia divinas. Ciertamente, “la palabra de Dios” ejerce un gran poder, pues es capaz de descubrir los “pensamientos e intenciones del corazón” (Heb. 4:12). Además, cuanto más leamos las Escrituras y meditemos en ellas, mejor comprenderemos que Jehová es un Dios fiel y veraz (Dan. 9:13). En vista del poder de la Biblia, debemos dedicar tiempo a reflexionar en pasajes que tengan que ver con nuestras debilidades.

      8. ¿Con qué medios contamos para obtener el espíritu santo?

      8 Jesús no solo resistió la tentación porque conocía las Escrituras, sino también porque estaba “lleno de espíritu santo” (Luc. 4:1). Al igual que él, nosotros podemos ser más fuertes y capaces si mantenemos una estrecha relación con Jehová. Pero ¿cómo podemos acercarnos a Dios? Aprovechando al máximo los medios que él ha provisto para llenarnos con su espíritu, entre ellos, el estudio de la Biblia, la oración y la congregación (Sant. 4:7, 8). Muchos hermanos reconocen que es muy beneficioso mantenerse ocupado en las actividades cristianas. Señalan, por ejemplo, que les ayuda a fijar la mente en pensamientos que edifican la espiritualidad.

      9, 10. a) ¿Cuáles son las tentaciones más comunes donde usted vive? b) ¿Cómo pueden ayudarnos la meditación y la oración a vencer las tentaciones, sobre todo si nos encontramos cansados?

      9 Pensemos en tentaciones que quizás se nos hayan presentado. Si estamos casados, ¿hemos tenido ganas de coquetear con alguien? O si somos solteros y un no creyente nos ha invitado a salir, ¿nos ha costado trabajo rechazar la invitación? Si nos hemos topado con imágenes sucias en la televisión o en Internet, ¿nos hemos sentido tentados a seguir mirando? Para evitar estos peligros, lo mejor es meditar de antemano en las consecuencias: un paso en falso podría dar lugar a otro y llevarnos a cometer un pecado grave (Sant. 1:14, 15). Debemos pensar también en el dolor que les causaremos a Jehová, a la congregación y a nuestra familia si actuamos deslealmente. Por el contrario, si respetamos los principios divinos, disfrutaremos de una conciencia tranquila (léanse Salmo 119:37 y Proverbios 22:3). Siempre que nos enfrentemos con una situación como las anteriores, pidámosle a Dios fuerzas para resistir.

      10 El relato de las tentaciones que sufrió Jesús encierra otra lección. Cuando Satanás se le acercó en el desierto, el Hijo de Dios llevaba cuarenta días sin comer. De seguro, el Diablo vio que era un “tiempo [muy] conveniente” para ponerlo a prueba (Luc. 4:13). Hoy hace lo mismo con nosotros: busca el momento más oportuno para ponernos a prueba y nos ataca cuando percibe que estamos más débiles. Por eso es imprescindible que nos mantengamos siempre espiritualmente fuertes. Cuando nos invade el cansancio o el desánimo, es más necesario que nunca rogarle a Jehová que nos proteja y nos dé su espíritu (2 Cor. 12:8-10).

      Poder para vencer el cansancio y el desánimo

      11, 12. a) ¿Por qué se sienten desanimadas tantas personas hoy día? b) ¿Qué nos dará las fuerzas para vencer el desaliento?

      11 Como somos imperfectos, no es raro que nos invada el desánimo, y más teniendo en cuenta que vivimos en una época muy problemática, quizás la más angustiosa que haya atravesado la humanidad (2 Tim. 3:1-5). Al ir acercándonos al Armagedón, hay cada vez más problemas, sean económicos, emocionales o de otro tipo. No es de extrañar que a muchos les resulte cada día más difícil cuidar de sus familias. La inquietud es tan agobiante que los deja completamente exhaustos. Si ese es su caso, ¿qué puede ayudarle a soportar la presión?

      12 Recuerde que Jesús nos prometió un ayudante: el espíritu santo (léase Juan 14:16, 17). Es la fuerza más poderosa del universo. Con ella, Jehová nos suministra “más que sobreabundantemente” la fortaleza para vencer cualquier dificultad (Efe. 3:20). El apóstol Pablo indicó que, gracias al espíritu, recibimos “el poder que es más allá de lo normal”, aun en las ocasiones en que “se nos oprime de toda manera” (2 Cor. 4:7, 8). Es cierto que Jehová no promete eliminar las tensiones, pero sí nos garantiza que su espíritu nos dará las fuerzas necesarias (Fili. 4:13).

      13. a) ¿Cómo ha recibido Stephanie poder para afrontar sus graves problemas? b) ¿Conoce usted casos similares?

      13 Veamos el caso de Stephanie, una precursora regular de 19 años. A los 12 sufrió un derrame y se le detectó un tumor cerebral. Desde entonces ha sido operada dos veces, ha recibido radioterapia y ha sufrido otros dos derrames, los cuales la han dejado con la visión muy reducida y escasa movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. Stephanie tiene que ahorrar energías para las cosas que considera más importantes, como las reuniones y el ministerio. Sin embargo, percibe las diversas maneras como Jehová la fortalece para seguir resistiendo. Por ejemplo, las biografías que aparecen en nuestras publicaciones la consuelan en momentos de desaliento. Los hermanos la animan enviándole tarjetas y conversando con ella antes y después de las reuniones. Y algunas personas interesadas en la verdad han aceptado ir a su casa a tomar clases de la Biblia. Por todo esto, Stephanie se siente en deuda con Jehová y piensa que Salmo 41:3 —su versículo favorito— se cumple en su caso.

      14. ¿Qué es lo peor que podemos hacer si nos sentimos agobiados, y por qué?

      14 Si estamos agotados o bajo mucha presión, pudiéramos pensar que nos sentiríamos mejor dedicando menos tiempo al estudio personal y en familia, al ministerio y a las reuniones. Pero eso es lo peor que podríamos hacer. ¿Por qué? Porque las actividades cristianas nos permiten recibir espíritu santo, y por eso siempre nos reconfortan y revitalizan (léase Mateo 11:28, 29). ¿No es verdad que en ocasiones llegamos agotados a la reunión, pero cuando esta termina nos sentimos con nuevas energías? ¡Es como si se nos hubieran recargado las pilas espirituales!

      15. a) ¿Promete Jehová que no tendremos que esforzarnos por mantenernos fieles? Apoye su respuesta con pasajes bíblicos. b) ¿Qué nos promete Dios, y qué pregunta surge?

      15 Esto no significa que sea fácil llevar la carga que implica ser discípulo de Cristo. Se requiere un gran esfuerzo para mantenerse fiel (Mat. 16:24-26; Luc. 13:24). Pero si nos agotamos, Jehová puede darnos energías mediante su espíritu. El profeta Isaías escribió: “Los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán” (Isa. 40:29-31). Entonces, cabría preguntarse: ¿por qué hay quienes consideran agotadoras las actividades espirituales?

      16. ¿Cómo podríamos eliminar algunas causas de agotamiento y desánimo?

      16 La Biblia anima a todos los siervos de Dios a que “se aseguren de las cosas más importantes” (Fili. 1:10). Pablo comparó la vida del cristiano a una carrera de larga distancia y dio este consejo inspirado: “Quitémonos nosotros también todo peso [...] y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros” (Heb. 12:1). El punto de esta ilustración es que debemos evitar las actividades y las cargas innecesarias. Tal vez estemos tratando de acomodar demasiadas actividades en nuestra ya de por sí apretada agenda, lo cual puede hacer que nos sintamos cansados y estresados. En tal caso, haríamos bien en preguntarnos: “¿Cuánto tiempo y energías dedico al trabajo? ¿Con cuánta frecuencia hago viajes por placer? ¿Cuántas horas invierto en los deportes y otras diversiones?”. La sensatez y la modestia nos ayudarán a reconocer nuestras limitaciones y a no cargarnos de compromisos innecesarios.

      17. ¿Por qué se sienten desanimados algunos cristianos, y qué garantía de Jehová puede darles aliento?

      17 Otros cristianos quizás estén desanimados porque han tenido que esperar el fin de este mundo más tiempo del que imaginaban (Pro. 13:12). ¿Qué puede darles aliento? Estas palabras de Habacuc 2:3: “La visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, mantente en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde”. Como vemos, contamos con la garantía expresa de Jehová de que el fin llegará justo en el momento que él ha fijado.

      18. a) ¿Qué promesas divinas nos dan aliento? b) ¿Qué veremos en el siguiente artículo?

      18 Sin duda, los siervos fieles de Jehová anhelamos el día en que el cansancio y el abatimiento queden en el pasado y todo el mundo goce de “vigor juvenil” (Job 33:25). Aun hoy podemos disfrutar de la fortaleza interior que nos brinda el espíritu santo si participamos en las animadoras actividades cristianas (2 Cor. 4:16; Efe. 3:16). No dejemos que la fatiga nos haga perder las bendiciones eternas que nos aguardan. Todas nuestras dificultades —sean tentaciones, cansancio o desánimo— terminarán a más tardar cuando llegue el nuevo mundo. En el siguiente artículo veremos cómo nos da poder el espíritu santo para resistir la persecución, la presión de quienes nos rodean y otros problemas.

  • Poder para superar todas las dificultades
    La Atalaya 2011 | 15 de enero
    • Poder para superar todas las dificultades

      “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.” (FILI. 4:13)

      1. ¿Por qué afrontamos tantas adversidades los siervos de Dios?

      LOS siervos de Jehová no somos ajenos a las adversidades. Los problemas pueden deberse a nuestra propia imperfección, al mundo en el que vivimos o al odio que nos tienen los enemigos de Dios (Gén. 3:15). Desde los albores de la historia, Jehová ha ayudado a su pueblo a resistir la persecución religiosa, la presión de la gente y toda otra dificultad. Ciertamente, su espíritu puede darnos a cada uno de nosotros el poder necesario para seguir adelante.

      Poder para resistir la persecución religiosa

      2. ¿Cuál es el objetivo de la persecución religiosa, y qué formas adopta?

      2 La persecución religiosa es todo tipo de acoso o agresión contra determinadas personas a causa de su fe. El propósito es erradicar sus creencias evitando que las difundan o doblegando su integridad. Estos ataques de Satanás adoptan diversas formas. La Biblia los compara a los de un león joven si son directos, y a los de una cobra astuta si son más encubiertos (léase Salmo 91:13).

      3. ¿En qué sentido nos ataca Satanás como un león y como una cobra?

      3 Como un león feroz, Satanás ha lanzado muchos ataques frontales contra nosotros, recurriendo a la violencia, el encarcelamiento y la prohibición de nuestra obra (Sal. 94:20). El Anuario, que reseña las actividades de los testigos de Jehová en tiempos modernos, contiene numerosos relatos de estas maniobras diabólicas. Por ejemplo, en muchos lugares se han formado turbas descontroladas —a veces dirigidas por clérigos o por extremistas políticos— que han agredido a los siervos de Dios. Estos ataques han hecho desistir a algunos cristianos. En otras ocasiones, el Diablo actúa como una cobra. Por así decirlo, se oculta y muerde sorpresivamente a sus presas, envenenándoles la mente y engañándolas para que hagan lo que él desea. Este tipo de ataque pretende debilitar o corromper nuestra espiritualidad. Gracias a que contamos con el espíritu santo, podemos resistir ambas formas de persecución.

      4, 5. ¿Cuál es la mejor manera de prepararse para la persecución, y por qué? Dé un ejemplo.

      4 Aunque todos debemos prepararnos para la persecución, la mejor manera de hacerlo no es imaginando los ataques a los que podríamos enfrentarnos. La realidad es que no hay manera de saber lo que nos depara el futuro, así que nada ganamos con preocuparnos por lo que tal vez nunca ocurra. No obstante, hay algo que sí podemos hacer: imitar a los cristianos que se mantuvieron leales bajo persecución. La mayoría de ellos lograron soportar los ataques porque habían meditado en los relatos bíblicos de siervos fieles de Dios, así como en las enseñanzas y el ejemplo de Jesús. De este modo creció su amor por Jehová, lo cual los preparó para superar todos los obstáculos que se les presentaron en el camino.

      5 Veamos el caso de dos cristianas de Malaui a las que una muchedumbre violenta quiso obligar a comprar la tarjeta de afiliación al partido. Las golpearon, las desnudaron y amenazaron con violarlas. Además, intentaron engañarlas diciéndoles que los miembros de la familia Betel habían comprado la tarjeta. ¿Cómo respondieron ellas? “Servimos solo a Jehová Dios, de modo que si los hermanos de la sucursal han comprado la tarjeta, a nosotras no nos afecta. ¡No vamos a transigir, así nos maten!”. Ante esta demostración de valentía, la chusma las dejó ir.

      6, 7. ¿Cómo ayuda Jehová a sus siervos a resistir la persecución?

      6 El apóstol Pablo señaló que cuando los cristianos de Tesalónica abrazaron la verdad, lo hicieron “bajo mucha tribulación” y que, aun así, sintieron “gozo de espíritu santo” (1 Tes. 1:6). Muchos cristianos de ayer y de hoy que soportaron fielmente la persecución han dicho que en los momentos más duros experimentaron gran paz interior. Esta cualidad, que forma parte del fruto del espíritu, protegió su mente y su corazón (Gál. 5:22). En efecto, mediante su fuerza activa, Jehová da poder a sus siervos para que soporten las pruebas y actúen con sabiduría cuando azota la adversidad.a

      7 Algunas personas se sorprenden por lo determinados que están los cristianos a mantenerse fieles a Dios aun en medio de la peor de las persecuciones. Han notado que parecen tener una fuerza sobrehumana, y en efecto la tienen. Bien dijo el apóstol Pedro: “Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices, porque el espíritu de gloria, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes” (1 Ped. 4:14). Con estas palabras mostró que el hecho de que se nos maltrate por respetar las altas normas de la justicia es una prueba de que contamos con el favor divino, lo que es, sin duda, una poderosa razón para sentir alegría (Mat. 5:10-12; Juan 15:20).

      Poder para resistir la presión de quienes nos rodean

      8. a) ¿Cómo lograron Josué y Caleb resistir la presión de los demás israelitas? b) ¿Qué nos enseña el ejemplo de Josué y Caleb?

      8 Los cristianos sufrimos un tipo de ataque menos directo: la presión de quienes nos rodean. No obstante, contamos con el espíritu de Jehová, el cual es mucho más poderoso que el del mundo. Gracias a ello podemos hacer frente a la gente que se burla de nosotros, nos calumnia o trata de imponernos su forma de vivir. Pensemos en el caso de Josué y Caleb. ¿Qué les permitió expresar su desacuerdo con los otros diez espías que habían explorado Canaán? La fuerza activa de Dios, la cual había despertado en ellos un “espíritu”, o disposición de ánimo, diferente (léanse Números 13:30 y 14:6-10, 24).

      9. ¿Por qué debemos estar dispuestos a ser diferentes?

      9 En el siglo primero, el espíritu santo concedió a los apóstoles el poder necesario para obedecer a Dios y no ceder ante quienes eran considerados maestros de la religión verdadera (Hech. 4:21, 31; 5:29, 32). Hoy día, muchas personas suelen dejarse llevar por la mayoría para evitar confrontaciones y conflictos. En cambio, los cristianos a menudo tenemos que ir contra la corriente y adoptar una postura firme a favor de la justicia. Pero gracias al poder del espíritu santo, no nos da miedo ser diferentes (2 Tim. 1:7). Veamos un campo donde no podemos ceder a la presión de los demás.

      10. ¿Qué dilema afrontan algunos cristianos?

      10 Algunos jóvenes se ven ante un dilema al enterarse de la mala conducta de un amigo. Piensan que pedir ayuda espiritual para él sería como violar un código no escrito de silencio. Y por un sentido equivocado de lealtad, se niegan a tratar el asunto. A veces, el que ha cometido la falta los presiona para que la mantengan en secreto. Claro, este tipo de problema no se da solo entre jóvenes. A algunos adultos les cuesta mucho dirigirse a los ancianos cuando un amigo o un familiar comete un pecado. ¿Cómo deberíamos reaccionar en estos casos?

      11, 12. ¿Cuál es la mejor manera de actuar si un hermano nos pide que mantengamos en secreto su pecado? Explique por qué.

      11 Imaginemos la siguiente situación entre Luis y Carlos, dos jóvenes de la misma congregación. Al enterarse Luis de que su amigo acostumbra ver pornografía, le expresa su preocupación y le recomienda acudir a los ancianos. Carlos le resta importancia al asunto, no acepta el consejo y le dice que, si en verdad es su amigo, no lo delate. ¿Debería tener miedo Luis de perder su amistad? Quizás se pregunte: “Si voy a los ancianos y luego Carlos niega los hechos, ¿a cuál de los dos le creerán?”. Sin embargo, comprende que si él se queda callado, su amigo no va a mejorar; lo que es más, hasta puede perder su relación con Jehová. Además, recuerda sabiamente que “temblar ante los hombres es [...] un lazo [que entrampa], pero el que confía en Jehová será protegido” (Pro. 29:25). Pensando en el bienestar de Carlos, se arma de valor y decide conversar otra vez con él, esperando que agradezca la nueva oportunidad de tratar el problema. Luis insiste en que hable con los ancianos y le explica que, si no lo hace en un plazo razonable, lo hará él (Lev. 5:1).

      12 Tal vez nosotros nos encontremos en algún momento en una situación así. En tal caso, es posible que inicialmente el amigo no nos agradezca que intervengamos. Pero con el tiempo quizás comprenda que lo hacemos por su bien. Si él acepta con gusto la ayuda necesaria, seguramente nos agradecerá de corazón nuestra valentía y lealtad. Ahora bien, si nos guarda rencor, ¿realmente nos conviene su amistad? En todo caso, lo más sabio es agradar al mejor amigo que existe: Jehová. Si anteponemos nuestra lealtad a Dios a todo lo demás, las personas que también lo aman nos respetarán y serán verdaderos amigos nuestros. Nunca le demos al Diablo la oportunidad de corromper la congregación. Si lo hiciéramos, estaríamos contristando el espíritu santo, pues actuaríamos en contra de su guía. Por eso, nuestro deber es esforzarnos por mantener intacta la pureza de la congregación (Efe. 4:27, 30).

      Poder para superar cualquier adversidad

      13. ¿Qué adversidades afrontamos los siervos de Dios, y por qué son tan comunes hoy?

      13 La adversidad pudiera deberse a innumerables causas, entre ellas dificultades económicas, despidos, catástrofes naturales, muerte de seres queridos y enfermedades graves. Vivimos en “tiempos críticos”, y es de esperar que tarde o temprano tengamos problemas (2 Tim. 3:1). Cuando eso ocurra, es importante no dejarse llevar por el pánico. El espíritu santo nos dará el poder para resistir cualquier situación angustiosa.

      14. ¿Qué le ayudó a Job a aguantar la adversidad?

      14 Job sufrió una calamidad tras otra. Perdió sus medios de vida, sus hijos, sus amigos y su salud, y para colmo su esposa dejó de confiar en Dios (Job 1:13-19; 2:7-9). Pero en esos duros momentos, el joven Elihú le prestó verdadero consuelo. Sus recomendaciones —confirmadas luego por el propio Jehová— se resumían en esta exhortación: “Deténte y muéstrate atento a las maravillosas obras de Dios” (Job 37:14). Estas palabras muestran que Job contó con una ayuda para resistir las pruebas. ¿Hemos notado cuál? Fue reflexionar sobre diversas formas en que Jehová había utilizado su espíritu y su poder (Job 38:1-41; 42:1, 2). Eso mismo nos ayudará a nosotros. De seguro recordamos ocasiones en que percibimos el interés de Dios por nosotros. Pues bien, ese interés no ha disminuido en lo más mínimo.

      15. ¿Qué le ayudó a Pablo a aguantar las pruebas?

      15 A causa de su fe, Pablo tuvo que enfrentarse a muchas situaciones que pusieron en peligro su vida (2 Cor. 11:23-28). ¿Qué le ayudó a no perder el equilibrio ni la estabilidad emocional? La oración y la confianza en Jehová. Durante un período de grandes pruebas, que probablemente culminó en su martirio, escribió: “El Señor estuvo cerca de mí y me infundió poder, para que por medio de mí la predicación se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran; y fui librado de la boca del león” (2 Tim. 4:17). De modo que el apóstol sabía muy bien lo que decía cuando exhortó a sus hermanos: “No se inquieten por cosa alguna” (léase Filipenses 4:6, 7, 13).

      16, 17. Dé un ejemplo que ilustre cómo ayuda Jehová a sus siervos a afrontar las adversidades.

      16 Una precursora llamada Roxana también ha comprobado que Jehová siempre cuida de sus siervos. Cuando pidió a su patrón días libres para una asamblea, él le contestó bruscamente que la despediría si se ausentaba. Roxana decidió asistir de todos modos. Le rogó a Jehová que le ayudara a conservar el empleo, y así logró mantener la calma. El lunes después de la asamblea, el jefe cumplió sus amenazas, lo cual la dejó muy preocupada, pues, aunque el salario que recibía era muy bajo, lo necesitaba para mantener a su familia. Nuevamente le oró a Dios. Razonó que si él había cubierto sus necesidades espirituales en la asamblea, también lo haría con las físicas. Camino a casa, vio un letrero que solicitaba operadores de máquinas de coser industriales. Cuando fue a entrevistarse, el gerente vio que no tenía la experiencia requerida. Aun así, la contrató, y con casi el doble de sueldo que antes. A Roxana no le quedó ninguna duda de que se habían contestado sus oraciones. Pero lo mejor fue que tuvo oportunidad de predicar a sus compañeros, cinco de los cuales —entre ellos el gerente— abrazaron la verdad y se bautizaron.

      17 En ocasiones pudiera parecernos que Jehová no contesta nuestras oraciones o, al menos, que no lo hace de inmediato o de la manera como quisiéramos. Sin lugar a dudas, él tiene buenas razones para actuar así, aunque quizás solo lleguemos a comprenderlas más tarde. Pero hay algo de lo que podemos estar totalmente seguros: él nunca abandona a sus siervos fieles (Heb. 6:10).

      Poder para vencer las dificultades y las tentaciones

      18, 19. a) ¿Por qué no nos extraña afrontar dificultades y tentaciones? b) ¿Cómo lograremos superar las pruebas?

      18 Los siervos de Jehová vivimos en un mundo que nos trata con hostilidad, y por eso no nos sorprende vernos ante las tentaciones, el desaliento, la persecución y la presión de quienes nos rodean (Juan 15:17-19). Pero, con la ayuda del espíritu santo, lograremos superar todos los desafíos que se presenten en nuestro servicio a Jehová. Él no permitirá que seamos tentados más allá de lo que podemos soportar (1 Cor. 10:13). Y de ningún modo nos dejará ni nos desamparará (Heb. 13:5). Contamos con la protección y fortaleza que nos brinda la obediencia a las normas bíblicas. Además, valiéndose de su espíritu, Dios puede motivar a nuestros hermanos para que nos den apoyo cuando más lo necesitemos.

      19 Continuemos buscando espíritu santo mediante la oración y el estudio de las Escrituras. Al ser “hechos poderosos con todo poder al alcance de la gloriosa potencia” de Dios, podremos “[aguantar] plenamente y [ser] sufridos con gozo” (Col. 1:11).

      [Nota]

      a Encontrará más ejemplos en La Atalaya del 1 de mayo de 2001, página 16, y en ¡Despertad! del 8 de febrero de 1993, páginas 21 y 22.

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