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Los niños sin hogar. Por qué es difícil ayudarlos¡Despertad! 1990 | 8 de enero
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Por qué fracasan los esfuerzos humanos
No obstante, el hecho de que haya millones de niños sin hogar pone de relieve que el hombre no puede resolver este grave problema. En la revista Time se citaron las siguientes palabras del director de una agencia de asistencia al menor: “Una persona con trastornos psicológicos y deterioro mental, una persona enferma —una población enferma y frágil— no puede promover el desarrollo”. La misma revista predijo que, como resultado de ello, en cierto país latinoamericano habría “tantos millones de adultos desnutridos, inexpertos e incultos que no serían susceptibles a ningún tipo de proceso civilizador”.
En vista de esto, ¿piensa usted que los efectos de la desnutrición, los abusos sexuales y la violencia pueden solucionarse por medios meramente humanos? ¿Cree usted que algún programa humano puede rescatar a todos los niños que viven en las calles después que ellos han luchado por sobrevivir en ese ambiente en medio de personas agresivas e inhumanas? ¿Puede usted imaginar un programa para educar a los padres a que actúen de manera responsable para con sus hijos? La triste realidad es que, por sinceros que sean, los esfuerzos humanos no pueden resolver por completo el problema de los niños sin hogar.
¿Por qué? Alguien o algo está impidiendo que este problema se solucione. Es interesante que Jesús identificó a ese alguien con una persona a la que llamó “el gobernante del mundo”. (Juan 14:30.) Se trata de Satanás el Diablo, cuya insidiosa influencia sobre la humanidad es el principal obstáculo para solucionar estos problemas y lograr felicidad verdadera (véase la página 12). (2 Corintios 4:4.) Por lo tanto, si se quieren conseguir condiciones justas para todos los niños sin hogar y todas las personas desamparadas, es urgente que se elimine a Satanás y a criaturas invisibles semejantes a él.
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Los niños sin hogar. ¿Problema irremediable?¡Despertad! 1990 | 8 de enero
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Los niños sin hogar. ¿Problema irremediable?
LAS PERSONAS que verdaderamente se preocupan por su prójimo no quieren darse por vencidas como si ya no se pudiese hacer nada más por los niños sin hogar. Se dan cuenta de que los niños que viven en las calles necesitan algo más que un techo bajo el cual cobijarse. Para desarrollarse bien, los niños necesitan paz mental, desempeñar tareas agradables, buena salud y confianza en sí mismos. Hombres y mujeres altruistas se ofrecen de buena gana para ayudar a los niños sin hogar, y eso es algo encomiable. No obstante, a pesar de sus esfuerzos, el problema persiste.
Esto se debe a que no es posible arreglar el sistema actual, que perpetúa las condiciones que dan pie a que haya niños sin hogar. Se le puede comparar a un viejo automóvil averiado sin posibilidad de reparación. ¿No deberíamos reconocer desde una óptica realista que la creatividad humana por sí sola es incapaz de originar una sociedad humana justa?
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