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Las personas sin hogar: ¿hay algún remedio?¡Despertad! 2005 | 8 de diciembre
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Los testigos de Jehová están convencidos de que la ayuda más eficaz para quienes carecen de hogar consiste en enseñarles el mejor modo de vivir. Para ello, estas personas tienen que poner en práctica los mejores consejos: los de nuestro Creador. ¿Y quién puede estar más capacitado que él para aconsejar? Sus recomendaciones ayudan a evitar muchos de los problemas que conducen a la pérdida del hogar. Y a quienes ya lo han perdido pero son de corazón recto los ayudan a superar la situación. Claro, la lectura de la Biblia por sí sola no resuelve todos los problemas. Sin embargo, la Palabra de Dios sí contribuye a que uno deje vicios costosos, recupere el amor propio y lleve una vida más digna.
Muchos se han quedado sin hogar debido al consumo de sustancias adictivas, a una vida de delito, a dificultades económicas o a la desintegración de su familia. La Biblia ofrece consejos útiles para todo ello. Millones de personas ya los han puesto en práctica y han logrado cambiar su actitud ante la vida e incluso su personalidad. Sin embargo, es obvio que con solo aplicar los consejos bíblicos no se acabará con todo lo que contribuye a la carencia de vivienda. Algunos factores, como las catástrofes naturales, la mala salud, la pobreza generalizada y las adicciones, exigen normalmente otro tipo de ayuda. Aunque los testigos de Jehová hacen todo lo posible para ayudar a las víctimas de tales problemas, reconocen que la solución definitiva solo puede proporcionarla el Creador de la humanidad.
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Las personas sin hogar: ¿hay algún remedio?¡Despertad! 2005 | 8 de diciembre
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Los testigos de Jehová se esfuerzan por brindar ayuda espiritual a quienes la necesitan. Desean ofrecer el tipo de atención amorosa que Jesús recomendó (Mateo 22:36-39). Y ese mismo interés es el que los impulsa a acudir en auxilio de quienes han perdido su hogar a raíz de algún desastre natural.a
Los testigos de Jehová son realistas y se dan cuenta de que es imposible ayudar a todo el mundo. Jacek, de Polonia, que vive en un albergue para gente sin hogar, reconoce con respecto a quienes se encuentran en su misma situación: “Algunos son agresivos o están bajo los efectos de las drogas. Otros sienten aversión por las cuestiones religiosas, pues creen que Dios no se interesa en ellos. Pero también hay quienes responden favorablemente al mensaje de la Palabra de Dios”. El propio Jacek es un ejemplo de ello, ya que está aprendiendo lo que la Biblia realmente enseña.
Otra persona que reaccionó bien a dicho mensaje es Roman, enfermo de sida que hasta hace poco vivía en la calle. “Cuando llegué a la unidad de cuidados de los servicios sociales, no sabía que los testigos de Jehová se reunían cerca de ese lugar —recuerda él—. Poco después, me abordaron en la calle y me explicaron que Dios escucha a las personas sin hogar que le suplican ayuda. También me invitaron a asistir a una de sus reuniones.” (Salmo 72:12, 13.)
¿Qué efecto tuvo en él lo que escuchó allí? “Aprendí que puedo vivir para siempre en el Paraíso en la Tierra y que para Dios soy valioso. Al estar rodeado de nuevos amigos que se preocupaban por mí, cesé de pensar solo en mi situación y empecé a cambiar mi personalidad. El amor a Dios me impulsó a dejar de fumar y a prometerle que andaría en el camino de la justicia.”
Roman progresó rápidamente en sentido espiritual y se bautizó como testigo de Jehová. Con la ayuda de sus hermanos en la fe y de las autoridades, pudo mudarse a una vivienda adecuada. Ahora cuenta satisfecho: “Siento una felicidad indescriptible. Me he acercado al Dios amoroso, y él ha hecho que mi vida vuelva a tener propósito. Me ha dado una maravillosa familia de hermanos y hermanas, así como un hogar”.
El futuro de las personas sin hogar
Los testigos de Jehová hacen lo posible por ser comprensivos con todos los miembros de su comunidad, incluidos los que carecen de vivienda. Desean de corazón darles a conocer las verdades bíblicas que hablan de un futuro mejor y que, incluso ahora, pueden transformar la vida de la gente (Juan 8:32).
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