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La vida homosexual... ¿cuán remuneradora es?¡Despertad! 1986 | 22 de marzo
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El “amor” homosexual incluye prácticas como las que el apóstol Pablo debió haber tenido presente cuando habló de cosas que ‘ni siquiera se deberían mencionar entre ustedes’ ‘porque hasta contarlas era vergonzoso’. (Efesios 5:3, 12.) Sin embargo, a veces Pablo vio necesario hacer alusión a esas prácticas deshonrosas, como lo hizo en Romanos 1:24-27. En la actualidad es necesario hacer lo mismo.
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La vida homosexual... ¿cuán remuneradora es?¡Despertad! 1986 | 22 de marzo
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Una vida que Jehová no aprueba
La homosexualidad no es otro estilo de vida que Jehová Dios apruebe. Frecuentemente, tanto homosexuales como predicadores liberales tergiversan las Escrituras en un esfuerzo inútil por hacer parecer que Dios sí considera aceptable tal vida. (2 Pedro 3:16.) Hace miles de años Jehová destruyó a Sodoma porque la mayoría de los varones de esa ciudad eran homosexuales. (Génesis 19:4-25.) Siglos más tarde el apóstol Pedro asemejó a los hombres que imitaban a aquellos sodomitas a “animales irracionales nacidos naturalmente para ser atrapados y destruidos”. (2 Pedro 2:6-13.)
Con lenguaje inconfundible, el inspirado apóstol Pablo condena tanto la homosexualidad como el lesbianismo: “Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque sus féminas cambiaron el uso natural de sí mismas a uno que es contrario a la naturaleza; y así mismo hasta los varones dejaron el uso natural de la fémina y se encendieron violentamente en su lascivia unos para con otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error”. (Romanos 1:26, 27.)
“No se extravíen —también escribió Pablo—. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.” (1 Corintios 6:9, 10.) Otras traducciones de la Biblia vierten la expresión “hombres que se acuestan con hombres” de varias maneras, como por ejemplo: sodomitas, pervertidos, hombres que tienen trato sexual con otros hombres, varones que se echan con varones, varones que cohabitan con varones y, sencillamente, homosexuales.
Una vida feliz que no tendrá fin
Los homosexuales no están cosechando nada bueno. Esa mala cosecha se puede evitar por medio de escuchar a Jehová: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar. ¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río, y tu justicia como las olas del mar”. (Isaías 48:17, 18.)
Además de otras personas, algunos siquiatras dicen que la homosexualidad no se puede “curar” ni siquiera mediante conversión religiosa. Puede que sea muy difícil, pero no es imposible. El apóstol Pablo mostró esto cuando dijo: “Y, sin embargo, eso era lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados”. (1 Corintios 6:11.) De modo que aquellos cristianos primitivos pudieron cambiar. Y en la actualidad hay personas que han cambiado. Y les será posible a otras que se dirijan a Jehová por ayuda: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder”. (Filipenses 4:13.) Por consiguiente, “desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva personalidad, que mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado”. (Colosenses 3:9, 10.)
Jehová odia lo que es malo, pero está dispuesto a mostrar misericordia a las personas que se arrepienten de su mal proceder. Los testigos de Jehová también odian lo malo, incluso sus propias imperfecciones carnales, pero no se odian a sí mismos ni odian a otros que hacen lo que es malo. Odiar el pecado, pero no al pecador, es el precepto de Jehová y también de sus adoradores. El escritor bíblico Judas dice: “Continúen mostrando misericordia a otros, haciéndolo con temor, mientras odian hasta la prenda de vestir interior que ha sido manchada por la carne”. (Judas 23; véanse también Salmo 97:10, Mateo 5:43-48 y Romanos 7:15-25.)
Es como escribió el apóstol Pablo en Romanos 3:23: “Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios”. Sin embargo, todos los pecadores, incluso los homosexuales, que adquieran conocimiento bíblico exacto y obren en armonía con este cosecharán beneficios ahora y recibirán vida eterna en una tierra paradisíaca. (Salmo 37:10, 11, 29; Mateo 6:10; Juan 17:3; Revelación 21:3-5.)
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