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  • ¿Por qué es importante predicar de casa en casa hoy día?
    La Atalaya 2008 | 15 de julio
    • ¿Por qué es importante predicar de casa en casa hoy día?

      “Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.” (HECH. 5:42.)

      1, 2. a) ¿Cuál es el método de predicación por el que se conoce a los testigos de Jehová? b) ¿Qué trataremos en este artículo?

      LA SIGUIENTE es una escena común en casi todo país: dos personas bien vestidas llaman a la puerta de una casa y tratan de hablar brevemente sobre el Reino de Dios con la persona que sale a atenderlas. Si esta se interesa en su mensaje, le muestran una publicación bíblica y le ofrecen un curso gratuito de la Biblia. Cuando acaba la conversación, pasan a la siguiente puerta. ¿Participa usted en esta labor? Entonces habrá notado que, por lo general, la gente lo reconoce como testigo de Jehová antes siquiera de que le dirija una sola palabra. Así es, la predicación de casa en casa se ha convertido en nuestro sello característico.

      2 Los testigos de Jehová empleamos diversos métodos para llevar a cabo la comisión de Jesús de predicar y hacer discípulos (Mat. 28:19, 20). Predicamos en los mercados, en las calles y en otros lugares públicos (Hech. 17:17). También nos comunicamos con muchas personas por teléfono o por carta y, si surge la oportunidad, damos testimonio mientras realizamos nuestras labores cotidianas. Hasta tenemos un sitio oficial de Internet con información bíblica en más de trescientos idiomas.a Todos estos métodos de evangelización dan buenos resultados. No obstante, el que más utilizamos en la mayoría de los lugares es la predicación de casa en casa. ¿En qué nos basamos para emplear este método? ¿Cómo ha llegado a convertirse en el método más utilizado por el pueblo de Dios? ¿Y por qué es tan importante hoy día?

      El método apostólico

      3. ¿Qué instrucciones sobre la predicación recibieron los apóstoles, y qué debían hacer para cumplirlas?

      3 La predicación de casa en casa tiene base bíblica. Cuando Jesús envió a los apóstoles a predicar, les dio estas instrucciones: “En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen hasta descubrir quién en ella es merecedor”. ¿Y cómo debían realizar esa búsqueda? Visitando los hogares de la gente, pues Jesús les dijo: “Al entrar en la casa, salúdenla; y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean”. ¿Necesitaban invitación los apóstoles para hacer sus visitas? No, como se deduce de estas palabras de Jesús: “Dondequiera que alguien no los reciba ni escuche sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies” (Mat. 10:11-14). Tales instrucciones dejan claro que ellos debían tomar la iniciativa y visitar a la gente en su casa conforme fueran recorriendo “el territorio de aldea en aldea” para declarar las buenas nuevas (Luc. 9:6).

      4. ¿Dónde habla la Biblia sobre la predicación de casa en casa?

      4 La Biblia dice con toda claridad que los apóstoles predicaban de casa en casa. Por ejemplo, Hechos 5:42 nos explica lo que ya estaban haciendo poco después del nacimiento de la congregación cristiana en el año 33: “Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús”. Unos veinte años después, el apóstol Pablo les recordó lo siguiente a los ancianos de la congregación de Éfeso: “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa”. ¿Quiere decir esto que Pablo los había visitado antes de que se hicieran cristianos? Parece que sí, pues les había hablado, entre otras cosas, “del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús” (Hech. 20:20, 21). El Comentario al texto griego del Nuevo Testamento, de Archibald Thomas Robertson, dice sobre Hechos 20:20: “Vale la pena señalar que este predicador, el mayor de todos, predicaba por las casas”.

      Un ejército de langostas hoy día

      5. ¿Cómo se representa proféticamente la labor de evangelizar en el libro de Joel?

      5 La predicación del siglo primero no fue sino un anticipo de una labor mucho mayor que se realizaría en nuestro tiempo. El profeta Joel ilustró la labor de evangelizar de los cristianos ungidos con una desoladora plaga de insectos que incluía langostas (Joel 1:4). Avanzando como un ejército, las langostas superan obstáculos, entran en las casas y devoran todo lo que encuentran a su paso (léase Joel 2:2, 7-9). Esta es una descripción muy gráfica de la predicación persistente y exhaustiva que realiza hoy día el pueblo de Dios. De todos los métodos que los cristianos ungidos y sus compañeros de las “otras ovejas” emplean para cumplir este modelo profético, el más importante es la predicación de casa en casa (Juan 10:16). ¿Cómo fue que adoptamos el método apostólico los testigos de Jehová?

      6. ¿Qué recordatorio se dio en 1922 a los cristianos, pero cómo reaccionaron algunos de ellos?

      6 Desde 1919 se ha subrayado que todo cristiano tiene la responsabilidad de dar testimonio. Por ejemplo, el artículo “El servicio es esencial”, del número del 15 de agosto de 1922 de la revista The Watch Tower, les recordó a los cristianos ungidos la importancia de “llevar con entusiasmo el mensaje impreso a las personas y hablar con ellas en las puertas de sus hogares para dar testimonio de que el Reino de los cielos se ha acercado”. Aunque en el Bulletin (Boletín, ahora Nuestro Ministerio del Reino) se incluían presentaciones detalladas para el ministerio, al principio eran pocos los que predicaban de casa en casa. Había quienes presentaban toda clase de excusas para no hacerlo, pero el verdadero problema era que consideraban humillante esa labor. Como cada vez se daba más énfasis al ministerio del campo, muchos de ellos terminaron alejándose de la organización de Jehová.

      7. ¿Qué necesidad era evidente en los años cincuenta?

      7 En las décadas siguientes fue aumentando la cantidad de predicadores. Sin embargo, era evidente que se necesitaba más capacitación en el ministerio de casa en casa. Sirva de ejemplo lo que sucedía en Estados Unidos. A principios de los años cincuenta, el 28% de los testigos de Jehová de ese país se limitaban a distribuir hojas sueltas o a quedarse parados en la calle con las revistas en las manos. Más del 40% de los hermanos eran irregulares y pasaban meses sin dar testimonio. ¿Qué se podía hacer para que todos los cristianos predicaran de casa en casa?

      8, 9. ¿Qué programa de capacitación se estableció en 1953, y qué resultados se obtuvieron?

      8 En una asamblea internacional celebrada en la ciudad de Nueva York en 1953 se volvió a recalcar la necesidad de predicar de casa en casa. El hermano Nathan H. Knorr señaló que la principal labor de los superintendentes cristianos consistía en ayudar a todos los hermanos a participar en esta faceta del ministerio. “Todos deben ser capaces de predicar las buenas nuevas de casa en casa”, dijo él. De inmediato se estableció un programa mundial de capacitación para alcanzar ese objetivo. Quienes aún no iban de casa en casa recibieron adiestramiento para iniciar conversaciones con las personas, así como para responder sus preguntas y razonar con ellas valiéndose de la Biblia.

      9 Los resultados de este programa fueron extraordinarios. En menos de diez años, el número de evangelizadores creció un 100%, el de revisitas un 126% y el de estudios un 150%. Y actualmente hay casi siete millones de testigos de Jehová proclamando las buenas nuevas por toda la Tierra. Este sorprendente crecimiento es una muestra clara de la bendición de Jehová sobre los esfuerzos de su pueblo por participar en la predicación de casa en casa (Isa. 60:22).

      Una marca que significa salvación

      10, 11. a) ¿Qué visión aparece en el capítulo 9 de Ezequiel? b) ¿Cómo se cumple hoy día esta visión?

      10 Comprendemos mejor la importancia del ministerio de casa en casa cuando examinamos la visión del capítulo 9 del libro de Ezequiel. En esa visión, Ezequiel ve a seis hombres con un arma en la mano y a un séptimo hombre vestido de lino con un tintero de secretario a las caderas. A este último se le ordena: “Pasa por en medio de la ciudad [...] y tienes que poner una marca en las frentes de los hombres que están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo en medio de ella”. Una vez realizada esa tarea, se manda a los seis hombres armados que ejecuten a todo el que no tenga dicha marca (léase Ezequiel 9:1-6).

      11 Entendemos que el “hombre vestido de lino” de esta visión representa al resto de cristianos ungidos por espíritu que quedan en la Tierra. Mediante la obra de predicar y hacer discípulos, este grupo les pone una marca simbólica a quienes llegan a formar parte de las “otras ovejas” de Jesús (Juan 10:16). ¿Qué es la marca? Es la prueba clara y visible —como si de una marca en la frente se tratara— de que estas personas son discípulos de Jesucristo dedicados y bautizados y de que se han vestido de la nueva personalidad cristiana (Efe. 4:20-24). Estas ovejas forman un solo rebaño con los cristianos ungidos y les ayudan a seguir marcando a más gente (Rev. 22:17).

      12. ¿Cómo destaca la visión de Ezequiel la importancia de seguir buscando a más personas mansas como ovejas?

      12 La visión de Ezequiel destaca una razón por la que es tan urgente seguir buscando a quienes “están suspirando y gimiendo”: hay vidas en juego. Así es, dentro de poco las fuerzas de ejecución de Jehová, representadas por los seis hombres armados, destruirán a quienes no tengan la marca simbólica. Hablando del juicio que se aproxima, el apóstol Pablo dijo que Jesús, junto con sus poderosos ángeles, traerá “venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús” (2 Tes. 1:7, 8). Estas palabras indican que la gente será juzgada por la forma en que responda a las buenas nuevas, de modo que la proclamación del mensaje de Dios debe continuar con toda su fuerza hasta el final (Rev. 14:6, 7). Eso significa que todos los siervos de Jehová llevamos una seria responsabilidad sobre nuestros hombros (léase Ezequiel 3:17-19).

      13. a) ¿Qué obligación sentía el apóstol Pablo, y por qué? b) ¿Siente usted que tiene una obligación hacia la gente de su territorio?

      13 El apóstol Pablo sentía la obligación de llevar las buenas nuevas a la gente, de modo que escribió: “Tanto a griegos como a bárbaros, tanto a sabios como a insensatos, soy deudor: de modo que por mi parte tengo vivo interés en declararles las buenas nuevas también a ustedes, allí en Roma” (Rom. 1:14, 15). Pablo estaba muy agradecido porque se le había mostrado misericordia. Por eso se sentía en el deber de ayudar a la gente a beneficiarse de la bondad inmerecida de Dios tal como él se había beneficiado (1 Tim. 1:12-16). Era como si adquiriera una deuda con cada persona tan pronto como la conocía, una deuda que solo podía pagar hablándole de las buenas nuevas. ¿Siente usted que tiene esa misma deuda con la gente de su territorio? (Léase Hechos 20:26, 27.)

      14. ¿Cuál es la principal razón que tenemos para predicar públicamente y de casa en casa?

      14 Ayudar a la gente a sobrevivir es importante, pero existe una razón de mucho más peso para predicar de casa en casa. En Malaquías 1:11, Jehová profetiza: “Desde el nacimiento del sol aun hasta su puesta mi nombre será grande entre las naciones, y [...] una presentación se hará a mi nombre, aun una dádiva limpia; porque mi nombre será grande entre las naciones”. En cumplimiento de esta profecía, los siervos de Jehová alaban públicamente el nombre de su Dios por toda la Tierra efectuando con humildad su ministerio (Sal. 109:30; Mat. 24:14). La principal razón que tenemos para predicar públicamente y de casa en casa es que queremos ofrecer “sacrificio de alabanza” a Jehová (Heb. 13:15).

      Se avecinan sucesos trascendentales

      15. a) ¿Cómo incrementaron los israelitas su actividad el séptimo día que marcharon alrededor de Jericó? b) De acuerdo con este paralelo, ¿qué podemos esperar que suceda con la predicación?

      15 ¿Qué sucederá con la predicación en el futuro? Encontramos un paralelo interesante en el relato del libro de Josué sobre la ocasión en que los israelitas sitiaron Jericó. Recordemos que justo antes de destruir Jericó, Dios ordenó a los israelitas que marcharan alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días. Sin embargo, en el séptimo día hubo un importante incremento en la actividad. Jehová le dijo a Josué: “Ustedes deben marchar alrededor de la ciudad siete veces, y los sacerdotes deben tocar los cuernos. Y tiene que suceder que al hacer ellos sonar el cuerno de carnero, [...] todo el pueblo debe soltar un gran grito de guerra; y el muro de la ciudad tiene que desplomarse” (Jos. 6:2-5). Es posible que en nuestro tiempo haya un incremento semejante en la obra de predicar. Cuando llegue la destrucción de este mundo, seguramente habremos sido testigos de la mayor campaña de proclamación del nombre y el Reino de Dios que haya habido en la historia de la humanidad.

      16, 17. a) ¿Qué se logrará antes de que termine “la gran tribulación”? b) ¿Qué preguntas se contestarán en el siguiente artículo?

      16 Nuestro mensaje bien podría llegar a ser como “un gran grito de guerra”. El libro de Revelación habla de impactantes mensajes de juicio y los compara a “un granizo grande, con cada piedra como del peso de un talento”.b Revelación 16:21 indica que la plaga será “excepcionalmente grande”. No sabemos todavía qué papel desempeñará la predicación de casa en casa en la proclamación de estos impresionantes mensajes de juicio divino. Lo que sí sabemos es que antes de que termine “la gran tribulación”, el nombre de Jehová se habrá dado a conocer como nunca antes en la Tierra (Rev. 7:14; Eze. 38:23).

      17 Mientras esperamos la llegada de estos sucesos trascendentales, sigamos proclamando con celo las buenas nuevas del Reino. Ahora bien, hemos visto que para cumplir esta comisión debemos predicar de casa en casa. ¿Qué desafíos encierra esta faceta del ministerio? ¿Cómo podemos vencerlos? El siguiente artículo contestará estas preguntas.

      [Notas]

      a La dirección del sitio de Internet es la siguiente: www.watchtower.org.

      b Si este pasaje se refiere al talento griego, cada piedra debe pesar 20,4 kilos (unas 45 libras).

  • Cómo superar los desafíos de la predicación de casa en casa
    La Atalaya 2008 | 15 de julio
    • Cómo superar los desafíos de la predicación de casa en casa

      “Cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con mucho luchar.” (1 TES. 2:2.)

      1. ¿Qué desafíos enfrentó Jeremías, y cómo los superó?

      JEREMÍAS fue un hombre que tenía sentimientos como los nuestros. Cuando Jehová lo nombró “profeta a las naciones”, él exclamó: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo soy un muchacho”. A pesar de ello, confió en Dios y aceptó la comisión (Jer. 1:4-10). Por más de cuarenta años tuvo que soportar la indiferencia, el rechazo y las burlas de la gente, y hasta sufrió agresiones físicas (Jer. 20:1, 2). Hubo ocasiones en las que sintió deseos de darse por vencido, pero siguió adelante proclamando un mensaje que la mayoría de los judíos no quería escuchar. El poder de Dios ayudó a Jeremías a lograr algo que él no hubiera podido lograr por sí solo (léase Jeremías 20:7-9).

      2, 3. A semejanza de Jeremías, ¿qué desafíos enfrentan hoy día los siervos de Dios?

      2 Muchos siervos de Dios de la actualidad nos sentimos identificados con Jeremías. Cuando vimos que tendríamos que predicar de casa en casa, algunos pensamos: “Yo jamás podría hacer eso”. Sin embargo, al comprender que esa es la voluntad de Jehová, vencimos el temor y nos pusimos a predicar. Ahora bien, a muchos de nosotros se nos presentaron situaciones que pusieron a prueba nuestra perseverancia. No se puede negar, pues, que es un gran reto comenzar a predicar de casa en casa, así como continuar haciéndolo hasta el fin (Mat. 24:13).

      3 ¿Lleva usted algún tiempo estudiando con los testigos de Jehová y asistiendo a sus reuniones, pero no se decide a comenzar a predicar de casa en casa? O si está bautizado, ¿le cuesta trabajo participar en esa obra aunque no tiene impedimentos físicos? Actualmente hay personas de todo origen que han superado los desafíos de la predicación de casa en casa. Puede estar seguro de que con la ayuda de Jehová, usted también lo logrará.

      Cobremos valor

      4. ¿Qué ayudó al apóstol Pablo a predicar con valor?

      4 De seguro todos reconocemos que el éxito de la obra mundial de predicación no se debe a la sabiduría o al poder de los hombres, sino al espíritu de Dios (Zac. 4:6). Pues bien, lo mismo se puede decir del ministerio de cada uno de nosotros (2 Cor. 4:7). Pensemos en el caso del apóstol Pablo. Él escribió lo siguiente sobre una ocasión en la que él y otro misionero fueron maltratados por opositores: “Después de primero haber sufrido y de haber sido tratados insolentemente [...] en Filipos, cobramos denuedo por medio de nuestro Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con mucho luchar” (1 Tes. 2:2; Hech. 16:22-24). Parece increíble que hubiera ocasiones en que a un evangelizador tan celoso como Pablo le costara trabajo hablar de las buenas nuevas, pero es cierto. Al igual que nosotros, Pablo necesitaba el apoyo de Jehová para predicar con valor (léase Efesios 6:18-20). ¿Cómo podemos imitar su ejemplo?

      5. ¿Qué nos ayudará a cobrar valor para predicar?

      5 Algo que nos ayudará a cobrar valor es la oración. Una precursora dijo al respecto: “Oro para poder hablar con confianza, oro para poder llegar al corazón de la gente, oro para poder disfrutar de mi servicio. Después de todo, esta es la obra de Jehová, no la nuestra. De modo que no podemos hacer nada sin su apoyo” (1 Tes. 5:17). Todos necesitamos pedirle continuamente a Dios que su espíritu nos ayude a predicar con valor (Luc. 11:9-13).

      6, 7. a) ¿Qué visión recibió Ezequiel, y qué significa? b) ¿Qué lección encierra la visión de Ezequiel para nosotros?

      6 El libro de Ezequiel revela algo que también nos ayudará a hablar con valor. En una visión, Jehová le dio al profeta un rollo escrito por ambos lados con “endechas y gemir y plañir” y le mandó que se lo comiera. Le dijo: “Hijo del hombre, debes hacer que tu propio vientre coma, para que llenes tus intestinos mismos con este rollo que te estoy dando”. ¿Qué significa esta visión? Ezequiel debía absorber por completo el mensaje que iba a proclamar. Este tenía que convertirse en parte de él, por decirlo así, y llegar hasta lo más profundo de su ser. Él mismo relató: “Empecé a comérmelo, y llegó a ser en mi boca como miel por lo dulce”. Para Ezequiel era un deleite dar a conocer los mensajes de Dios; era como probar miel. El profeta consideraba un honor representar a Jehová y cumplir su comisión, aunque eso significara declarar un mensaje enérgico a un pueblo poco receptivo (léase Ezequiel 2:8–3:4, 7-9).

      7 Esta visión encierra una valiosa lección para los siervos de Dios de hoy, pues nosotros también tenemos un mensaje enérgico que proclamar a gente que no siempre valora nuestros esfuerzos. Para seguir viendo el ministerio cristiano como un honor que Jehová nos otorga, debemos estar bien alimentados en sentido espiritual. Si solo estudiamos de vez en cuando o superficialmente, no podremos absorber por completo el mensaje de la Palabra de Dios. ¿Podría usted aumentar la calidad y la regularidad de su lectura y estudio de la Biblia? ¿Por qué no medita más a menudo en lo que lee? (Sal. 1:2, 3.)

      Cómo comenzar conversaciones bíblicas

      8. ¿Qué método ha ayudado a algunos publicadores a comenzar conversaciones bíblicas en la predicación de casa en casa?

      8 Para muchos publicadores, lo más difícil de predicar de casa en casa es comenzar una conversación. Y la verdad es que hay territorios en los que esto representa todo un reto. Algunos hermanos se sienten más confiados si inician la conversación con unas cuantas palabras bien pensadas y luego entregan un tratado, tal como se recomienda en el recuadro. Es posible que el título o las coloridas láminas capten la atención de nuestro oyente, lo que nos daría pie para explicarle brevemente el propósito de nuestra visita y hacerle una pregunta. También se le pueden mostrar tres o cuatro tratados e invitarle a escoger el que más le llame la atención. Claro, no se trata simplemente de repartir tratados ni de presentarlos en todas las casas, sino de entablar conversaciones bíblicas que nos permitan iniciar estudios.

      9. ¿Por qué es importante prepararse bien?

      9 Sea cual sea el método que empleemos, tengamos presente que la buena preparación nos hará sentir más seguros y contentos en el ministerio de casa en casa. Un precursor comentó: “Disfruto más mi servicio cuando estoy bien preparado porque estoy deseando utilizar mi presentación”. Otro precursor dijo: “Si conozco bien el contenido de las publicaciones, las ofrezco con más entusiasmo”. Aunque a la hora de prepararse es bueno repasar mentalmente las presentaciones, a muchos hermanos les resulta más útil ensayarlas en voz alta. De ese modo se aseguran de que su servicio a Jehová sea de la mejor calidad (Col. 3:23; 2 Tim. 2:15).

      10. ¿Cómo puede lograrse que las reuniones para el servicio del campo sean más prácticas?

      10 Las reuniones para el servicio del campo en las que se ofrecen sugerencias prácticas nos ayudan a ser más eficaces y a disfrutar más el ministerio de casa en casa. Si el texto del día trata sobre la predicación, se puede leer y comentar brevemente. No obstante, el conductor debe dedicar suficiente tiempo a analizar o hacer que se escenifique una presentación sencilla y apropiada para el territorio o a dar ideas prácticas que se puedan emplear ese mismo día. Así los presentes estarán aún mejor capacitados para dar testimonio. Si los ancianos y demás encargados de estas reuniones se preparan bien, podrán lograr este objetivo y aun así terminar a tiempo (Rom. 12:8).

      El poder de escuchar

      11, 12. Dé ejemplos que demuestren que es más fácil llegar al corazón de las personas si las escuchamos con compasión.

      11 Si queremos iniciar conversaciones con nuestros vecinos y llegarles al corazón, no basta con que nos preparemos bien; también debemos interesarnos de verdad en ellos. Y ese interés se demuestra por la manera en que los escuchamos. Un superintendente viajante comentó: “La paciencia y la disposición a escuchar tienen un gran poder de atracción y son una magnífica forma de expresar afecto e interés”. Escuchar con compasión puede ser la llave que abra el corazón de la gente, como se ve en el siguiente relato.

      12 El periódico Le Progrès, de la ciudad francesa de Saint-Étienne, publicó la carta abierta de una señora que había sufrido la pérdida de su hija de tres meses de edad. En su carta mencionó que poco después de aquel terrible suceso, dos personas llamaron a su puerta. “Enseguida los identifiqué como testigos de Jehová —escribió—. Me disponía a decirles educadamente que no estaba interesada, cuando observé que el folleto que estaban ofreciendo hablaba de por qué permite Dios el sufrimiento. Decidí hacerlos pasar, pero con la intención de echar por tierra sus argumentos. [...] Los Testigos estuvieron conmigo algo más de una hora y me escucharon con gran compasión. Cuando se estaban yendo, ya me sentía mucho mejor, de modo que accedí a que volvieran a visitarme.” (Rom. 12:15.) Con el tiempo, esta señora aceptó un estudio bíblico. Es digno de notar que lo que más recordó de aquella primera visita no fue lo que los Testigos le dijeron, sino la manera en que la escucharon.

      13. ¿Cómo podemos adaptar nuestras presentaciones a la gente del territorio?

      13 Si escuchamos con compasión a las personas, sabremos qué necesidades tienen y podremos explicarles mejor cómo puede ayudarles el Reino. Seguramente ha observado que una característica de los buenos evangelizadores es que saben escuchar (Pro. 20:5). Tales hermanos se interesan de verdad en la gente a la que visitan. No solo toman nota de su nombre y dirección, sino también de lo que les interesa y de sus necesidades. Si alguien les habla de un problema personal, buscan información y se la llevan a los pocos días. Como el apóstol Pablo, adaptan su presentación a la persona con la que están conversando (léase 1 Corintios 9:19-23). Ese interés sincero atrae a la gente a la verdad y refleja de manera extraordinaria “la tierna compasión de nuestro Dios” (Luc. 1:78).

      Seamos positivos

      14. ¿Cómo podemos reflejar las cualidades de Jehová al predicar?

      14 Jehová confirió dignidad a los seres humanos al otorgarles libertad de elección. Aunque él es el Dios todopoderoso, no los obliga a servirle, sino que intenta atraerlos con amor y bendice a quienes agradecen sus hermosas dádivas (Rom. 2:4). Como ministros de Dios que somos, siempre debemos estar preparados para presentar las buenas nuevas de una manera que refleje la misericordia de nuestro Dios (2 Cor. 5:20, 21; 6:3-6). Claro, para lograrlo, hemos de tener una actitud positiva al predicar a la gente del territorio, y eso puede ser un desafío. ¿Qué nos ayudará a tener esa actitud?

      15. a) ¿Qué debían hacer los apóstoles de Jesús si la gente rechazaba su mensaje? b) ¿Cómo podemos concentrarnos en buscar a los merecedores?

      15 Jesús les dijo a sus apóstoles que no se preocuparan demasiado cuando alguien rechazara su mensaje. Lo que debían hacer era concentrarse en buscar a los merecedores (léase Mateo 10:11-15). ¿Cómo podemos nosotros hacer lo mismo? Fijándonos metas que sean fáciles de alcanzar. Por ejemplo, cierto hermano que se compara a sí mismo con un buscador de oro dice que su lema es: “Espero encontrar algo de oro el día de hoy”. Otro cristiano se pone el objetivo de “encontrar cada semana a una persona que [lo] escuche y visitarla de nuevo a los pocos días para alimentar el interés inicial”. Algunos publicadores se esfuerzan por leer aunque sea un versículo de la Biblia en cada casa, si es posible. ¿Qué metas realistas se puede fijar usted?

      16. ¿Qué razones tenemos para seguir predicando?

      16 Nuestro éxito al dar testimonio de casa en casa no depende solo de la respuesta de la gente. Es cierto que la predicación contribuye en gran medida a la salvación de las personas de corazón recto, pero también cumple otros objetivos importantes. ¿Cuáles? Nos da la oportunidad de demostrar que amamos a Jehová (1 Juan 5:3). Además, impide que nos hagamos culpables de derramamiento de sangre (Hech. 20:26, 27). Y sirve para advertir a los malvados que “ha llegado la hora del juicio” divino (Rev. 14:6, 7). Pero, sobre todo, permite que se glorifique el nombre de Dios por toda la Tierra (Sal. 113:3). Por eso, sea que la gente nos escuche o no, debemos seguir proclamando el mensaje del Reino. No olvidemos que Jehová valora muchísimo nuestros esfuerzos por difundir las buenas nuevas (Rom. 10:13-15).

      17. ¿Qué se verá obligada a reconocer la gente dentro de poco?

      17 Aunque la mayoría de las personas rechazan nuestro mensaje, dentro de poco lo verán con ojos distintos (Mat. 24:37-39). Jehová le aseguró a Ezequiel que cuando llegara el juicio que le había mandado anunciar, los rebeldes israelitas tendrían que reconocer que “un profeta mismo [había estado] en medio de ellos” (Eze. 2:5). De igual manera, cuando Jehová ajuste cuentas con este mundo malvado, la gente se verá obligada a reconocer que los testigos de Jehová eran los verdaderos representantes del único Dios verdadero y que el mensaje que proclamaban públicamente y de casa en casa realmente provenía de él. ¡Qué gran honor tenemos de portar el nombre de Jehová y de dar a conocer su mensaje en este período tan trascendental! Sigamos adelante, pues, valiéndonos del poder de Dios para superar los desafíos de la predicación de casa en casa.

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