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  • Ejemplos de humildad que debemos imitar
    La Atalaya 1993 | 1 de diciembre
    • Ejemplos de humildad que debemos imitar

      “Tu propia humildad me hará grande.” (SALMO 18:35.)

      1. ¿Qué muestra de humildad daba un anterior presidente de la Sociedad Watch Tower?

      JOSEPH F. RUTHERFORD era de presencia impresionante, pues su estatura superaba el metro ochenta centímetros y pesaba más de 100 kilos. Además, tenía una voz potente, con la que dio a conocer el nombre de Jehová a una escala sin precedentes y denunció la hipocresía de los guías espirituales de la cristiandad, diciendo que la religión que siguen es “un lazo y un fraude”. Sin embargo, por imponentes que fueran sus discursos, cuando oraba con la familia de Betel de la sede mundial, parecía un niño hablando con su papá, lo que era indicativo de una estrecha relación con su Hacedor y de su humildad. Sí, era tan humilde como un niño pequeño. (Mateo 18:3, 4.)

      2. ¿En qué aspecto hay un marcado contraste entre los siervos de Jehová y la gente del mundo?

      2 Sin duda, los verdaderos siervos de Jehová Dios son humildes. En este aspecto presentan un marcado contraste con la gente del mundo. Este, más que nunca, abunda en personas altivas. Grandes y poderosos, adinerados e intelectuales, y hasta muchos pobres y desafortunados, viven dominados por el orgullo.

      3. ¿Qué puede decirse de los frutos del orgullo?

      3 El orgullo origina un sinfín de contiendas y desdichas. Toda la aflicción que hay en el universo dio comienzo porque un ángel se volvió orgulloso y deseó que lo adoraran como le corresponde exclusivamente al Creador, Jehová Dios. (Mateo 4:9, 10.) Además, este ángel —que se convirtió por voluntad propia en el Diablo y Satanás— consiguió embaucar a la primera mujer, Eva, apelando a su orgullo. Le prometió que si comía del fruto prohibido sería como Dios y conocería lo bueno y lo malo. Si ella hubiera sido humilde, le habría dicho: ‘¿Por qué iba a querer yo ser como Dios?’ (Génesis 3:4, 5.) Cuando meditamos en el deplorable estado de la humanidad en los planos físico, mental y moral, el orgullo humano es totalmente injustificable. Se entiende que Jehová odie “el propio ensalzamiento y el orgullo”. (Proverbios 8:13.) El polo opuesto de los orgullosos lo constituyen los ejemplos de humildad de la Palabra de Dios, la Biblia.

      Jehová Dios es humilde

      4. ¿Qué textos indican que Jehová es humilde?

      4 Jehová Dios —el Altísimo, Soberano Universal y Rey de la eternidad— es humilde. (Génesis 14:22.) ¿Es posible? Claro que sí. Según se recoge en Salmo 18:35, el rey David dijo: “Tú me darás tu escudo de salvación, y tu propia mano derecha me sustentará, y tu propia humildad me hará grande”. Es patente que el rey David reconocía que Jehová había sido humilde al haberle engrandecido. De nuevo, en Salmo 113:6 leemos tocante a Jehová: “Está condescendiendo en tender la vista sobre cielo y tierra”. Otras versiones leen: “Se abaja para mirar”, (Nueva Biblia Española) y “se digna mirar”. (Versión Moderna.)

      5. ¿Qué incidentes testimonian la humildad de Jehová?

      5 Jehová Dios ciertamente condescendió en el modo de tratar a Abrahán, pues le permitió cuestionar que fuera justo Su propósito de destruir a las depravadas ciudades de Sodoma y Gomorra.a (Génesis 18:23-32.) Además, cada vez que Jehová manifestó que estaba dispuesto a aniquilar a la nación de Israel —en una ocasión por idólatra y en otra por rebelde—, Moisés razonó con él como si hablara con otro ser humano. En estos casos Jehová respondió de manera favorable. El que concediera las súplicas de Moisés a favor de Su pueblo, Israel, fue una muestra de humildad. (Éxodo 32:9-14; Números 14:11-20.) Otros ejemplos de la humildad de Jehová al ponerse al mismo nivel que el hombre, por decirlo así, son sus relaciones con Gedeón y Jonás, que se narran en Jueces 6:36-40 y Jonás 4:9-11.

      6. ¿Qué característica de Jehová hace aún más patente su humildad?

      6 Al menos en nueve ocasiones se dice que Jehová es “tardo para la cólera”.b La gran paciencia de Jehová —el que haya sido tardo para la cólera— al tratar durante miles de años con los hombres imperfectos es otra prueba de su humildad. Los orgullosos son impacientes y coléricos, todo lo contrario de las personas pacientes. La humildad de Jehová hace que parezca sumamente absurdo el orgullo de los seres humanos imperfectos. En vista de que se nos insta a ‘ser imitadores de Dios como hijos amados’, tenemos que ser humildes como él. (Efesios 5:1.)

      Cristo: ejemplo de humildad

      7, 8. ¿Qué dicen las Escrituras respecto a la humildad de Jesucristo?

      7 De los ejemplos de humildad que debemos imitar, el segundo en importancia es el que se menciona en 1 Pedro 2:21: “De hecho, ustedes fueron llamados a este curso, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención”. Mucho antes de su venida a la Tierra como hombre, se profetizó lo siguiente respecto a él en Zacarías 9:9: “Grita en triunfo, oh hija de Jerusalén. ¡Mira! Tu rey mismo viene a ti. Es justo, sí, salvado; humilde, y cabalga sobre un asno”. De haber sido orgulloso, Jesucristo bien pudiera haber aceptado la proposición del Diablo: recibir todos los reinos del mundo a cambio de un solo acto de adoración. (Mateo 4:9, 10.) También demostró su humildad al atribuir a Jehová todo el mérito por sus enseñanzas, pues dijo: “Una vez que hayan alzado al Hijo del hombre, entonces sabrán que yo soy ese, y que no hago nada por mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado”. (Juan 8:28.)

      8 Con razón podía decir a los que le escuchaban: “Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas”. (Mateo 11:29.) Además, ¡qué gran ejemplo de humildad dio al lavar los pies a los apóstoles la última noche que estuvo con ellos como hombre! (Juan 13:3-15.) Por tanto, es pertinente que el apóstol Pablo aconseje a los cristianos en Filipenses 2:3-8 que tengan “humildad mental” y que les ponga a Jesucristo como ejemplo: “Mantengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios. No; antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres. Más que eso, al hallarse a manera de hombre, se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento”. Cuando se enfrentó al momento crucial de su vida, oró humildemente a su Padre: “No como yo quiero, sino como tú quieres”. (Mateo 26:39.) Sin duda, para imitar a Jesucristo y seguir sus pasos con sumo cuidado y atención, debemos ser humildes.

      El apóstol Pablo: buen ejemplo de humildad

      9-12. ¿De qué maneras dio un buen ejemplo de humildad el apóstol Pablo?

      9 El apóstol Pablo escribió: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo”. (1 Corintios 11:1.) ¿Imitó el apóstol Pablo a Jesucristo siendo humilde de mente y nos dejó así otro ejemplo de humildad para que lo imitemos? Sin duda. Para empezar, reconoció con humildad que era esclavo de Jesucristo. (Filipenses 1:1.) Dijo a los ancianos de Éfeso que había ‘servido como esclavo al Señor con la mayor humildad mental y con lágrimas y con las pruebas que le habían sobrevenido por los complots de los judíos’. (Hechos 20:17-19.) Si no hubiera sido humilde, nunca habría escrito estas frases de Romanos 7:18, 19: “Porque sé que en mí, es decir, en mi carne, nada bueno mora [...]. Porque lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico”.

      10 También revelan la humildad de Pablo las palabras que escribió a los cristianos de Corinto, que se recogen en 1 Corintios 2:3: “Fui a ustedes en debilidad y en temor y con mucho temblor”. En una humilde mención de su comportamiento antes de ser cristiano, escribió: “Antes era blasfemo y perseguidor y hombre insolente. [...] Cristo Jesús vino al mundo para salvar a pecadores. De estos yo soy el más notable”. (1 Timoteo 1:13, 15.)

      11 Otra muestra de humildad es que atribuyó a Jehová Dios el éxito de sus labores. Con respecto al ministerio, escribió: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer; de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer”. (1 Corintios 3:6, 7.) También rogó a sus hermanos que oraran para que pudiera dar un buen testimonio, como leemos en Efesios 6:18-20: “[Ocúpense] en orar [...] por mí, para que se me dé capacidad para hablar [...]; para que hable con relación [al secreto sagrado de las buenas nuevas] con denuedo, como debo hablar”.

      12 Pablo también fue humilde al cooperar con los demás apóstoles: “Santiago y Cefas y Juan [...] nos dieron a mí y a Bernabé la mano derecha de la coparticipación: que nosotros fuéramos a las naciones, mas ellos a los circuncisos”. (Gálatas 2:9.) Además, al acompañar a cuatro jóvenes al templo y correr con los gastos en que incurrieron al cumplir cierto voto, demostró que estaba dispuesto a colaborar con los ancianos de la congregación de Jerusalén. (Hechos 21:23-26.)

      13. ¿Qué hizo que destacara aún más la humildad de Pablo?

      13 La humildad de Pablo destaca aún más si nos fijamos en la extraordinaria manera como lo utilizó Jehová Dios. Por ejemplo, leemos que “Dios siguió ejecutando obras extraordinarias de poder mediante las manos de Pablo”. (Hechos 19:11, 12.) Más aún, recibió visiones y revelaciones sobrenaturales. (2 Corintios 12:1-7.) Tampoco debemos pasar por alto que escribió catorce libros (concretamente cartas) de los veintisiete que componen las Escrituras Griegas Cristianas. Pero todos estos privilegios no se le subieron a la cabeza, por decirlo así, sino que se mantuvo humilde.

      Ejemplos actuales

      14-16. a) ¿Cómo fue un buen ejemplo de humildad el primer presidente de la Sociedad Watch Tower? b) ¿Quién dio un ejemplo radicalmente opuesto al de él?

      14 En Hebreos 13:7 leemos este consejo del apóstol Pablo: “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe”. En conformidad con este principio, podemos tomar como ejemplo contemporáneo al primer presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, Charles Taze Russell, cuya fe podemos imitar. ¿Era él humilde? Sin la menor duda. Como se ha señalado, en el texto de su obra Studies in the Scriptures (Estudios de las Escrituras), seis volúmenes que contienen unas tres mil páginas, no hizo ni una sola mención a sí mismo. En la actualidad, las publicaciones de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract siguen este principio y no enfocan la atención en los hombres identificando a los redactores de los artículos.

      15 En la revista The Watch Tower (La Torre del Vigía), Russell escribió que para él no había tales cosas como “russelismo” y “russelista”, términos que utilizaban sus detractores, pero que él rechazaba rotundamente. Escribió: “Nuestra labor [...] ha sido juntar [...] fragmentos de la verdad que han estado esparcidos por largo tiempo y presentarlos al pueblo del Señor, no como nuevos, ni como nuestros, sino como del Señor. [...] La obra en que el Señor se ha complacido en utilizar nuestras humildes aptitudes ha consistido en reconstruir, ajustar y armonizar, más bien que en originar”. Ciertamente, reflejó los sentimientos del apóstol Pablo, como se puede ver en 1 Corintios 3:5-7.

      16 Su actitud era totalmente opuesta a la de Charles Darwin. En la primera edición de El origen de las especies (1859), Darwin se refirió una y otra vez a “mi” teoría, pasando por alto lo que ya habían expuesto otras personas relativo a la evolución. Un famoso escritor del siglo pasado, Samuel Butler, criticó con severidad a Darwin y señaló que muchos otros pensadores habían aventurado la hipótesis de la evolución; Darwin no fue en absoluto el primero.

      17. ¿Qué otros ejemplos hay de la humildad del hermano Rutherford?

      17 Otro fiel siervo de nuestros tiempos al que Jehová utilizó muchísimo fue Joseph F. Rutherford, mencionado al principio del artículo. Fue un valiente defensor de la verdad bíblica y, en concreto, del nombre de Jehová. Aunque se le conocía generalmente como el Juez Rutherford, era un hombre humilde de corazón. Por ejemplo, en cierta ocasión hizo declaraciones categóricas tocante a qué acontecimientos podían esperar los cristianos en 1925. Cuando no se cumplió lo que él esperaba, dijo humildemente a la familia del Betel de Brooklyn que se había puesto en ridículo. Cierto cristiano ungido que tuvo una relación bastante estrecha con él dio testimonio de que en repetidas ocasiones le escuchó disculparse, en conformidad con el espíritu de Mateo 5:23, 24 —tanto en público como en privado—, por haber ofendido a otro cristiano con algún comentario imprudente. La persona que ocupa un puesto de mando tiene que ser humilde para pedir disculpas a sus subalternos. El hermano Rutherford dio un ejemplo magnífico a todos los superintendentes, sean de congregación, viajantes o de las sucursales de la Sociedad.

      18. ¿Qué comentario hizo el tercer presidente de la Sociedad que mostró su actitud humilde?

      18 El tercer presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, Nathan H. Knorr, también demostró que, a pesar de su eminente posición en el pueblo de Jehová, no se sentía superior a los demás por su cargo. Aunque tenía grandes dotes organizativas y de oratoria, respetaba mucho lo que hacían los demás. En cierta ocasión visitó a un hermano del Departamento de Redacción y le dijo: “Aquí es donde se hace el trabajo más importante y más difícil. Por eso yo tengo que ver muy poco con esta labor”. Sí, era humilde, pues aplicaba el consejo de Filipenses 2:3 de ‘considerar con humildad mental que los demás son superiores a uno’. Comprendía que si bien era importante ser el presidente de la Sociedad, había otros trabajos que también lo eran. Tuvo que ser humilde para tener esta actitud y manifestarla con tanta claridad. Fue otro buen ejemplo que todos debemos imitar, sobre todo quienes ocupan altos puestos de superintendencia.

      19, 20. a) ¿Qué ejemplo de humildad puso el cuarto presidente de la Sociedad? b) ¿Cómo nos ayudará el próximo artículo a tener humildad?

      19 El cuarto presidente de la Sociedad, Fred W. Franz, también fue un buen ejemplo de humildad. En su función de vicepresidente de la Sociedad durante unos treinta y dos años, escribió muchos artículos de las revistas y porciones de los programas de las asambleas; sin embargo, en este campo siempre se mantuvo en segundo plano y nunca procuró ser el centro de atención. Cabría citar un ejemplo similar de la antigüedad. Cuando Joab derrotó a los ammonitas en Rabá, se encargó de que se atribuyera al rey David el mérito por la victoria. (2 Samuel 12:26-28.)

      20 Ciertamente hay muchos buenos ejemplos de ayer y de hoy que nos dan importantes razones para ser humildes. Sin embargo, existen muchas más razones para tener humildad que se estudiarán, junto con las ayudas que tenemos para ser humildes, en el próximo artículo.

      [Notas a pie de página]

      a El verbo “condescender” significa —y con este sentido se utiliza en la Traducción del Nuevo Mundo— “acomodarse por bondad al gusto y voluntad de otro”. (Diccionario de la Lengua Española.)

      b Éxodo 34:6; Números 14:18; Nehemías 9:17; Salmo 86:15; 103:8; 145:8; Joel 2:13; Jonás 4:2; Nahúm 1:3.

  • Felices son los humildes
    La Atalaya 1993 | 1 de diciembre
    • Felices son los humildes

      “Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes.” (1 PEDRO 5:5.)

      1, 2. ¿Cómo relacionó Jesús la felicidad con la humildad en el Sermón del Monte?

      ¿HAY alguna relación entre ser felices y ser humildes? En su sermón más famoso, Jesucristo, el hombre más grande de todos los tiempos, menciona nueve felicidades. (Mateo 5:1-12.) ¿Relacionó Jesús la felicidad con la humildad? Sí, pues la humildad está implicada en varias de las felicidades mencionadas. Por ejemplo, hemos de ser humildes para tener conciencia de nuestra necesidad espiritual. Solamente los humildes tienen hambre y sed de justicia. Y los orgullosos no son de genio apacible ni misericordiosos ni aman la paz.

      2 Los humildes son felices porque ser humilde es el proceder apropiado y honrado. Además, son felices porque es el proceder sabio; conduce a que tengan una buena relación con Jehová Dios y con sus compañeros cristianos. Asimismo, son felices porque ser humilde es una expresión de su amor.

      3. ¿Por qué nos obliga a ser humildes la honradez?

      3 ¿Por qué se requiere humildad para obrar con honradez? Una razón es que todos hemos heredado la imperfección y seguimos cometiendo errores. El apóstol Pablo dijo de sí mismo: “Sé que en mí, es decir, en mi carne, nada bueno mora; porque la facultad de desear está presente conmigo, pero la facultad de obrar lo que es excelente no está presente”. (Romanos 7:18.) Sí, todos hemos pecado y no alcanzamos a la gloria de Dios. (Romanos 3:23.) La franqueza impedirá que seamos orgullosos. Se requiere humildad para reconocer las equivocaciones, y la honradez nos ayudará a aceptar que somos culpables cuando cometemos un error. Dado que muchas veces no logramos hacer lo que pretendemos, hay buena razón para ser humildes.

      4. ¿Qué razón importante se da en 1 Corintios 4:7 para que seamos humildes?

      4 El apóstol Pablo da otra razón por la que la honradez debe hacer que seamos humildes. Dice: “¿Quién hace que tú difieras de otro? En realidad, ¿qué tienes tú que no hayas recibido? Entonces, si verdaderamente lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?”. (1 Corintios 4:7.) Está claro que no sería honrado que nos glorificáramos a nosotros mismos, que estuviéramos orgullosos por nuestras posesiones, aptitudes o logros. La honradez contribuye a que tengamos una buena conciencia ante Dios, para que podamos “comportarnos honradamente en todas las cosas”. (Hebreos 13:18.)

      5. ¿De qué otra manera nos ayuda la honradez cuando cometemos un error?

      5 La honradez hace que seamos humildes cuando cometemos un error. Estaremos más dispuestos a reconocer que nos hemos equivocado, en vez de tratar de justificarnos o culpar a otra persona. Por eso, aunque Adán culpó a Eva, David no culpó a Bat-seba, diciendo: ‘No debió haberse bañado a plena vista. No pude evitar la tentación’. (Génesis 3:12; 2 Samuel 11:2-4.) En realidad, se pudiera decir que, por un lado, la honradez nos ayuda a ser humildes, pero, por otro, la humildad nos ayuda a ser honrados.

      La fe en Jehová nos ayuda a ser humildes

      6, 7. ¿Cómo contribuye a que seamos humildes el tener fe en Dios?

      6 La fe en Jehová también nos ayuda a ser humildes. Si reconocemos lo grandioso que es en verdad el Creador, el Soberano Universal, no nos tomaremos demasiado en serio nosotros mismos. En Isaías 40:15, 22, el profeta nos recuerda este hecho con exactitud: “¡Mira! Las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas. [...] Hay Uno que mora por encima del círculo de la tierra, los moradores de la cual son como saltamontes”.

      7 La fe en Jehová también nos ayuda cuando pensamos que hemos sido víctimas de una injusticia. En vez de perturbarnos por lo sucedido, esperaremos con humildad en Jehová, como nos recuerda el salmista en Salmo 37:1-3, 8, 9. El apóstol Pablo también nos aconseja: “No se venguen, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré’, dice Jehová’”. (Romanos 12:19.)

      Ser humilde es el proceder sabio

      8. ¿Por qué nos ayuda la humildad a tener una buena relación con Jehová?

      8 Hay muchas razones por las que el ser humilde es el proceder sabio. Como ya se mencionó, una razón es que nos ayuda a tener una buena relación con nuestro Hacedor. La Palabra de Dios dice con claridad en Proverbios 16:5: “Todo el que es orgulloso de corazón es cosa detestable a Jehová”. También leemos en Proverbios 16:18: “El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo”. Tarde o temprano los orgullosos se lamentan. Sencillamente tiene que ser así por lo que leemos en 1 Pedro 5:5: “Cíñanse con humildad mental los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes”. El mismo punto se destaca en la ilustración que dio Jesús del fariseo y el recaudador de impuestos que oraban en el templo. El humilde recaudador de impuestos demostró ser el más justo de los dos. (Lucas 18:9-14.)

      9. ¿Cómo nos ayuda la humildad en tiempos de adversidad?

      9 Ser humilde es el proceder sabio porque hace que sea más fácil seguir el consejo de Santiago 4:7: “Sujétense, por lo tanto, a Dios”. Si somos humildes, no nos rebelaremos cuando Jehová permita que suframos adversidad. La humildad nos permitirá estar contentos con nuestras circunstancias y nos ayudará a aguantar. El orgulloso está descontento, siempre quiere más y se rebela cuando se halla en circunstancias penosas. El humilde, en cambio, aguanta las dificultades y las pruebas, como hizo Job. Este hombre perdió todas sus posesiones, sufrió una dolorosa enfermedad y luego hasta tuvo que escuchar a su esposa aconsejarle que obrara con orgullo, pues le dijo: “¡Maldice a Dios, y muere!”. ¿Cómo respondió Job? La Biblia relata: “Él le dijo: ‘Como habla una de las mujeres insensatas, tú también hablas. ¿Aceptaremos solamente lo que es bueno de parte del Dios verdadero, y no aceptaremos también lo que es malo?’. En todo esto Job no pecó con sus labios”. (Job 2:9, 10.) Como Job era humilde, no se rebeló, sino que se sujetó sabiamente a cualquier situación que Jehová permitiera que le sobreviniera. Al fin, recibió un magnífico galardón. (Job 42:10-16; Santiago 5:11.)

      La humildad produce buenas relaciones con otras personas

      10. ¿Cómo mejora la humildad las relaciones con nuestros compañeros cristianos?

      10 Ser humilde es el proceder sabio porque fomenta las buenas relaciones con nuestros compañeros cristianos. El apóstol Pablo nos aconseja: “No [hagan] nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino [consideren] con humildad mental que los demás son superiores a ustedes, no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás”. (Filipenses 2:3, 4.) La humildad hace que evitemos sabiamente competir con otros o que intentemos destacarnos. Esas actitudes mentales son perjudiciales tanto para nosotros como para nuestros compañeros cristianos.

      11. ¿Cómo puede ayudarnos la humildad a no cometer equivocaciones?

      11 Una y otra vez la humildad nos ayuda a no cometer equivocaciones. ¿Cómo? Impide que confiemos demasiado en nosotros mismos. Agradecemos el consejo de Pablo en 1 Corintios 10:12: “El que piensa que está en pie, cuídese de no caer”. Como el orgulloso está muy seguro de sí mismo, tiende a equivocarse, ya sea por las influencias externas o por sus propias debilidades.

      12. ¿Qué obligación bíblica nos impulsa a atender la humildad?

      12 La humildad nos ayudará a conformarnos al requisito de la sujeción. En Efesios 5:21 se nos aconseja: “Estén en sujeción los unos a los otros en temor de Cristo”. En realidad, todos tenemos que estar en sujeción, ¿no es cierto? Los hijos han de sujetarse a sus padres, las esposas a sus esposos y estos al Cristo. (1 Corintios 11:3; Efesios 5:22; 6:1.) Además, todos los miembros de las congregaciones cristianas, incluso los siervos ministeriales, deben estar en sujeción a los ancianos. ¿Y no es cierto que los ancianos también están en sujeción a la clase del esclavo fiel y discreto, y lo muestran, sobre todo, al sujetarse a su representante, el superintendente de circuito? Por otra parte, el superintendente de circuito tiene que estar en sujeción al superintendente de distrito, y este al Comité de la Sucursal del país donde sirve. ¿Qué puede decirse del Comité de la Sucursal? Sus miembros han de estar “en sujeción los unos a los otros” y al Cuerpo Gobernante, que representa a la clase del esclavo fiel y discreto, que, a su vez, es responsable ante Jesús, el Rey entronizado. (Mateo 24:45-47.) Al igual que en todos los cuerpos de ancianos, los que integran el Cuerpo Gobernante deben respetar las opiniones de los demás. Por ejemplo, puede ser que uno de ellos piense que tiene una buena idea. Sin embargo, si no hay una cantidad suficiente de miembros que concuerden con su recomendación, no insiste en que se acepte. No hay duda de que todos tenemos que ser humildes porque todos estamos en sujeción.

      13, 14. a) ¿En qué circunstancias en particular nos ayuda la humildad? b) ¿Qué ejemplo dio Pedro con relación a aceptar consejo?

      13 La humildad es el proceder sabio sobre todo porque hace que sea más fácil aceptar consejo y disciplina. Todos necesitamos recibir disciplina de vez en cuando, y debemos prestar atención a la admonición de Proverbios 19:20: “Escucha el consejo y acepta la disciplina, a fin de que te hagas sabio en tu futuro”. Como bien se ha dicho, la humildad hace que la censura o la disciplina sean menos dolorosas. El apóstol Pablo también aconseja en Hebreos 12:4-11 respecto a lo prudente que es sujetarse con humildad a la disciplina. Solo así podremos dirigir nuestro derrotero futuro con sabiduría y alcanzar el premio de la vida eterna. ¡Qué feliz resultado!

      14 Podemos señalar a este respecto el ejemplo del apóstol Pedro. El apóstol Pablo lo aconsejó con severidad, según se indica en Gálatas 2:14: “Cuando yo vi que no estaban andando rectamente conforme a la verdad de las buenas nuevas, dije a Cefas [Pedro] delante de todos ellos: ‘Si tú, aunque eres judío, vives como las naciones, y no como los judíos, ¿cómo obligas a gente de las naciones a vivir conforme a la práctica judía?’”. ¿Se ofendió el apóstol Pedro? Lo que se sabe es que no permaneció ofendido, si acaso se ofendió, pues más tarde se refirió a Pablo en 2 Pedro 3:15, 16 como “nuestro amado hermano Pablo”.

      15. ¿Qué relación hay entre ser humilde y ser feliz?

      15 También podemos mencionar el que sepamos contentarnos con lo que tenemos. No podemos ser felices si no estamos contentos con nuestras circunstancias, nuestros privilegios y nuestras bendiciones. El cristiano humilde adopta la actitud: “Si Dios lo permite, lo puedo soportar”, que es en realidad lo que dice el apóstol Pablo en 1 Corintios 10:13: “Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla”. Vemos de nuevo que el ser humilde es el proceder sabio, pues nos ayuda a ser felices a pesar de nuestras circunstancias.

      El amor nos ayuda a ser humildes

      16, 17. a) ¿Qué ejemplo bíblico destaca la cualidad que más nos ayuda a ser humildes? b) ¿Qué ejemplo seglar ilustra este asunto también?

      16 El amor altruista, a·gá·pe, es lo que más nos ayuda a ser humildes. ¿Por qué pudo Jesús aguantar con tanta humildad el sufrimiento en el madero de tormento que Pablo menciona a los filipenses? (Filipenses 2:5-8.) ¿Por qué no dio consideración a ser igual a Dios? Por la razón que él mismo presentó: “Amo al Padre”. (Juan 14:31.) Por eso siempre dio la gloria y la honra a su Padre celestial, Jehová. En otra ocasión hizo hincapié en que solo su Padre celestial era bueno. (Lucas 18:18, 19.)

      17 Examinemos a este respecto un incidente en la vida de uno de los primeros poetas estadounidenses, John Greenleaf Whittier. Este poeta tuvo una novia en su juventud que, en un certamen de ortografía, deletreó correctamente una palabra, mientras que él no pudo. La muchacha se entristeció mucho. ¿Por qué? El poeta recuerda lo que le dijo: “Me pesa haber sabido cómo se escribe esa palabra. No me gusta ser superior a ti [...,] porque, ¿sabes?, te amo”. Sí, cuando amamos a una persona, queremos que sea superior a nosotros, no inferior, porque el amor es humilde.

      18. ¿Qué consejo bíblico seguiremos si somos humildes?

      18 Esta es una buena lección para todos los cristianos, en particular para los hermanos. Por ejemplo, ¿nos regocijamos cuando nuestro hermano recibe un privilegio de servicio especial en vez de nosotros, o sentimos un poco de celos y envidia? Si amamos de verdad a nuestro hermano, nos alegrará que reciba una asignación, un reconocimiento o un privilegio de servicio especial. La humildad ciertamente hace que sea más fácil seguir el consejo: “En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera”. (Romanos 12:10.) Otra traducción dice: “En cuanto a la honra, daos preferencia el uno al otro”. (Versión Hispano-Americana.) El apóstol Pablo también nos aconseja: “Mediante el amor, sírvanse como esclavos unos a otros”. (Gálatas 5:13.) No cabe duda de que, si tenemos amor, serviremos a nuestros hermanos con gusto, como si fuéramos sus esclavos, y pondremos sus intereses y bienestar antes de los nuestros, lo cual requiere que seamos humildes. La humildad también impide que nos jactemos, y así no despertamos en otros un espíritu de celos o de envidia. Pablo escribió que el amor “no se vanagloria, no se hincha”. ¿Por qué no? Porque el motivo que subyace tras la vanagloria y el hincharse es egoísta, egotista, mientras que el amor es la esencia misma del altruismo. (1 Corintios 13:4.)

      19. ¿Qué ejemplos bíblicos muestran que la humildad y el amor van de la mano, al igual que el orgullo y el egoísmo?

      19 La relación de David con el rey Saúl y su hijo Jonatán es un ejemplo notable que muestra que el amor y la humildad se dan la mano, al igual que el orgullo y el egoísmo. Debido al éxito de David en las batallas, las israelitas cantaron: “Saúl ha derribado sus miles, y David sus decenas de miles”. (1 Samuel 18:7.) Dado que Saúl no era humilde en absoluto, sino más bien estaba lleno de orgullo, empezó a abrigar un odio asesino a David. En cambio, ¡qué diferente era el espíritu de su hijo Jonatán! La Biblia dice que Jonatán amaba a David como a su propia alma. (1 Samuel 18:1.) Por lo tanto, ¿cómo reaccionó Jonatán cuando, con el tiempo, fue obvio que la bendición de Jehová estaba sobre David, y que sería él, y no Jonatán, quien sucedería a Saúl como rey de Israel? ¿Sintió Jonatán celos o envidia? ¡En absoluto! A causa del gran amor que tenía a David, dijo, según se recoge en 1 Samuel 23:17: “No tengas miedo; porque no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú mismo serás rey sobre Israel, y yo mismo llegaré a ser segundo a ti; y Saúl mi padre también tiene conocimiento de que así es en efecto”. El gran amor que Jonatán sentía por David hizo que aceptara con humildad lo que comprendía que era la voluntad de Dios respecto al sucesor de su padre como rey de Israel.

      20. ¿Cómo mostró Jesús la relación estrecha entre el amor y la humildad?

      20 Otro incidente que pone de relieve la relación entre el amor y la humildad es el que sucedió la última noche que Jesucristo estuvo con sus apóstoles antes de morir. En Juan 13:1 leemos que Jesús, “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”. Después el relato pasa a decir que Jesús lavó los pies de sus apóstoles, como si fuera un criado. ¡Qué impactante lección de humildad! (Juan 13:1-11.)

      21. En resumen, ¿por qué debemos ser humildes?

      21 Sin lugar a dudas, hay muchas razones para ser humildes. Es el proceder apropiado y honrado. Además, da prueba de nuestra fe. Conduce a una buena relación con Jehová Dios y con nuestros compañeros de creencia. Es el proceder sabio. Sobre todo, es el proceder amoroso y redunda en verdadera felicidad.

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