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Refresque a sus parientes con las aguas de la verdadLa Atalaya 1990 | 15 de febrero
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Deje que su buena conducta predique
Por años cierto esposo incrédulo se opuso a su esposa cristiana, y a veces cerraba con llave la puerta para que no pudiera entrar en la casa. En cierta ocasión se encolerizó tanto que rompió un libro que ella había olvidado guardar. ¿Qué le hizo cambiar de actitud? Él explica: “Me preguntaba por qué mi esposa se mantenía tan firme y seguía confiando en Jehová. No podía hallar faltas en ella, pues cuidaba bien del hogar y era buena esposa y buena madre para nuestros hijos”. Un día él buscaba información para presentarla en cinco minutos en un seminario, y su esposa le dio dos números de ¡Despertad! Él los hojeó con poco interés, pero, para sorpresa suya, halló un tema interesante sobre la fabricación de lápices. Aquello le hizo interesarse en las revistas. Hoy esta familia adora unida a Jehová.
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Refresque a sus parientes con las aguas de la verdadLa Atalaya 1990 | 15 de febrero
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Huriye, una Testigo de Turquía, logró esto en su hogar mediante dejar publicaciones bíblicas abiertas a información que quizás captara el interés de su esposo incrédulo. Ella leía historias bíblicas a sus hijos, y, si él estaba escuchando, daba explicaciones que pudieran serle provechosas a él. A veces sencillamente le pedía su opinión: “Hoy aprendí esto o aquello en mi estudio. ¿Qué te parece eso?”. Ella también menciona las reglas a que se sujetaba: “Manténte calmada y no te dejes provocar ni te ofendas. No seas una sabelotodo. Sencillamente sé humilde y no trates de dominar”. Su esposo finalmente aceptó la verdad del Reino y ahora es ministro de tiempo completo.
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