BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • El precio de la novia... ¿cómo deben verlo los cristianos?
    La Atalaya 1989 | 15 de enero
    • Entre estos africanos el pago solía ser un acto simbólico que demostraba que el hombre podría mantener una familia. Miembros de su familia visitaban a los padres de la joven para negociar simbólicamente el precio de la novia.

  • El precio de la novia... ¿cómo deben verlo los cristianos?
    La Atalaya 1989 | 15 de enero
    • Sin embargo, no hay nada impropio en pagar al padre un precio por la novia como compensación simbólica por la pérdida de una hija que él ha criado y educado. Sería propio que el futuro yerno viera este pago como símbolo de su aprecio por la crianza y educación dada a su novia.

  • El precio de la novia... ¿cómo deben verlo los cristianos?
    La Atalaya 1989 | 15 de enero
    • Cómo puede afectar a la novia y al novio

      A veces la avaricia o avidez de una joven ha influido en la cantidad que los padres han fijado como precio de la novia. Algunas piden una boda muy costosa y ostentosa, y hasta molestan constantemente a sus padres para conseguir eso. Otras exigen que sus padres compren utensilios costosos para usarlos en la nueva casa. Para satisfacer esas exigencias, puede que el padre crea necesario aumentar el precio de la novia.

      A su vez, esto obliga al novio a empezar su vida matrimonial con una carga de deudas ocasionada por unas bodas costosas y mobiliario caro. La Palabra de Dios dice que “la sabiduría de arriba es [...] razonable”. Los matrimonios jóvenes deben interesarse en que “llegue a ser conocido de todos los hombres lo razonables que son” al planear una boda que no ponga una pesada carga financiera sobre nadie. (Santiago 3:17; Filipenses 4:5.)

      Después de la boda, la esposa pudiera empezar a medir el amor que el esposo le tiene por la cantidad que él haya pagado como precio de la novia. Pudiera sentirse insegura si él hubiera pagado poco. Pudiera razonar que si él se cansara de ella y deseara echarla, lo haría en seguida, porque estaría dispuesto a perder la pequeña suma que hubiera pagado. Es cierto que algunos esposos han devuelto sus esposas a los padres de ellas por diversas razones, como la de no haber podido tener hijos o porque la esposa ha manifestado rebeldía. Sin darse cuenta, algunos estimulan al hombre a hacer eso cuando dicen al joven que acaba de pagar el precio de la novia: “Has comprado una esposa”. Si él hubiera pagado un precio alto, pudiera verse tentado a considerar a su esposa como una sierva comprada, en vez de considerarla su amiga más íntima. Además, por varias razones ciertos padres han devuelto el precio de la novia y obligado a sus hijas a abandonar a sus esposos.

      Algunos afirman que el pedir un precio alto por la novia ayuda a evitar ese proceder, por la dificultad que supone recobrar o reembolsar una gran cantidad de dinero. También creen que el precio alto resulta en menos matrimonios a edad temprana, ya que el hombre necesita más tiempo para ahorrar dinero con el fin de casarse. Estas personas creen que la consideración de estos asuntos da como resultado esposos maduros y responsables, y matrimonios más estables.

      Aunque eso puede ser cierto en algunos casos, la estabilidad del matrimonio cristiano no debe basarse en esas ideas materialistas. La fidelidad del esposo cristiano no debe depender de lo que pueda perder materialmente si el matrimonio se disuelve. Más bien, él debe regirse por este principio bíblico: “Lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”. (Mateo 19:6.) En vez de ver a las esposas como propiedad comprada, a los esposos se les manda que ‘les asignen honra’. (1 Pedro 3:7.) Jesús dijo que el hombre y la mujer que se casan llegan a ser “una sola carne”. (Mateo 19:5; Génesis 2:24.) La Biblia da a los esposos el consejo de amar a sus esposas, acariciarlas y cuidarlas, como hacen con su propio cuerpo. (Efesios 5:28, 29.) Además, la verdadera medida del amor del hombre debe ser su modo de tratar a su esposa durante los años que siguen a las bodas. Sea que el esposo haya pagado un precio por la novia o no, si cuida bien de su esposa y es leal en su amor, ¿pudiera alguien dudar que él la ama?

      El precio de la novia puede determinar también cómo ve el esposo a sus suegros. Si hubiera pagado un precio alto por la novia, pudiera concluir que ya no les debe nada, aunque ellos se vieran en necesidad. No obstante, la Biblia dice: “Si alguna viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a practicar devoción piadosa en su propia casa y a seguir pagando la debida compensación a sus padres y abuelos, porque esto es acepto a vista de Dios”. (1 Timoteo 5:4.) Los cristianos siguen este consejo, pero puede haber un problema si el esposo permite que el precio que ha pagado por la novia tuerza su sentido de responsabilidad.

      Mantenga un punto de vista equilibrado

      Ciertas prácticas relacionadas con el precio de la novia pudieran crear problemas especiales para el joven que quiere casarse con una hermana espiritual cuyos padres no son cristianos. Ellos pudieran exigirle que participara en ritos basados en la adoración de antepasados y en la creencia de que el alma es inmortal. (Eclesiastés 9:5, 10; Ezequiel 18:4.) Pero ¿pudiera él hacer eso sin perder el favor de Dios y la bendición que Jehová tiene para los que han “purificado sus almas por su obediencia a la verdad”? (1 Pedro 1:22; Revelación 18:4.) Ante tales exigencias, el cristiano dedicado tiene que estar siempre resuelto a “obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. (Hechos 5:29.)

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir