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Se predica con constancia en la tierra del hielo y el fuegoLa Atalaya 1993 | 15 de septiembre
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En los últimos diez años, el número de publicadores del Reino ha aumentado a más del doble. En la actualidad hay un total de 280 proclamadores de las buenas nuevas distribuidos en siete congregaciones y un grupo aislado. Hagamos un recorrido por la isla para visitar estas congregaciones.
Los alrededores de la capital
Los hermanos que perseveraron todos esos años han recibido abundantes bendiciones. En la capital, Reykiavik, hay dos prósperas congregaciones. Se reúnen en un hermoso Salón del Reino situado en el mismo edificio que alberga la sucursal, que se dedicó en 1975.
Fridrik y Ada son dos de los siete que se bautizaron en 1956. “Recuerdo que celebrábamos las reuniones en un cuartito del ático donde vivían los misioneros —explica Fridrik—. Cabían doce sillas, pero a veces se presentaban más asistentes de lo acostumbrado y abríamos la puerta del cuartito contiguo. ¡Qué diferente es hoy, cuando dos congregaciones llenan el Salón del Reino!”
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Se predica con constancia en la tierra del hielo y el fuegoLa Atalaya 1993 | 15 de septiembre
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La congregación más cercana a Reykiavik es Keflavík, a unos 50 kilómetros al oeste. El viaje transcurre por campos de lava. El 10% de la isla está cubierto de lava. La primera vegetación que aparece en estos campos son líquenes y musgos, aunque en los campos más antiguos hallará bayas silvestres y matas.
La congregación de Keflavík, formada en 1965, tiene diecinueve publicadores. Cerca de allí se hallan el aeropuerto internacional y una base militar estadounidense. Aunque los Testigos nunca han podido predicar de casa en casa en la base, han dirigido muchos estudios bíblicos allí, y varias personas han aprendido la verdad.
Otra congregación se halla en Selfoss, a 55 kilómetros al este de Reykiavik. Allí vemos campos de forraje y ganado vacuno y ovino; de hecho, en esta zona se halla la mayor granja lechera de Islandia. De camino pasamos por Hveragerdi, un pequeño pueblo situado en un valle pintoresco. Desde lejos observamos las columnas de vapor de las fuentes termales que hay por todo el valle. Es una de las zonas termales más grandes del país, y allí se han construido muchos invernaderos, que se calientan con estos recursos y donde se cultivan tomates, pepinos y flores.
En esta región hay una congregación pequeña, pero celosa, de diecinueve publicadores del Reino. Sigurdur y Gudrún Svava se mudaron de Reykiavik para apoyar este grupito cuando se formó la congregación en 1988. Sigurdur es el único anciano. Antes de hacerse testigo de Jehová, hace casi diez años, era un músico famoso que tocaba la batería en varias bandas. Hoy se gana la vida limpiando ventanas y enseñando música. Su estilo de vida en el mundo del entretenimiento le trajo muchos problemas, entre ellos el consumo de drogas, la bebida y un matrimonio roto. ¡Qué contento está ahora de tener propósito en la vida y servir a Jehová!
Hasta el extremo oriental
Tras dejar Selfoss, emprendemos un trayecto de 680 kilómetros, en su mayor parte por carreteras de grava estrechas y accidentadas. Nos dirigimos a la siguiente congregación, en la ciudad de Reydarfjördur, en la costa oriental. No ha pasado media hora y ya divisamos el Hekla, el volcán islándico más famoso. Ha entrado en erupción cuatro veces en lo que va de siglo.
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Se predica con constancia en la tierra del hielo y el fuegoLa Atalaya 1993 | 15 de septiembre
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Tras diez horas de carretera, llegamos a nuestro destino. En Reydarfjördur nos reunimos con los doce publicadores de la congregación más joven de Islandia. En esta zona no vivía ningún Testigo hasta que a finales de 1988 se abrió el hogar misional. Kjell e Iiris, una pareja de misioneros suecos que sirven en Islandia desde 1963, están asignados a predicar a las 15.000 personas de esta zona rural. Muchas viven en las aldeas pesqueras que se extienden a lo largo de unos 500 kilómetros de costa.
Kjell relata: “No hay duda de que Jehová ha bendecido ricamente la obra del Reino en esta parte de Islandia. El 1 de enero de 1993 se formó una congregación, y estamos dirigiendo muchos buenos estudios bíblicos con personas que progresan adecuadamente.
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Se predica con constancia en la tierra del hielo y el fuegoLa Atalaya 1993 | 15 de septiembre
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Seguimos la ruta norte
Abandonamos Reydarfjördur con dirección al oeste. La siguiente congregación está a 300 kilómetros, en la ciudad de Akureyri. A principios de los años cincuenta se asignaron predicadores especiales de tiempo completo para que trabajaran allí. Desde el principio la obra se topó con la intensa oposición de algunos clérigos. Publicaron artículos en el periódico local para prevenir a la gente contra los testigos de Jehová. Muchas personas de la localidad practicaban el espiritismo. No obstante, gracias al aguante y la paciencia de varios precursores y misioneros, hoy hay una congregación de 35 publicadores llena de celo y amor.
Fridrik, uno de los ancianos de la congregación, era pescador. Cuando asistió a la asamblea de distrito de 1982, se convenció de que estaba aprendiendo la verdad. Regresó a Akureyri resuelto a dar testimonio a su familia, amistades y compañeros de trabajo. Fridrik hizo planes de dejar la pesca y así tener más tiempo para la congregación. Le dijo a su compañera, Helga, que no podían seguir viviendo juntos hasta que se casaran, pues iba a hacerse testigo de Jehová. También quería que ella estudiara la Biblia, ya que no iba a ‘casarse con una incrédula’. (1 Corintios 7:39.) Recibió la grata sorpresa de que Helga comenzara a estudiar. Se casaron en abril de 1983 y se bautizaron poco después. Con el tiempo también aceptaron la verdad la madre y la hermana de Fridrik.
La última parada es Akranes, a 350 kilómetros de Akureyri, después de pasar tres cordilleras y atravesar muchos valles hermosos. En esta región la carretera está pavimentada, de forma que se conduce mucho mejor que en las accidentadas y angostas carreteras de grava por las que viajamos durante la mayor parte del itinerario. En Akranes tenemos la congregación más pequeña de Islandia: cinco publicadores, de los cuales dos sirven de ancianos. La congregación está formada por dos familias que respondieron a la llamada de Macedonia, dejaron una de las congregaciones más grandes de Reykiavik y se afincaron en esta pequeña población para servir donde había más necesidad. (Hechos 16:9, 10.)
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