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Se benefician de las ilustraciones de JesúsLa Atalaya 1987 | 1 de abril
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Se benefician de las ilustraciones de Jesús
DESPUÉS que Jesús pronuncia su discurso ante la muchedumbre reunida en la playa, los discípulos se le acercan, intrigados por su nuevo método de enseñar. Es cierto que ya le han oído usar ilustraciones, pero nunca con la abundancia de ahora. Por eso quieren saber: “¿Por qué les hablas usando ilustraciones?”.
Una razón de esto es para que se cumplan estas palabras del profeta: “Abriré mi boca con ilustraciones, publicaré cosas escondidas desde la fundación”. Pero hay más implicado en ello. Su uso de ilustraciones sirve para que se revele la actitud de corazón de la gente.
En realidad la mayoría de las personas solo se interesan en Jesús como hábil narrador y como hacedor de milagros, no como alguien a quien servir como Señor y a quien seguir con altruismo. No quieren perturbación en su manera de ver las cosas ni en su modo de vivir. No quieren que el mensaje les afecte hasta ese grado. Esto lleva a Jesús a decir:
“Por esto les hablo a ellos usando ilustraciones, porque, mirando, miran en vano, y oyendo, oyen en vano, ni captan el sentido de ello; y para con ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: ‘[...] Porque el corazón de este pueblo se ha hecho indispuesto a recibir’”.
“Sin embargo —pasa a decir Jesús—, felices son los ojos de ustedes porque contemplan, y sus oídos porque oyen. Porque en verdad les digo: Muchos profetas y hombres justos desearon ver las cosas que ustedes contemplan, y no las vieron, y oír las cosas que ustedes oyen, y no las oyeron.”
Sí, los 12 apóstoles y los que están con ellos tienen un corazón que quiere aprender. Jesús, por lo tanto, dice: “A ustedes se concede entender los secretos sagrados del reino de los cielos, mas a aquéllos no se les concede”. Puesto que desean entender, Jesús explica a sus discípulos la ilustración del sembrador.
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Se benefician de las ilustraciones de JesúsLa Atalaya 1987 | 1 de abril
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Jesús quiere que sus ilustraciones se entiendan, para que impartan la verdad a otros. “No se trae la lámpara para ponerla debajo de la cesta de medir, o debajo de la cama, ¿verdad?”, pregunta. No, “se trae para ponerla sobre el candelero”. Por eso Jesús añade: “Por lo tanto, presten atención a cómo escuchan”. (Mateo 13:10-23, 34-36; Marcos 4:10-25, 33, 34; Lucas 8:9-18; Salmo 78:2; Isaías 6:9, 10.)
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