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  • Un “esclavo” que es fiel y es discreto
    La Atalaya 2004 | 1 de marzo
    • Un “esclavo” que es fiel y es discreto

      “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos[?]” (MATEO 24:45.)

      1, 2. ¿Por qué es vital que recibamos un suministro constante de alimento espiritual hoy?

      EN LA tarde del martes 11 de Nisán del año 33 E.C., los discípulos de Jesús le hicieron una pregunta que encierra mucho significado para nosotros hoy. Fue esta: “[¿]Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. En respuesta, Jesús pronunció una notable profecía. Habló de un período turbulento marcado por la guerra, el hambre, los terremotos y las enfermedades. Y todo ello constituiría tan solo un “principio de dolores de angustia”, así que lo peor estaría por venir. ¡Qué panorama tan estremecedor! (Mateo 24:3, 7, 8, 15-22; Lucas 21:10, 11.)

      2 La mayoría de los aspectos de esta profecía de Jesús se han cumplido desde 1914, y los “dolores de angustia” realmente han plagado a la humanidad. Aun así, los cristianos no tienen por qué temer. Jesús les prometió que los sustentaría con nutritivo alimento espiritual. Pero, dado que él está ahora en los cielos, ¿qué ha dispuesto para que aquí en la Tierra recibamos tal suministro?

      3. ¿Qué ha dispuesto Jesús para que recibamos “alimento al tiempo apropiado”?

      3 Jesús mismo dio la respuesta. En el marco de su gran profecía, preguntó: “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado?”. Y entonces añadió: “¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes” (Mateo 24:45-47). En efecto, habría un “esclavo” encargado de dar alimento espiritual, un “esclavo” que sería fiel y sería discreto. ¿Se trataría de una sola persona, de una sucesión de individuos, o de algo más? Nos conviene saber la respuesta, pues el alimento espiritual que suministra el esclavo es de capital importancia.

      ¿Un solo individuo, o una clase?

      4. ¿Qué indica que “el esclavo fiel y discreto” no puede ser una sola persona?

      4 “El esclavo fiel y discreto” no puede ser una sola persona. ¿Por qué no? Porque empezó a servir alimento espiritual en el siglo primero y, según dijo Jesús, continuaba haciéndolo cuando su Amo llegó en 1914. Para un solo individuo, eso representaría unos mil novecientos años de fiel servicio. ¡Ni Matusalén vivió tanto! (Génesis 5:27.)

      5. Explique por qué la expresión “esclavo fiel y discreto” no puede referirse a cada cristiano individualmente.

      5 Pues bien, ¿pudiera la expresión “esclavo fiel y discreto” referirse en un sentido general a cada cristiano individualmente? Es cierto que todos los cristianos deben ser fieles y discretos; sin embargo, es evidente que Jesús pensaba en algo más cuando habló del “esclavo fiel y discreto”. ¿Por qué razón? Porque dijo que “su amo, al llegar”, lo nombraría “sobre todos sus bienes”. ¿Cómo podría cada cristiano tener autoridad sobre “todos” los bienes del Señor? Eso es imposible.

      6. ¿En qué sentido había de ser la nación de Israel un “siervo” o “esclavo” de Dios?

      6 La única conclusión razonable, entonces, es que Jesús se refiriera a un grupo de cristianos que compondrían un “esclavo fiel y discreto”. ¿Puede existir tal cosa como un esclavo colectivo? Así es. Setecientos años antes de Cristo, Jehová llamó a toda la nación de Israel “mis testigos” y “mi siervo a quien he escogido” (Isaías 43:10). Desde que se dio la Ley mosaica, en 1513 a.E.C., hasta el Pentecostés de 33 E.C., todo israelita formó parte de este siervo colectivo. La mayoría de ellos no tenía un cometido directo en la administración de la nación ni en la coordinación de su programa de alimentación espiritual. Jehová se valió de reyes, jueces, profetas, sacerdotes y levitas para realizar esas tareas. No obstante, Israel en conjunto tenía que representar la soberanía de Dios y alabarlo entre las naciones, de modo que todo israelita debía ser un testigo de Jehová (Deuteronomio 26:19; Isaías 43:21; Malaquías 2:7; Romanos 3:1, 2).

      Un “siervo” que es rechazado

      7. ¿Por qué quedó descartada como “siervo” de Dios la antigua nación de Israel?

      7 En vista de que el pueblo de Israel fue siglos atrás el “siervo” de Dios, ¿sería también el esclavo del que habló Jesús? No, pues por desgracia no fue ni fiel ni discreto. Pablo resume la situación citando estas palabras de Jehová a los israelitas: “El nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes” (Romanos 2:24). De hecho, la larga historia de rebelión de aquel pueblo alcanzó su punto culminante cuando rechazó a Jesús, y en ese momento Jehová los rechazó a ellos (Mateo 21:42, 43).

      8. ¿Cuándo se nombró a un “siervo” para reemplazar a Israel, y en qué circunstancias?

      8 La infidelidad de aquel “siervo”, Israel, no significó que los adoradores fieles quedarían privados para siempre de alimento espiritual. En el Pentecostés de 33 E.C., cincuenta días después de la resurrección de Jesús, se derramó espíritu santo sobre unos ciento veinte de sus discípulos reunidos en un aposento superior en Jerusalén. Aquel fue el nacimiento de una nueva nación, lo que apropiadamente se hizo público cuando sus miembros comenzaron a hablar con denuedo a los habitantes de la ciudad acerca de “las cosas magníficas de Dios” (Hechos 2:11). La nueva nación, una nación espiritual, se convirtió así en el “siervo” que declararía la gloria de Jehová a las naciones y proporcionaría alimento al tiempo oportuno (1 Pedro 2:9). Por ello, más tarde fue llamada “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16).

      9. a) ¿Quiénes componen “el esclavo fiel y discreto”? b) ¿Quiénes son los “domésticos”?

      9 Todo miembro del “Israel de Dios” es un cristiano dedicado y bautizado, ungido con espíritu santo y poseedor de una esperanza celestial. Por tanto, la expresión “esclavo fiel y discreto” se refiere al conjunto de integrantes de esa nación espiritual ungida que vivan en la Tierra en cualquier momento dado desde 33 E.C. hasta ahora, tal como todo israelita que viviera en determinado momento entre el año 1513 a.E.C. y el Pentecostés de 33 E.C. formaba parte de la clase del siervo precristiano. ¿Quiénes, entonces, son los “domésticos” que reciben alimento espiritual del esclavo? En el siglo primero, todos los cristianos abrigaban la esperanza celestial. Por consiguiente, los domésticos eran también cristianos ungidos, pero no vistos como grupo, sino como individuos. Todos ellos necesitaban el alimento espiritual que proporcionaba el esclavo, incluso los que ocupaban puestos de responsabilidad en la congregación (1 Corintios 12:12, 19-27; Hebreos 5:11-13; 2 Pedro 3:15, 16).

      “A cada uno su trabajo”

      10, 11. ¿Qué indica que no todos los componentes de la clase del esclavo tendrían que hacer lo mismo?

      10 “El Israel de Dios” es la clase del esclavo fiel y discreto, a la cual se ha encomendado una tarea. Sin embargo, cada uno de sus miembros también tiene responsabilidades personales. Las palabras de Jesús que leemos en Marcos 13:34 lo indican muy claramente: “Es como un hombre que, al viajar al extranjero, dejó su casa y dio la autoridad a sus esclavos, a cada uno su trabajo, y mandó al portero que se mantuviera alerta”. De modo que todo componente de la clase del esclavo ha recibido una asignación, la de incrementar los bienes terrestres de Cristo, y cada uno la lleva a cabo según sus aptitudes y oportunidades (Mateo 25:14, 15).

      11 Además, el apóstol Pedro dijo a los cristianos ungidos de su día: “En proporción al don que cada uno haya recibido, úsenlo al ministrarse unos a otros como excelentes mayordomos de la bondad inmerecida de Dios expresada de diversas maneras” (1 Pedro 4:10). Por lo tanto, los ungidos tienen la obligación de servirse mutuamente empleando los dones que Dios les ha otorgado. Las palabras de Pedro también indican que no todos los cristianos tendrían las mismas capacidades, responsabilidades o privilegios. Sin embargo, todos los componentes de la clase del esclavo podrían hacer alguna aportación al crecimiento de la nación espiritual. ¿De qué manera?

      12. ¿Cómo contribuyó cada miembro de la clase del esclavo, fuera varón o mujer, al propio crecimiento del esclavo?

      12 En primer lugar, cada uno de ellos debía ser un testigo de Jehová que predicara las buenas nuevas del Reino (Isaías 43:10-12; Mateo 24:14). Justo antes de ascender al cielo, Jesús mandó que todos sus discípulos fieles, tanto varones como mujeres, enseñaran a otras personas. Dijo así: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas” (Mateo 28:19, 20).

      13. ¿De qué privilegio disfrutaron todos los ungidos?

      13 Cuando se hallaban nuevos discípulos, se les enseñaba cuidadosamente a observar todas las cosas que Cristo había mandado a sus seguidores. Con el tiempo, quienes tenían un corazón receptivo se capacitaban para enseñar a otros. El nutritivo alimento espiritual se proporcionaba a los futuros miembros de la clase del esclavo en muchas naciones, y todos los cristianos ungidos, varones y mujeres, llevaban a cabo la comisión de hacer discípulos (Hechos 2:17, 18). De hecho, esta tarea habría de efectuarse desde el momento en que el esclavo la comenzó hasta el fin del presente sistema de cosas.

      14. ¿A quiénes únicamente se otorgaron los privilegios de enseñanza en la congregación, y cómo se sentían al respecto las mujeres ungidas fieles?

      14 Los ungidos recién bautizados se convertían en parte del esclavo y, sin importar quién les hubiera enseñado, seguían aprendiendo de los integrantes de la congregación que reunían los requisitos bíblicos para ser ancianos (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:6-9). Así, estos hombres nombrados tenían el privilegio de contribuir de un modo especial al crecimiento de la nación. A las fieles cristianas ungidas no les molestaba que la tarea de enseñar en la congregación se hubiera encargado únicamente a los hombres cristianos (1 Corintios 14:34, 35). Más bien, se alegraban de recibir los beneficios del arduo trabajo de los miembros varones de la congregación y agradecían los privilegios que estaban al alcance de ellas, como el de llevar buenas noticias a otras personas. Las denodadas hermanas ungidas de hoy manifiestan esa misma humildad, sin importar que los ancianos nombrados sean ungidos o no.

      15. ¿Cuál fue una de las principales fuentes de alimento espiritual en el siglo primero, y quiénes, especialmente, lo proporcionaron?

      15 En el siglo primero, el imprescindible alimento espiritual procedió directamente de la pluma de los apóstoles y otros discípulos encargados de dirigir la obra. Las cartas que escribieron, y en especial las que figuran entre los veintisiete libros inspirados que componen las Escrituras Griegas Cristianas, fueron circulando entre las congregaciones, y sin duda sirvieron de base para la enseñanza de los ancianos locales. De esta forma, representantes del esclavo fiel distribuyeron alimento espiritual en abundancia a los cristianos sinceros. En efecto: la clase del esclavo del siglo primero cumplió fielmente con su comisión.

      “El esclavo” diecinueve siglos más tarde

      16, 17. En los años anteriores a 1914, ¿cómo demostró fidelidad la clase del esclavo en cumplir con su asignación?

      16 ¿Y en nuestros días? Cuando en 1914 comenzó la presencia de Jesús, ¿encontró él un conjunto de cristianos ungidos que estuviera dispensando alimento al tiempo apropiado? Desde luego que sí. Aquel grupo podía reconocerse con claridad por el fruto excelente que estaba produciendo (Mateo 7:20). Y, desde entonces, la historia se ha encargado de confirmar su identidad.

      17 Cuando Jesús llegó, había unos cinco mil domésticos difundiendo las verdades de la Biblia. Los obreros eran pocos, pero el esclavo empleó métodos ingeniosos para divulgar las buenas nuevas (Mateo 9:38). Uno de ellos fue la publicación de sermones sobre temas bíblicos en casi dos mil periódicos, con lo que la verdad de la Palabra de Dios llegaba a decenas de miles de lectores a la vez. Además, se preparó un programa de ocho horas que combinaba diapositivas a color con películas. Gracias a esta innovadora presentación, más de nueve millones de personas de tres continentes tuvieron acceso al mensaje bíblico, explicado desde el principio de la creación hasta el fin del Reinado Milenario de Cristo. Y la impresión de publicaciones fue otro de los medios empleados. En 1914, por ejemplo, se distribuyeron unos cincuenta mil ejemplares de esta revista.

      18. ¿Cuándo nombró Jesús al esclavo sobre todos sus bienes, y por qué?

      18 Realmente, cuando el Amo llegó, encontró a su fiel esclavo muy ocupado tanto en alimentar a los domésticos como en predicar las buenas nuevas, de modo que a aquel siervo le aguardaban mayores responsabilidades. Jesús había asegurado: “En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes” (Mateo 24:47). Estas palabras se cumplieron en 1919, después de un período de prueba para el esclavo. Pero ¿por qué se encargaron mayores responsabilidades al “esclavo fiel y discreto”? La razón es que los bienes del Amo habían aumentado, pues en 1914 Jesús recibió el Reino.

      19. Explique cómo se han atendido las necesidades espirituales de la “gran muchedumbre”.

      19 ¿Cuáles son los bienes sobre los que el Amo recién coronado nombró a su fiel esclavo? Todos los intereses espirituales que posee en la Tierra. Por ejemplo, dos décadas después de la entronización de Cristo en 1914, se identificó a “una gran muchedumbre” de “otras ovejas” (Revelación [Apocalipsis] 7:9; Juan 10:16). Estas personas no eran miembros ungidos del “Israel de Dios”, sino hombres y mujeres sinceros que tenían una esperanza terrestre, amaban a Jehová y deseaban servirle tal como lo hacían los ungidos. En realidad, dijeron al “esclavo fiel y discreto”: “Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes” (Zacarías 8:23). Estos cristianos recién bautizados se beneficiaron del mismo alimento espiritual en abundancia del que disfrutaban los domésticos, que pertenecían a la clase ungida, y los dos grupos se han sentado desde entonces a la misma mesa espiritual. ¡Qué bendición para los componentes de la “gran muchedumbre”!

      20. ¿Qué papel ha desempeñado la “gran muchedumbre” en incrementar los bienes del Señor?

      20 Los miembros de la “gran muchedumbre” se unieron gozosamente a la clase del esclavo fiel en la predicación de las buenas nuevas. Su labor produjo un incremento de los bienes del Amo, así que las responsabilidades del “esclavo fiel y discreto” aumentaron. El creciente número de personas que buscaban la verdad hizo necesario expandir las imprentas para satisfacer la demanda de publicaciones bíblicas, y en un país tras otro se establecieron sucursales de los testigos de Jehová. Asimismo, se enviaron misioneros “hasta la parte más distante de la tierra” (Hechos 1:8). La cantidad de alabadores de Dios se ha multiplicado, desde los cinco mil ungidos que había en 1914, hasta superar en la actualidad los seis millones, la mayoría de los cuales pertenecen a la “gran muchedumbre”. Verdaderamente, los bienes del Rey se han multiplicado muchas veces desde que fue coronado en 1914.

      21. ¿Qué dos parábolas examinaremos en el estudio siguiente?

      21 Todo lo anterior muestra que el esclavo ha sido “fiel” y ha sido “discreto”. Justo después de hablar del “esclavo fiel y discreto”, Jesús relató dos parábolas que subrayaron esas cualidades: la de las vírgenes discretas y las necias, y la de los talentos (Mateo 25:1-30). ¿Acaso no nos gustaría saber qué significado tienen estas parábolas para nosotros hoy? Lo veremos en el artículo siguiente.

  • ¡“El esclavo fiel” supera la prueba!
    La Atalaya 2004 | 1 de marzo
    • ¡“El esclavo fiel” supera la prueba!

      “Es el tiempo señalado para que el juicio comience con la casa de Dios.” (1 PEDRO 4:17.)

      1. ¿Qué halló Jesús cuando inspeccionó al “esclavo”?

      EN EL Pentecostés del año 33 E.C., Jesús nombró un “esclavo” para dar alimento a sus domésticos al tiempo apropiado. En 1914 fue entronizado como Rey, y enseguida llegó el momento de inspeccionar a aquel “esclavo”. Cuando lo hizo, halló que, en su mayor parte, había sido “fiel y discreto”. Por lo tanto, lo nombró “sobre todos sus bienes” (Mateo 24:45-47). Sin embargo, también hubo un esclavo malo, el cual no fue ni fiel ni discreto.

      “Aquel esclavo malo”

      2, 3. ¿De dónde salió “aquel esclavo malo”, y cómo se desarrolló?

      2 Jesús habló del esclavo malo inmediatamente después de referirse al “esclavo fiel y discreto”. Dijo así: “Si alguna vez aquel esclavo malo dijera en su corazón: ‘Mi amo se tarda’, y comenzara a golpear a sus coesclavos, y comiera y bebiera con los borrachos inveterados, vendrá el amo de aquel esclavo en un día que no espera y a una hora que no sabe, y lo castigará con la mayor severidad y le asignará su parte con los hipócritas. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes” (Mateo 24:48-51). La expresión “aquel esclavo malo” dirige nuestra atención a lo que Jesús acababa de decir acerca del esclavo fiel y discreto. En efecto, el “esclavo malo” salió de entre los componentes del esclavo fiel.a ¿Cómo sucedió algo así?

      3 Antes de 1914, numerosos miembros de la clase del esclavo tenían grandes esperanzas de que en dicho año se reunirían con el Novio en los cielos, pero sus expectativas no se cumplieron. Como resultado de esta y de otras circunstancias, muchos se desanimaron, y unos cuantos se amargaron. Algunos de estos últimos se pusieron a “golpear” verbalmente a sus anteriores hermanos y confraternizaron con “borrachos inveterados”, es decir, con grupos religiosos de la cristiandad (Isaías 28:1-3; 32:6).

      4. ¿Cómo ha tratado Jesús con el “esclavo malo” y con todos los que han mostrado la misma actitud?

      4 Estos anteriores cristianos llegaron a asumir la identidad del “esclavo malo”, y Jesús los castigó “con la mayor severidad”. ¿De qué manera? Los rechazó, y ellos perdieron su esperanza celestial. Sin embargo, no fueron destruidos de forma inmediata. Primero tuvieron que soportar un período de llanto y crujir de dientes en “la oscuridad de afuera”, la que reina fuera de la congregación cristiana (Mateo 8:12). Desde aquellos primeros tiempos, unos cuantos ungidos más han mostrado una mala disposición similar y se han hecho parte del “esclavo malo”. Algunos de la clase de las “otras ovejas” los han seguido en su infidelidad (Juan 10:16). Todos estos enemigos del Cristo acaban en la misma “oscuridad [espiritual] de afuera”.

      5. A diferencia del “esclavo malo”, ¿cómo reaccionó el esclavo fiel y discreto?

      5 Sin embargo, el esclavo fiel y discreto pasó por las mismas pruebas que “aquel esclavo malo”. No obstante, en vez de enfurecerse, reajustó su modo de pensar (2 Corintios 13:11). Su amor por Jehová y sus hermanos se fortaleció, y gracias a ello ha sido una “columna y apoyo de la verdad” durante estos tumultuosos “últimos días” (1 Timoteo 3:15; 2 Timoteo 3:1).

      Las vírgenes discretas y las necias

      6. a) ¿Cómo ilustró Jesús la discreción de la clase de su esclavo fiel? b) ¿Qué mensaje proclamaron antes de 1914 los cristianos ungidos?

      6 Después de referirse a “aquel esclavo malo”, Jesús mostró mediante dos parábolas por qué algunos cristianos ungidos serían fieles y discretos mientras que otros no.b A fin de ilustrar en qué consistiría su discreción, dijo: “El reino de los cielos llegará a ser semejante a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco eran discretas. Porque las necias tomaron sus lámparas, pero no tomaron consigo aceite, mientras que las discretas tomaron aceite en sus receptáculos con sus lámparas” (Mateo 25:1-4). Las diez vírgenes nos recuerdan a los cristianos ungidos antes de 1914. Habían calculado que el novio, Jesucristo, estaba a punto de aparecer, así que “salieron” a su encuentro predicando con valor que “los tiempos señalados de las naciones” acabarían en 1914 (Lucas 21:24).

      7. ¿Cuándo y por qué “se durmieron”, por así decirlo, los cristianos ungidos?

      7 Tenían razón. Los tiempos señalados de las naciones terminaron en 1914, y el Reino de Dios realmente fue instaurado en manos de Cristo Jesús. Pero eso ocurrió en los cielos invisibles. Aquí, en la Tierra, la humanidad comenzó a sufrir calamidades, el “ay” predicho en la Biblia (Revelación 12:10, 12). Aquello dio paso a un período de pruebas. Sin un entendimiento claro, los cristianos ungidos pensaron que “el novio se tardaba”. Confundidos y hostigados por el mundo, en general aflojaron el paso, hasta tal grado que la predicación organizada se interrumpió casi por completo. Al igual que las vírgenes de la parábola, en sentido espiritual “cabecearon y se durmieron”, lo mismo que hicieron los cristianos infieles tras la muerte de los apóstoles de Jesús (Mateo 25:5; Revelación 11:7, 8; 12:17).

      8. ¿Qué condujo a que se diera el grito “¡Aquí está el novio!”, y para qué había llegado la hora en lo que se refería a los cristianos ungidos?

      8 Poco después, en 1919, ocurrió algo inesperado. Leemos: “Justamente a mitad de la noche se levantó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salgan a su encuentro’. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y pusieron en orden sus lámparas” (Mateo 25:6, 7). Justo cuando todo parecía más oscuro, se produjo una llamada a la acción. Ya en 1918, Jesús, “el mensajero del pacto”, había venido al templo espiritual de Jehová para inspeccionar y purificar a la congregación de Dios (Malaquías 3:1). Ahora, los cristianos ungidos tenían que salir a encontrarse con él en los patios terrestres de dicho templo. Era hora de que ‘despidieran luz’ (Isaías 60:1; Filipenses 2:14, 15).

      9, 10. En 1919, ¿por qué fueron algunos cristianos ‘discretos’ y algunos ‘necios’?

      9 ¡Pero, un momento! En la parábola, algunas de las jóvenes tenían un problema. Jesús prosiguió: “Las necias dijeron a las discretas: ‘Dennos de su aceite, porque nuestras lámparas están a punto de apagarse’” (Mateo 25:8). Sin aceite, las lámparas no podrían iluminar. Por tanto, el aceite de las lámparas nos trae a la memoria la Palabra de verdad de Dios y su espíritu santo, que facultan a los auténticos adoradores para que sean portadores de luz (Salmo 119:130; Daniel 5:14). Antes de 1919, los cristianos ungidos discretos, pese a su temporal debilidad, se habían esforzado diligentemente por comprender cuál era la voluntad de Dios para ellos. Por consiguiente, cuando se les invitó a dar luz, estaban preparados (2 Timoteo 4:2; Hebreos 10:24, 25).

      10 Ciertos ungidos, sin embargo, aunque deseaban intensamente estar con el Novio, no estuvieron dispuestos a hacer ningún sacrificio ni esfuerzo personal. Por eso, cuando llegó la hora de emprender la actividad de predicar las buenas nuevas, no estaban preparados (Mateo 24:14). Incluso trataron de estorbar a sus celosos compañeros, pidiéndoles, de hecho, un poco de su aceite. ¿Qué respondieron las vírgenes discretas en la parábola de Jesús? Dijeron: “Tal vez no haya suficiente para nosotras y ustedes. Vayan, más bien, a los que lo venden y compren para ustedes” (Mateo 25:9). De igual manera, en 1919 los cristianos ungidos leales se negaron a hacer nada que disminuyera su propia capacidad de portar luz, y por ello pasaron con éxito la inspección.

      11. ¿Qué les ocurrió a las vírgenes necias?

      11 Jesús concluye con estas palabras: “Mientras [las vírgenes necias] iban a comprar, llegó el novio, y las vírgenes que estaban listas entraron con él al banquete de bodas; y la puerta fue cerrada. Después vinieron también las demás vírgenes, y dijeron: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’. En respuesta, él dijo: ‘Les digo la verdad: no las conozco’” (Mateo 25:10-12). En efecto, algunos no estaban preparados para la llegada del Novio, así que no superaron la inspección y perdieron la oportunidad de asistir al banquete de bodas celestial. ¡Qué lamentable!

      La parábola de los talentos

      12. a) ¿Qué ejemplo empleó Jesús para ilustrar la fidelidad? b) ¿Quién es el hombre que “se fue al extranjero”?

      12 Después de ilustrar en qué consiste la discreción, Jesús hizo lo mismo con la fidelidad. Dijo así: “Es justamente como un hombre que, estando para emprender un viaje al extranjero, mandó llamar a sus esclavos y les encargó sus bienes. Y a uno dio cinco talentos; a otro, dos; y a otro, uno, a cada uno según su propia habilidad, y se fue al extranjero” (Mateo 25:14, 15). El hombre de la parábola es Jesús mismo, quien “se fue al extranjero” cuando ascendió al cielo en el año 33 E.C. Pero antes de irse, confió “sus bienes” a sus discípulos fieles. ¿Cómo lo hizo?

      13. ¿Cómo preparó Jesús un gran campo de actividad y autorizó a sus “esclavos” a negociar?

      13 Durante su ministerio terrestre, Jesús comenzó a preparar un gran campo de actividad al predicar las buenas nuevas del Reino por toda la tierra de Israel (Mateo 9:35-38). Antes de irse “al extranjero”, encomendó aquel campo a sus discípulos fieles, diciéndoles: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:18-20). Con estas palabras, Jesús autorizó a sus “esclavos” a negociar hasta que él regresara, “cada uno según su propia habilidad”.

      14. ¿Por qué no se esperaba que todos negociaran en la misma medida?

      14 Esta última expresión indica que no todos los cristianos del siglo primero tuvieron las mismas circunstancias ni posibilidades. Hubo quienes, como Pablo y Timoteo, contaron con una libertad que les permitió participar al mayor grado posible en la obra de predicar y enseñar. Pero en el caso de otros, tal vez su situación limitara mucho lo que podían hacer. Por ejemplo, quizá fueran esclavos o de edad avanzada, o tuvieran problemas de salud o responsabilidades familiares. Claro está, ciertos privilegios no estaban al alcance de todos los discípulos. Las mujeres ungidas y algunos hombres ungidos no enseñaban en la congregación (1 Corintios 14:34; 1 Timoteo 3:1; Santiago 3:1). Aun así, sin importar su situación en la vida, todos los discípulos ungidos de Cristo, hombres y mujeres, tenían el encargo de negociar, de aprovechar bien sus oportunidades y circunstancias en el ministerio cristiano. Los discípulos de Cristo del día moderno hacen lo mismo.

      ¡Llega la hora de la inspección!

      15, 16. a) ¿Cuándo llegó la hora de ajustar cuentas? b) ¿Qué nuevas oportunidades de ‘negociar’ se concedieron a los que habían sido fieles?

      15 La parábola continúa así: “Después de mucho tiempo vino el amo de aquellos esclavos y ajustó cuentas con ellos” (Mateo 25:19). En 1914 —en verdad mucho tiempo después del año 33 E.C.—, Cristo Jesús comenzó su presencia como Rey. Tres años y medio más tarde, en 1918, vino al templo espiritual de Dios y cumplió así las palabras de Pedro: “Es el tiempo señalado para que el juicio comience con la casa de Dios” (1 Pedro 4:17; Malaquías 3:1). Era hora de ajustar cuentas.

      16 ¿Qué habían hecho los esclavos, los hermanos ungidos de Jesús, con los “talentos” del Rey? Desde el año 33 E.C. en adelante, incluyendo los años anteriores a 1914, un buen número había trabajado arduamente y había ‘negociado’ con los bienes de Cristo (Mateo 25:16). Incluso durante la primera guerra mundial habían demostrado el intenso deseo de servir al Amo. Así que era apropiado dar a los que habían sido fieles nuevas oportunidades para ‘negociar’. El tiempo del fin de este sistema de cosas había llegado, y las buenas nuevas debían predicarse a nivel mundial. “La mies de la tierra” tenía que recogerse (Revelación 14:6, 7, 14-16). Había que encontrar a los últimos miembros de la clase del trigo y reunir a “una gran muchedumbre” de otras ovejas (Revelación 7:9; Mateo 13:24-30).

      17. ¿Cómo ‘entraron en el gozo de su amo’ los cristianos ungidos fieles?

      17 La siega es una época gozosa (Salmo 126:6). Por tanto, fue apropiado que cuando Jesús encomendó mayores responsabilidades a sus fieles hermanos ungidos en 1919, dijera: “Fuiste fiel sobre unas cuantas cosas. Te nombraré sobre muchas cosas. Entra en el gozo de tu amo” (Mateo 25:21, 23). Además, el gozo del Amo como Rey recién entronizado del Reino de Dios sobrepasa lo que podamos imaginar (Salmo 45:1, 2, 6, 7). La clase del esclavo fiel comparte ese gozo al representar al Rey e incrementar Sus intereses en la Tierra (2 Corintios 5:20). El placer que sienten puede verse en las palabras proféticas de Isaías 61:10: “Sin falta me alborozaré en Jehová. Mi alma estará gozosa en mi Dios. Porque me ha vestido con las prendas de vestir de la salvación”.

      18. ¿Por qué no superaron algunos la inspección, y con qué consecuencias?

      18 Lamentablemente, algunos no superaron la inspección. Leemos: “Se presentó el que había recibido un solo talento, y dijo: ‘Amo, yo sabía que eres hombre exigente, que siegas donde no sembraste y recoges donde no aventaste. De modo que me dio miedo, y me fui, y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo tuyo’” (Mateo 25:24, 25). De igual modo, algunos cristianos ungidos no habían ‘negociado’. Antes de 1914 no habían dado a conocer de manera entusiasta su esperanza a otros, y en 1919 no quisieron empezar a hacerlo. ¿Cómo respondió Jesús a su insolencia? Quitándoles todos sus privilegios. Fueron ‘echados a la oscuridad de afuera, donde tendría lugar su llanto y crujir de dientes’ (Mateo 25:28, 30).

      La inspección continúa

      19. ¿De qué manera continúa el proceso de inspección, y a qué están resueltos los cristianos ungidos?

      19 Por supuesto, la mayoría de los que habrían de ser esclavos ungidos de Cristo durante el tiempo del fin todavía no servían a Jehová cuando Jesús comenzó su inspección en 1918. ¿Se perderían la oportunidad de que se les inspeccionara? De ninguna manera. El proceso de inspección no hizo sino empezar en 1918 y 1919, cuando el esclavo fiel y discreto como clase superó la prueba. A nivel individual, los cristianos ungidos siguen bajo escrutinio hasta que sean sellados permanentemente (Revelación 7:1-3). Comprendiendo esto, los hermanos ungidos de Cristo están resueltos a seguir ‘negociando’ con fidelidad. Están decididos a ser discretos manteniendo un abundante suministro de aceite para que la luz brille con fulgor. Saben que, si se mantienen fieles hasta el fin de su vida, Jesús los recibirá en la morada celestial (Mateo 24:13; Juan 14:2-4; 1 Corintios 15:50, 51).

      20. a) ¿Qué están determinadas a hacer las otras ovejas que viven hoy? b) ¿De qué son conscientes los cristianos ungidos?

      20 Los que forman parte de la gran muchedumbre de otras ovejas han imitado a sus hermanos ungidos. Entienden que el conocimiento que tienen de los propósitos de Dios conlleva una gran responsabilidad (Ezequiel 3:17-21). Por consiguiente, con la ayuda de la Palabra de Dios y del espíritu santo, también mantienen abundante su abastecimiento de aceite mediante el estudio y las reuniones cristianas. Y dejan resplandecer su luz al participar en la obra de predicar y enseñar, ‘negociando’ así junto con sus hermanos ungidos. Ahora bien, los cristianos ungidos son muy conscientes de que los talentos se les confiaron a ellos, y que son ellos quienes deben rendir cuentas por la forma en que se administran los bienes del Señor en la Tierra. Aunque son pocos en número, no pueden traspasar sus obligaciones a la gran muchedumbre. Con esto presente, el esclavo fiel y discreto sigue a cargo de los ‘negocios’ del Rey, agradecido por el apoyo de los miembros devotos de la gran muchedumbre. Estos últimos reconocen la responsabilidad que recae sobre sus hermanos ungidos y se sienten privilegiados de trabajar bajo su supervisión.

      21. ¿Qué exhortación es aplicable a todos los cristianos desde antes de 1919 hasta la actualidad?

      21 Así, aunque estas dos parábolas arrojan luz sobre sucesos ocurridos en el año 1919 o en torno a él, en principio son aplicables a todos los cristianos verdaderos a lo largo de los últimos días. De manera que, si bien la exhortación con que Jesús concluye la parábola de las diez vírgenes se dirige principalmente a los cristianos ungidos antes de 1919, en realidad puede aplicarse a todo cristiano. Por lo tanto, tomemos todos muy en serio sus palabras: “Manténganse alerta, pues, porque no saben ni el día ni la hora” (Mateo 25:13).

      [Notas]

      a De forma comparable, tras la muerte de los apóstoles surgieron “lobos opresivos” de entre los ancianos cristianos ungidos (Hechos 20:29, 30).

      b La parábola de Jesús también se explica en los capítulos 5 y 6 del libro Seguridad mundial bajo el “Príncipe de Paz”, editado por los testigos de Jehová.

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