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“Sigan llevando mucho fruto”La Atalaya 2003 | 1 de febrero
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Fructíferos al esparcir la semilla del Reino
10. ¿Cómo indica la ilustración de Jesús sobre el sembrador y los distintos tipos de terreno lo que es el fruto del Reino y lo que no lo es?
10 La ilustración de Jesús sobre el sembrador y los distintos tipos de terreno brinda la respuesta, una respuesta muy alentadora para quienes predican en territorios poco productivos. Jesús dijo que la semilla es el mensaje del Reino que se halla en la Palabra de Dios, y que el terreno representa el corazón de la gente. Parte de la semilla “cayó sobre la tierra buena, y, después de brotar, produjo fruto” (Lucas 8:8). ¿Qué fruto? Pues bien, cuando un tallo de trigo brota y madura, no produce nuevos tallos, sino nueva semilla. Del mismo modo, el fruto del cristiano no consiste necesariamente en nuevos discípulos, sino en nuevas semillas del Reino.
11. ¿Cómo puede definirse el fruto del Reino?
11 Por tanto, el fruto en este caso no es ni nuevos discípulos ni buenas cualidades cristianas. Dado que la semilla que se siembra es la palabra del Reino, el fruto tiene que ser la multiplicación de esa misma semilla, es decir, expresiones que transmiten la esperanza del Reino (Mateo 24:14). ¿Está a nuestro alcance llevar tal fruto del Reino, o sea, proclamar las buenas nuevas? ¡Claro que sí! En la misma ilustración, Jesús explica por qué.
Hagamos todo lo que podamos para la gloria de Dios
12. ¿Está al alcance de todos los cristianos llevar fruto del Reino? Explique.
12 Jesús dijo: “[El] que se sembró sobre la tierra excelente [...] produce, este de a ciento por uno, aquel de a sesenta, el otro de a treinta” (Mateo 13:23). El rendimiento del grano que se siembra en un campo varía en función de las circunstancias. De forma parecida, lo que podemos hacer por proclamar las buenas nuevas varía según nuestras circunstancias, y Jesús reconoció este hecho. Algunos tienen más oportunidades, o tal vez más salud y vigor. Por este motivo, lo que logremos quizá sea más o sea menos de lo que otros logran, pero si es lo máximo que podemos dar, Jehová se complace (Gálatas 6:4). Aun si la edad avanzada o una enfermedad debilitante limita nuestra participación en la obra de predicar, nuestro compasivo Padre, Jehová, nos incluye entre los que ‘siguen llevando mucho fruto’. ¿Por qué razón? Porque le damos ‘todo lo que tenemos’: nuestro servicio de toda alma (Marcos 12:43, 44; Lucas 10:27).b
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“Sigan llevando mucho fruto”La Atalaya 2003 | 1 de febrero
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15. ¿Qué parecido encontramos en la respuesta a la predicación en el siglo primero y en nuestros días?
15 De aquellos que en el siglo primero oían predicar y enseñar a Pablo, “algunos creían las cosas que se decían; otros no creían” (Hechos 28:24). Hoy sucede igual. Por desgracia, la mayor parte de las semillas del Reino caen en terreno poco receptivo. Aun así, algunas se encuentran con tierra excelente, echan raíces y brotan, tal como Jesús predijo. De hecho, como promedio, semanalmente más de cinco mil personas se hacen verdaderos seguidores de Cristo. Estos nuevos discípulos ‘creen las cosas que se dicen’ sin importarles que la mayoría de la gente no lo haga. ¿Qué contribuyó a que su corazón se hiciera receptivo al mensaje del Reino? Con frecuencia, la clave fue el interés personal que les mostraron los Testigos, quienes de ese modo regaron, por así decirlo, la semilla recién sembrada (1 Corintios 3:6).
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