Hueso de talón atravesado por un clavo
Esta es una fotografía de una réplica de un hueso de talón atravesado por un clavo de hierro de 11,5 centímetros (4,5 pulgadas) de largo. Los restos originales, que datan de la época romana, se hallaron en 1968 en unas excavaciones arqueológicas al norte de Jerusalén y demuestran que en las ejecuciones probablemente se usaban clavos para sujetar a la persona a un poste de madera. Este clavo quizás sea como los que usaron los soldados romanos para sujetar a Jesús al madero. Los restos se encontraron dentro de un osario, urna de piedra en la que se depositaron los huesos de una persona después de que la carne se descompuso. Esto demuestra que alguien ejecutado en un madero podía recibir sepultura (Mt 27:35).