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IndonesiaAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Indonesia
DESCUBRA la emocionante historia de cristianos valientes y humildes que se mantuvieron fieles a pesar de agitaciones políticas, conflictos de naturaleza religiosa y veinticinco años de prohibiciones instigadas por líderes eclesiásticos. Conozca a un hermano que estuvo amenazado de muerte por grupos comunistas, y al cabecilla de una banda de delincuentes que luego se convirtió en un buen cristiano. Lea el conmovedor relato de dos niñas sordas que se hicieron amigas y con el tiempo se enteraron de que eran hermanas de sangre. Vea cómo el pueblo de Jehová predica con éxito en el país con la mayor población musulmana del mundo.
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Información general de IndonesiaAnuario de los testigos de Jehová 2016
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INDONESIA
Información general
Territorio. El país de Indonesia se extiende sobre el ecuador entre Australia y el continente asiático. Es el archipiélago más grande del mundo; la mayoría de sus 17.500 islas ofrecen un paisaje de escarpadas montañas y densas selvas tropicales. Es la región de la Tierra con más volcanes activos, ya que tiene más de 100.
Población. Ocupa el cuarto lugar en la lista de países con más habitantes del mundo (después de China, India y Estados Unidos), y alberga a más de 300 grupos étnicos. Los javaneses y los sundaneses componen más de la mitad de la población.
Religión. Alrededor del 90% de los indonesios son musulmanes. El resto son en su mayoría hindúes, budistas o afirman ser cristianos. Muchas personas también siguen las costumbres religiosas indígenas tradicionales.
Idioma. Se hablan más de 700 idiomas en todo el grupo de islas. La lengua común nacional es el indonesio, que se deriva del malayo, pero la mayoría de la gente también habla en casa alguno de los idiomas regionales.
Recursos económicos. Muchos habitantes tienen pequeños comercios o granjas. El país cuenta con ricos yacimientos de minerales, petróleo y gas natural, y es uno de los principales productores de madera, caucho y aceite de palma.
Alimentación. El arroz es el alimento básico. Entre los platos típicos se encuentran el nasi goréng (arroz frito con huevo y verduras), satay (pinchos de carne asada) y gado-gado (ensalada con salsa de maní).
Clima. Cálido y húmedo. Los vientos monzónicos generan dos estaciones: la lluviosa y la seca. Son frecuentes las tormentas eléctricas.
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El comercio de especiasAnuario de los testigos de Jehová 2016
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INDONESIA
El comercio de especias
EN EL siglo dieciséis, el comercio de especias impulsaba la economía mundial tal como el petróleo lo hace hoy. Algunas especias como la nuez moscada y el clavo de olor, originarias de las famosas islas de las Especias (en la actualidad, las islas Molucas y Molucas Septentrionales, en Indonesia), alcanzaron precios muy altos en Europa.
Los exploradores Cristóbal Colón, Vasco da Gama, Fernando de Magallanes, Samuel de Champlain y Henry Hudson querían descubrir rutas para llegar a las islas de las Especias. La búsqueda de estos productos de Indonesia mejoró la comprensión de la geografía mundial.
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“¡Ahí es donde quiero empezar!”Anuario de los testigos de Jehová 2016
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Testigos de Jehová en Semarang, en la isla de Java (sobre el año 1937)
INDONESIA
“¡Ahí es donde quiero empezar!”
El siervo de sucursal de Australia, Alexander MacGillivray, caminaba de un lado a otro de su oficina sin dejar de darle vueltas a un problema. Después de varios días, dio con una solución, y ahora necesitaba hablar con Frank Rice.
Frank era un enérgico precursor de 28 años que de adolescente aprendió la verdad y poco más tarde comenzó el precursorado. Durante más de diez años había predicado por casi toda Australia, viajando a caballo, en bicicleta, en moto y en una casa rodante. Frank se había quedado por unas semanas en Betel y, después de esa breve estancia, se sentía listo para empezar a predicar en un nuevo territorio.
El hermano MacGillivray llamó a Frank a su oficina, le señaló en el mapa unas islas situadas al norte de Australia, y le preguntó: “¿Qué te parecería dar inicio a la predicación en este territorio? No hay ni un solo hermano en toda la zona”.
A Frank se le fueron los ojos a un grupo de islas que parecían un collar de perlas en el océano Índico, las Indias Orientales Neerlandesas (ahora Indonesia).a Allí vivían millones de personas que todavía no habían oído las buenas noticias del Reino de Dios. Frank señaló a la capital, Batavia (ahora Yakarta), y dijo: “¡Ahí es donde quiero empezar!”.
La predicación en Java
Frank Rice llegó en 1931 a Yakarta, una ciudad grande y bulliciosa en la isla de Java. Sin perder un segundo, alquiló una habitación y la abarrotó de cajas de publicaciones. La dueña de la casa se quedó boquiabierta al ver semejante espectáculo.
Frank Rice y Clem Deschamp en Yakarta
“Al principio, me sentía perdido y echaba de menos mi hogar —contó Frank—. La gente se paseaba vestida con trajes blancos de algodón y sombreros de explorador, mientras yo me achicharraba de calor con la ropa que traje de Australia. Para colmo, no hablaba nada de holandés ni de indonesio. Después de orar a Jehová para que me guiara, pensé que tenía que haber personas que hablaran inglés en la zona de negocios. Empecé a predicar allí y, sorprendentemente, me fue de maravilla”.
Como la mayoría de la gente hablaba holandés, Frank estudió mucho para lograr un conocimiento básico del idioma y pronto comenzó a predicar de casa en casa. También se puso a estudiar indonesio y con el tiempo consiguió dominarlo. “El problema era que no tenía publicaciones en indonesio —dijo Frank—. Pero entonces Jehová permitió que encontrara un maestro que se interesó por la verdad y accedió a traducir el folleto ¿Dónde están los muertos? Con el tiempo, se tradujeron otros folletos, lo que ayudó a muchas más personas de habla indonesia a interesarse en el mensaje”.
En noviembre de 1931, llegaron a Yakarta dos precursores australianos, Clem Deschamp, de 25 años y Bill Hunter, de 19. Clem y Bill trajeron una de las primeras casas rodantes que se vieron en Indonesia, que les sirvió de hogar. Después de aprender unas pocas frases en holandés, emprendieron una gira de predicación por las ciudades más grandes de Java.
Charles Harris con su bicicleta y su casa rodante
Siguiéndoles los pasos desde Australia, vino Charles Harris, otro precursor incansable. Charles llegó en 1935 y predicó en la mayor parte del territorio de Java, usando para desplazarse una casa rodante y una bicicleta. Algunos años llegó a distribuir unas 17.000 publicaciones en árabe, chino, holandés, inglés e indonesio.
La cantidad de publicaciones que Charles distribuía llamó la atención de algunas personas. Por ejemplo, un funcionario de Yakarta le preguntó a Clem Deschamp:
—¿A cuánta gente tienen trabajando en Java Oriental?
—Solo a uno —contestó el hermano Deschamp.
—¿Espera que le crea? —respondió bruscamente el funcionario—. Deben tener a un ejército de trabajadores allí, a juzgar por el número de publicaciones distribuidas por todas partes.
Estos primeros precursores se mantuvieron muy activos para llegar a la mayor cantidad de personas posible. “Recorrimos la isla de punta a punta, y pocas veces volvimos a conversar con la misma persona”, contó Bill Hunter. Durante esos años, se sembraron muchísimas semillas espirituales que más tarde dieron lugar a una rica cosecha (Ecl. 11:6; 1 Cor. 3:6).
Las buenas nuevas llegan a Sumatra
Alrededor de 1936, los precursores se plantearon cómo llevarían el mensaje a Sumatra, la sexta isla más grande del mundo. Esta isla montañosa se extiende sobre el ecuador y alberga grandes ciudades y plantaciones, además de extensas zonas pantanosas y selvas.
Entre todos decidieron que enviarían a Frank Rice, así que reunieron el escaso dinero que tenían y le pagaron el pasaje. Poco después, Frank llegaba a Medan, al norte de Sumatra. Iba cargado con sus dos maletines de predicar, 40 cajas de publicaciones y algo de dinero en el bolsillo. Como era un hombre de fe inquebrantable, inmediatamente se puso a predicar, confiando en que Jehová le daría lo necesario para cumplir con su misión (Mat. 6:33).
Durante su última semana de predicación en Medan, conoció a un simpático señor holandés que le invitó a tomar café. Frank le comentó que necesitaba un auto para predicar por toda la isla. El hombre señaló a uno averiado que tenía en su jardín y le dijo:
—Si lo reparas, es tuyo por 100 florines.b
—No tengo 100 florines —contestó Frank.
—Pero ¿no querías predicar en toda Sumatra? —le preguntó el señor mirándolo fijamente.
—Claro —respondió Frank.
—Bueno. Si lo arreglas, te lo llevas. Cuando consigas el dinero, me lo pagas —dijo el señor.
Henry Cockman en Sumatra con Jean y Clem Deschamp, en 1940
Frank puso manos a la obra, y en un abrir y cerrar de ojos lo dejó como nuevo. Escribió: “Con el auto lleno de publicaciones, el depósito lleno de gasolina y el corazón lleno de fe, me fui a predicar a la gente de Sumatra”.
Un año más tarde, Frank volvió a Yakarta tras haber recorrido toda la isla. Allí vendió el auto por 100 florines y envió el dinero al señor holandés que vivía en Medan.
Pocas semanas después recibió una carta desde Australia en la que se le daba un nuevo destino misional. Enseguida hizo las maletas y se fue para Indochina (ahora Camboya, Laos y Vietnam) a dar inicio a la predicación.
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Los comienzos de la predicaciónAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Los comienzos de la predicación
Programas de radio
PARA 1933, los hermanos lograron que una emisora de radio de Yakarta retransmitiera grabaciones de discursos del hermano Rutherford. Además, un hombre interesado en el mensaje leía por radio los discursos en holandés. Esas transmisiones despertaron gran interés entre los oyentes y contribuyeron a que se distribuyeran más publicaciones.
Cuando la emisora de radio transmitió el enérgico discurso del hermano Rutherford titulado: “El efecto del Año Santo en la paz y la prosperidad”, a los clérigos católicos les pareció que eso era el colmo.a Así que, con la ayuda de sus secuaces, lograron acusar al hermano De Schumaker —quien había suministrado las grabaciones— de calumnia, agravio y hostilidad. Él se defendió con convicción, pero se le impuso una multa de 25 florines, más los costos del proceso legal.b Tres periódicos principales publicaron una noticia sobre el juicio, y eso contribuyó a que se diera aún más testimonio.
El Lightbearer
El velero de 16 metros de longitud de la Sociedad Watch Tower, el Lightbearer (Portador de Luz), llegó a Yakarta el 15 de julio de 1935. En él viajaban siete precursores resueltos a llevar las buenas nuevas a Indonesia, Singapur y Malasia. Habían partido seis meses antes de Sydney (Australia).
En el transcurso de dos años, el Lightbearer atracó en puertos principales y secundarios por toda Indonesia, y los precursores distribuyeron grandes cantidades de publicaciones. La hermana Jean Deschamp relató que mientras el barco entraba en aquellos pequeños puertos, “la tripulación encendía el equipo de sonido para que se escuchara un discurso de Joseph Rutherford, el presidente de la Sociedad Watch Tower. Imagínese la sorpresa de los aldeanos malayos al ver entrar en su puerto una gran embarcación y luego oír el sonido de una voz tan potente. Un platillo volador no hubiera despertado más interés”.
Esa valiente predicación encolerizaba a los clérigos, así que con el tiempo presionaron a las autoridades para que prohibieran la entrada del barco a muchos puertos indonesios. La embarcación regresó a Australia en diciembre de 1937, pero tras su partida dejó un notable historial de actividad misionera en Indonesia.
Tripulación del Lightbearer
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Los BibelkringAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Los Bibelkring
A FINALES de los años treinta, cerca del lago Toba, en Sumatra Septentrional, surgió un nuevo grupo religioso llamado los Bibelkring, nombre que en holandés significa “grupo de estudiantes de la Biblia”. Este movimiento llegó a tener cientos de miembros.a Comenzó después de que unos maestros de escuela aceptaran publicaciones de un precursor extranjero, probablemente Eric Ewins, quien había predicado por esa zona en 1936. Lo que escucharon los motivó a dejar la Iglesia Protestante Batak y a formar agrupaciones para estudiar la Biblia.
Dame Simbolon era Bibelkring y ahora es nuestra hermana cristiana.
Los primeros Bibelkring entendieron varias verdades bíblicas al leer las publicaciones que había dejado el precursor. “No saludábamos la bandera, dejamos de celebrar la Navidad y los cumpleaños, y algunos de nosotros hasta predicábamos de casa en casa”, mencionó Dame Simbolon, una exmiembro del grupo, que aceptó la verdad en 1972. Sin embargo, al no tener el apoyo de la organización de Dios, este movimiento adoptó ideas humanas. Por ejemplo, Limeria Nadapdap, quien también era Bibelkring y ahora es nuestra hermana cristiana, explicó: “Se nos prohibió obtener un documento nacional de identificación, lo que provocó el rechazo del gobierno. A las mujeres no se nos permitía usar maquillaje, joyas, vestidos modernos ni zapatos”.
El movimiento de los Bibelkring se dividió y poco a poco fue desapareciendo. Con el tiempo, cuando unos precursores regresaron a la zona del lago Toba, muchos exmiembros del grupo aceptaron la verdad.
a Algunas fuentes estiman que los Bibelkring llegaron a ser miles.
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Se cosecha fruto en Java OccidentalAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Se cosecha fruto en Java Occidental
Theodorus Ratu
En 1933, Frank Rice pidió a Theodorus Ratu, Theo, un hermano de Célebes Septentrional, que lo ayudara en el depósito de publicaciones de Yakarta. “Quería trabajar por la noble causa del Reino, así que comencé a predicar con el hermano Rice —relató Theo—. Poco después, acompañé a Bill Hunter en una gira de predicación en Java, y a la tripulación del Lightbearer en un viaje a Sumatra”. Theo fue el primer indonesio que aceptó la verdad, y sirvió de precursor por décadas en Java, Célebes Septentrional y Sumatra.
Al año siguiente, Bill Hunter le dio a Felix Tan, un estudiante de la Biblia de Yakarta, el folleto ¿Dónde están los muertos? Cuando Felix regresó con su familia en Bandung (Java Occidental), le enseñó el folleto a su hermano menor Dodo. Les impresionó saber que Adán no tenía un alma inmortal sino que era un alma (Gén. 2:7, nota). Felix y Dodo querían saber más, así que buscaron obras de la Watch Tower por todas las tiendas de libros usados de Bandung. También contaron a su familia lo que habían aprendido. Tras leer sin descanso todos los libros y folletos que encontraron, escribieron al depósito de la organización en Yakarta. Para su sorpresa, el hermano Frank Rice les llevó nuevas publicaciones.
La familia Tan
Después que el hermano Rice regresara a Yakarta, los recién casados Clem y Jean Deschamp pasaron quince días en Bandung. “El hermano Deschamp nos preguntó a toda la familia si queríamos dedicarnos a Jehová y bautizarnos —cuenta Felix—. Lo hicimos Dodo, mi hermana menor Josephine (Pin Nio), mi madre (Kang Nio) y yo”.a Después la familia Tan acompañó a Clem y Jean en una gira de predicación de nueve días. Clem les enseñó a utilizar una tarjeta de testimonio con un breve mensaje de la Biblia en tres idiomas. En poco tiempo, el pequeño grupo de Bandung llegó a ser la segunda congregación de Indonesia.
La mitra papal
Los líderes de la cristiandad abrieron los ojos a la realidad cuando vieron que la predicación se intensificaba, así que publicaron artículos, con la ayuda de sus colaboradores, en los que criticaban a los Testigos. Tras leerlos, los funcionarios del Departamento de Asuntos Religiosos convocaron a Frank Rice para interrogarlo. Como quedaron satisfechos con las respuestas, permitieron que la predicación continuara sin obstáculos.b
A principios de la década de 1930, la mayoría de los funcionarios coloniales no prestaba atención a la predicación o la permitía. Pero algunos, sobre todo los católicos devotos, cambiaron de actitud cuando la Alemania nazi comenzó a imponer su autoridad en Europa. “Un oficial de aduanas nos quitó un cargamento de libros alegando que contenían comentarios contra el nazismo —relató Clem Deschamp—. Cuando llamé a Aduanas para quejarme, ese funcionario estaba de vacaciones. El suplente, un hombre amable que no era católico, nos dio los libros enseguida y dijo: ‘Llévense todo lo que puedan mientras no esté mi compañero’”.
“En otra ocasión, los funcionarios insistieron en que quitáramos dos de los dibujos que aparecían en el libro Enemigos —contó Jean Deschamp—. Eran caricaturas de una serpiente enroscada (Satanás) y de una prostituta borracha (la religión falsa); ambas llevaban puesta la mitra papal (sombrero del Papa).c Como queríamos distribuir el libro, tres de nosotros nos sentamos en el muelle y, a pesar del calor sofocante, buscamos en miles de libros los dibujos de las mitras y los tachamos uno a uno”.
Los dos dibujos del libro Enemigos que los funcionarios prohibieron.
La guerra estaba por estallar en Europa, y nuestras publicaciones seguían exponiendo con valor la hipocresía de la cristiandad y su intervención en la política. En respuesta, el clero presionó más al gobierno para que estorbara nuestra labor y, por eso, las autoridades prohibieron muchas de nuestras publicaciones.
Con todo, los hermanos no iban a detenerse, así que aprovecharon al máximo una imprenta que les llegó de Australia (Hech. 4:20). Jean Deschamp describió así una de sus estrategias: “Cada vez que imprimíamos un nuevo folleto o revista, teníamos que entregar un ejemplar a las autoridades para que dieran el visto bueno. Al comenzar la semana, imprimíamos y distribuíamos la publicación, pero no se la llevábamos al fiscal del estado hasta el final de la semana. Cuando la rechazaba, poníamos cara de decepción, pero corríamos a imprimir otra”.
A veces parecía que los hermanos estaban jugando al gato y al ratón con la policía cuando distribuían publicaciones prohibidas. Por ejemplo, en una ocasión Charles Harris estaba predicando en Kediri (Java Oriental) y, sin darse cuenta, tocó a la puerta del inspector de policía de esa zona.
“Ajá, por fin lo encuentro —dijo el inspector—. No se mueva mientras voy por mi lista de sus libros prohibidos”.
“Mientras el inspector la buscaba —contó Charles—, escondí lo más rápido que pude en bolsillos ocultos de mi chaqueta las publicaciones prohibidas. Cuando regresó, le di 15 folletos que sí estaban permitidos y, de mala gana, me dio una donación. Les entregué a otros vecinos las publicaciones que llevaba en los bolsillos”.
Imprimen bajo mucha presión
Europa estaba en plena segunda guerra mundial, y era imposible enviar publicaciones a Indonesia desde los Países Bajos. Pero los hermanos lo previeron y planearon que una empresa imprimiera las revistas en Yakarta. El primer número de Consolación (ahora ¡Despertad!) en indonesio se publicó en enero de 1939, y el de La Atalaya, poco después. Entonces, los hermanos compraron una pequeña prensa para imprimir las revistas ellos mismos. En 1940, recibieron de Australia una prensa plana más grande y, corriendo con los gastos, la usaron para imprimir folletos y revistas en indonesio y holandés.
La primera prensa llega al depósito de Yakarta.
El 28 de julio de 1941, las autoridades prohibieron todas las publicaciones de la Watch Tower. Jean Deschamp recordaba cómo pasó: “Cierta mañana estaba escribiendo a máquina en la oficina cuando las puertas se abrieron de par en par y entraron en formación tres policías y un oficial holandés de alto rango, en traje de gala con espada, medallas, guantes blancos y sombrero con plumas. No nos sorprendió, pues tres días antes supimos que pronto prohibirían las publicaciones. El oficial leyó solemnemente un largo anuncio y exigió que se le condujera a la imprenta para clausurarla. Mi esposo dijo que ya era demasiado tarde: habíamos vendido la máquina el día anterior”.
Los hermanos siguieron predicando y dando cursos bíblicos usando solo la Biblia, puesto que las autoridades no la habían prohibido. Aun así, con el tiempo se les pidió a los precursores extranjeros que regresaran a Australia, ya que la guerra se acercaba a Asia.
a Con el tiempo, otros tres hermanos menores de Felix y su padre aceptaron la verdad. Josephine se casó con André Elías, y asistieron a la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower. La biografía de la hermana Elías se publicó en la ¡Despertad! de septiembre de 2009.
b Después de la segunda guerra mundial, el hermano Rice volvió a Australia y formó una familia. Terminó su servicio a Dios en la Tierra en 1986.
c Los dibujos se basaban en Revelación 12:9 y 17:3-6.
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El dominio japonésAnuario de los testigos de Jehová 2016
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INDONESIA
El dominio japonés
A principios de 1942, la brutal maquinaria militar japonesa avanzaba imparable por Indonesia, controlando el país con mano de hierro. Se condenó a muchos hermanos a trabajos forzados, como construir carreteras o limpiar cunetas. A otros se les recluyó y torturó en precarios campos de prisioneros por no apoyar la guerra, y al menos tres de ellos murieron.
Johanna Harp, sus dos hijas y Beth Godenze, una amiga de la familia (en el centro)
Johanna Harp era una hermana holandesa que vivía con sus tres hijas adolescentes en un pueblo de montaña de Java Occidental. Se libraron de los campos los dos primeros años de la guerra, y aprovecharon para traducir del inglés al holandés el libro Salvación y algunos números de La Atalaya.a Las traducciones se copiaban y se repartían a escondidas a los hermanos por toda Java.
Los pocos hermanos que aún eran libres se reunían en pequeños grupos y predicaban con cautela. “Aprovechaba cualquier oportunidad para hablar de la verdad informalmente —explicó Josephine Elias (Tan, de apellido de soltera)—. Siempre que visitaba a las personas interesadas en el mensaje, llevaba un tablero de ajedrez para que los vecinos pensaran que iba a jugar un rato”. Felix Tan y su esposa se hacían pasar por vendedores de jabón al predicar de casa en casa. “Muchas veces nos seguían espías de la Kempeitai, la temible policía militar japonesa —dijo Felix—. Para no levantar sospechas, visitábamos a los estudiantes de la Biblia a diferentes horas. Seis de ellos se bautizaron antes que acabara la guerra”.
Se forman bandos en Yakarta
Además de las dificultades de la guerra, los hermanos enfrentaron otra dura prueba. Las autoridades japonesas exigieron que todos los extranjeros (hasta los indonesios de ascendencia china) portaran un documento de identificación con un juramento de lealtad al Imperio japonés. Muchos Testigos se preguntaban: “¿Tenemos que firmar el documento, o nos negamos?”.
Josephine Elias con su hermano Felix
Felix Tan explicó: “Los hermanos en Yakarta nos pidieron a los que estábamos en Sukabumi que nos negáramos a firmar. Pero decidimos pedir permiso a las autoridades para cambiar la frase: ‘el abajo firmante ha jurado lealtad al’, por: ‘el abajo firmante no interferirá con el’ ejército japonés. Sorprendentemente, aceptaron y nos dieron a todos la identificación. Cuando los hermanos en Yakarta se enteraron, nos llamaron apóstatas y rompieron toda relación con nosotros”.
Por desgracia, la mayoría de los que trataron así a los hermanos de Sukabumi fueron arrestados y renunciaron a la verdad. Un hermano que no había firmado acabó en prisión con André Elias. “Razoné con él para ayudarlo a ver las cosas con equilibrio —dijo André—. Con toda humildad, me pidió perdón por haber dejado de hablarnos. A partir de ese momento, nos apoyamos el uno al otro, pero él no soportó las duras condiciones de la prisión y, lamentablemente, murió”.
“¡Libertad!”
En 1945, la guerra terminó y los publicadores estaban decididos a intensificar su labor. Un hermano que fue encarcelado y torturado escribió a la sucursal de Australia: “Después de cuatro largos y duros años, aquí estoy, firme y con las mismas convicciones. Durante mi terrible experiencia, nunca olvidé a mis hermanos. Por favor, envíenme algunos libros”.
Las ansiadas publicaciones no tardaron en llegar al país, primero poco a poco y después en grandes cantidades. Un grupo de diez hermanos de Yakarta comenzó de nuevo a traducir al indonesio los folletos, libros y revistas.
El 17 de agosto de 1945, los líderes del movimiento por la independencia de Indonesia proclamaron la república. Así comenzó una revolución de cuatro años contra el dominio holandés. Decenas de miles de personas murieron en el caos resultante y más de siete millones fueron desplazadas.
Durante la revolución, los publicadores siguieron predicando de casa en casa. “Los patriotas querían que pronunciáramos su grito de guerra, que significaba ‘¡Libertad!’ (Merdeka) —contó Josephine Elias—. Pero les decíamos que éramos neutrales en cuestiones políticas”. En 1949, los holandeses entregaron a la República de los Estados Unidos de Indonesia (ahora la República de Indonesia) el gobierno del territorio que había sido su colonia por tantos años.b
Para 1950, los hermanos de Indonesia llevaban casi diez años sufriendo por los conflictos políticos. Pero aún tenían mucho por hacer. ¿Cómo llevarían las buenas noticias del Reino a los millones de habitantes de Indonesia? Desde un punto de vista humano, parecía imposible. Sin embargo, los publicadores siguieron adelante, convencidos de que Jehová enviaría “obreros a su siega” (Mat. 9:38). Y eso es precisamente lo que sucedió.
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Llegan misioneros de GalaadAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Congregación Surabaya, en 1954
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Llegan misioneros de Galaad
La pequeña congregación de Yakarta se reunió en julio de 1951 para dar la bienvenida a Peter Vanderhaegen, el primer misionero graduado de Galaad que llegó a Indonesia. Para finales de año, ya habían llegado 13 más, procedentes de Alemania, Australia y los Países Bajos. Con ellos se duplicó el número de publicadores.
“Me imaginaba comunicándome por señas en la predicación —recordó una misionera holandesa llamada Fredrika Renskers—. Pero como muchas personas hablaban mi idioma, al principio casi siempre predicaba en holandés”. Ronald Jacka, de Australia, contó: “Algunos utilizábamos las tarjetas de testimonio, que contenían un sermón breve en indonesio. Miraba la tarjeta cada vez que iba a llamar a la puerta y trataba de decir las frases de memoria”.
Los misioneros tomaron muy en serio su comisión de predicar y el número de publicadores aumentó de 34 a 91 en tan solo un año. El 1 de septiembre de 1951, se estableció una sucursal de la Sociedad Watch Tower en casa de André Elias en Yakarta Central. Se nombró siervo de sucursal a Ronald Jacka.
Se predica en otros lugares
En noviembre de 1951, Peter Vanderhaegen llegó a Manado (Célebes Septentrional), donde Theo Ratu y su esposa habían formado un pequeño grupo. La mayoría de los lugareños afirmaban ser cristianos y tenían un gran respeto por la Palabra de Dios. Muchas personas invitaban a sus casas a los Testigos para que les aclararan las doctrinas bíblicas. A menudo, empezaban hablando a grupos de diez personas, y quince minutos después ya había unas cincuenta escuchando. Una hora más tarde salían al jardín al frente de la casa, donde llegaban a ser sobre doscientas.
Albert y Jean Maltby abrieron una casa misional a principios de 1952 en Surabaya (Java Oriental), la segunda ciudad más grande de Indonesia. Allí llegaron seis misioneras más: Gertrud Ott, Fredrika Renskers, Susie y Marian Stoove, Eveline Platte y Mimi Harp. “La mayoría de los habitantes eran musulmanes moderados y muy agradables —contó la hermana Renskers—. Parecía que estaban esperando a que se les hablara de la verdad, así que era muy fácil iniciar cursos de la Biblia. En tres años, la congregación de Surabaya alcanzó la cifra de 75 publicadores”.
Hogar misional de Yakarta
Por esa época, un señor musulmán llamado Azis, de Padang (Sumatra Occidental), escribió a la sucursal pidiendo que lo ayudaran espiritualmente. Azis había estudiado en los años treinta con unos precursores australianos, pero había perdido el contacto con ellos durante la ocupación japonesa. Un día, se encontró un folleto publicado por los testigos de Jehová. Él escribió: “Cuando vi la dirección de Yakarta en el folleto, me alegré mucho”. La sucursal enseguida envió al superintendente de circuito Frans van Vliet a Padang. Al llegar, se enteró de que Azis había hablado con su vecino, Nazar Ris, un funcionario con muchas ganas de conocer la verdad. Estos dos hombres con sus familias se hicieron Testigos. Azis fue un anciano leal y Nazar Ris, precursor especial. Muchos de los hijos del hermano Ris son predicadores entusiastas hoy en día.
Frans van Vliet y su hermana menor Nel
Poco después, Frans van Vliet visitó a un hermano holandés inactivo que trabajaba en la reconstrucción de una refinería de petróleo dañada por la guerra, en Balikpapan (Kalimantan Oriental). Frans salió a predicar con él y lo animó a dar clases de la Biblia a diversas personas que habían mostrado interés. Antes de volver a los Países Bajos, este hermano había formado un pequeño grupo en Balikpapan.
Más tarde, Titi Koetin, una hermana recién bautizada, se mudó a Banjarmasin (Kalimantan Meridional). Titi predicó a sus parientes de la comunidad dayak y ayudó a muchos de ellos a hacerse Testigos. Algunos volvieron a sus aldeas en el interior de Kalimantan y formaron grupos que con el tiempo fueron congregaciones estables.
Más publicaciones en indonesio
La predicación avanzaba mucho, así que los hermanos necesitaban cada vez más publicaciones. En 1951, se tradujo al indonesio el libro “Sea Dios veraz”. Pero poco después las autoridades cambiaron la ortografía del idioma, y se tuvo que revisar la traducción.a Cuando por fin salió el libro, causó sensación entre los lectores indonesios.
En 1953, la sucursal imprimió 250 ejemplares de La Atalaya en indonesio, la primera edición hecha en el país en doce años. La revista mimeografiada tenía 12 páginas y solo contenía los artículos de estudio. Tres años después, una empresa imprimía 10.000 ejemplares al mes de una edición de 16 páginas.
La edición mensual de ¡Despertad! en indonesio se empezó a publicar en 1957 y rápidamente alcanzó una tirada de 10.000 ejemplares. Debido a la escasez de papel de imprenta en el país, los hermanos tuvieron que pedir una licencia para obtenerlo. El funcionario que atendió su petición les dijo: “La Atalaya (Menara Pengawal) es una de las mejores revistas de Indonesia; me alegra mucho poder cooperar para que consigan su licencia y obtengan papel para su nueva revista”.
a Ha habido dos grandes reformas de la ortografía indonesia desde 1945, sobre todo para sustituir a la de influencia holandesa que se utilizaba anteriormente.
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La predicación se extiende hacia el orienteAnuario de los testigos de Jehová 2016
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INDONESIA
La predicación se extiende hacia el oriente
En 1953, se destinó a Peter Vanderhaegen a visitar el único circuito de Indonesia, que cubría todo el país. Abarcaba unos 5.100 kilómetros (3.200 millas) de este a oeste y sobre 1.800 kilómetros (1.100 millas) de norte a sur. Vivió muchas experiencias y situaciones extremas mientras cumplía con su labor en esta zona tan extensa.
Peter Vanderhaegen
Al año siguiente, el hermano Vanderhaegen fue a la región oriental de Indonesia, donde se practican varias religiones y se encuentran islas como Bali, con una gran población hindú; Lombok y Sumbawa, donde predominan los musulmanes; Flores, en la que la mayoría son católicos, y Sumba, Alor y Timor, que son principalmente protestantes. Viajaba en un barco destartalado, e iba parando para predicar en algunas de las islas de camino a Kupang, la capital de la parte occidental de Timor. “Prediqué en Timor durante dos semanas —contó el hermano Vanderhaegen—. A pesar de la intensa lluvia, repartí todas las publicaciones que llevaba, obtuve 34 suscripciones a las revistas y empecé varios cursos de la Biblia”. Se envió a precursores especiales que cultivaron el interés y establecieron una congregación en Kupang. Desde allí, el mensaje se llevó a las islas vecinas de Roti, Alor, Sumba y Flores.
Cuando los pastores protestantes se dieron cuenta de que sus feligreses escuchaban a los testigos de Jehová, se pusieron furiosos de la envidia. Un pastor importante le ordenó a Thomas Tubulau, un señor mayor que tenía el oficio de hojalatero y era manco, que dejara de estudiar la Biblia con los Testigos. Le dijo que si no dejaba de hablar sobre lo que había aprendido, correría la sangre. Thomas le contestó con firmeza: “Un cristiano no diría algo así. No me volverá a ver por su iglesia jamás”. El hermano fue un predicador del Reino incansable y su hija llegó a ser precursora especial.
No obstante, los líderes religiosos de Timor estaban empeñados en borrar del mapa a los testigos de Jehová. En 1961, lograron que el Departamento de Asuntos Religiosos y las autoridades militares del lugar prohibieran la predicación de casa en casa. Los hermanos se adaptaron: hablaban a la gente en los mercados y en los pozos; a los pescadores que traían su mercancía a la playa, y a las familias que arreglaban las tumbas de sus seres queridos en los cementerios. Un mes más tarde, las autoridades cambiaron de opinión y anunciaron por radio que había completa libertad religiosa en Timor. Pero el Departamento de Asuntos Religiosos insistió en que la predicación de casa en casa estaba prohibida todavía, así que los hermanos pidieron que esa declaración se pusiera por escrito. Los funcionarios se negaron y, después de este incidente, los publicadores volvieron a predicar sin impedimentos.
Cuando los misioneros Piet y Nell de Jager y Hans y Susie van Vuure llegaron a Papúa en 1962, también se toparon con la hostilidad del clero de la cristiandad. Tres ministros destacados se enfrentaron a los misioneros y les exigieron que predicaran en otro lugar. Desde el púlpito, por página impresa y radio, el clero acusó falsamente a los Testigos de provocar disturbios contra el gobierno. Además, trataron de persuadir, amenazar o sobornar a cualquier miembro de su iglesia que empezara a estudiar con los misioneros. Querían que los jefes de las comunidades locales se pusieran en contra de la predicación.
Pero les salió el tiro por la culata cuando uno de estos jefes pidió a los misioneros que hablaran en su aldea. “Después de que el jefe juntara a todos los habitantes, Piet y yo dimos charlas en las que explicamos nuestra labor —recordaba Hans—. Nuestras esposas hicieron demostraciones de cómo predicamos: tocamos a las puertas, aceptamos la invitación a pasar y damos el mensaje de la Biblia. Al jefe y a su gente les gustaron las presentaciones y nos permitieron predicar sin problemas”.
Esta y otras situaciones tenían algo en común: los líderes que afirmaban ser cristianos siempre se oponían a lo que hacíamos, pero los musulmanes casi nunca. Sigue siendo así hasta ahora.
Se da testimonio a funcionarios del gobierno
Jesús dijo a sus discípulos: “Los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa, para un testimonio a ellos y a las naciones” (Mat. 10:18). Esto se ha cumplido en Indonesia, una y otra vez.
Un notable teólogo holandés en Yakarta publicó un libro en 1960, que acusaba a los testigos de Jehová de ser falsos cristianos. Muchos del clero se pusieron en contra de ellos después de leerlo. Por ejemplo, los líderes religiosos de un pueblo escribieron al Departamento de Asuntos Religiosos diciendo que los hermanos eran culpables de “confundir a sus feligreses”. Cuando se les invitó a defenderse de los cargos, ellos presentaron los hechos y dieron un buen testimonio. Uno de los funcionarios le dijo a otro: “Deje a los testigos de Jehová en paz. Están ayudando a despertar a los protestantes”.
Descargando un envío de libros Paraíso (1963).
En 1964, un grupo de pastores protestantes en Papúa acudió al Comité Parlamentario sobre Asuntos Religiosos y Sociales para que prohibiera la labor de los testigos de Jehová. La sucursal pidió defenderse de estas acusaciones. “Nos dirigimos al comité durante casi una hora y explicamos con claridad nuestra labor educativa basada en la Biblia —relató Tagor Hutasoit—. Uno de los políticos hostiles, que era protestante, nos acusó de provocar malestar religioso en Papúa. Pero la mayoría de los musulmanes del comité nos trataban de manera favorable. Nos dijeron: ‘La Constitución garantiza la libertad de religión, así que tienen el derecho de predicar’”. Después de esta reunión, un alto cargo de Papúa declaró: “El nuevo gobierno [...] mantiene la libertad de religión, y eso es válido también para las nuevas confesiones”.
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Llegan más misionerosAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Llegan más misioneros
El 9 de julio de 1964, el Departamento de Justicia reconoció oficialmente a la Asociación de Estudiantes de la Biblia, una corporación legal que utilizan los testigos de Jehová. Sin embargo, necesitaban registrarse también en el Departamento de Asuntos Religiosos antes de tener plena libertad de acción. Esta agencia recibía asesoría de la Dirección General para la Guía de la Comunidad Cristiana, donde trabajaban muchos protestantes fanáticos que odiaban a los Testigos.
Cierto día, un hermano conoció a un funcionario de alto cargo que era un colaborador de confianza del ministro de Asuntos Religiosos. Cuando los dos se dieron cuenta de que venían del mismo pueblo, mantuvieron una animada conversación en su dialecto nativo. El hermano le contó los problemas que estaban teniendo los Testigos con la Dirección General para la Guía de la Comunidad Cristiana. El funcionario se encargó de que tres hermanos hablaran con el ministro, un amigable y comprensivo musulmán. El resultado fue que, el 11 de mayo de 1968, el ministro emitió un decreto en el que se reconocía a la organización de los testigos de Jehová como una religión. Así se confirmó su derecho de seguir con sus actividades en Indonesia.
El funcionario también se ofreció a ayudarlos para evitar el trámite con la Dirección General para la Guía de la Comunidad Cristiana, a fin de que Testigos de otros países consiguieran visas de misioneros. Gracias a que el administrador fue imparcial, 64 misioneros pudieron entrar en Indonesia en los siguientes años.
En 1968, había unos trescientos misioneros y precursores especiales, y más de mil doscientos publicadores que predicaban por todo el país. Los misioneros ayudaron mucho a los hermanos a progresar espiritualmente. Lo que aprendieron les iba a ser muy útil, pues pronto llegaría una ola de dificultades.
Un “regalo de Navidad”
En 1974, la Dirección General para la Guía de la Comunidad Cristiana reanudó su campaña para prohibir las actividades de los testigos de Jehová. El director general escribió a cada oficina regional del Departamento de Asuntos Religiosos, acusando a los Testigos de no ser una religión registrada legalmente. Además, incitó a los funcionarios a ponerse en contra de los Testigos siempre que les causaran “problemas”. Así animó disimuladamente a que los persiguieran. Aunque la mayoría de los funcionarios no hizo caso, algunos aprovecharon la oportunidad para prohibir las reuniones y la predicación de casa en casa.
El 24 de diciembre de 1976, un periódico dio la noticia de que se había prohibido la actividad de los testigos de Jehová.
Al mismo tiempo, el Consejo Mundial de Iglesias planeaba organizar un congreso internacional en Yakarta. Los musulmanes vieron esto como un acto de provocación y hostilidad contra ellos. En vista de la situación, se decidió cancelar el congreso. El proselitismo cristiano se había convertido en un tema delicado, así que los políticos no estaban tranquilos. El clero, como siempre, se quejó por la predicación de los testigos de Jehová y los culpó de la tensión que existía. Esto hizo que más funcionarios vieran con malos ojos a los Testigos.
Las tensiones religiosas siguieron creciendo. En diciembre de 1975, Indonesia invadió Timor Oriental y, siete meses después, se anexó esta antigua colonia portuguesa. Aunque el fervor nacionalista creció, los hermanos siguieron neutrales. Los jefes militares se enfurecieron porque los Testigos se negaron a participar en las guerras y saludar la bandera (Mat. 4:10; Juan 18:36). Aprovechando la ocasión, el clero le exigió al gobierno que se pusiera en contra de los Testigos, y así fue. A mediados de diciembre de 1976, los líderes religiosos recibieron su “regalo de Navidad”: se prohibió la actividad de los testigos de Jehová.
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Una asamblea inolvidableAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Una asamblea inolvidable
DEL 15 al 18 de agosto de 1963, cientos de publicadores de toda Indonesia y 122 visitantes extranjeros se reunieron en la ciudad de Bandung (Java Occidental) para asistir a la Asamblea Internacional “Buenas Nuevas Eternas”, la primera de este tipo que se celebraba en el país.
Para llevarla a cabo, hubo que vencer muchos obstáculos. Se cambió tres veces su ubicación debido a las celebraciones del día de la Independencia Nacional. Y cuando aumentó la inflación, las autoridades elevaron el precio de los pasajes un 400%, así que algunos hermanos eligieron otros medios de transporte. Por ejemplo, uno de ellos caminó seis días para llegar a la asamblea, y otros 70 viajaron cinco días desde Sulawesi en las abarrotadas cubiertas de los barcos para poder asistir.
Los asambleístas indonesios se emocionaron al conocer a sus hermanos de otros países, incluidos dos miembros del cuerpo gobernante, Frederick Franz y Grant Suiter. Uno de los concurrentes extranjeros dijo: “Los hermanos de este lugar se ven tan felices, siempre están sonriendo”.
Hubo más de 750 asistentes y 34 de ellos se bautizaron. “Esta histórica asamblea hizo que muchas personas interesadas se pusieran de parte de la verdad y avivó el entusiasmo de los hermanos por la predicación”, dijo Ronald Jacka.
Ronald Jacka (a la derecha) discursando en la asamblea “Buenas Nuevas Eternas” de 1963, y su intérprete.
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Decididos a seguir adelanteAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Parte de los asistentes escuchan desde un barco una asamblea durante la prohibición.
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Decididos a seguir adelante
En la sucursal pusieron manos a la obra al enterarse de que sus actividades habían sido prohibidas. “Llevamos los registros confidenciales, las publicaciones y el dinero a sitios seguros por toda Yakarta —explicó Ronald Jacka—. Después nos mudamos a un lugar secreto y, discretamente, vendimos los edificios que habíamos desocupado”.
La mayoría de los hermanos no se acobardaron y siguieron activos. Confiaron en Jehová durante la prohibición, como habían hecho hasta entonces al enfrentarse a pruebas muy duras. Pero la acción del gobierno sorprendió a algunos. Hubo ancianos que cedieron al temor y firmaron declaraciones comprometiéndose a dejar de predicar. Otros revelaron los nombres de miembros de la congregación. La sucursal decidió entonces enviar a hermanos maduros para fortalecer las congregaciones y ayudar a quienes habían cedido. John Booth, del Cuerpo Gobernante, visitó Indonesia y les dio con mucho cariño algunos consejos prácticos.
No había duda: Jehová, el Gran Pastor, estaba dando fuerzas y consolando a su pueblo (Ezeq. 34:15). Los ancianos se tomaban cada vez más en serio sus responsabilidades espirituales, mientras que los publicadores pensaban en nuevos métodos para predicar con discreción (Mat. 10:16). La Sociedad Bíblica de Indonesia publicó una Biblia moderna y a buen precio, así que muchos hermanos compraron ejemplares para ofrecerlos en las casas, a la vez que aprovechaban para hablar del Reino. Otros arrancaban la página de los editores de nuestras publicaciones y se las dejaban a quienes se interesaban por el mensaje. Un gran número de precursores se hacían pasar por vendedores ambulantes, como ya se había hecho durante la ocupación japonesa.
Margarete y Norbert Häusler
Pero en 1977, el Departamento de Asuntos Religiosos atacó de nuevo: se negó a renovar las visas de los misioneros Testigos, así que la mayoría de ellos fueron destinados a otros países.a “Cientos de hermanos fueron al aeropuerto a despedirnos —recuerda Norbert Häusler, que fue misionero en Manado (Célebes Septentrional) junto con su esposa, Margarete—. Cuando íbamos caminando hacia el avión, miramos atrás y vimos una multitud que nos decía adiós con la mano. Desde el otro lado de la pista les oíamos decir: ‘¡Gracias! ¡Gracias por su buen trabajo!’. Subimos al avión y lloramos”.
Violencia en Sumba
Cuando las noticias de la prohibición llegaron a todo el archipiélago, la Comunión de Iglesias de Indonesia pidió a sus miembros que informaran a las autoridades de cualquier actividad de los Testigos. Esto desencadenó una ola de arrestos e interrogatorios en muchas islas.
En Waingapu (isla de Sumba), el comandante militar de distrito llamó a 23 hermanos a su campamento para exigirles que firmaran una declaración de renuncia a su fe. Como los hermanos se negaron, el comandante les ordenó presentarse al día siguiente. Los 23 tuvieron que caminar 14 kilómetros (8 millas) de ida y vuelta.
A la mañana siguiente, se presentaron ante el comandante, que les hizo dar un paso al frente uno por uno para firmar la declaración. Cuando se negaban, los soldados usaban ramas espinosas para golpearlos con tanta brutalidad que los hermanos a veces caían inconscientes. Todos lo veían mientras esperaban su turno. De repente, el joven Mone Kele dio un paso adelante y escribió algo en la declaración. Los corazones de los otros hermanos se encogieron, mientras que el comandante enloqueció de rabia. Mone había escrito: “Estoy decidido a ser testigo de Jehová para siempre”. Lo golpearon tanto que terminó en el hospital. Aun así, su amistad con Jehová permaneció intacta.
Durante once días, el comandante trató de hacer que los hermanos renegaran de su fe. Los obligaba a estar parados todo el día bajo el sol tropical, y los forzaba a gatear varios kilómetros y correr largas distancias cargando mucho peso. Además, mientras les ponía una bayoneta en el cuello, les ordenaba saludar la bandera. Con todo, los hermanos se negaban y el comandante ordenaba que los golpearan todavía más.
Cada mañana, los hermanos caminaban fatigados hasta el campamento, sin saber qué torturas sufrirían ese día. Por el camino, oraban juntos y se animaban los unos a los otros a mantenerse leales. Y cada noche, volvían a sus casas doloridos y ensangrentados, arrastrando los pies, pero felices de haber sido fieles a Jehová un día más.
Al enterarse, los hermanos de la sucursal enviaron varios telegramas protestando por el maltrato que recibían aquellos Testigos. Los destinatarios eran el máximo comandante de Yakarta, el comandante de división de Bali, el comandante regional de Timor, el comandante de Waingapu y otras autoridades. El oficial de Waingapu se avergonzó de la difusión por todo el país de sus actos crueles, y dejó de perseguir a los hermanos.
“Los testigos de Jehová son como los clavos”
En los siguientes años, se detuvo, interrogó y maltrató físicamente a muchos Testigos por toda Indonesia. El misionero Bill Perrie relata: “A muchos hermanos de una zona del país los habían golpeado y habían perdido los dientes delanteros. Cuando conocían a alguno que sí los tenía, le preguntaban en broma: ‘¿Eres nuevo, o has transigido?’. A pesar de todo, quienes habían pasado por pruebas nunca perdieron su alegría y entusiasmo por servir a Jehová”.
“Estar en prisión me enseñó a apoyarme más en Jehová y me fortaleció espiritualmente”
En trece años, 93 Testigos fueron sentenciados a condenas de prisión de entre dos meses y cuatro años. Sin embargo, el maltrato que recibieron les hizo estar más decididos que nunca a ser leales a Jehová. Después de cumplir una condena de ocho meses, Musa Rade visitó a los hermanos de su zona para animarlos a seguir predicando. Dijo: “Estar en prisión me enseñó a apoyarme más en Jehová y me fortaleció espiritualmente. No es extraño que los que nos observan digan: ‘Los testigos de Jehová son como los clavos: cuanto más los golpean, más firmes se mantienen’”.
Publicadores viajan para predicar en Ambon (islas Molucas).
a Los veteranos misioneros Peter Vanderhaegen y Len Davis ya tenían edad para estar jubilados, y Marian Tambunan (Stoove, de soltera) se había casado con un hermano indonesio, así que a los tres se les permitió quedarse en el país. A pesar de la prohibición, siguieron con sus actividades teocráticas y ayudaron a muchos a conocer a Jehová.
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Nunca dejaron de reunirseAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Las bodas se usaban como pretexto para celebrar asambleas.
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Nunca dejaron de reunirse
Durante la proscripción, la mayoría de las congregaciones se reunían en las casas de los hermanos, aunque para no llamar mucho la atención, no cantaban canciones del Reino. Las autoridades entraban por la fuerza en algunos lugares de reunión, pero normalmente los hermanos mantenían la calma.
A menudo, aprovechaban las reuniones familiares o las bodas para celebrar asambleas. “Las parejas, por lo general, registraban el matrimonio y obtenían un permiso policial para hacer un gran banquete de bodas —explicó Tagor Hutasoit—. Durante el banquete, las parejas se sentaban en la plataforma mientras los hermanos presentaban las conferencias bíblicas”.
En una asamblea, un policía se acercó a Tagor en privado y le dijo:
—Casi todas las bodas duran dos o tres horas. ¿Por qué las de los Testigos duran todo el día?
—Porque algunas parejas de recién casados tienen muchos problemas, y necesitan muchos consejos basados en la Biblia —respondió Tagor.
—Ah, claro —asintió el policía.
Utilizando como pretexto una boda múltiple, los hermanos presentaron parte de la asamblea de distrito de 1983, titulada “Unidad del Reino”, en un estadio grande de Yakarta. La asistencia máxima fue de casi 4.000 hermanos y personas interesadas, y 125 se bautizaron en privado antes del programa. Con el tiempo, cuando la prohibición fue menos estricta, se celebraron asambleas más grandes. A una de ellas asistieron más de 15.000 personas.
Se construye la sucursal durante la proscripción
Durante los años ochenta y noventa, la sucursal solicitó en repetidas ocasiones a las autoridades que eliminaran la prohibición contra los Testigos. Hermanos en otros países también escribieron al gobierno indonesio y a sus embajadores preguntándoles por qué la religión de los testigos de Jehová era ilegal en el país. Muchos funcionarios estaban a favor de suspender las restricciones, pero la poderosa Dirección General de Orientación para la Comunidad Cristiana seguía poniendo trabas.
En 1990, los hermanos pensaron que se podría edificar una nueva sucursal en un lugar que no llamara mucho la atención. Ese mismo año, el Cuerpo Gobernante aprobó la compra de terreno cerca de Bogor, una pequeña ciudad a unos 40 kilómetros (25 millas) al sur de Yakarta. Pero pocos hermanos del país sabían de construcción. Así que, ¿quién haría los nuevos edificios?
La solución estaba en la hermandad mundial. La Oficina de Construcción de Brooklyn y la Oficina Regional de Ingeniería de Australia hicieron los planos, y unos cien voluntarios internacionales aportaron los conocimientos necesarios para acabar el proyecto en dos años.
Hosea Mansur, un hermano indonesio que actuaba de enlace con varios empleados públicos del lugar, contó: “Cuando los funcionarios musulmanes veían mis iniciales, H.M., en el casco, pensaban que la “H” era de Hājjī, un título muy valorado que reciben todos los que han peregrinado a la Meca. Por esa razón, me respetaban mucho. Este pequeño malentendido facilitó la organización del trabajo”.
Esta sucursal se construyó durante la prohibición.
Los nuevos edificios se inauguraron el 19 de julio de 1996. John Barr, miembro del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación. La asistencia total fue de 285 personas. Entre ellos estuvieron presentes 118 miembros de otras sucursales y hermanos que habían sido misioneros en Indonesia, y los 59 miembros de la familia Betel. En los dos días siguientes a este acontecimiento, 8.793 hermanos invitados disfrutaron en Yakarta de la Asamblea de Distrito “Mensajeros de la paz de Dios”.
Jehová libera a su pueblo
El presidente Soeharto (Suharto) dimitió en 1998 después de muchos años en el poder, lo que dio lugar a un nuevo gobierno. Los hermanos entonces intentaron con más fuerza que se levantaran las restricciones a sus actividades.
Mientras estaba en Nueva York en el 2001, el secretario de estado, el señor Djohan Effendi, visitó el Betel de Brooklyn y se reunió con tres miembros del Cuerpo Gobernante. Le impresionó lo que vio y reconoció que los testigos de Jehová tienen buena reputación en todo el mundo. El señor Effendi estaba a favor de levantar las restricciones, pero dijo que la decisión final la tomaría el fiscal general de Indonesia, el señor Marzuki Darusman.
El fiscal general también estaba a favor de legalizar la religión de los testigos de Jehová, pero había funcionarios en su departamento que estaban en contra y seguían retrasando el trámite, con la esperanza de que muy pronto él dejara el puesto. Finalmente, el 1 de junio de 2001, se convocó a Tagor Hutasoit a una reunión en la oficina del fiscal general. “Unos veinticinco años antes, en ese mismo despacho, me dieron un documento que decía que las actividades de los testigos de Jehová estaban prohibidas —recordó Tagor—. Pero ese día, el último del señor Marzuki Darusman en el cargo, él me dio un documento que revocaba la prohibición”.
El 22 de marzo de 2002, el Departamento de Asuntos Religiosos registró oficialmente la organización de los testigos de Jehová en Indonesia. El director general del departamento les dijo a los representantes de la sucursal: “Este documento de inscripción no es lo que les da libertad de religión, solo reconoce que están registrados legalmente. La libertad viene de Dios. Ahora tienen los mismos derechos que las demás religiones, y el gobierno está para ayudarles”.
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El amor cristiano reacciona ante la catástrofeAnuario de los testigos de Jehová 2016
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El amor cristiano reacciona ante la catástrofe
LOS terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas perturban con frecuencia la rutina diaria de los indonesios. Cuando ocurren este tipo de catástrofes, el pueblo de Jehová responde con rapidez para ayudar a los afectados, en especial a sus hermanos en la fe. Por ejemplo, en el año 2005, un terremoto muy fuerte destruyó la ciudad de Gunungsitoli, la más grande de la isla de Nias, en Sumatra Septentrional. De inmediato, la sucursal y las congregaciones de la cercana isla de Sumatra enviaron suministros de socorro a las zonas perjudicadas por el terremoto. El superintendente de circuito y un representante de la sucursal volaron a Nias para animar y consolar a los hermanos. “La gente estaba paralizada por el temor —cuenta Yuniman Harefa, un anciano de congregación de la isla—. Pero nosotros sentíamos que no estábamos solos porque la organización de Jehová vino enseguida en nuestra ayuda”.
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La predicación cobra impulsoAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Predicación en un mercado de Yakarta
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La predicación cobra impulso
Las iglesias se alarmaron al enterarse de que los Testigos ya tenían libertad religiosa. Más de setecientos líderes, clérigos y laicos, de siete iglesias protestantes celebraron un seminario en Yakarta a fin de presionar al gobierno para que volviera a prohibir las actividades de los hermanos. Pero las autoridades no cedieron.
Cuando se extendió la noticia de que se había legalizado a los Testigos, muchas personas interesadas en la Biblia escribieron a la sucursal solicitando publicaciones y cursos bíblicos. En el 2003, más de 42.000 personas asistieron a la Conmemoración, más del doble de los publicadores del país. Ese mismo año, casi 10.000 personas estuvieron en una asamblea en Yakarta. Entre ellos había un funcionario de alto rango del Departamento de Asuntos Religiosos, que quedó impresionado al ver a jóvenes y mayores buscar en sus biblias los textos que se mencionaban. Aseguró a los hermanos que iba a corregir la información errónea que se había divulgado sobre los testigos de Jehová.
El fin de la proscripción allanó el terreno para que los misioneros regresaran a Indonesia. Los primeros fueron Josef y Herawati Neuhardt desde las islas Salomón;a Esa y Wilhelmina Tarhonen, Rainer y Felomena Teichmann desde Taiwán, y Bill y Nena Perrie desde Japón. Después se mandó a más misioneros de Galaad a Célebes Septentrional, Kalimantan, Sumatra Septentrional y zonas apartadas del archipiélago.
“Me encantaba ayudar a los estudiantes para que hicieran más por la organización y mejoraran su forma de enseñar y su oratoria” (Julianus Benig)
En el 2005, la sucursal organizó las clases de dos nuevas escuelas teocráticas. Julianus Benig, uno de los maestros de la Escuela de Entrenamiento Ministerial (ahora llamada Escuela para Evangelizadores del Reino), dijo: “Me encantaba ayudar a los estudiantes para que hicieran más por la organización y mejoraran su forma de enseñar y su oratoria”. Muchos hermanos que han asistido a esta escuela ahora son precursores especiales o superintendentes de circuito. La mayoría de los estudiantes de la primera clase de la Escuela para Superintendentes Viajantes ya habían recibido capacitación durante la proscripción, pero la nueva escuela los preparó para seguir con su trabajo después de que se reconociera legalmente a los Testigos.b Ponco Pracoyo, que asistió a la primera clase, explicó: “La escuela me ha ayudado a ser más comprensivo con los hermanos y más organizado en mi labor de superintendente de circuito. El curso fue motivador y renovó mis fuerzas”.
Se satisface la necesidad de construir más Salones
En los 25 años de la proscripción, las reuniones en Indonesia se celebraban en casas de hermanos. Muy pocas congregaciones tenían dinero para edificar un Salón, y era casi imposible obtener los permisos de construcción. Muchas congregaciones habían crecido tanto que no cabían en donde se reunían, así que la sucursal creó la Sección de Construcción de Salones del Reino (ahora llamado Departamento Local de Diseño y Construcción) para resolver el problema.
La isla de Nias (Sumatra) fue de los primeros sitios donde se puso en marcha el nuevo programa de construcción. “Estábamos entusiasmados con la idea de tener un Salón del Reino —cuenta Haogo’aro Gea, que lleva muchos años en la congregación Gunungsitoli—. La sucursal encargó supervisar el proyecto a siete voluntarios de construcción. El salón se terminó en el 2001”. Faonasökhi Laoli, del comité local de construcción, explica: “Antes de tener el Salón del Reino, nos reuníamos en casas y la comunidad nos miraba con desprecio. Pero en cuanto se construyó el salón, el promedio de asistencia a nuestras reuniones subió de 20 personas a 40. Y en un año tuvimos un aumento de un 500%. Nuestro lugar de reuniones es el mejor de la zona y ahora los vecinos nos respetan”.
Un Salón del Reino de Bandung
En el 2006, los hermanos comenzaron a buscar un terreno para construir el primer Salón del Reino de Bandung (Java Occidental). “Tardamos un año en encontrar un lugar adecuado —cuenta Singap Panjaitan, un anciano que participó en el comité de construcción—. Además, si queríamos que nos dieran el permiso de construcción, al menos 60 vecinos no Testigos tenían que aprobar el proyecto. En total, lo hicieron 76, entre ellos una mujer muy influyente que al principio estaba en nuestra contra. Cuando quedó terminado, invitamos al alcalde de Bandung y a todos los vecinos a una jornada de puertas abiertas. El alcalde dijo: ‘Este lugar de reuniones tan limpio y ordenado es un ejemplo para otras iglesias’”. El Salón del Reino de dos plantas se dedicó en el 2010.
Desde el 2001, se han construido más de cien salones en Indonesia, pero hacen falta más.
a La biografía de Herawati Neuhardt apareció en el número de febrero de 2011 de la revista ¡Despertad!
b La Escuela para Superintendentes Viajantes ahora se llama Escuela para Superintendentes de Circuito y sus Esposas.
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Orgullosos de llevar el nombre de JehováAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Orgullosos de llevar el nombre de Jehová
Todos los años que sufrieron oposición, los hermanos en Indonesia siguieron el consejo de Jesús de ser cautelosos como serpientes pero inocentes como palomas (Mat. 10:16). No obstante, cuando esa época acabó, muchos tuvieron que aprender a predicar con valor (Hech. 4:31).
Por ejemplo, algunos hermanos se concentraban en hacer revisitas y dar cursos bíblicos, pero no se atrevían a predicar de casa en casa. Otros no querían hablar a los musulmanes. Muchos se presentaban diciendo que eran cristianos en lugar de testigos de Jehová y utilizaban otras versiones de la Biblia, en vez de la Traducción del Nuevo Mundo en indonesio.a Había quienes no distribuían las publicaciones bíblicas abiertamente.
Algunas de estas costumbres venían de la proscripción. Otras eran culturales, pues en Indonesia las personas prefieren ceder a enfrentarse, y ser sutiles, no directas. ¿Cómo se podría ayudar a los publicadores a cambiar?
Jehová utilizó a cristianos maduros en sentido espiritual para dar el consejo apropiado (Efes. 4:11, 12). Por ejemplo, en el 2010, Stephen Lett, del Cuerpo Gobernante, animó con cariño a los hermanos a defender el nombre de Jehová usando sin reparos la Traducción del Nuevo Mundo al predicar. “El discurso del hermano Lett dejó una profunda huella en los publicadores —comenta el misionero Misja Beerens—. Entendieron que tenían que estar orgullosos de ser testigos de Jehová y de defender la Palabra de Dios”.
Como los musulmanes indonesios asocian a los Testigos con la cristiandad, la versión indonesia del Ministerio del Reino dio este práctico consejo: “Lo mejor es identificarse como testigo de Jehová desde el inicio de la conversación [...]. Representamos a Jehová con orgullo y queremos dar a conocer su nombre y su propósito en nuestro territorio”. Shinsuke Kawamoto, de la sucursal de Indonesia, relata: “Este estilo directo, pero prudente, da buenos resultados. Muchos musulmanes sienten curiosidad por los Testigos, y quieren saber qué nos hace diferentes. Gracias a eso podemos dar un buen testimonio”.
Se animó a los publicadores a que distribuyeran más ejemplares de La Atalaya y ¡Despertad! “Si queremos que el público nos conozca, necesitan leer nuestras revistas —explica Lothar Mihank, el coordinador del Comité de Sucursal—. Estas publicaciones preparan el terreno y hacen que quienes las leen sean más receptivos a la verdad. Cuando las distribuimos sin reservas, damos a más gente la oportunidad de aprender sobre Jehová”.
El impacto de la predicación pública
En el 2013, la sucursal indonesia puso en marcha dos nuevas formas de predicar, aprobadas por el Cuerpo Gobernante: la predicación pública especial en áreas metropolitanas y la predicación pública organizada por la congregación. Estos emocionantes acontecimientos han hecho que más personas oigan el mensaje de la Biblia.
La primera mesa para la predicación pública especial en áreas metropolitanas se puso en un gran centro comercial dedicado a la tecnología, en Yakarta Occidental. Después, las congregaciones de la zona empezaron a usar mesas y exhibidores de publicaciones con ruedas en sus territorios. En un año, había más de cuatrocientos en varias ciudades por toda Indonesia. ¿Con qué resultados?
Yusak Uniplaita, un anciano de Yakarta, dice: “Nuestra congregación solicitaba 1.200 revistas al mes antes de empezar la predicación pública. Seis meses después solicitaba 6.000, y ahora, 8.000. También se distribuyen muchos libros y folletos”. Un pequeño grupo de precursores colocó los carritos en tres lugares de Medan (Sumatra Septentrional). En el primer mes, entregaron 115 libros y unas 1.800 revistas. Dos meses más tarde, unos 60 precursores distribuyeron en siete puntos de la ciudad más de 1.200 libros y 12.400 revistas. “Los hermanos están encantados con los nuevos métodos de predicación, que nos dan una idea del trabajo que queda por hacer —opina el misionero Jesse Clark—. La predicación pública tiene mucho futuro”.
El idioma del corazón
Indonesia está en el centro de una de las regiones de mayor diversidad lingüística del planeta.b La mayoría de la gente habla indonesio, el idioma común en el archipiélago. Pero muchos se comunican en su lengua materna, la que más toca su corazón.
Grupo de traducción al batako toba en Sumatra Septentrional
En el 2012, la sucursal evaluó la necesidad de contar con publicaciones en los idiomas del país. “Empezamos traduciendo a 12 idiomas, que tienen un público de unos 120 millones de personas —relata Tom Van Leemputten—. Cuando los traductores al javanés vieron un esbozo de un tratado en esa lengua, lloraron de alegría. Por fin, tenían alimento espiritual en su idioma”.
Aun así, muchas congregaciones seguían celebrando las reuniones en indonesio, incluso en zonas donde casi todos los habitantes hablaban algún idioma local. “Mi esposa, Carmen, y yo fuimos a una asamblea de circuito en el 2013 en la isla de Nias (Sumatra Septentrional) —recuerda Lothar Mihank—. Aunque la mayoría de los cuatrocientos asistentes hablaba nias, los discursos eran en indonesio. Entonces, después de consultar con los oradores, les dijimos a los presentes que el programa del día siguiente se daría en nias. Más de seiscientas personas abarrotaron el auditorio”. Carmen comenta: “Era evidente que prestaban más atención que cuando se presentaron los discursos en indonesio el día anterior. Les encantaba oír el mensaje de la Biblia en su lengua materna y entenderlo bien”.
Una mujer sorda recibe ayuda espiritual.
En Indonesia, hasta los sordos “oyen” la verdad en su idioma. Desde el 2010, el Equipo de Traducción al Lenguaje de Señas Indonesio ha producido siete folletos y ocho tratados. Además, la sucursal ha organizado 24 clases de lenguaje de señas con un total de 750 estudiantes. Hoy en día, hay 23 congregaciones y grupos que dan ayuda espiritual y consuelo a unos tres millones de sordos.
De momento, el Departamento de Traducción se compone de 37 equipos. Hay 117 traductores y 50 personas de apoyo que trabajan en 19 centros ubicados por todo el país.
a La Traducción del Nuevo Mundo completa en indonesio se presentó en 1999. Los traductores trabajaron mucho por siete años durante la prohibición para acabar el proyecto. Varios años después, se publicaron los dos volúmenes de la enciclopedia bíblica Perspicacia para comprender las Escrituras y la Watchtower Library en CD-ROM, una extraordinaria labor de traducción.
b En Indonesia existen 707 lenguas vivas y en su vecino oriental, el país de Papúa Nueva Guinea, 838.
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Una sucursal de alturaAnuario de los testigos de Jehová 2016
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INDONESIA
Una sucursal de altura
Oficinas en el piso 31
La sucursal se quedó pequeña cuando Indonesia alcanzó un máximo de 21.699 publicadores en el 2008. Sus instalaciones estaban en una zona apartada porque se habían construido durante la proscripción. Todo indicaba que hacía falta una sucursal más grande y más cerca de la ciudad.
Unos dos años más tarde, se compró toda la planta 31 de una torre de oficinas muy moderna de 42 pisos, cerca del centro de Yakarta. No lejos de allí, los hermanos compraron 12 plantas de un edificio de apartamentos para las viviendas de unos 80 betelitas. También adquirieron un edificio de 5 pisos para los departamentos que atienden el Hogar Betel. ¡Qué diferente era de la anterior sucursal!
Las viviendas de los betelitas ocupan 12 pisos de esta torre.
Un equipo de siervos de construcción de varios países trabajaron con contratistas de la zona para reformar las oficinas y los apartamentos. “Jehová nos ayudó a resolver problemas que parecían no tener solución —comenta el superintendente de construcción, Darren Berg—. Por ejemplo, queríamos instalar una planta de tratamiento de aguas residuales muy moderna, pero las autoridades no nos daban permiso porque no conocían este tipo de tecnología. Entonces, un hermano indonesio que es ingeniero le presentó el caso a un funcionario de alto rango, quien aprobó nuestra petición y dijo que confiaba totalmente en la recomendación de los hermanos”.
“Ya no nos escondemos. La gente nos conoce y se da cuenta de que no pensamos rendirnos jamás”
La nueva sucursal se inauguró el 14 de febrero de 2015. Anthony Morris III, miembro del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso de dedicación. Por su parte, Vincent Witanto Ipikkusuma, del Comité de Sucursal, dijo: “Ahora nuestras oficinas están en una zona muy prestigiosa de la ciudad, junto a empresas líderes en el país. Ya no nos escondemos. La gente nos conoce y se da cuenta de que no pensamos rendirnos jamás”.
Comité de Sucursal (de izquierda a derecha): Budi Sentosa Lim, Vincent Witanto Ipikkusuma, Lothar Mihank y Hideyuki Motoi
“Predicar aquí es una maravilla”
En los últimos años, cada vez más Testigos de todas partes del mundo se han mudado a Indonesia. Lothar Mihank explica: “Quienes se mudan para predicar hacen un buen trabajo en países como el nuestro. Estos hermanos aportan su experiencia y madurez, y contagian su entusiasmo a las congregaciones. Además, contribuyen a que todos valoren más la hermandad mundial”. ¿Qué los motiva a mudarse? ¿Cómo les va? Leamos lo que han comentado.
“Se mudaron para ayudar”
1. Janine y Dan Moore
2. Mandy y Stuart Williams
3. Casey y Jason Gibbs
4. Mari (en primer plano, a la derecha) y Takahiro Akiyama (en segundo plano, a la derecha)
Jason y Casey Gibbs, de Estados Unidos, cuentan: “Miramos en el Anuario el número de habitantes por publicador de los países, y vimos que Indonesia es uno de los lugares donde hacen falta más predicadores. Entonces, algunos de nuestros amigos que se habían mudado allí para ayudar nos dijeron que había mucho trabajo por hacer. Así que llamamos a la sucursal del país y nos indicaron que fuéramos a Bali. Los hermanos estaban empezando a predicar a las personas de habla inglesa, por lo que pudimos ser útiles desde que llegamos. Pensábamos venir aquí por un año y ya llevamos tres. La mayoría de la gente en el territorio nunca ha oído hablar de los testigos de Jehová. ¡Nos encanta predicar en esta zona!”.
Stuart y Mandy Williams, un matrimonio de mediana edad de Australia, comentan: “Decidimos mudarnos a Indonesia porque queríamos encontrar a quienes desean saber la verdad. En Malang (Java Oriental), hemos conocido a cientos de estudiantes universitarios de habla inglesa a quienes les gusta escuchar las buenas nuevas. ¡Les encanta el sitio jw.org! Predicar aquí es increíble”.
Takahiro y Mari Akiyama, que son precursores en Yogyakarta (isla de Java), dicen: “Nos sentimos más seguros aquí que en Japón. La gente es amable y educada, y muchos, sobre todo los jóvenes, sienten curiosidad por otras religiones. Un día, mientras atendíamos la mesa de predicación pública, entregamos 2.600 revistas en tan solo cinco horas”.
Dan y Janine Moore, un matrimonio de casi 60 años, explican: “La gente se acerca a nosotros cuando predicamos. Al principio, les sonreímos y ellos nos devuelven la sonrisa. De la curiosidad pasan al interés y, al final, les emociona mucho lo que escuchan. Cuando les mostramos un texto en la Biblia, algunos nos preguntan: ‘¿Puedo anotarlo?’. Les impresiona la sabiduría de la Palabra de Dios. Llevamos aquí un año y nos arrepentimos de no haber venido antes. Buscábamos nuevos retos en nuestro servicio a Jehová y aquí los hemos encontrado”.
Misja y Kristina Beerens llegaron en el año 2009 para servir de misioneros y ahora él es superintendente viajante en compañía de su esposa. Ellos cuentan: “La reacción de la gente a la predicación es fantástica, incluso en la isla de Madura (Java Oriental), uno de los sitios de Indonesia donde viven más musulmanes conservadores. Hay quien se detiene y nos pide las revistas cuando va en auto. Nos dice: ‘Soy musulmán, pero me gustan mucho estas revistas. ¿Me pueden dar algunas más para mis amigos?’. Predicar aquí es una maravilla”.
Los campos están blancos para la siega
Cuando Frank Rice llegó a Yakarta en 1931, unos 60 millones de personas vivían en el archipiélago. Indonesia ocupa hoy en día el cuarto lugar en la lista de países con más habitantes del mundo, pues su población es de casi 260 millones.
Al mismo tiempo, el número de testigos de Jehová en Indonesia también ha aumentado. En 1946, un grupo de diez publicadores fieles salió airoso de la catástrofe de la segunda guerra mundial. Ese pequeño grupo ha crecido con la bendición de Jehová hasta alcanzar la cifra de 26.000 en la actualidad. Pero todavía puede crecer más, ya que 55.864 personas asistieron a la Conmemoración en el año 2015.
Jesús dijo: “Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega” (Mat. 9:37, 38). Estas palabras son muy ciertas en el caso de los hermanos de Indonesia, que están decididos a seguir trabajando para glorificar el gran nombre de Jehová (Is. 24:15).
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Valoraba las riquezas espiritualesAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Valoraba las riquezas espirituales
Thio Seng Bie
AÑO DE NACIMIENTO: 1906
AÑO DE BAUTISMO: 1937
OTROS DATOS: Fue un anciano fiel que sufrió violencia racial (relatado por su hija, Thio Sioe Nio).
EN MAYO de 1963, estallaron revueltas contra los chinos en Java Occidental. La ciudad más afectada fue Sukabumi, donde mi familia tenía una empresa de transportes. Cientos de personas enloquecidas, incluidos algunos de nuestros vecinos, se abrieron paso a golpes hasta meterse en nuestra casa. Aterrorizados, nos apiñamos mientras los rebeldes destruían o saqueaban nuestras pertenencias.
Cuando la turba se fue, otros vecinos vinieron a consolarnos. Mi padre se sentó con ellos en el suelo de la sala y, entre un montón de cosas rotas, encontró su Biblia en sundanés. Con ella les mostró que este tipo de sucesos estaban predichos, y después les habló de la esperanza del Reino.
Mi padre nunca se centró en las riquezas materiales; más bien, siempre nos recordaba: “Los asuntos espirituales son lo primero”. Gracias a su fiel ejemplo, mi abuelo de 90 años, mi madre, mis cinco hermanos y yo, y otros muchos parientes y vecinos aceptaron la verdad.
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Un precursor muy valienteAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Un precursor muy valiente
André Elias
AÑO DE NACIMIENTO: 1915
AÑO DE BAUTISMO: 1940
OTROS DATOS: Fue un precursor valiente que se mantuvo firme ante interrogatorios y amenazas.
DURANTE la segunda guerra mundial, el hermano Elias y su esposa, Josephine, comparecieron ante las autoridades en Sukabumi (Java Occidental) en el cuartel general de la temida Kempeitai, la policía militar japonesa. Interrogaron primero a André y lo bombardearon con preguntas como: “¿Quiénes son los testigos de Jehová? ¿Eres enemigo del gobierno japonés? ¿Eres un espía?”.
“Somos siervos del Dios todopoderoso y no hemos hecho nada malo”, respondió André. Entonces el comandante bajó de la pared una espada samurái y la sostuvo en alto.
“¡Debería matarte ya!”, vociferó. André apoyó la cabeza en el escritorio y oró en silencio. Tras una larga pausa se oyeron unas risotadas. “¡Eres muy valiente!”, le dijo el comandante. A continuación llamó a Josephine. Al ver que su testimonio coincidía con el de André, gritó: “¡Ustedes no son espías... largo de aquí!”.
Varios meses después, André fue delatado por “falsos hermanos” y encarcelado (2 Cor. 11:26). Durante varios meses, sobrevivió comiendo desperdicios que recogía del desagüe de la celda. Los carceleros no consiguieron que transigiera. Cuando Josephine pudo visitarlo, André le dijo susurrando a través de las rejas: “No te preocupes. Sea que me maten o me liberen, seguiré fiel a Jehová. Prefiero morir antes que convertirme en un traidor”.
Tras pasar seis meses en la cárcel, André se encargó de su propia defensa ante el Tribunal Supremo de Yakarta y fue puesto en libertad.
Alrededor de 30 años después, cuando el gobierno indonesio prohibió de nuevo a los testigos de Jehová, el fiscal de distrito de Manado (Célebes Septentrional) citó a André en su oficina.
—¿Sabía usted que los testigos de Jehová están prohibidos? —preguntó.
—Sí, señor —respondió André.
—Entonces, ¿ya está listo para cambiar de religión? —añadió el fiscal.
André se inclinó hacia adelante y, con un expresivo gesto, se golpeó el pecho y declaró con toda convicción: “¡Ni arrancándome el corazón lograrán que cambie de fe!”.
El fiscal le pidió a André que se marchara y nunca volvió a molestarlo.
André murió en el año 2000, a la edad de 85 años, después de haber sido un entusiasta precursor por unos sesenta años.
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“Para mí, ella era como Sara”Anuario de los testigos de Jehová 2016
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“Para mí, ella era como Sara”
Titi Koetin
AÑO DE NACIMIENTO: 1928
AÑO DE BAUTISMO: 1957
OTROS DATOS: Su esposo estaba en contra de la verdad, pero ella lo ayudó con paciencia a aceptarla (relatado por su hijo, Mario Koetin).
MI MADRE era una persona cariñosa y extrovertida a quien le encantaba leer la Biblia. Cuando conoció en Manado (Célebes Septentrional) a una misionera llamada Gertrud Ott, aceptó sin dudar un curso de la Biblia y se hizo Testigo. Mi padre, Erwin, era un banquero prominente que con el tiempo se convirtió en el presidente de la Bolsa de Valores de Yakarta. Al enterarse de la nueva religión de mi madre, se puso en contra de ella con todas sus fuerzas.
Un día mi padre le dio un ultimátum:
—¡Tu religión o tu esposo! ¡Escoge! —gritó enojado.
Mi madre pensó bien antes de responder y entonces dijo con amabilidad: “Quiero a Ios dos, a mi esposo y a Jehová”.
Mi padre se quedó sin palabras, y se calmó.
Con el tiempo, él se hizo más tolerante, porque la quería mucho y valoraba su sabiduría y perspicacia.
Sin embargo, mi madre deseaba que adoraran juntos a Jehová. Después de orar sobre este asunto, recordó que a mi padre le gustaba aprender idiomas. Así que decidió pegar textos bíblicos escritos en inglés por toda la casa. “Quiero mejorar mi inglés”, le dijo. También, como ella sabía que él le daba mucha importancia a hablar en público, le pidió que le ayudara a ensayar sus discursos de la Escuela del Ministerio Teocrático, y él aceptó. Además, él era un hombre hospitalario, así que le preguntó si podrían hospedar al superintendente de circuito, y él estuvo de acuerdo. Un día, apelando al amor que él sentía por su familia, mi madre le preguntó con tacto si le gustaría venir con nosotros a la asamblea, y él accedió.
La paciencia y la prudencia de mi madre ablandaron el corazón de mi padre. Más tarde, cuando nuestra familia se mudó a Inglaterra, él comenzó a asistir a las reuniones y se hizo amigo del hermano John Barr, quien fue miembro del Cuerpo Gobernante. Ese mismo año, papá se bautizó, lo que alegró muchísimo a mamá. Desde entonces, él siempre la trató con mucho cariño.
El carácter decente, respetuoso y espiritual de mi madre dejó huella
Algunos de nuestros amigos comparan a mi madre con Lidia, una cristiana del primer siglo que fue muy hospitalaria (Hech. 16:14, 15). Pero a mí me hace pensar en Sara, quien fue feliz colaborando con su esposo, Abrahán (1 Ped. 3:4-6). Mi madre fue una persona decente, respetuosa y muy espiritual, que dejó huella en todos los que la conocieron. Su ejemplo ayudó a mi padre a ser Testigo. Para mí, ella era como Sara.
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Sobreviví a una revuelta comunistaAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Sobreviví a una revuelta comunista
Ronald Jacka
AÑO DE NACIMIENTO: 1928
AÑO DE BAUTISMO: 1941
OTROS DATOS: Fue siervo de sucursal en Indonesia durante más de veinticinco años.
EN LA madrugada del 1 de octubre de 1965, tropas vinculadas al Partido Comunista Indonesio mataron a seis destacados generales en un intento de golpe de estado. La respuesta del gobierno fue rápida y despiadada, y unos quinientos mil presuntos comunistas fueron asesinados en una masacre nacional.
Algunas semanas después de lo ocurrido, un comandante militar me dijo que yo era el primero de una lista de líderes religiosos de nuestra zona a quienes los comunistas habían planeado eliminar. Se ofreció a enseñarme la tumba que habían cavado para mí, pero rechacé cortésmente su propuesta. En un ambiente político tan cargado, no quería que me vieran con él, ya que eso pondría en duda mi neutralidad cristiana.
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Cincuenta años de precursor especialAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Cincuenta años de precursor especial
Alisten Lumare
AÑO DE NACIMIENTO: 1927
AÑO DE BAUTISMO: 1962
OTROS DATOS: Había sido inspector de policía. Sirvió como precursor especial durante cincuenta años.
SE ME destinó a servir de precursor en Manokwari (Papúa Occidental), en 1964. El clero se oponía brutalmente a la pequeña congregación de aquel lugar. Cuando llevaba poco tiempo allí, un ministro protestante llegó a mi casa hecho una furia.
“¡Voy a destruir esta casa y eliminar a los testigos de Jehová de Manokwari!”, gritó el ministro, muy enojado.
No me intimidaban sus amenazas, pues fui policía, así que le respondí con calma, y al final se fue tranquilo (1 Ped. 3:15).
En aquel momento había ocho publicadores en Manokwari. Cincuenta años después, hay siete congregaciones en esta zona. Más de mil doscientas personas asistieron a la asamblea regional en el 2014. Cuando me paro a pensar en todo lo que Jehová ha conseguido en este lugar tan aislado, siento una profunda satisfacción.
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De cabecilla de una banda criminal a ciudadano respetableAnuario de los testigos de Jehová 2016
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De cabecilla de una banda criminal a ciudadano respetable
Hisar Sormin
AÑO DE NACIMIENTO: 1911
AÑO DE BAUTISMO: 1952
OTROS DATOS: Aunque había sido cabecilla de una banda criminal, llegó a formar parte del Comité de Sucursal.
EN CIERTA ocasión, los servicios de inteligencia del país convocaron al hermano Sormin a la oficina del Fiscal del Estado.
“Usted es indonesio, así que sea sincero conmigo —dijo el funcionario—. ¿A qué se dedican en realidad los testigos de Jehová?”.
“Se lo explicaré —contestó el hermano Sormin—. Antes yo era el jefe de una banda criminal, pero ahora enseño a otros sobre la Biblia. A eso se dedican los testigos de Jehová en Indonesia: convierten a personas que no sirven para nada en buenos ciudadanos”.
El director de los servicios de inteligencia declaró: “Oigo muchas quejas sobre los testigos de Jehová, pero sé que es una buena religión porque ayudó al señor Sormin a cambiar”.
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Jamás renunciamos a nuestra feAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Jamás renunciamos a nuestra fe
Daniel Lokollo
AÑO DE NACIMIENTO: 1965
AÑO DE BAUTISMO: 1986
OTROS DATOS: Un precursor especial que fue fiel en tiempos de persecución.
MIENTRAS dirigía una reunión en la ciudad de Maumere (isla de Flores), el 14 de abril de 1989, unos agentes del gobierno entraron en la casa y nos arrestaron a mí y a tres hermanos más.
Los guardias de la cárcel intentaron forzarnos a hacer el saludo a la bandera. Cuando nos negamos, nos dieron palizas, patadas y nos hicieron permanecer de pie al sol ardiente durante cinco días. Por la noche, temblábamos sobre el duro suelo de cemento de nuestras minúsculas celdas, sucios, exhaustos y doloridos por los golpes. Uno de los guardias insistía en que transigiéramos, pero nosotros contestábamos: “Aunque nos maten, no haremos el saludo a la bandera”. Al igual que muchos otros cristianos antes que nosotros, sentíamos que era un privilegio sufrir “por causa de la justicia” (1 Ped. 3:14).
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La obediencia nos mantuvo con vidaAnuario de los testigos de Jehová 2016
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La obediencia nos mantuvo con vida
Blasius da Gomes
AÑO DE NACIMIENTO: 1963
AÑO DE BAUTISMO: 1995
OTROS DATOS: Es un anciano que cuidó con amor de la congregación durante un conflicto religioso en Ambon (islas Molucas).
LA ENEMISTAD entre musulmanes y cristianos provocó un conflicto violento el 19 de enero de 1999. Ocurrió a unos 3 kilómetros (1,8 millas) de mi casa y resultó en un caos.a
Después de ver que mi familia estaba a salvo, llamé por teléfono a otros publicadores. Les pedí que mantuvieran la calma y evitaran las zonas de peligro. Luego los ancianos visitaron a los hermanos para fortalecerlos espiritualmente y animarlos a reunirse en grupos pequeños.
La sucursal pidió que desalojáramos a los hermanos que vivían en lugares peligrosos, así que les dimos esa instrucción a varias familias. Un grupo armado mató a un hermano que se negó a marcharse. Pero todos los que obedecieron las instrucciones de la sucursal sobrevivieron.
a El conflicto en las Molucas duró más de dos años e hizo que decenas de miles de personas dejaran sus hogares.
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Jehová nos dio más de lo que imaginábamosAnuario de los testigos de Jehová 2016
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Jehová nos dio más de lo que imaginábamos
Angeragō Hia
AÑO DE NACIMIENTO: 1957
AÑO DE BAUTISMO: 1997
OTROS DATOS: Regresó a su aldea natal en la isla de Nias y ayudó a formar una congregación.
EN EL 2013, nuestra pequeña congregación en Tugala Oyo recibió noticias emocionantes: al fin tendríamos un Salón del Reino. Las autoridades de la zona le dieron el visto bueno al proyecto, y 60 vecinos firmaron la solicitud que hicimos. Hasta nos dijeron: “Y si quieren 200 firmas, se las daremos también”.
Llegaron dos voluntarios de construcción para supervisar la obra, y en noviembre de 2014 se terminó el Salón del Reino. Jamás soñamos que quedaría así de espectacular. Sin duda, Jehová nos dio más de lo que imaginábamos.
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¡Juntas por fin!Anuario de los testigos de Jehová 2016
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¡Juntas por fin!
Relatado por Linda y Sally Ong
Linda: Cuando tenía 12 años, mi madre me confesó que yo tenía una hermana menor. También me dijo que la había dado en adopción. Aunque crecí sin conocerla, me preguntaba si había nacido sorda igual que yo.
Sally: Nunca supe que fui adoptada. Mi “madre” era una mujer muy cruel que me golpeaba a cada rato y me trataba como su esclava. Crecí sintiéndome muy triste y sola. Y para colmo, era sorda de nacimiento. Con el tiempo, conocí a los testigos de Jehová y empecé a estudiar la Biblia. Cuando mi “madre” se enteró, me pegó con una correa y cambió la cerradura de la puerta para que no pudiera salir. A la edad de 20 años, me escapé de la casa. Los Testigos me acogieron, y me bauticé a principios del 2012.
Linda: Empecé a estudiar la Biblia cuando tenía 20 años y llegué a asistir a las asambleas de distrito en Yakarta que se interpretaban al lenguaje de señas. Allí conocí a muchos sordos y a Sally, una muchacha Testigo que vivía en Sumatra Septentrional. Había algo en ella que me parecía muy conocido, pero no le seguí dando vueltas al asunto.
Sally: Linda y yo nos hicimos súper amigas. Aunque pensaba que nos parecíamos, no le presté mucha atención a esa idea.
Linda: Justo un día antes de bautizarme, en agosto de 2012, sentí que tenía que encontrar a mi hermana menor. Recuerdo que le dije a Jehová: “Te lo ruego, ayúdame a encontrarla, quiero enseñarle sobre ti”. Unos días después, sucedió algo inesperado: alguien que sabía lo de mi hermana menor le mandó un mensaje de texto a mi madre. Este fue el primer paso que condujo a nuestro reencuentro.
Sally: Cuando Linda me explicó que yo era su hermana, inmediatamente viajé a Yakarta para encontrarme con ella. A la salida del control de seguridad del aeropuerto, vi que todos me estaban esperando: Linda, mi padre, mi madre y mi otra hermana mayor. Yo temblaba de emoción. Todos nos abrazamos y besamos, pero mi madre fue la que más me abrazó. Mientras todos llorábamos, mis padres me pidieron perdón por haberme dado en adopción, y entonces lloramos y nos abrazamos todavía más.
Linda: Nos criaron de maneras muy diferentes, por lo que cada una ha tenido que adaptarse a la personalidad y a las costumbres de la otra. Pero nos queremos muchísimo.
Sally: Ahora vivimos juntas y vamos a la misma congregación de lenguaje de señas en Yakarta.
Linda: Sally y yo estuvimos separadas por más de veinte años. Pero, gracias a Jehová, estamos juntas por fin.
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