-
“¡Ahí es donde quiero empezar!”Anuario de los testigos de Jehová 2016
-
-
Las buenas nuevas llegan a Sumatra
Alrededor de 1936, los precursores se plantearon cómo llevarían el mensaje a Sumatra, la sexta isla más grande del mundo. Esta isla montañosa se extiende sobre el ecuador y alberga grandes ciudades y plantaciones, además de extensas zonas pantanosas y selvas.
Entre todos decidieron que enviarían a Frank Rice, así que reunieron el escaso dinero que tenían y le pagaron el pasaje. Poco después, Frank llegaba a Medan, al norte de Sumatra. Iba cargado con sus dos maletines de predicar, 40 cajas de publicaciones y algo de dinero en el bolsillo. Como era un hombre de fe inquebrantable, inmediatamente se puso a predicar, confiando en que Jehová le daría lo necesario para cumplir con su misión (Mat. 6:33).
Durante su última semana de predicación en Medan, conoció a un simpático señor holandés que le invitó a tomar café. Frank le comentó que necesitaba un auto para predicar por toda la isla. El hombre señaló a uno averiado que tenía en su jardín y le dijo:
—Si lo reparas, es tuyo por 100 florines.b
—No tengo 100 florines —contestó Frank.
—Pero ¿no querías predicar en toda Sumatra? —le preguntó el señor mirándolo fijamente.
—Claro —respondió Frank.
—Bueno. Si lo arreglas, te lo llevas. Cuando consigas el dinero, me lo pagas —dijo el señor.
Henry Cockman en Sumatra con Jean y Clem Deschamp, en 1940
Frank puso manos a la obra, y en un abrir y cerrar de ojos lo dejó como nuevo. Escribió: “Con el auto lleno de publicaciones, el depósito lleno de gasolina y el corazón lleno de fe, me fui a predicar a la gente de Sumatra”.
Un año más tarde, Frank volvió a Yakarta tras haber recorrido toda la isla. Allí vendió el auto por 100 florines y envió el dinero al señor holandés que vivía en Medan.
-