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  • Jehová es nuestra herencia
    La Atalaya 2011 | 15 de septiembre
    • Jehová es nuestra herencia

      “Yo soy la parte que te corresponde, y tu herencia, en medio de los hijos de Israel.” (NÚM. 18:20)

      1, 2. a) ¿Qué ocurrió con la tribu de Leví cuando se repartió la Tierra Prometida? b) ¿Qué les prometió Jehová a los levitas?

      UNA vez que Israel conquistó gran parte de la Tierra Prometida, llegó el momento de repartirla. De ello se encargaron Josué, el sumo sacerdote Eleazar y los cabezas de las tribus (Núm. 34:13-29). Ellos le asignaron una porción a cada tribu, pero no le entregaron ninguna a la de Leví (Jos. 14:1-5). ¿Por qué no? ¿Será que la pasaron por alto? ¿O acaso no le correspondía ninguna parte o herencia?

      2 En realidad, Jehová no tenía ninguna intención de abandonar a los levitas. De hecho, él mismo le había asegurado a Aarón como representante de esta tribu: “Yo soy la parte que te corresponde, y tu herencia, en medio de los hijos de Israel” (Núm. 18:20).

  • Jehová es nuestra herencia
    La Atalaya 2011 | 15 de septiembre
    • Jehová cuida a la tribu de Leví

      3. ¿Cómo llegó la tribu de Leví a encargarse del sacerdocio?

      3 Antes de la Ley mosaica, cada cabeza de familia se encargaba de las labores sacerdotales. Pero cuando se instituyó la Ley, estas funciones quedaron reservadas a la tribu de Leví, cuyos hombres se dedicarían exclusivamente a trabajar como sacerdotes o ayudantes de estos. ¿Cómo se llegó a este sistema? Recordemos que, cuando Jehová dio muerte a los primogénitos varones de Egipto, explicó que había santificado a los primogénitos de Israel, es decir, los había convertido en propiedad suya a fin de que le sirvieran. Sin embargo, más tarde decidió utilizar a los levitas “en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel”. Eso sí, como el número total de primogénitos resultó ser mayor que el de levitas, mandó pagar un rescate para compensar la diferencia (Núm. 3:11-13, 41, 46, 47). A partir de entonces, la tribu de Leví comenzó su servicio sagrado en la nación.

      4, 5. a) ¿En qué sentido era Jehová la herencia que les correspondía a los levitas? b) ¿Cómo cuidaba Dios a los levitas?

      4 Como vimos, la tribu de Leví no obtuvo ningún terreno; más bien, la “herencia” que le correspondió fue un valiosísimo servicio: “el sacerdocio de Jehová” (Jos. 18:7). Por eso él le dijo en Números 18:20: “Yo soy la parte que te corresponde”. Ahora bien, ¿estaban condenados los levitas a vivir en la pobreza por no poseer campos? El contexto muestra que no (léase Números 18:19, 21, 24). “En cambio por su servicio”, las familias de la nación les entregaban “toda décima parte en Israel como herencia”, es decir, un diez por ciento de las cosechas y de los animales que nacían. A su vez, los levitas reservaban la décima parte de lo que recibían —lo más selecto⁠— para dársela a los sacerdotes (Núm. 18:25-29).a Estos últimos también recibían “todas las contribuciones santas” que los israelitas llevaban al santuario. Sin duda, los sacerdotes podían confiar plenamente en que Jehová cubriría sus necesidades.

      5 Según parece, la Ley mosaica mandaba que todas las familias reservaran otra décima parte de sus ganancias para su propio sustento y disfrute durante las asambleas anuales (Deu. 14:22-27). No obstante, en algunas ocasiones —al final del tercer y sexto año del ciclo sabático de siete años⁠— debían utilizar este segundo diezmo para ayudar a los pobres y los levitas. ¿Por qué se beneficiaban también los levitas? Porque ellos no tenían ni “participación ni herencia” en Israel (Deu. 14:28, 29).

      6. Si los levitas no heredaron ninguna tierra, ¿dónde vivían?

      6 Si los levitas no heredaron ninguna tierra, ¿dónde vivían? Jehová cuidó de ellos, pues les asignó ciertas ciudades y campos adyacentes. En total, disponían de 48 poblaciones —entre ellas, las seis ciudades de refugio⁠— donde residían cuando no estaban trabajando en el santuario (Núm. 35:6-8). Es evidente que Dios atendía con creces las necesidades de quienes se dedicaban por completo a su servicio. ¿Cómo podían demostrar ellos que realmente veían a Jehová como su herencia? Confiando en que él tenía la capacidad y el deseo de cuidarlos.

      7. ¿Qué debían demostrar los levitas para que Jehová fuera su herencia?

      7 A veces había israelitas que no pagaban el diezmo. Aunque tal negligencia no era castigada por la Ley mosaica, perjudicaba a todos los levitas, incluidos los sacerdotes. Eso fue lo que les ocurrió en tiempos de Nehemías. Como consecuencia, se vieron obligados a trabajar en sus campos y descuidaron su servicio sagrado (léase Nehemías 13:10). Los miembros de la tribu de Leví dependían para su sustento de que el resto de la nación fuera obediente. Sin duda, necesitaban demostrar confianza en Jehová y en el medio que había establecido para cuidarlos.

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