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Flexibilidad, pero supeditada a las normas divinas¡Despertad! 1997 | 22 de enero
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Una sólida relación con Jehová
La intolerancia prospera en un clima de ansiedad. Ahora bien, si tenemos una relación íntima y personal con Dios, gozaremos de un sentido de seguridad que nos ayudará a mantener el equilibrio. Leemos en Proverbios 18:10: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección”. Ni a nosotros ni a nuestros seres queridos nos sobrevendrá daño alguno que el Creador no subsane a su debido tiempo.
Alguien que se benefició mucho de su relación estrecha con Dios fue el apóstol Pablo. Cuando era judío y se llamaba Saulo, persiguió a los seguidores de Jesucristo e incurrió en culpa de sangre. Pero se hizo cristiano, llegó a ser el apóstol Pablo y se dedicó por entero a la evangelización. Pablo fue de mente abierta y predicó a todos, “tanto a griegos como a bárbaros, tanto a sabios como a insensatos”. (Romanos 1:14, 15; Hechos 8:1-3.)
¿Cómo logró cambiar? Obtuvo conocimiento exacto de las Escrituras y así creció en amor al imparcial Creador. Pablo aprendió que Dios es justo, pues no juzga a nadie por la cultura o la raza, sino por lo que es y hace. Así pues, para Dios las obras son relevantes. Pedro señaló que “Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto”. (Hechos 10:34, 35.) El Todopoderoso no tiene prejuicios, a diferencia de los líderes mundiales, que a veces recurren premeditadamente a la intolerancia para lograr sus fines.
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Flexibilidad, pero supeditada a las normas divinas¡Despertad! 1997 | 22 de enero
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Theofano, estudiante griega, indicó que convivir con personas de distinta extracción la ayudaba a entenderlas mejor. “Es esencial —dijo— tratar de comprender su mentalidad sin imponerles la nuestra.” Por tanto, al conocer mejor a alguien, quizás descubramos que sus gustos gastronómicos, aun el acento, no son tan raros. Si no llevamos siempre la voz cantante ni procuramos tener la última palabra, aprenderemos muchas cosas útiles escuchando sus opiniones. Sin duda, la persona de miras amplias le saca mayor partido a la vida.
En cuestión de gustos conviene ser flexible y dejar que cada uno disfrute de los suyos. No obstante, cuando entra en juego la obediencia al Creador, hay que ser firme. El Dios Omnipotente no tolera todo tipo de conducta, como lo demostró en el trato con sus siervos de la antigüedad.
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