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Confianza en Jehová frente a la adversidadLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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Predicciones exactas
23. a) ¿Qué mandato recibe ahora Isaías? b) ¿Cómo se confirma la señal de la tabla?
23 Isaías vuelve ahora a referirse a la situación presente. La coalición siroisraelita aún asedia a Jerusalén cuando el profeta da este informe: “Jehová procedió a decirme: ‘Toma para ti una tabla grande y escribe sobre ella con estilo de hombre mortal: “Maher-salal-has-baz”. Y déjeseme tener atestación para mí mismo por testigos fieles, Urías el sacerdote y Zacarías el hijo de Jeberekías’” (Isaías 8:1, 2). El nombre Maher-salal-has-baz significa “¡Apresúrate, oh Despojo! Él Ha Venido Rápidamente al Saqueo”. Isaías solicita a dos hombres respetados de la comunidad que sean testigos de que escribe ese nombre en una tabla grande, para que posteriormente puedan confirmar la autenticidad del documento. Esta señal, no obstante, se verá corroborada por otra, una segunda.
24. ¿Qué efecto debería tener en el pueblo de Judá la señal de Maher-salal-has-baz?
24 Dice Isaías: “Entonces me acerqué a la profetisa, y ella quedó encinta, y con el tiempo dio a luz un hijo. Jehová ahora me dijo: ‘Ponle por nombre Maher-salal-has-baz, porque antes que el muchacho sepa clamar: “¡Padre mío!”, y: “¡Madre mía!”, uno se llevará los recursos de Damasco y el despojo de Samaria delante del rey de Asiria’” (Isaías 8:3, 4). Tanto la tabla grande como el recién nacido serán señales de que Asiria pronto saqueará a Siria e Israel, los opresores de Judá. ¿Cuándo exactamente? Antes de que el pequeño sea capaz de pronunciar las primeras palabras que aprenden la mayoría de los niños: “Padre” y “Madre”. Una predicción tan exacta debería fortalecer la confianza del pueblo en Jehová. Pero también podría hacer que algunos individuos se burlaran de Isaías y sus hijos. Sea como fuere, las palabras proféticas de Isaías se cumplieron (2 Reyes 17:1-6).
25. ¿Qué similitudes existen entre el tiempo de Isaías y el nuestro?
25 Las repetidas advertencias de Isaías encierran una lección para los cristianos. El apóstol Pablo reveló que, en este drama histórico, Isaías representó a Jesucristo, y sus hijos, a los discípulos ungidos de este (Hebreos 2:10-13). Mediante sus seguidores ungidos, Jesús ha venido recordando a los cristianos verdaderos la necesidad de que ‘se mantengan despiertos’ en estos tiempos críticos (Lucas 21:34-36). Al mismo tiempo, se advierte a los opositores impenitentes de que se aproxima su destrucción, aun cuando muchos de ellos se mofen de tales advertencias (2 Pedro 3:3, 4). El que las profecías mencionadas se cumplieran oportunamente en el tiempo de Isaías, constituye una garantía de que, de igual modo, lo que Dios ha programado para nuestros días “sin falta se realizará. No llegará tarde” (Habacuc 2:3).
“Aguas” devastadoras
26, 27. a) ¿Qué sucesos predice Isaías? b) ¿Qué indican las palabras de Isaías a los siervos de Jehová del presente?
26 Isaías prosigue con sus advertencias: “Por la razón de que este pueblo ha rechazado las aguas del Siloé, que están yendo apaciblemente, y hay alborozo a causa de Rezín y el hijo de Remalías; aun por eso, ¡mira!, Jehová está haciendo subir contra ellos las aguas poderosas y caudalosas del Río, al rey de Asiria y toda su gloria. Y él ciertamente subirá por encima de todos sus cauces e irá por encima de todas sus riberas y avanzará a través de Judá. Realmente inundará y pasará por encima. Hasta el cuello llegará. ¡Y la extensión de sus alas tendrá que efectuarse para llenar la anchura de tu tierra, oh Emmanuel!” (Isaías 8:5-8).
27 “Este pueblo”, el reino norteño de Israel, se niega a aceptar el pacto de Jehová con David (2 Reyes 17:16-18). Les parece tan débil como el lento fluir del Siloé, canal que abastece de agua a Jerusalén. Se regocijan de guerrear contra Judá, pero su desprecio no quedará sin castigo. Jehová permitirá que los asirios ‘inunden,’ o invadan, Siria e Israel, tal como pronto dejará que los actuales elementos políticos del mundo inunden los dominios de la religión falsa (Revelación [Apocalipsis] 17:16; compárese con Daniel 9:26). A continuación, dice Isaías, las desbordadas “aguas” avanzarán “a través de Judá” y llegarán justo “hasta el cuello”, hasta Jerusalén, donde gobierna la cabeza (el rey) de Judá.b En nuestro tiempo, los ejecutores políticos de la religión falsa se dirigirán contra los siervos de Jehová y los cercarán “hasta el cuello” (Ezequiel 38:2, 10-16). ¿Cuál será el desenlace? Pues bien, ¿qué sucede en el tiempo de Isaías? ¿Pasa la marea asiria sobre los muros de la ciudad y barre al pueblo de Dios? De ningún modo. Dios está con él.
No teman: “Dios está con nosotros”
28. ¿Qué garantiza Jehová a Judá, pese a los enconados intentos de sus enemigos?
28 Isaías da esta advertencia: “¡Sean dañinos, oh pueblos [que se oponen al pueblo en pacto con Dios], y sean hechos añicos; y presten oído, todos ustedes los que están en partes distantes de la tierra! ¡Cíñanse, y sean hechos añicos! ¡Cíñanse, y sean hechos añicos! ¡Planeen un proyecto, y será desbaratado! ¡Hablen cualquier palabra, y no subsistirá, porque Dios está con nosotros!” (Isaías 8:9, 10). Estas palabras se cumplen años más tarde, durante el reinado del fiel Ezequías, hijo de Acaz, cuando los asirios amenazan Jerusalén y el ángel de Jehová derriba a 185.000 soldados. Es evidente que Dios está con su pueblo y con el linaje real de David (Isaías 37:33-37). De igual modo, en la venidera batalla de Armagedón, Jehová enviará al Emmanuel Mayor, no solo para hacer añicos a Sus enemigos, sino también para rescatar a todos los que hayan confiado en Él (Salmo 2:2, 9, 12).
29. a) ¿Cómo difieren los judíos de los días de Acaz de los del tiempo de Ezequías? b) ¿Por qué se guardan los siervos de Jehová actuales de entrar en alianzas religiosas y políticas?
29 A diferencia de los judíos del tiempo de Ezequías, los contemporáneos de Acaz no tienen fe en que Jehová los protegerá. Prefieren que una confederación o “conspiración” con los asirios sea su baluarte contra la liga siroisraelita. Sin embargo, “la mano” de Jehová impele a Isaías a hablar contra “el camino de este pueblo”, es decir, la tendencia popular. Les advierte: “No deben temer el objeto de su temor, ni deben temblar ante él. Jehová de los ejércitos... es a él a Quien ustedes deben tratar como santo, y él debe ser el objeto de su temor, y él debe ser Quien los haga temblar” (Isaías 8:11-13). Con estas palabras presentes, los siervos de Jehová de la actualidad se guardan de conspirar en concilios religiosos o ligas políticas o de cifrar su confianza en ellos. Tienen plena confianza en el poder protector de Dios. Al fin y al cabo, si ‘Jehová está de nuestra parte, ¿qué puede hacernos el hombre terrestre?’ (Salmo 118:6).
30. ¿Qué suerte correrán los que no confíen en Jehová?
30 Isaías pasa a reiterar que Jehová será un “lugar sagrado”, un refugio, para los que confíen en él. En cambio, quienes lo rechacen “de seguro tropezarán y caerán y serán quebrados, y serán cogidos en lazo y atrapados”, cinco verbos descriptivos que no dejan ninguna duda sobre la suerte que correrán quienes no pongan su confianza en Jehová (Isaías 8:14, 15). Las personas que en el siglo primero rechazaron a Jesús también tropezaron y cayeron (Lucas 20:17, 18). Lo mismo les aguarda a quienes en nuestro tiempo no demuestran lealtad al Rey celestial entronizado (Salmo 2:5-9).
31. ¿Cómo pueden seguir los cristianos de la actualidad el ejemplo de Isaías y de los que escucharon sus enseñanzas?
31 En el tiempo de Isaías, no todos tropiezan. Dice el profeta: “¡Envuelve la atestación, pon un sello alrededor de la ley entre mis discípulos! Y ciertamente me mantendré en expectación de Jehová, que oculta su rostro de la casa de Jacob, y en él ciertamente esperaré” (Isaías 8:16, 17). Isaías y los que siguen sus enseñanzas no abandonarán la Ley de Dios. Seguirán confiando en Jehová, a diferencia de sus compatriotas transgresores, cuyo proceder hace que el Creador oculte su rostro de ellos. Que todos nosotros sigamos el ejemplo de los que depositan su confianza en Jehová y mostremos la misma resolución de aferrarnos a la adoración pura (Daniel 12:4, 9; Mateo 24:45; compárese con Hebreos 6:11, 12).
“Señales” y “milagros”
32. a) ¿Quiénes son hoy día “como señales y como milagros”? b) ¿Por qué deben los cristianos distinguirse del mundo?
32 A continuación, Isaías proclama: “¡Miren! Yo y los hijos que Jehová me ha dado somos como señales y como milagros en Israel de parte de Jehová de los ejércitos, que está residiendo en el monte Sión” (Isaías 8:18). Isaías, Sear-jasub y Maher-salal-has-baz constituyen, efectivamente, señales de los propósitos de Jehová para Judá. En la actualidad, Jesús y sus hermanos ungidos también son señales (Hebreos 2:11-13). Además, con ellos colabora “una gran muchedumbre” de “otras ovejas” (Revelación 7:9, 14; Juan 10:16). Claro está, una señal solo es valiosa si se destaca de lo que la rodea. De igual modo, los cristianos cumplen su comisión de ser señales únicamente si se distinguen de este mundo por ser diferentes, cifrando plena confianza en Jehová y proclamando con denuedo sus propósitos.
33. a) ¿Qué están decididos a hacer los cristianos verdaderos? b) ¿Por qué podrán mantenerse firmes los cristianos verdaderos?
33 Que todos nosotros, pues, acatemos las normas de Dios, no las de este mundo. Sigamos sobresaliendo sin temor —como señales— llevando a cabo la comisión que recibió el Isaías Mayor, Jesucristo: “Proclamar el año de la buena voluntad [...] y el día de la venganza de parte de nuestro Dios” (Isaías 61:1, 2; Lucas 4:17-21). Aun cuando las aguas puedan llegarnos al cuello, la inundación asiria que cubrirá toda la tierra no nos barrerá a los cristianos verdaderos. Nos mantendremos firmes, pues “Dios está con nosotros”.
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b También se compara a Asiria con un ave cuyas alas extendidas ‘llenan la anchura de la tierra’, lo que indica que el ejército asirio cubriría la tierra en toda su extensión.
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Confianza en Jehová frente a la adversidadLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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[Ilustración de la página 111]
¿Por qué escribió Isaías “Maher-salal-has-baz” en una tabla grande?
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