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La promesa de un Príncipe de PazLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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Una tierra a la que se “trató con desprecio”
13. ¿Qué es “Galilea de las naciones”, y cómo llega a ser “trat[ada] con desprecio”?
13 Isaías alude entonces a uno de los peores cataclismos que sobrevienen a los descendientes de Abrahán: “La lobreguez no será como cuando la tierra tuvo premura, como en el tiempo anterior cuando uno trató con desprecio a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí y cuando en el tiempo posterior uno hizo que se le honrara... el camino junto al mar, en la región del Jordán, Galilea de las naciones” (Isaías 9:1). Galilea es un territorio que pertenece al reino norteño, Israel. En su profecía, Isaías engloba en él “la tierra de Zabulón y [...] la tierra de Neftalí”, así como “el camino junto al mar”, una antigua calzada que bordeaba el mar de Galilea y llegaba hasta el Mediterráneo. En tiempos de Isaías, la región recibe el nombre de “Galilea de las naciones”, debido probablemente a que los habitantes de muchas de sus ciudades no son israelitas.c ¿Cómo se “trat[a] con desprecio” a esta tierra? Los paganos asirios la conquistan, se llevan a los israelitas al exilio y repueblan toda la región con paganos que no son descendientes de Abrahán. De ese modo, la nación que constituye el reino norteño de diez tribus deja de existir como tal (2 Reyes 17:5, 6, 18, 23, 24).
14. ¿En qué sentido será menor “la lobreguez” de Judá que la del reino de diez tribus?
14 Judá también se enfrenta a la amenaza asiria. ¿Se hundirá en una perpetua “lobreguez”, como le sucedió al reino de diez tribus representado por Zabulón y Neftalí? No. En un “tiempo posterior”, Jehová derramará bendiciones sobre el territorio del reino meridional de Judá e incluso sobre el que una vez perteneció al reino del norte. ¿Cómo lo hará?
15, 16. a) ¿En qué “tiempo posterior” cambia la situación de “los distritos de Zabulón y Neftalí”? b) ¿Qué honra recibe la tierra a la que una vez se trató con desprecio?
15 El apóstol Mateo responde a esta pregunta en su crónica inspirada del ministerio terrestre de Jesús. Al narrar los inicios de dicho ministerio, indica: “Después de salir de Nazaret, [Jesús] vino y se domicilió en Capernaum, a la orilla del mar, en los distritos de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que se habló por medio de Isaías el profeta, que dijo: ‘¡Oh tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, por el camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de las naciones!, el pueblo sentado en oscuridad vio una gran luz, y en cuanto a los sentados en una región de sombra como de muerte, la luz se levantó sobre ellos’” (Mateo 4:13-16).
16 “El tiempo posterior” que Isaías predijo es, efectivamente, el período del ministerio terrestre de Jesús, quien pasó la mayor parte de su vida humana en Galilea. Fue en este distrito donde inició su ministerio y empezó a anunciar: “El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). En Galilea pronunció su célebre Sermón del Monte, escogió a sus apóstoles, efectuó su primer milagro y, una vez resucitado, se apareció a unos quinientos discípulos (Mateo 5:1–7:27; 28:16-20; Marcos 3:13, 14; Juan 2:8-11; 1 Corintios 15:6). Al honrar con tal distinción a “la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí”, Jesús cumplió la profecía de Isaías. Pero no limitó su ministerio a los galileos. Predicó las buenas nuevas por todo el país, y así ‘hizo que se honrara’ a la entera nación de Israel, incluida Judá.
La “gran luz”
17. ¿En qué sentido brilla “una gran luz” en Galilea?
17 Ahora bien, ¿y la alusión de Mateo a la “gran luz” que aparecería en Galilea? Se trata de otra cita de la profecía de Isaías, quien escribió: “El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz. En cuanto a los que moran en la tierra de sombra profunda, la luz misma ha brillado sobre ellos” (Isaías 9:2). Para el siglo primero, las falsedades del paganismo habían eclipsado la luz de la verdad. Los guías religiosos judíos no hicieron sino agravar el problema, pues observaban tradiciones religiosas con las que “invalida[ban] la palabra de Dios” (Mateo 15:6). Los humildes, bajo la dirección de “guías ciegos”, eran víctimas de la opresión y se sentían desconcertados (Mateo 23:2-4, 16). Cuando se presentó Jesús el Mesías, los ojos de muchas personas mansas se abrieron de un modo maravilloso (Juan 1:9, 12). Con la expresión “una gran luz”, la profecía de Isaías se refiere atinadamente a la labor de Jesús mientras estuvo en la Tierra y a las bendiciones que origina su sacrificio (Juan 8:12).
18, 19. ¿Qué razón tienen para sentir gran regocijo los que acogen favorablemente la luz?
18 Los que acogieron favorablemente la luz tuvieron mucha razón para regocijarse. Isaías prosigue así: “Has hecho populosa la nación; para ella has hecho grande el regocijo. Se han regocijado delante de ti como con el regocijo del tiempo de la siega, como los que se regocijan al dividir el despojo” (Isaías 9:3). La predicación de Jesús y sus discípulos sacó a la luz a los que eran sinceros, pues estos se mostraron muy dispuestos a adorar a Jehová con espíritu y verdad (Juan 4:24). En menos de cuatro años, multitudes de personas abrazaron el cristianismo. El día de Pentecostés de 33 E.C. se bautizaron 3.000. Poco después, “el número de los varones llegó a ser como de cinco mil” (Hechos 2:41; 4:4). A medida que los cristianos reflejaban celosamente la luz, “el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe” (Hechos 6:7).
19 Tal como quienes se regocijan por una cosecha abundante o al repartirse un botín valioso tras una gran victoria militar, los discípulos de Jesús se alborozaron por el aumento (Hechos 2:46, 47). Con el tiempo, Jehová hizo que la luz resplandeciera entre las naciones (Hechos 14:27). De ese modo, personas de todas las razas se alegraron de que se les hubiera abierto el camino para acercarse a Jehová (Hechos 13:48).
“Como en el día de Madián”
20. a) ¿De qué maneras demostraron los madianitas que eran enemigos de Israel, y cómo eliminó Jehová la amenaza que representaban? b) ¿Cómo eliminará Jesús en un “día de Madián” venidero la amenaza que representan los enemigos del pueblo de Dios?
20 Los efectos de la labor del Mesías son permanentes, como se desprende de las palabras siguientes de Isaías: “El yugo de su carga y la vara sobre sus hombros, el bastón del que los obligaba a trabajar, los has hecho añicos como en el día de Madián” (Isaías 9:4). Siglos antes de la época de Isaías, los madianitas conspiraron con los moabitas para inducir a Israel al pecado (Números 25:1-9, 14-18; 31:15, 16). Posteriormente, Madián sembró el terror entre los israelitas atacando y saqueando pueblos y granjas durante siete años (Jueces 6:1-6). Pero entonces Jehová, por medio de su siervo Gedeón, derrotó por completo a los ejércitos madianitas. Después de aquel “día de Madián”, no hay constancia de que aquella nación causara más sufrimiento al pueblo de Jehová (Jueces 6:7-16; 8:28). El Gedeón Mayor, Jesucristo, asestará dentro de poco un golpe mortal a los enemigos modernos del pueblo de Jehová (Revelación 17:14; 19:11-21). “Como en el día de Madián”, la victoria será completa y duradera, no debido a la pericia de los hombres, sino al poder de Jehová (Jueces 7:2-22). El pueblo de Dios jamás volverá a sufrir bajo el yugo de la opresión.
21. ¿Qué profetiza Isaías respecto a lo que sucederá con las guerras?
21 Las manifestaciones del poder divino no exaltan la guerra. El resucitado Jesús es el Príncipe de Paz, y al aniquilar a sus enemigos traerá una paz que será eterna. Isaías pasa a referirse al equipo bélico como algo que el fuego devora por completo: “Toda bota del que pisoteaba con estremecimientos y el manto revolcado en sangre hasta han llegado a ser para quemazón, como alimento para el fuego” (Isaías 9:5). Nunca volverá nadie a estremecerse por el golpeteo de las botas de los soldados al marchar. Nunca más se verán los uniformes ensangrentados de guerreros curtidos en el combate. Nunca más habrá guerra (Salmo 46:9).
“Maravilloso Consejero”
22. ¿Qué nombre profético compuesto se da a Jesús en el libro de Isaías?
22 Cuando aconteció su milagroso nacimiento, el que había de ser el Mesías recibió el nombre de Jesús, que significa “Jehová Es Salvación”. Pero tiene otros nombres, de carácter profético, que indican su papel fundamental y elevada posición. Uno de ellos es Emmanuel, que significa “Con Nosotros Está Dios” (Isaías 7:14, nota). Isaías pasa a referirse a otro nombre profético: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6). Analicemos el significado completo de este nombre profético compuesto.
23, 24. a) ¿En qué sentido es Jesús un “Maravilloso Consejero”? b) ¿Cómo pueden imitar a Jesús los consejeros cristianos de la actualidad?
23 Un consejero es el que da consejos o asesoramiento, y Jesucristo dio consejos maravillosos cuando estuvo en la Tierra. Leemos en la Biblia que “las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar” (Mateo 7:28). Él es un Consejero sabio, comprensivo y con extraordinario entendimiento de la naturaleza humana. Sus consejos no consisten únicamente en reprimendas o amonestaciones, sino que, con mayor frecuencia, asumen la forma de enseñanzas y recomendaciones amorosas. Son maravillosos: siempre sabios, perfectos e infalibles. Seguirlos conduce a la vida eterna (Juan 6:68).
24 Además, los consejos de Jesús no son simplemente el producto de su mente brillante. Más bien, él mismo dice: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado” (Juan 7:16). Al igual que en el caso de Salomón, Jehová Dios es la Fuente de la sabiduría de Jesús (1 Reyes 3:7-14; Mateo 12:42). El ejemplo de este debe impulsar a los maestros y consejeros de la congregación cristiana a basar siempre sus enseñanzas en la Palabra de Dios (Proverbios 21:30).
“Dios Poderoso” y “Padre Eterno”
25. ¿Qué nos revela el nombre “Dios Poderoso” respecto a la posición que ocupa Jesús en el cielo?
25 Jesús también es “Dios Poderoso” y “Padre Eterno”. Esto no significa que usurpe la autoridad y la posición de Jehová, quien es “Dios nuestro Padre” (2 Corintios 1:2). “[Jesús] no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios.” (Filipenses 2:6.) Se le llama Dios Poderoso, no Dios Todopoderoso. Nunca se creyó el Dios todopoderoso, pues dijo que su Padre es “el único Dios verdadero”, es decir, el único Dios que debemos adorar (Juan 17:3; Revelación 4:11). En las Escrituras, la palabra dios puede significar “poderoso” o “fuerte” (Éxodo 12:12; Salmo 8:5; 2 Corintios 4:4). Antes de venir a la Tierra, Jesús era “un dios”, “existía en la forma de Dios”. Tras su resurrección, obtuvo una posición todavía más encumbrada en el cielo (Juan 1:1; Filipenses 2:6-11). Además, el título dios tiene aún otro significado. A los jueces de Israel se les llamó “dioses”, y en una ocasión, Jesús mismo los llamó así (Salmo 82:6; Juan 10:35). Jesús es el Juez que Jehová ha designado, el que “está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos” (2 Timoteo 4:1; Juan 5:30). Con toda razón, pues, se le llama Dios Poderoso.
26. ¿Por qué podemos llamar a Jesús “Padre Eterno”?
26 El título “Padre Eterno” alude al poder y autoridad del Rey Mesiánico para otorgar a los seres humanos la perspectiva de vivir eternamente en la Tierra (Juan 11:25, 26). El legado de nuestro primer padre, Adán, fue la muerte. Jesús, el último Adán, “llegó a ser un espíritu dador de vida” (1 Corintios 15:22, 45; Romanos 5:12, 18). Tal como Jesús, el Padre Eterno, vivirá para siempre, así la humanidad fiel se beneficiará eternamente de su paternidad (Romanos 6:9).
“Príncipe de Paz”
27, 28. ¿Cuáles son los magníficos beneficios, tanto presentes como futuros, de ser súbditos del “Príncipe de Paz”?
27 Además de vida eterna, el hombre necesita paz con Dios y el prójimo. Aun en nuestro tiempo, quienes se someten a la autoridad del “Príncipe de Paz” han logrado “batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas” (Isaías 2:2-4). No alimentan el odio que generan las disensiones políticas, territoriales, raciales o económicas, sino que están unidos en la adoración del único Dios verdadero, Jehová, y procuran vivir en paz con su prójimo, tanto en la congregación como fuera de ella (Gálatas 6:10; Efesios 4:2, 3; 2 Timoteo 2:24).
28 Cuando llegue el momento que Dios ha designado para ello, Cristo instaurará en toda la Tierra una paz que será tanto estable como permanente (Hechos 1:7). “De la abundancia del regir principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de establecerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido.” (Isaías 9:7a.) Al ejercer su autoridad como Príncipe de Paz, Jesús no recurrirá a métodos tiránicos. No despojará a sus súbditos del libre albedrío ni los dominará por la fuerza. Bien al contrario, todo lo que logre será “por medio del derecho y por medio de la justicia”. ¡Qué cambio más alentador!
29. ¿Qué debemos hacer si deseamos disfrutar de la bendición de paz eterna?
29 En vista de los maravillosos significados del nombre profético de Jesús, la forma en que Isaías concluye esta sección de sus profecías es, sin duda alguna, emocionante. Escribe: “El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:7b). En efecto, Jehová nunca actúa con falta de entusiasmo, sino con celo. Podemos estar seguros de que cumplirá a cabalidad todas sus promesas. Por consiguiente, cuantos anhelan disfrutar de paz eterna, sirvan a Jehová con corazón completo. Al igual que Jehová Dios y Jesús, el Príncipe de Paz, que todo siervo de Dios sea “celoso de obras excelentes” (Tito 2:14).
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La promesa de un Príncipe de PazLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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c Algunos biblistas han señalado que los habitantes de las veinte ciudades galileas que el rey Salomón ofreció a Hiram, rey de Tiro, probablemente no eran israelitas (1 Reyes 9:10-13).
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[Ilustración de la página 127]
Jesús fue una luz en el país
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¡Ay de los rebeldes!Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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Capítulo 11
¡Ay de los rebeldes!
1. ¿Qué terrible error cometió Jeroboán?
CUANDO el pueblo que estaba en pacto con Jehová se dividió en dos reinos, el del norte, formado por diez tribus, llegó a estar bajo el rey Jeroboán. El nuevo monarca era enérgico y capaz, pero no tenía verdadera fe en Jehová. Por ese motivo cometió un terrible error que marcó la entera existencia del reino septentrional. La Ley mosaica mandaba a los israelitas viajar tres veces al año al templo de Jerusalén, que en aquel tiempo estaba ubicado en el meridional reino de Judá (Deuteronomio 16:16). Temeroso de que esos viajes periódicos indujeran a sus súbditos a pensar en la reunificación con sus hermanos del sur, Jeroboán “hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo: ‘Es demasiado para ustedes el que suban a Jerusalén. Aquí está tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto’. Entonces colocó uno en Betel, y el otro lo puso en Dan” (1 Reyes 12:28, 29).
2, 3. ¿Qué consecuencias tuvo para Israel el error de Jeroboán?
2 Al principio, el plan de Jeroboán pareció funcionar. Poco a poco, el pueblo dejó de ir a Jerusalén y empezó a celebrar sus ritos religiosos ante los dos becerros (1 Reyes 12:30). Sin embargo, el culto apóstata corrompió al reino de diez tribus. Pasados los años, incluso Jehú, que manifestó un celo encomiable por erradicar de Israel la adoración a Baal, no dejó de inclinarse ante los becerros de oro (2 Reyes 10:28, 29). ¿Qué otras consecuencias tuvo la nefasta decisión de Jeroboán? Inestabilidad política y sufrimiento para el pueblo.
3 Por la apostasía de Jeroboán, Jehová decretó que su descendencia no reinaría en el territorio y que, al final, al reino norteño le sobrevendría un terrible desastre (1 Reyes 14:14, 15). La palabra de Jehová se cumplió. Siete reyes de Israel gobernaron dos años o menos; algunos, unos cuantos días tan solo. Uno se suicidó, y seis fueron asesinados por hombres ambiciosos que usurparon el trono. Los disturbios, la violencia y el crimen plagaron a Israel, sobre todo tras el mandato de Jeroboán II, que acabó hacia el año 804 a.E.C., mientras Uzías reinaba en Jerusalén. Con este telón de fondo, Jehová dirige mediante Isaías una advertencia directa, “una palabra”, al reino del norte. “Hubo una palabra que Jehová envió contra Jacob, y esta cayó sobre Israel.” (Isaías 9:8.)a
La altivez y la insolencia acarrean la ira divina
4. ¿Qué “palabra” envía Jehová contra Israel, y por qué?
4 La “palabra” de Jehová no pasará inadvertida. “El pueblo ciertamente lo sabrá, aun todos ellos, Efraín y el habitante de Samaria, a causa de la altivez de ellos y a causa de la insolencia de corazón de ellos.” (Isaías 9:9.) Los términos “Jacob”, “Israel”, “Efraín” y “Samaria” se refieren al norteño reino de Israel, del que Efraín es la tribu dominante, y Samaria, la capital. La palabra de Jehová contra ese reino consiste en una contundente sentencia judicial, pues Efraín se ha hecho insensible en su apostasía y trata al Creador con descarada insolencia. Dios no evitará que el pueblo sufra las consecuencias de su mal camino. La gente se verá obligada a oír Su palabra, a prestarle atención (Gálatas 6:7).
5. ¿Cómo manifiestan los israelitas que no les importan los juicios de Jehová?
5 El deterioro gradual de las condiciones hace que el pueblo sufra, entre otras grandes pérdidas, la de sus casas, que por lo común son de adobe y madera barata. ¿Se les ablandará el corazón por ello? ¿Obedecerán a los profetas de Jehová y se volverán al Dios verdadero?b Isaías deja constancia de la insolente respuesta del pueblo: “Ladrillos son lo que ha caído, pero con piedras labradas edificaremos. Sicómoros son lo que ha sido cortado, pero con cedros haremos el reemplazo” (Isaías 9:10). Los israelitas desafían a Jehová y desdeñan a Sus profetas, quienes les señalan la razón de sus dificultades. En realidad, la gente dice: “Puede que perdamos casas de frágil adobe y madera barata, pero al final saldremos ganando, pues las reedificaremos con materiales de mayor calidad: piedras labradas y madera de cedro” (compárese con Job 4:19). No le dejan a Jehová otra opción que disciplinarlos más aún (compárese con Isaías 48:22).
6. ¿Cómo desbarata Jehová la conspiración siroisraelita contra Judá?
6 Isaías prosigue: “Jehová colocará a los adversarios de Rezín en alto contra él” (Isaías 9:11a). Los reyes Péqah de Israel y Rezín de Siria son aliados. Pretenden conquistar el reino de dos tribus de Judá para poner a un títere suyo, cierto “hijo de Tabeel”, en el trono de Jehová, ubicado en Jerusalén (Isaías 7:6). Pero la conspiración está condenada al fracaso. Rezín tiene enemigos poderosos, y Jehová los “colocará [...] en alto” contra “él”, es decir, contra Israel. La expresión ‘colocar en alto’ significa permitirles que entablen una guerra que desbarate la coalición y sus objetivos.
7, 8. ¿Qué supone para Israel la conquista de Siria por los asirios?
7 La disolución de esa alianza empieza cuando los asirios atacan Siria. “El rey de Asiria subió a Damasco [la capital de Siria] y la tomó y llevó a la gente de esta al destierro a Quir, y dio muerte a Rezín.” (2 Reyes 16:9.) Perdido su poderoso aliado, Péqah ve truncados sus planes respecto a Judá. De hecho, poco después de la muerte de Rezín, el propio Péqah muere asesinado por Hosea, quien usurpa el trono de Samaria (2 Reyes 15:23-25, 30).
8 Siria, la anterior aliada de Israel, es ahora vasalla de Asiria, la potencia dominante en la región. Respecto a la forma en que Jehová se valdrá de este nuevo alineamiento político, Isaías profetiza: “A los enemigos de aquel [es decir, de Israel] los aguijoneará [Jehová]: a Siria del este y a los filisteos de la zaga, y se comerán a Israel con boca abierta. En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:11b, 12). En efecto, Siria es ahora enemiga de Israel, quien debe prepararse para el ataque procedente de Asiria y Siria. La invasión triunfa. Asiria convierte al usurpador Hosea en su vasallo y le impone un enorme tributo. (Décadas antes, Asiria había recibido una gran suma del rey Menahem de Israel.) Las palabras del profeta Oseas resultan muy ciertas: “Extraños han comido [el] poder [de Efraín]” (Oseas 7:9; 2 Reyes 15:19, 20; 17:1-3).
9. ¿Por qué puede decirse que los filisteos atacan desde “la zaga”?
9 ¿No dice también Isaías que los filisteos los invadirán desde “la zaga”, es decir, desde atrás? Así es. Antes de la aparición de la brújula, los hebreos señalaban la dirección desde el punto de vista de alguien que mira hacia el naciente. De modo que “el este” era el frente, mientras que el oeste, la zona costera en la que moraban los filisteos, era “la zaga”. El “Israel” que se menciona en Isaías 9:12 podría en este caso incluir a Judá, pues los filisteos invadieron Judá durante el reinado de Acaz, contemporáneo de Péqah, y tomaron y ocuparon algunas ciudades y plazas fuertes. Al igual que Efraín, su vecino del norte, el reino de Judá se merece esa disciplina de Jehová, pues también está saturado de apostasía (2 Crónicas 28:1-4, 18, 19).
Una nación de rebeldes de ‘la cabeza a la cola’
10, 11. ¿Qué castigo impondrá Jehová a Israel por su obstinada rebeldía?
10 Pese a todo su sufrimiento y a las contundentes declaraciones de los profetas de Jehová, el reino norteño persiste en su rebelión contra Dios. “El pueblo mismo no se ha vuelto a Aquel que lo golpea, y a Jehová de los ejércitos no han buscado.” (Isaías 9:13.) En consecuencia, dice el profeta: “Jehová cortará de Israel cabeza y cola, tallo y junco, en un solo día. El de edad y altamente respetado es la cabeza, y el profeta que da instrucción falsa es la cola. Y los que van guiando a este pueblo resultan ser los que hacen que anden errantes; y los de ellos que están siendo guiados, los que se están confundiendo” (Isaías 9:14-16).
11 La “cabeza” y el “tallo” representan al “de edad y altamente respetado”, es decir, a los dirigentes de la nación. La “cola” y el “junco”, a los profetas falsos cuyas declaraciones complacen a esos dirigentes. Cierto biblista escribe: “A los Profetas falsos se les llama la cola, porque en sentido moral eran los más viles del pueblo y porque eran aduladores y adeptos serviles de gobernantes malvados”. El profesor Edward J. Young dice de ellos: “En modo alguno caudillos, no eran más que la cola que agita un perro: siempre detrás de sus jefes, adulándolos con zalamerías” (compárese con 2 Timoteo 4:3).
Hasta ‘las viudas y los huérfanos’ son rebeldes
12. ¿Hasta qué sector de la sociedad israelita ha llegado la corrupción?
12 Jehová es el defensor por excelencia de las viudas y los huérfanos (Éxodo 22:22, 23). Sin embargo, oigamos lo que Isaías pasa a decir: “Jehová no se regocijará siquiera a causa de sus jóvenes, y de sus huérfanos de padre y de sus viudas no tendrá misericordia; porque todos ellos son apóstatas y malhechores, y toda boca está hablando insensatez. En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:17). La apostasía ha corrompido todos los sectores de la sociedad, hasta a las viudas y los huérfanos. Pacientemente, Jehová envía a sus profetas esperando que el pueblo cambie. Por ejemplo, Oseas suplica: “Vuelve, sí, oh Israel, a Jehová tu Dios, porque has tropezado en tu error” (Oseas 14:1). Imagínese el dolor que ha de sentir el Defensor de las viudas y los huérfanos al tener que ejecutar su sentencia incluso contra ellos.
13. ¿Qué aprendemos de la situación que existía en el tiempo de Isaías?
13 Al igual que Isaías, vivimos en tiempos críticos, tiempos que preceden al día de juicio de Jehová contra los inicuos (2 Timoteo 3:1-5). Por tanto, es vital que los cristianos verdaderos, sin importar su situación en la vida, permanezcan limpios en sentido espiritual, moral y mental a fin de no perder la aprobación de Dios. Que todos nosotros valoremos nuestra relación con Jehová. Ya que hemos escapado de “Babilonia la Grande”, no volvamos nunca a “participar con ella en sus pecados” (Revelación [Apocalipsis] 18:2, 4).
La adoración falsa engendra violencia
14, 15. a) ¿A qué conduce la adoración de demonios? b) Según la profecía de Isaías, ¿cómo seguirá sufriendo Israel?
14 En realidad, la adoración falsa es adoración a demonios (1 Corintios 10:20). La influencia de estos conduce a la violencia, como quedó demostrado antes del Diluvio (Génesis 6:11, 12). Por consiguiente, no es de extrañar que, cuando Israel se torna apóstata y empieza a adorar a los demonios, la violencia y la maldad invadan el país (Deuteronomio 32:17; Salmo 106:35-38).
15 Isaías describe gráficamente la forma en que la maldad y la violencia se extienden por todo Israel: “La iniquidad ha llegado a arder justamente como un fuego; zarzas y malas hierbas comerá. Y se encenderá en los matorrales del bosque, y serán llevados en alto como remolinos de humo. En el furor de Jehová de los ejércitos se ha encendido la tierra, y el pueblo llegará a ser como alimento para el fuego. Nadie mostrará compasión siquiera a su hermano. Y uno cortará a la derecha y ciertamente tendrá hambre; y uno comerá a la izquierda, y ciertamente no estarán satisfechos. Comerán cada cual la carne de su propio brazo, Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés. Juntos estarán contra Judá. En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:18-21).
16. ¿Cómo se cumplen las palabras de Isaías 9:18-21?
16 Como una llama que se propaga de zarza en zarza, la violencia avanza a rienda suelta. Rápidamente alcanza “los matorrales del bosque”, ocasionando un auténtico incendio de barbarie. Keil y Delitzsch, comentaristas de la Biblia, se refieren al grado de violencia existente como “la autodestrucción más inhumana en una anárquica guerra civil. Carentes de toda ternura, se devoraron entre sí con ansia insaciable”. Es probable que se individualice a Efraín y Manasés porque, de las diez tribus, estas son las principales representantes del reino septentrional, y además, son las que guardan un parentesco más cercano, pues descienden de los dos hijos de José. Pese a ello, solo interrumpen su violencia fratricida cuando guerrean contra el meridional reino de Judá (2 Crónicas 28:1-8).
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¡Ay de los rebeldes!Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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a Isaías 9:8–10:4 se compone de cuatro estrofas (secciones de un pasaje rítmico), cada una de las cuales concluye con el inquietante estribillo: “En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:12, 17, 21; 10:4). En virtud de este recurso literario, Isaías 9:8–10:4 queda fundido en una sola “palabra” compuesta (Isaías 9:8). Observemos también que si la “mano [de Jehová] todavía está extendida”, no es para ofrecer la reconciliación, sino para dictar sentencia (Isaías 9:13).
b Los profetas de Jehová que cumplieron su comisión en el norteño reino de Israel fueron Jehú (no debe confundirse con el rey), Elías, Micaya, Eliseo, Jonás, Oded, Oseas, Amós y Miqueas.
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