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Jehová bendice la adoración puraLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 27
Jehová bendice la adoración pura
1. ¿Qué temas se tratan en el capítulo final de Isaías, y qué preguntas se responden?
EN EL capítulo final del libro profético de Isaías culminan de forma impresionante algunos de sus temas principales y reciben respuesta varias preguntas importantes. Entre dichos temas se encuentran la posición excelsa de Jehová, su odio por la hipocresía, su resolución de castigar a los malvados y su amor e interés por los fieles. Las preguntas que se responden son las siguientes: ¿Qué distingue a la adoración verdadera de la falsa? ¿Cómo sabemos que Jehová castigará a los hipócritas que fingen ser santos a la vez que oprimen al pueblo de Dios? ¿Cómo bendecirá Jehová a los que se mantengan fieles a él?
La clave de la adoración pura
2. ¿Qué declaración hace Jehová respecto a su grandiosidad, y qué no debe entenderse de sus palabras?
2 Para empezar, la profecía hace hincapié en la grandiosidad de Jehová: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Los cielos son mi trono, y la tierra es el escabel de mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que ustedes pueden edificar para mí, y dónde, pues, está el lugar que me es lugar de descanso?’” (Isaías 66:1). Algunos comentaristas creen que aquí el profeta disuade a los judíos repatriados de reconstruir el templo de Dios. Pero no es así. El propio Jehová mandará reedificarlo (Esdras 1:1-6; Isaías 60:13; Ageo 1:7, 8). ¿Qué significa, entonces, este pasaje?
3. ¿Por qué resulta apropiado que se llame a la Tierra “el escabel de [los] pies” de Jehová?
3 En primer lugar, veamos por qué se llama a la Tierra “el escabel de [los] pies” de Jehová. No se trata de una expresión despectiva. De entre la infinidad de cuerpos celestes que hay en el universo, solo la Tierra recibe esta designación especial. Nuestro planeta se distinguirá para siempre por ser el lugar donde el Hijo unigénito de Dios pagó el rescate y donde Jehová vindicará Su soberanía mediante el Reino mesiánico. Teniendo en cuenta que los reyes utilizaban a veces un escabel para ascender a su elevado trono y, una vez sentados, descansar sobre él los pies, resulta apropiado que se llame a la Tierra el escabel de los pies de Jehová.
4. a) ¿Por qué es imposible que un edificio de la Tierra le sirva de lugar de descanso a Jehová Dios? b) ¿A qué se refiere la expresión “todas estas cosas”, y qué debemos concluir acerca de la adoración a Jehová?
4 Así como los reyes obviamente no residían en su escabel, tampoco Jehová reside en nuestro planeta. Si ni siquiera los vastos cielos físicos pueden contenerlo, mucho menos puede un simple edificio de la Tierra servirle de vivienda en sentido literal (1 Reyes 8:27). El trono de Jehová y su lugar de descanso se encuentran en la región espiritual, “los cielos” mencionados en Isaías 66:1. El versículo siguiente nos ayuda a entender mejor la cuestión: “Ahora bien, todas estas cosas mi propia mano las ha hecho, de manera que todas estas llegaron a ser —es la expresión de Jehová—” (Isaías 66:2a). Imaginémonos a Jehová realizando un amplio ademán con la mano mientras dice: “todas estas cosas”, en otras palabras, todo cuanto hay en el cielo y en la Tierra (Isaías 40:26; Revelación [Apocalipsis] 10:6). El Magnífico Creador del universo entero merece que se le dedique más que un simple edificio. Merece que se le adore no solo en apariencia.
5. ¿Cómo demostramos que estamos “afligido[s] y contrito[s] de espíritu”?
5 ¿Qué tipo de adoración es adecuada para el Soberano Universal? Él mismo nos responde: “A este, entonces, miraré: al afligido y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra” (Isaías 66:2b). En efecto, para que la adoración que se le rinde sea pura, es esencial tener la actitud correcta (Revelación 4:11). El siervo de Jehová debe estar “afligido y contrito de espíritu”. ¿Significa eso que Él desea que seamos desdichados? No, pues como “Dios feliz”, quiere que sus adoradores también sean felices (1 Timoteo 1:11; Filipenses 4:4). No obstante, todos erramos con frecuencia, y no debemos tomar a la ligera nuestros pecados. Hemos de sentirnos “afligido[s]” por haberlos cometido, tristes por no haber cumplido con las justas normas de Jehová (Salmo 51:17). Tenemos que demostrar que estamos “contrito[s] de espíritu” arrepintiéndonos, luchando contra nuestras tendencias pecaminosas y pidiendo a Jehová que nos perdone (Lucas 11:4; 1 Juan 1:8-10).
6. ¿En qué sentido ‘tiemblan ante la palabra de Dios’ los adoradores verdaderos?
6 Jehová mira asimismo a los que ‘tiemblan ante su palabra’. ¿Desea, pues, que temblemos de miedo cuando leemos sus declaraciones? No; desea, más bien, que sintamos un temor reverencial por ellas. Espera que busquemos con sinceridad sus consejos y los pongamos por obra en todo aspecto de la vida (Salmo 119:105). También ‘temblamos’ en el sentido de que nos estremece la sola idea de desobedecer a Dios y de contaminar su verdad con tradiciones humanas o tratarla con ligereza. Para rendir adoración pura a Jehová es imprescindible tener una actitud así de humilde; pero, lamentablemente, en el mundo actual es muy escasa.
Jehová odia la adoración hipócrita
7, 8. ¿Qué opina Jehová de la adoración ritualista de los hipócritas?
7 Cuando Isaías se fija en sus contemporáneos, se da perfecta cuenta de que pocos tienen la disposición que Jehová espera de sus adoradores. Por eso, los habitantes de la apóstata Jerusalén se merecen el castigo que les va a sobrevenir. Veamos lo que opina Jehová de la adoración que se rinde en la ciudad: “El que degüella el toro es como uno que derriba a un hombre. El que sacrifica la oveja es como uno que quiebra la cerviz de un perro. El que ofrece un regalo... ¡la sangre de cerdo! El que presenta una memoria de olíbano es como uno que dice una bendición con palabras mágicas. También son ellos los que han escogido sus propios caminos, y en sus cosas repugnantes su misma alma se ha deleitado” (Isaías 66:3).
8 Este pasaje nos recuerda las palabras de Jehová recogidas en el primer capítulo de Isaías, con las que Él aclaró a su rebelde pueblo que los actos de culto meramente ritualistas, aparte de no complacerlo, avivaban su justa cólera porque eran una manifestación de hipocresía (Isaías 1:11-17). Dios ahora asemeja sus ofrendas a delitos atroces. Sacrificando un toro costoso no aplacan a Jehová más de lo que lo harían asesinando a un hombre. También compara otros sacrificios a ofrecer perros o cerdos, animales inmundos según la Ley mosaica y de ningún modo aptos para las ofrendas (Levítico 11:7, 27). ¿Deja Dios que tal hipocresía religiosa quede impune?
9. ¿Cómo han respondido la mayoría de los judíos a los recordatorios de Jehová mediante Isaías, y cuál será, inevitablemente, el resultado?
9 Jehová dice a continuación: “Yo mismo, en cambio, escogeré maneras de maltratarlos; y traeré sobre ellos las cosas que les son aterradoras; por razón de que llamé, pero no hubo quien respondiera; hablé, pero no hubo quienes escucharan; y siguieron haciendo lo que era malo a mis ojos, y escogieron la cosa en que no tuve deleite” (Isaías 66:4). No cabe duda de que Isaías puede repetir estas palabras con profunda convicción. El profeta es desde hace muchos años el instrumento de Jehová para ‘llamar’ y ‘hablar’ a Su pueblo, y sabe muy bien que, en general, no le han escuchado. Como han seguido obrando mal, inevitablemente recibirán su merecido. Jehová escogerá el castigo adecuado para su pueblo apóstata y hará que le sobrevengan sucesos aterradores.
10. Teniendo en cuenta las relaciones de Jehová con Judá, ¿qué debe pensar él de la cristiandad?
10 En nuestros días, Jehová tampoco se deleita en las prácticas de la cristiandad. Las iglesias de esta se encuentran repletas de ídolos, desde sus púlpitos se glorifican ideas y tradiciones no bíblicas, y con su ansia de poder político se estrecha cada vez más su relación de adulterio espiritual con las naciones del mundo (Marcos 7:13; Revelación 18:4, 5, 9). Tal como en el caso de la antigua Jerusalén, la cristiandad recibirá su merecido —algo ‘aterrador’— de forma inexorable. Entre las razones por las que será castigada, también figura el modo como ha tratado al pueblo de Dios.
11. a) ¿Qué agrava el pecado de los apóstatas de los tiempos de Isaías? b) ¿En qué sentido “excluyen” los contemporáneos de Isaías a los fieles ‘por causa del nombre de Dios’?
11 Isaías prosigue: “Oigan la palabra de Jehová, ustedes los que están temblando ante su palabra: ‘Sus hermanos que los odian, que los excluyen por causa de mi nombre, dijeron: “¡Sea glorificado Jehová!”. Él también tiene que aparecer con regocijo de parte de ustedes, y ellos son los que quedarán avergonzados’” (Isaías 66:5). Los “hermanos” de Isaías, sus compatriotas, recibieron de Jehová Dios la responsabilidad de representarlo y someterse a su soberanía. Al no cumplir con ella han incurrido en un pecado muy grave, y lo han agravado aún más al odiar a quienes son fieles y humildes, como Isaías. Tales apóstatas odian y rechazan —“excluyen”— a los fieles ‘por causa del nombre de Dios’, es decir, porque estos representan al Altísimo debidamente. Al mismo tiempo, los siervos falsos de Jehová afirman representarlo y usan de forma santurrona expresiones piadosas, como “¡Sea glorificado Jehová!”.a
12. ¿Qué ejemplos se mencionan de persecución de siervos fieles de Jehová por parte de hipócritas religiosos?
12 El odio que la religión falsa siente por los practicantes de la adoración pura no es nuevo. Forma parte del cumplimiento de la profecía de Génesis 3:15, en la que se predijo enemistad prolongada entre la descendencia de Satanás y la de la mujer de Dios. Jesús dijo a sus discípulos ungidos del siglo I que ellos también sufrirían a manos de sus coterráneos, quienes los expulsarían de las sinagogas e incluso los perseguirían a muerte (Juan 16:2). ¿Qué puede decirse de nuestros tiempos? Cuando comenzaron “los últimos días”, el pueblo de Dios comprendió que le aguardaba una persecución semejante (2 Timoteo 3:1). En 1914, la revista The Watch Tower citó Isaías 66:5 e indicó: “Casi toda persecución que ha padecido el pueblo de Dios ha provenido de personas que dicen ser cristianas”. El mismo artículo añadía: “No sabemos si en nuestros días llegarán al extremo de darnos muerte en sentido social, eclesiástico o incluso físico”. Tales palabras se cumplieron puntualmente poco después, durante la I Guerra Mundial, cuando la persecución instigada por el clero alcanzó gran intensidad. Pero la cristiandad quedó avergonzada, tal como se predijo. ¿De qué forma?
Una restauración rápida y súbita
13. ¿Qué es el “sonido de alboroto desde la ciudad” en el cumplimiento original?
13 Isaías profetiza: “¡Hay un sonido de alboroto desde la ciudad, un sonido desde el templo! Es el sonido de Jehová que paga lo merecido a sus enemigos” (Isaías 66:6). En el cumplimiento original de este pasaje, “la ciudad” es Jerusalén, donde está situado el templo de Jehová. El “sonido de alboroto” se refiere al estruendo que se oye en la ciudad cuando los ejércitos babilónicos la asaltan en el año 607 a.E.C. ¿Cómo se cumple la profecía en la actualidad?
14. a) ¿Qué predijo Malaquías sobre la venida de Jehová a su templo? b) Según la profecía de Ezequiel, ¿qué sucedió cuando Jehová vino a su templo? c) ¿Cuándo inspeccionaron Jehová y Jesús el templo espiritual, y cuáles fueron las consecuencias para los que afirmaban representar la adoración pura?
14 Estas palabras de Isaías armonizan con otras dos declaraciones proféticas que encontramos en Ezequiel 43:4, 6-9 y Malaquías 3:1-5. En ambos pasajes se predice la venida de Jehová Dios a su templo. La profecía de Malaquías muestra que viene para inspeccionar su casa de adoración pura y, en calidad de Refinador, rechazar a quienes lo representan de manera impropia. La visión de Ezequiel muestra a Jehová entrando en el templo y pidiendo que se elimine todo rastro de inmoralidad e idolatría.b El cumplimiento moderno de estas predicciones se inició en 1918, cuando tuvo lugar en el ámbito espiritual un importante suceso relacionado con la adoración de Jehová. Todo indica que Él y Jesús examinaron a cuantos afirmaban representar la adoración pura y que, como consecuencia, la corrupta cristiandad fue definitivamente abandonada. Para los seguidores ungidos de Cristo, la inspección significó un breve período de refinación seguido de una rápida restauración espiritual en 1919 (1 Pedro 4:17).
15. ¿Qué nacimiento se predice, y cómo se cumple la predicción en el año 537 a.E.C.?
15 Los siguientes versículos de Isaías hablan simbólicamente de tal restauración: “Antes que ella empezara a estar con dolores dio a luz. Antes que pudieran llegarle los dolores de parto, hasta dio a luz un hijo varón. ¿Quién ha oído cosa como esta? ¿Quién ha visto cosas como estas? ¿Acaso una tierra será producida con dolores de parto en un solo día? ¿O nacerá una nación de una vez? Porque Sión ha entrado en dolores de parto y también ha dado a luz sus hijos” (Isaías 66:7, 8). Para los judíos exiliados en Babilonia, estas palabras tienen un primer cumplimiento muy emocionante. Se representa de nuevo a Sión (Jerusalén) como una mujer que da a luz, pero de una forma muy poco común. El parto es tan rápido y súbito, que tiene lugar antes de que comiencen los dolores. La metáfora es acertada, pues el renacimiento del pueblo de Dios como nación en el año 537 a.E.C. se produce de manera tan veloz y repentina, que parece un milagro. Desde que Ciro libera a los judíos cautivos hasta la llegada del resto fiel a su tierra, transcurren apenas unos meses. ¡Qué diferencia con los sucesos previos al nacimiento original de la nación de Israel! En 537 a.E.C. no hay que solicitar la libertad a un monarca hostil ni huir de un ejército ni emprender una peregrinación de cuarenta años por el desierto.
16. ¿A quién representa Sión en el cumplimiento moderno de Isaías 66:7, 8, y qué renacimiento ha experimentado su prole?
16 En el cumplimiento moderno, Sión representa a la “mujer” celestial de Jehová, su organización celestial de seres espirituales. En 1919, dicha “mujer” se alegró de ver nacer a sus hijos ungidos terrestres como un pueblo organizado, “una nación”. Su renacimiento fue rápido y súbito.c En cuestión de meses, el conjunto de los ungidos pasó de un estado de inactividad comparable a la muerte a un estado de mucho dinamismo en su “tierra”, el ámbito de actividad espiritual que Dios les había concedido (Revelación 11:8-12). En el otoño de 1919 incluso anunciaron la publicación de otra revista para complementar The Watch Tower (La Torre del Vigía, conocida ahora como La Atalaya). La nueva publicación, llamada The Golden Age (precursora de ¡Despertad!), dio prueba de que el pueblo de Dios se encontraba revitalizado y nuevamente organizado para el servicio.
17. ¿Qué garantía da Jehová a su pueblo de que nada puede impedir que lleve a cabo Su propósito respecto al Israel espiritual?
17 No había fuerza en el universo capaz de impedir tal renacimiento espiritual. El siguiente versículo lo muestra vívidamente: “‘En cuanto a mí, ¿haré que se rompa a través, y no haré que se dé a luz? —dice Jehová—. ¿O estoy haciendo que se dé a luz, y realmente causo un cerramiento?’, ha dicho tu Dios” (Isaías 66:9). Al igual que un parto, el renacimiento del Israel espiritual fue imparable una vez iniciado. Aunque hubo oposición, y seguramente volverá a haberla en el futuro, lo cierto es que solo Jehová puede detener lo que él mismo comienza, y nunca lo hace. Ahora bien, ¿cómo trata Jehová a su pueblo revitalizado?
Los tiernos cuidados de Jehová
18, 19. a) ¿Qué conmovedora ilustración usa Jehová, y cómo puede aplicarse al pueblo exiliado? b) ¿Cómo se ha beneficiado el resto ungido hoy del alimento y los cuidados que se le han dispensado con amor?
18 Los siguientes cuatro versículos pintan una imagen conmovedora de los tiernos cuidados de Jehová. Isaías empieza diciendo: “Regocíjense con Jerusalén y estén gozosos con ella, todos ustedes los amadores de ella. Alborócense en gran manera con ella, todos los que se mantienen de duelo por ella; por razón de que mamarán y ciertamente se satisfarán del pecho de la plena consolación por ella; por razón de que sorberán y experimentarán exquisito deleite de la mama de la gloria de ella” (Isaías 66:10, 11). Jehová utiliza la ilustración de una mujer que amamanta a su hijo. Cuando el bebé está hambriento, llora con insistencia, pero tan pronto como la madre se lo acerca al pecho, su aflicción se torna en alegría y satisfacción. De igual modo, cuando el resto de judíos fieles que reside en Babilonia sea liberado y restaurado, su duelo se transformará rápidamente en felicidad y satisfacción. Estarán gozosos. A medida que reconstruyan y repueblen Jerusalén, le devolverán su gloria, y esta, a su vez, envolverá a todos los habitantes fieles. De nuevo serán nutridos en sentido espiritual por medio de un sacerdocio activo (Ezequiel 44:15, 23).
19 El Israel de Dios también fue bendecido con abundancia de alimento espiritual tras la restauración de 1919. Desde entonces se ha suministrado dicho alimento de forma regular mediante “el esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47). Para el resto ungido ha sido un período de verdadero consuelo y regocijo. Pero ha recibido aún más bendiciones.
20. ¿Qué bendiciones recibe Jerusalén en forma de “torrente inundante” tanto en la antigüedad como en nuestros días?
20 La profecía continúa: “Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí voy a extenderle paz justamente como un río, y la gloria de naciones justamente como un torrente inundante, y ustedes ciertamente mamarán. Sobre el costado serán llevados, y sobre las rodillas serán acariciados’” (Isaías 66:12). En este versículo se combina la imagen de la madre que amamanta con la de un raudal de bendiciones, comparado a “un río” y “un torrente inundante”. Jehová bendecirá a Jerusalén no solo con paz abundante, sino también con “la gloria de naciones” que afluirá al pueblo de Dios. Esto significa que una gran cantidad de gente de las naciones se unirá a dicho pueblo (Ageo 2:7). En la antigüedad se cumplió la profecía cuando personas de diversas nacionalidades se incorporaron a Israel, convirtiéndose en prosélitos judíos. No obstante, en nuestros días ha tenido lugar un cumplimiento mucho mayor, pues “una gran muchedumbre [...] de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” —un verdadero torrente humano— se ha unido al resto de judíos espirituales (Revelación 7:9; Zacarías 8:23).
21. ¿Qué consuelo se predice en esta atrayente imagen literaria?
21 Isaías 66:12 también incluye manifestaciones de amor maternal: acariciar al bebé sobre las rodillas y llevarlo sobre el costado. En el versículo siguiente se expresa una idea parecida con un interesante cambio en la imagen literaria: “Como un hombre a quien su propia madre sigue consolando, así yo mismo seguiré consolándolos a ustedes; y en el caso de Jerusalén serán consolados” (Isaías 66:13). El niño es ahora “un hombre”, un adulto, pero su madre no ha perdido el deseo de consolarlo en los momentos de angustia.
22. ¿Cómo manifiesta Jehová la ternura y fuerza de su amor?
22 Jehová ilustra de esta forma tan atractiva la fuerza y la ternura del amor que siente por su pueblo. Hasta el amor maternal más fuerte es solo un débil reflejo del amor profundo de Jehová por su pueblo fiel (Isaías 49:15). Sin duda alguna, es fundamental que los cristianos reflejen esta cualidad de su Padre celestial. El apóstol Pablo lo hizo, y con ello dio un magnífico ejemplo a los ancianos de la congregación cristiana (1 Tesalonicenses 2:7). Jesús dijo que lo que distinguiría principalmente a sus discípulos sería el amor fraternal (Juan 13:34, 35).
23. Describa la felicidad del pueblo restaurado de Jehová.
23 Jehová expresa su amor con hechos. De ahí que diga a continuación: “Ciertamente verán, y su corazón no podrá menos que alborozarse, y sus huesos mismos brotarán justamente como la hierba tierna. Y la mano de Jehová ciertamente se dará a conocer a sus siervos, pero él realmente denunciará a sus enemigos” (Isaías 66:14). Un hebraísta indica que la expresión “ciertamente verán” implica que miren donde miren los repatriados en su tierra restaurada, “solo verán alegría”. La emoción indescriptible de haber regresado a su amada tierra de origen les causará verdadero alborozo. Se sentirán rejuvenecidos, como si sus huesos recuperaran la fortaleza, como si reverdecieran al igual que la hierba en la primavera. Todos sabrán que esta condición bendita no se debe a ningún esfuerzo del hombre, sino a “la mano de Jehová”.
24. a) ¿A qué conclusión llegamos tras analizar los acontecimientos relacionados con el pueblo de Jehová hoy día? b) ¿A qué deberíamos resolvernos?
24 ¿Reconocemos la intervención de la mano de Jehová a favor de su pueblo hoy día? Ningún ser humano podría haber restablecido la adoración pura ni haber hecho que millones de personas valiosas de todas las naciones se unieran al resto fiel en su tierra espiritual. Solo Jehová puede. Estas manifestaciones del amor de Dios nos dan motivos para sentir un gozo intenso. Que siempre valoremos debidamente su amor y sigamos ‘temblando ante su palabra’. Resolvámonos a vivir en consonancia con los principios bíblicos y a deleitarnos en servir a Jehová.
[Notas]
a En la cristiandad, muchos se niegan a utilizar el nombre propio de Dios, que ha llegado a eliminarse de numerosas traducciones bíblicas. Algunos ridiculizan al pueblo de Jehová por usar Su nombre. Sin embargo, no son pocos los que emplean con santurronería la expresión “Aleluya”, que significa “Alaben a Jah”.
b La expresión “los cadáveres de sus reyes”, empleada en Ezequiel 43:7, 9, se refiere a los ídolos. Los dirigentes y demás habitantes rebeldes de Jerusalén habían contaminado el templo de Dios con ídolos y prácticamente los habían convertido en reyes.
c El nacimiento aquí profetizado difiere del descrito en Revelación 12:1, 2, 5, donde el “hijo, un varón”, representa el Reino mesiánico, que fue instaurado en 1914. La “mujer”, en cambio, es la misma en ambas profecías.
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Luz para las nacionesLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Capítulo 28
Luz para las naciones
1, 2. ¿Por qué es vital la luz, y qué clase de oscuridad cubre hoy nuestro planeta?
JEHOVÁ es la Fuente de la luz, “el Dador del sol para luz de día, los estatutos de la luna y las estrellas para luz de noche” (Jeremías 31:35). Tan solo por eso ya debería reconocérsele como la Fuente de la vida, pues luz significa vida. Si la luz y el calor del sol no bañaran de continuo la Tierra, no sería posible la vida tal como la conocemos. Nuestro planeta sería inhabitable.
2 Por consiguiente, es de suma importancia el hecho de que Jehová, en alusión a nuestros días, predijera una época de oscuridad, no de luz. Isaías escribió por inspiración: “¡Mira!, la oscuridad misma cubrirá la tierra, y densas tinieblas a los grupos nacionales” (Isaías 60:2). Estas palabras se refieren, naturalmente, a la oscuridad espiritual, no la física, pero no se debe subestimar su seriedad. Los que no disfrutan de iluminación espiritual acaban perdiendo la vida, tal como los que se ven privados de la luz del sol.
3. ¿Dónde podemos encontrar luz en estos tiempos tenebrosos?
3 En estos tiempos tenebrosos no podemos darnos el lujo de prescindir de la luz espiritual que Jehová nos suministra. Es esencial que acudamos a la Palabra de Dios para que ilumine nuestro camino y que procuremos leerla a diario (Salmo 119:105). Las reuniones cristianas nos brindan la oportunidad de animarnos unos a otros a permanecer en “la senda de los justos” (Proverbios 4:18; Hebreos 10:23-25). Las fuerzas que obtenemos del estudio concienzudo de la Biblia y la sana compañía cristiana evitan que nos envuelva la oscuridad de estos “últimos días”, que culminarán en el gran “día de la cólera de Jehová” (2 Timoteo 3:1; Sofonías 2:3). Dicho día se aproxima a ritmo acelerado. Tan seguro es que vendrá como que un día parecido sobrevino a los habitantes de la antigua Jerusalén.
Jehová “tomará a su cargo la controversia”
4, 5. a) ¿En qué sentido viene Jehová contra Jerusalén? b) ¿Por qué podemos concluir que relativamente pocos judíos sobrevivirán a la destrucción de Jerusalén del 607 a.E.C.? (Véase la nota.)
4 En los versículos finales del emocionante libro profético de Isaías, Jehová describe gráficamente los acontecimientos que desembocan en el día de su cólera. Leemos: “Jehová mismo viene como un mismo fuego, y sus carros son como un viento de tempestad, para hacer el pago de su cólera con pura furia y de su reprensión con llamas de fuego. Porque como fuego Jehová mismo en realidad tomará a su cargo la controversia, sí, con su espada, contra toda carne; y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a ser muchos” (Isaías 66:15, 16).
5 Estas palabras deberían ayudar a los contemporáneos de Isaías a comprender la gravedad de su situación. Se acerca el momento en el que los babilonios, los ejecutores de la sentencia divina, vendrán contra Jerusalén con carros que levantarán nubes de polvo semejantes a las de un viento de tempestad. Será, sin duda, un suceso estremecedor. Jehová se valdrá de los invasores para traer sus juicios ardientes contra toda “carne” judía infiel. Será como si el propio Jehová luchara contra su pueblo. No retendrá su “pura furia”, y las bajas judías, “los muertos por Jehová”, serán numerosas. La profecía se cumplió en el año 607 a.E.C.a
6. ¿Qué prácticas censurables se siguen en Judá?
6 ¿Tiene Jehová motivos justificados para ‘tomar a su cargo la controversia’ contra su pueblo? Por supuesto. A lo largo de nuestro análisis del libro de Isaías hemos visto que los judíos, pese a estar supuestamente dedicados a Dios, se entregaron vez tras vez a la adoración falsa. Y Él no cerró los ojos a sus acciones. En las siguientes palabras de la profecía vemos repetirse la situación: “Los que se santifican y se purifican para los jardines detrás de uno en el centro, que comen la carne del cerdo y la cosa asquerosa, hasta el roedor saltador, todos ellos a una se acabarán —es la expresión de Jehová—” (Isaías 66:17). ¿Se están ‘santificando’ y ‘purificando’ esos judíos para rendir adoración limpia? Es obvio que no. Están realizando, más bien, ritos paganos de purificación en jardines especiales, tras lo cual devoran con glotonería carne de cerdo y de otras criaturas inmundas según la Ley mosaica (Levítico 11:7, 21-23).
7. ¿En qué se parece la cristiandad a la idólatra Judá?
7 ¡Qué vergüenza para una nación que ha hecho un pacto con el único Dios verdadero! Hoy en día, entre las religiones de la cristiandad se da una situación igualmente vergonzosa. Estas también afirman servir a Dios, y muchos de sus líderes fingen ser devotos. Sin embargo, se contaminan con enseñanzas y tradiciones paganas, demostrando así que se hallan en oscuridad espiritual. ¡Y qué grande es esa oscuridad! (Mateo 6:23; Juan 3:19, 20.)
“Tendrán que [...] ver mi gloria”
8. a) ¿Qué les sucederá tanto a Judá como a la cristiandad? b) ¿En qué sentido ‘verán la gloria de Jehová’ las naciones?
8 ¿Repara Jehová en los hechos censurables y las enseñanzas falsas de la cristiandad? Veamos qué se deduce de sus palabras, escritas por Isaías: “En cuanto a sus obras y sus pensamientos, vengo a fin de juntar todas las naciones y lenguas; y ellas tendrán que venir y ver mi gloria” (Isaías 66:18). Jehová está al tanto no solo de las obras, sino de los pensamientos de quienes dicen ser sus siervos, y los juzgará por todo ello. Judá afirma creer en Jehová, pero sus actos idolátricos y sus prácticas paganas desmienten tal afirmación. De nada sirve que sus ciudadanos se ‘purifiquen’ según los ritos paganos. La nación será destruida, y a la vista de sus vecinos idólatras. Estos ‘verán la gloria de Jehová’ en el sentido de que presenciarán los acontecimientos y tendrán que reconocer que la palabra de Dios se ha cumplido. ¿Qué paralelo tendrá esto en la cristiandad? Cuando llegue su fin, muchos de sus anteriores amigos y socios comerciales se verán obligados a contemplar el cumplimiento de la palabra de Jehová sin poder hacer nada (Jeremías 25:31-33; Revelación [Apocalipsis] 17:15-18; 18:9-19).
9. ¿Qué buenas nuevas declara Jehová?
9 ¿Implica la destrucción de Jerusalén en el 607 a.E.C. que Jehová se quedará sin testigos en la Tierra? No, pues habrá judíos de integridad excepcional, como Daniel y sus tres compañeros, que seguirán sirviéndole pese a estar desterrados en Babilonia (Daniel 1:6, 7). En efecto, la sucesión de testigos leales de Jehová no se interrumpirá, y al finalizar los setenta años, hombres y mujeres fieles saldrán de Babilonia y regresarán a Judá para restablecer allí la adoración pura. A eso se refiere Jehová a continuación: “Ciertamente pondré en medio de ellas una señal, y ciertamente enviaré algunos de los escapados a las naciones, a Tarsis, Pul y Lud, los que estiran el arco, Tubal y Javán, las islas lejanas, que no han oído un informe acerca de mí ni han visto mi gloria; y de seguro anunciarán mi gloria entre las naciones” (Isaías 66:19).
10. a) ¿En qué sentido constituirán una señal los judíos fieles liberados de Babilonia? b) ¿Quiénes son hoy una señal?
10 La gran cantidad de hombres y mujeres fieles que regresarán a Jerusalén en 537 a.E.C. constituirán una señal asombrosa, una prueba de que Jehová habrá liberado a su pueblo. ¿Quién hubiera pensado que algún día los judíos cautivos recuperarían su libertad y reanudarían la adoración pura en el templo de Jehová? Los cristianos ungidos del siglo I sirvieron igualmente “como señales y como milagros”, y atrajeron a mucha gente mansa que deseaba servir a Jehová (Isaías 8:18; Hebreos 2:13). Hoy, los cristianos ungidos, que prosperan en su tierra restaurada, constituyen una señal asombrosa en el mundo entero (Isaías 66:8). Son una prueba viviente del poder del espíritu de Jehová, y también atraen a personas mansas cuyo corazón las impulsa a servir a Dios.
11. a) ¿Cómo llegará a conocer a Jehová mucha gente de las naciones tras la restauración? b) ¿Qué cumplimiento inicial tuvo Zacarías 8:23?
11 Ahora bien, tras la restauración del 537 a.E.C., ¿cómo llegará a conocer a Jehová mucha gente de las naciones que no ha oído un informe acerca de él? Pues bien, no todos los judíos fieles retornarán a Jerusalén al concluir el cautiverio babilónico. Algunos, como Daniel, permanecerán en Babilonia, y otros se dispersarán por todo el mundo. En el siglo V a.E.C. ya había judíos de un extremo a otro del Imperio persa (Ester 1:1; 3:8). Sin duda hubo quienes hablaron de Jehová a sus vecinos paganos, puesto que muchos extranjeros se hicieron prosélitos judíos. Parece que tal era el caso del eunuco etíope a quien el discípulo cristiano Felipe predicó en el siglo I (Hechos 8:26-40). Todo esto supuso un cumplimiento inicial de las palabras del profeta Zacarías: “En aquellos días sucederá que diez hombres de todos los lenguajes de las naciones asirán, sí, realmente asirán la falda de un hombre que sea judío, y dirán: ‘Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes’” (Zacarías 8:23). Es obvio que Jehová envió luz a las naciones (Salmo 43:3).
Traen un “regalo a Jehová”
12, 13. ¿En qué sentido se traerán “hermanos” a Jerusalén a partir del 537 a.E.C.?
12 Tras la reconstrucción de Jerusalén, los judíos esparcidos por países lejanos considerarán la ciudad y su sacerdocio restaurado como el centro de la adoración pura. Muchos de ellos viajarán largas distancias para asistir a las fiestas anuales que allí se celebren. Isaías escribe por inspiración: “Realmente traerán a todos los hermanos de ustedes de todas las naciones como regalo a Jehová, en caballos y en carros y en carruajes cubiertos y en mulos y en camellas veloces, a mi santa montaña, Jerusalén —ha dicho Jehová—, justamente como cuando los hijos de Israel traen el regalo en una vasija limpia a la casa de Jehová. Y también de ellos tomaré algunos para los sacerdotes, para los levitas” (Isaías 66:20, 21).
13 Algunos de estos “hermanos [...] de todas las naciones” estaban presentes en Jerusalén en el día de Pentecostés cuando se derramó espíritu santo sobre los discípulos de Jesús. La Biblia dice: “Sucedía que moraban en Jerusalén judíos, varones reverentes, de toda nación de las que hay bajo el cielo” (Hechos 2:5). Siguiendo la costumbre judía, dichos varones habían acudido a Jerusalén para rendir culto, pero cuando escucharon las buenas nuevas acerca de Jesucristo, muchos pusieron fe en él y se bautizaron.
14, 15. a) ¿Cómo recogieron los cristianos ungidos a más de sus “hermanos” espirituales después de la I Guerra Mundial, y por qué pudieron presentarlos a Jehová como “regalo en una vasija limpia”? b) ¿En qué sentido ‘tomó Jehová algunos para los sacerdotes’? c) Mencione algunos cristianos ungidos que participaron en la obra de recoger a sus hermanos espirituales (véase el recuadro de esta página).
14 ¿Tiene esta profecía un cumplimiento moderno? Desde luego. Tras la I Guerra Mundial, los siervos ungidos de Jehová se dieron cuenta de que, según las Escrituras, en 1914 se había instaurado el Reino de Dios en los cielos. Su estudio meticuloso de la Biblia les hizo ver que debían recogerse más herederos del Reino, o “hermanos”. Una serie de ministros intrépidos viajaron en todo medio de transporte “hasta la parte más distante de la tierra” en busca de posibles miembros del resto ungido. Cuando localizaban a tales personas, que en su mayoría procedían de las iglesias de la cristiandad, las ofrecían a Jehová como regalo (Hechos 1:8).
15 Los ungidos recogidos en aquellos años no esperaban que Jehová los aceptara tal como eran antes de conocer la verdad bíblica, por lo que dieron pasos para limpiarse de toda contaminación espiritual y moral, y así poder ser presentados como “regalo en una vasija limpia” o, como dijo el apóstol Pablo, “cual virgen casta al Cristo” (2 Corintios 11:2). Además de rechazar las doctrinas falsas, los ungidos tenían que aprender a mantener estricta neutralidad en los asuntos políticos del mundo. En 1931, cuando ya se habían purificado bastante, Jehová les concedió misericordiosamente el privilegio de portar su nombre al llegar a conocérseles como testigos de Jehová (Isaías 43:10-12). Pero ¿de qué forma ‘tomó Jehová algunos para los sacerdotes’? Como grupo, estos ungidos se convirtieron en parte de “un sacerdocio real, una nación santa” que ofrecía sacrificios de alabanza a Dios (1 Pedro 2:9; Isaías 54:1; Hebreos 13:15).
Prosigue la recolección
16, 17. ¿A quiénes representa “la prole” tras la I Guerra Mundial?
16 La cantidad total de componentes de ese “sacerdocio real” es de 144.000, y con el tiempo se les recogió a todos (Revelación 7:1-8; 14:1). ¿Finalizó entonces la recolección? No. La profecía de Isaías sigue diciendo: “Tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí —es la expresión de Jehová—, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes” (Isaías 66:22). En el cumplimiento inicial de estas palabras, los judíos que regresen del cautiverio babilónico tendrán hijos. De esa forma, el resto judío restaurado —“la nueva tierra”—, que vivirá bajo la nueva administración judía —“los nuevos cielos”—, quedará firmemente establecido. La profecía ha tenido, además, un cumplimiento extraordinario en nuestros días.
17 “La prole” que la nación de hermanos espirituales produce es la “gran muchedumbre”, que tiene la esperanza de vivir para siempre en la Tierra. Sus integrantes, “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, [están] de pie delante del trono y delante del Cordero” y “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Revelación 7:9-14; 22:17). Esta “gran muchedumbre” pasa de la oscuridad espiritual a la luz que suministra Jehová. Tiene fe en Jesucristo y, al igual que sus hermanos ungidos, se esfuerza por mantenerse espiritual y moralmente limpia. Como grupo sigue rindiendo servicio bajo la guía de Cristo y ‘seguirá subsistiendo’ para siempre (Salmo 37:11, 29).
18. a) ¿Por qué puede decirse que la gran muchedumbre ha actuado como sus hermanos ungidos? b) ¿En qué sentido adoran a Jehová “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” los ungidos y sus compañeros?
18 Estos hombres y mujeres laboriosos que tienen la esperanza terrestre saben que, si bien es esencial permanecer puros en sentido moral y espiritual, para agradar a Jehová se necesita algo más. La obra de la recolección está en pleno apogeo, y desean participar en ella. El libro de Revelación profetiza respecto a esas personas: “Están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo” (Revelación 7:15). Tales palabras nos recuerdan el penúltimo versículo del libro profético de Isaías: “Ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—” (Isaías 66:23). Esta predicción se está cumpliendo hoy. “De luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” —es decir, constantemente, semana a semana, mes tras mes—, los cristianos ungidos y sus compañeros, la gran muchedumbre, adoran juntos a Jehová. Como parte de su adoración, asisten a las reuniones cristianas y participan en el ministerio público. ¿Se encuentra usted entre quienes ‘vienen y se inclinan ante Jehová’ con constancia? El pueblo de Dios lo hace con gran satisfacción, y los que son miembros de la gran muchedumbre anhelan que llegue el día en que “toda carne”, todo ser humano, sirva a Jehová “de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado” por toda la eternidad.
La destrucción total de los enemigos de Dios
19, 20. ¿Para qué se utilizaba el Gehena en tiempos bíblicos, y qué simboliza?
19 Solo nos resta un versículo de las profecías de Isaías por analizar. El libro concluye con las siguientes palabras: “Realmente saldrán y pondrán la vista sobre los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra mí; porque los gusanos mismos que están sobre ellos no morirán, y su fuego mismo no se extinguirá, y tienen que llegar a ser algo repulsivo para toda carne” (Isaías 66:24). Es probable que Jesucristo tuviera en mente esta profecía cuando animó a sus discípulos a simplificar su vida y dar prioridad a los intereses del Reino. “Si tu ojo te hace tropezar, tíralo; mejor te es entrar con un solo ojo en el reino de Dios que con dos ojos ser arrojado al Gehena, donde su cresa no muere y el fuego no se apaga”, les dijo (Marcos 9:47, 48; Mateo 5:29, 30; 6:33).
20 ¿Qué es el Gehena? El erudito judío David Kimhi escribió hace varios siglos: “Es un lugar situado junto a Jerusalén, un lugar repugnante donde se arrojan inmundicias y cadáveres. En él ardía sin cesar un fuego que quemaba las inmundicias y los huesos de los cadáveres. De ahí que el juicio de los inicuos reciba en lenguaje alegórico el nombre de Gehinnom”. Si la finalidad del Gehena, tal como indica este comentarista judío, era eliminar los desperdicios y los cadáveres de la gente considerada indigna de recibir sepultura, el fuego sería un medio adecuado para ello. Y lo que este no consumiera lo consumirían las cresas. ¡Qué imagen más apropiada de la destrucción total que sufrirán los enemigos de Dios!b
21. ¿Para quiénes concluye el libro de Isaías con una nota optimista, y por qué?
21 En vista de la referencia a los cadáveres, el fuego y los gusanos, ¿puede decirse que el emocionante libro profético de Isaías concluye con una nota macabra? Los enemigos declarados de Dios sin duda pensarán que sí. Para Sus amigos, en cambio, la descripción que hace Isaías de la destrucción eterna de los impíos es muy alentadora. El pueblo de Jehová necesita tal garantía de que sus adversarios no volverán a dominar jamás. Todos los que han ocasionado tanto sufrimiento a los adoradores de Dios y tanto oprobio a Su nombre serán destruidos para siempre. Por ello, “la angustia no se levantará una segunda vez” (Nahúm 1:9).
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Luz para las nacionesLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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[Recuadro de la página 409]
Ungidos de todas las naciones son presentados a Jehová como regalo
En 1920, Juan Muñiz llegó a España procedente de Estados Unidos; posteriormente se trasladó a la Argentina, donde organizó varias congregaciones de ungidos. A partir de 1923, la luz de la verdad brilló sobre muchas personas honradas de África occidental cuando el misionero William R. Brown (a quien se llegó a conocer como Brown el de la Biblia) predicó el mensaje del Reino en lugares como Sierra Leona, Ghana, Liberia, Gambia y Nigeria. Aquel mismo año, el canadiense George Young se desplazó a Brasil y poco después viajó a la Argentina, Costa Rica, Panamá, Venezuela e incluso la Unión Soviética. Por aquellas mismas fechas, Edwin Skinner partió de Inglaterra rumbo a la India, donde trabajó muchos años en la recolección.
[Ilustración de la página 411]
Algunos judíos presentes en Jerusalén en el día de Pentecostés fueron ‘hermanos traídos de todas las naciones’
[Ilustración a toda plana de la página 413]
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Luz para las nacionesLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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a En el contexto de la situación reinante tras la caída de Jerusalén ante las fuerzas babilónicas, Jeremías 52:15 menciona a “algunos de los de condición humilde del pueblo y [...] los demás del pueblo que quedaban en la ciudad”. La obra Perspicacia para comprender las Escrituras, vol. 1, pág. 445, dice: “La expresión ‘que quedaban en la ciudad’ parece dar a entender que muchos habían perecido debido al hambre, la enfermedad o el fuego, o que habían muerto en la guerra”.
b Puesto que lo que se consume en el Gehena son cadáveres, no personas vivas, este lugar no es un símbolo de tormento eterno.
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