BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • “Repartan la tierra como herencia”
    La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada!
    • Un río desembocando en el mar. El río cruza la tierra que va a ser repartida.

      CAPÍTULO 20

      “Repartan la tierra como herencia”

      EZEQUIEL 45:1

      IDEA PRINCIPAL: La distribución de la tierra y su significado

      1, 2. a) ¿Qué instrucciones le da Jehová a Ezequiel? b) ¿Qué preguntas vamos a responder?

      EN EL año 593 antes de nuestra era, Ezequiel recibe una visión que le hace recordar lo que pasó unos novecientos años atrás, en la época de Moisés y Josué. En aquel entonces, Jehová le dijo a Moisés cuáles serían los límites de la Tierra Prometida, y más tarde le explicó a Josué cómo se repartiría esa tierra entre las tribus de Israel (Núm. 34:1-15; Jos. 13:7; 22:4, 9). Y ahora vuelve a pasar algo parecido. Jehová les da instrucciones a Ezequiel y a los exiliados para que repartan la Tierra Prometida entre las tribus de Israel (Ezeq. 45:1; 47:14; 48:29).

      2 ¿Qué mensaje les transmitía esta visión a Ezequiel y los demás exiliados? ¿De qué manera nos anima a los siervos de Dios hoy? ¿Tendrá un cumplimiento a mayor escala en el futuro?

      Una visión con cuatro garantías

      3, 4. a) ¿Qué cuatro garantías les dio la última visión de Ezequiel a los desterrados? b) ¿Qué garantía vamos a analizar en este capítulo?

      3 La última visión que recibe Ezequiel abarca nueve capítulos de su libro (Ezeq. 40:1-48:35). Esta visión les dio a los desterrados cuatro garantías muy animadoras sobre la restauración de la nación de Israel. ¿Cuáles fueron esas garantías? Primero, que la adoración pura sería restaurada en el templo de Dios. Segundo, que la nación ya restaurada sería dirigida por sacerdotes y pastores justos. Tercero, que todos los que volvieran a Israel recibirían en herencia una parte de la tierra. Y cuarto, que Jehová estaría con ellos, residiría nuevamente entre ellos.

      4 Los capítulos 13 y 14 de este libro explican en qué consistían las primeras dos garantías: que la adoración verdadera sería restaurada y que el pueblo sería dirigido por pastores justos. En este capítulo nos centraremos en la tercera garantía: la promesa de recibir en herencia una parte de la tierra. En el siguiente capítulo analizaremos la promesa relacionada con la presencia de Jehová (Ezeq. 47:13-21; 48:1-7, 23-29).

      “Esta tierra [...] se reparte entre ustedes como herencia”

      5, 6. a) De acuerdo con la visión de Ezequiel, ¿qué territorio se repartiría? (Vea el dibujo del principio). b) ¿Cuál era el objetivo de esta parte de la visión?

      5 Lea Ezequiel 47:14. En la visión, Jehová le habla a Ezequiel de una zona de esa tierra que llegaría a parecerse al “jardín de Edén” (Ezeq. 36:35). Luego Jehová afirmó: “Este es el territorio que ustedes repartirán como la herencia de tierra de las 12 tribus de Israel” (Ezeq. 47:13). “El territorio” que se repartiría era la tierra de Israel a la que volverían los exiliados y que sería restaurada. Después, como aparece en Ezequiel 47:15-21, Jehová pasa a explicar con lujo de detalles cuáles son las fronteras de toda esa tierra.

      6 ¿Cuál era el objetivo de esta parte de la visión? La descripción de las fronteras tan bien definidas les aseguraba a Ezequiel y a los demás judíos que su querida tierra realmente sería restaurada. ¡Cuánto debe haber animado a los exiliados que Jehová les diera esa garantía de una manera tan gráfica! Pero ¿de veras recibió el pueblo de Dios una tierra en herencia? Por supuesto que sí.

       Un río desembocando en el mar. El río cruza la tierra que va a ser repartida.

      7. a) ¿Qué sucedió a partir del año 537 antes de nuestra era? ¿Y qué nos hace recordar eso? b) ¿Qué analizaremos a continuación?

      7 A partir del año 537 antes de nuestra era, unos cincuenta y seis años después de que Ezequiel recibió la visión, miles de exiliados volvieron a la tierra de Israel y la ocuparon. Aquellos acontecimientos históricos nos recuerdan algo similar que el pueblo de Dios de la actualidad ha experimentado. Se puede decir que ellos también han recibido un terreno. ¿En qué sentido? Jehová permitió que sus siervos entraran a una tierra espiritual y la ocuparan. Siendo así, la restauración de la antigua Tierra Prometida puede enseñarnos mucho sobre la restauración de la tierra espiritual que el pueblo de Dios disfruta hoy. Pero antes de ver lo que nos enseña, analicemos qué nos lleva a la conclusión de que realmente existe una tierra espiritual.

      8. a) ¿Con qué otra nación reemplazó Jehová a la nación de Israel? b) ¿Qué es la tierra o paraíso espiritual? c) ¿Cuándo llegó a existir esa tierra, y quiénes se han establecido en ella?

      8 En una visión anterior, Jehová le indicó a Ezequiel que las profecías sobre la restauración de Israel tendrían un cumplimiento mayor. Eso sería después de que su “siervo David”, Jesucristo, comenzara a reinar, algo que ocurrió en 1914 (Ezeq. 37:24). Para ese año, ya hacía mucho tiempo que la nación de Israel no era el pueblo de Dios. Esa nación había sido sustituida por otra: el Israel espiritual, compuesto por cristianos ungidos por espíritu santo (lea Mateo 21:43; 1 Pedro 2:9). Pero Jehová no solo reemplazó a la nación de Israel por una nación espiritual, sino que también reemplazó la tierra literal de Israel por una tierra o paraíso espiritual (Is. 66:8). Como vimos en el capítulo 17 de este libro, esa tierra espiritual es una situación espiritualmente segura, un ambiente donde los que quedan de los ungidos han estado adorando a Jehová y realizando sus actividades espirituales desde 1919 (vea el recuadro 9B “¿Y por qué 1919?”). Con el paso del tiempo, las “otras ovejas”, personas con la esperanza de vivir en la Tierra, también empezaron a establecerse en esa tierra o paraíso espiritual (Juan 10:16). Aunque este paraíso sigue extendiéndose hoy, solo después del Armagedón recibiremos todas sus bendiciones.

      Una división equitativa y precisa

      9. ¿Qué instrucciones detalladas dio Jehová sobre cómo hacer el reparto de la tierra?

      9 Lea Ezequiel 48:1, 28. Después de establecer las fronteras del país, Jehová dio instrucciones detalladas sobre cómo hacer el reparto de la tierra. Ordenó que el territorio que heredaran las 12 tribus se trazara de forma equitativa y precisa de norte a sur; empezando por la tribu de Dan, en el extremo norte, y terminando por la tribu de Gad, en el extremo sur. Cada territorio sería una franja horizontal que iría desde la frontera este del país hasta el mar Grande, o el mar Mediterráneo, en el oeste (Ezeq. 47:20).

      10. ¿Qué garantías debe haberles dado a los desterrados esta parte de la visión?

      10 ¿Qué garantías debe haberles dado a los desterrados esta parte de la visión? La descripción tan detallada que dio Ezequiel sobre el reparto debió dejarles claro que la división de la tierra estaría muy bien organizada. Además, la división exacta del país entre las 12 tribus destacaba que cada uno de los que volvieran a Israel recibiría sin falta una herencia en la tierra que sería restaurada. Nadie se quedaría sin terreno ni hogar.

      Un hombre que parece de cobre mostrándole a Ezequiel la tierra que se daría en herencia.

      RECUADRO INFORMATIVO 20A: El reparto de la tierra

      11. ¿Qué lecciones podemos aprender de la visión profética sobre el reparto de la tierra? (Vea el recuadro “El reparto de la tierra”).

      11 ¿Qué fortalecedoras lecciones podemos aprender nosotros de esta visión? No solo los sacerdotes, los levitas y los jefes tendrían un lugar en la Tierra Prometida restaurada, sino también todos los integrantes de las 12 tribus (Ezeq. 45:4, 5, 7, 8). De manera parecida, no solo el resto ungido y los de la “gran muchedumbre” que guían al pueblo de Dios tienen un lugar en el paraíso espiritual (Apoc. 7:9).a Todos tenemos un lugar asegurado y una valiosa labor en el paraíso espiritual, por muy insignificante que parezca nuestro papel en la organización. ¡Cuánto nos anima esta garantía!

      Imágenes del pueblo de Dios de la actualidad: 1. Una hermana ayudando a su anciana madre con las medicinas. 2. Una misionera capacitando a una publicadora más joven en la predicación. Están predicando cerca de la playa. 3. Una madre soltera dándoles clases de la Biblia a su niño y su niña. 4. Gerrit Lösch dirigiendo la adoración matutina para la familia Betel. 5. Una hermana mayor orando. Sobre las piernas tiene una Biblia y una lista con nombres de hermanos que están en prisión. 6. Un hermano limpiando un lavabo en un Salón del Reino. 7. Un hermano dirigiendo el tráfico en el estacionamiento de un Salón de Asambleas. 8. Hermanos trabajando en un estudio de grabación de una Oficina Remota de Traducción.

      Sin importar las responsabilidades que tengamos en la organización de Jehová, él valora nuestros esfuerzos por cumplirlas. (Vea el párrafo 11).

      Dos grandes diferencias y su significado para nosotros

      12, 13. ¿Qué instrucciones específicas dio Jehová sobre el reparto de la tierra entre las tribus?

      12 Algunas de las instrucciones de Jehová sobre el reparto de la tierra debieron sorprenderle a Ezequiel porque no coincidían con las que Dios le había dado a Moisés. Veamos dos diferencias. Una tiene que ver con la tierra y la otra con sus habitantes.

      13 La tierra. A las tribus más grandes, Moisés tenía que darles más tierra (Núm. 26:52-54). Pero a Ezequiel le dijo específicamente en la visión que todas las tribus tendrían que recibir “partes iguales ” o, según la nota, “cada uno como su hermano” (Ezeq. 47:14). Por eso, de norte a sur, la franja de territorio de cada tribu tenía que medir exactamente lo mismo. Todos los israelitas —sin importar de qué tribu fueran— tendrían la misma oportunidad de aprovechar todo lo bueno que produjera la Tierra Prometida, un lugar muy fértil.

      14. ¿Cuál es la diferencia entre lo que Jehová le dijo a Ezequiel sobre los residentes extranjeros y lo que estaba escrito en la Ley?

      14 Los habitantes. La Ley mosaica protegía a los extranjeros y les permitía practicar la adoración a Jehová, pero no podían ser dueños de ningún terreno (Lev. 19:33, 34). Sin embargo, lo que Dios le dijo a Ezequiel iba más allá de lo que él mismo había establecido en la Ley. Le ordenó: “Deben darle al residente extranjero una herencia en el territorio de la tribu en la que se haya establecido”. Con esa orden, Jehová eliminó por completo una gran diferencia entre los “israelitas de nacimiento” y los residentes extranjeros (Ezeq. 47:22, 23). Ezequiel vio que, en la tierra restaurada de la visión, los habitantes disfrutaban de igualdad y adoraban a Jehová unidos (Lev. 25:23).

      15. ¿Qué verdad acerca de Jehová confirmaron las instrucciones sobre la tierra y sus habitantes?

      15 Estas dos instrucciones que Ezequiel recibió sobre la tierra y sus habitantes debieron llenar de confianza a los desterrados. Al recibirlas entendieron que tanto los israelitas como los extranjeros que adoraban a Jehová disfrutarían de la misma herencia (Esd. 8:20; Neh. 3:26; 7:6, 25; Is. 56:3, 8). Dichas instrucciones también confirmaron el hecho de que, para Jehová, todos sus siervos son igual de valiosos, y esa es una verdad que no cambiará jamás (lea Ageo 2:7). Por eso, sea que tengamos la esperanza de vivir en el cielo o en la Tierra, esa verdad nos llega al corazón.

      16, 17. a) ¿Qué lecciones aprendemos al analizar los detalles sobre la tierra y los habitantes? b) ¿Qué estudiaremos en el próximo capítulo?

      16 Después de analizar estos detalles sobre la tierra y los habitantes, ¿qué lecciones aprendemos? Estos detalles nos recuerdan que la igualdad y la unidad deben ser algo que destaque en nuestra hermandad mundial. Jehová no es parcial. Así que estaría bien que nos preguntáramos: “¿Hago todo lo posible por ser imparcial como Jehová? ¿Trato a todos mis hermanos con respeto sincero, sin importar su raza, origen o situación?” (Rom. 12:10). Nos alegramos mucho de que Jehová nos dé a todos nosotros la misma oportunidad de entrar en el paraíso espiritual. En este paraíso le damos servicio sagrado con toda el alma a nuestro Padre celestial y disfrutamos de sus bendiciones (Gál. 3:26-29; Apoc. 7:9).

      Hermanas de distintas razas y edades llevando a cabo la adoración en familia en la casa de una hermana que está en silla de ruedas.

      ¿Imito a Jehová siendo imparcial y tratando a los demás con respeto sincero? (Vea los párrafos 15 y 16).

  • “Este será el nombre de la ciudad: Jehová Está Allí”
    La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada!
    • “Este será el nombre de la ciudad: Jehová Está Allí”

      EZEQUIEL 48:35

      IDEA PRINCIPAL: Lo que representan la ciudad y la contribución

      1, 2. a) ¿Qué terreno tiene que reservarse para un propósito especial? (Vea la portada ilustrada de este libro). b) ¿Qué garantía les ofrece esta visión a los exiliados?

      EN LA última visión de Ezequiel se menciona una franja de terreno que tiene que reservarse para un propósito especial. Ese terreno no se le da en herencia a ninguna tribu de Israel, sino que se aparta como contribución para Jehová. También se menciona una ciudad extraordinaria con un nombre muy llamativo. Esta parte de la visión ofrece a los exiliados una garantía importantísima: Jehová estará con ellos cuando vuelvan a su querida tierra.

      2 Ezequiel describe de forma detallada esa contribución. Analicemos este relato lleno de significado para nosotros, los verdaderos siervos de Jehová.

      Vista aérea de una porción de la tierra llamada “la contribución entera” y de la ciudad llamada “Jehová Está Allí”. El templo de la visión de Ezequiel resplandeciendo por la gloria de Dios; está situado en la cima de una montaña muy alta por la que fluye un río.

      La contribución santa junto con la ciudad

      Mapa de una porción de tierra llamada “la contribución” y reservada por Jehová, y un recuadro de la porción de esa tierra llamada “la contribución entera”.

      RECUADRO INFORMATIVO 21A: “La contribución que ustedes deben reservar”

      3. Pensando en la parte del país que Jehová reserva para un propósito especial, ¿qué cinco áreas se mencionan en la visión, y qué función tienen? (Vea el recuadro “La contribución que ustedes deben reservar”).

      3 Dentro de esa franja hay un terreno que mide 25.000 codos (13 kilómetros [8 millas]) de norte a sur, y otros 25.000 codos de este a oeste. Ese terreno cuadrado se llama “la contribución entera”, y está dividido en tres secciones horizontales. La de arriba es para los levitas; la de en medio está reservada para el templo y los sacerdotes. Esas dos secciones juntas forman la “contribución santa”. Y la sección de abajo, o “el resto del terreno”, es la más pequeña y está destinada “para uso comunitario de la ciudad” (Ezeq. 48:15, 20).

      4. ¿Qué lección extraemos del pasaje sobre la contribución para Jehová?

      4 ¿Qué lección extraemos del pasaje sobre la contribución para Jehová? Vemos que primero se reservó esta contribución especial, y luego se dividió el resto del país entre las tribus. De este modo, Jehová mostró que se le debía dar prioridad a esa franja central del país, que tenía un propósito espiritual (Ezeq. 45:1). El orden de importancia en la distribución de la tierra sin duda les enseñó una gran lección a los exiliados: la adoración a Jehová tenía que ocupar el primer lugar en su vida. Para nosotros, las actividades espirituales —como el estudio de la Palabra de Dios, asistir a las reuniones y participar en la predicación— también son una prioridad. Si imitamos a Jehová y establecemos las prioridades correctas, nuestra vida diaria girará en torno a su adoración.

      “La ciudad estará en medio de él”

      5, 6. a) ¿De quién era la ciudad? b) ¿Qué no es la ciudad, y por qué?

      5 Lea Ezequiel 48:15. ¿Qué representaban “la ciudad” y sus alrededores? (Ezeq. 48:16-18). Respecto a “la propiedad de la ciudad”, Jehová le había dicho a Ezequiel: “Este terreno será de toda la casa de Israel” (Ezeq. 45:6, 7). Así que la ciudad y sus alrededores no eran parte de “la contribución santa” o, como Dios dijo, “la contribución que ustedes reservarán para Jehová” (Ezeq. 48:9). Teniendo en cuenta esta diferencia, veamos lo que podemos aprender hoy de esa ciudad.

      6 Para empezar, dejemos claro lo que la ciudad no puede ser. La ciudad no puede ser la Jerusalén reconstruida y su templo. ¿Por qué? Porque no hay un templo dentro de la ciudad que ve Ezequiel. Tampoco puede ser ninguna otra ciudad de la tierra restaurada de Israel. ¿Por qué? Porque ni los que volvieron del destierro ni sus descendientes construyeron una ciudad con esas características. Y, por último, tampoco puede ser una ciudad celestial. ¿Por qué? Porque se construyó en un terreno “de uso común”, es decir, un lugar que ni era sagrado ni estaba destinado a la adoración (Ezeq. 42:20).

      7. ¿Qué es la ciudad que vio Ezequiel? ¿Y qué podría representar? (Vea el dibujo del principio).

      7 Entonces, ¿qué es la ciudad que vio Ezequiel? Recordemos que tanto la ciudad como la tierra aparecen en la misma visión (Ezeq. 40:2; 45:1, 6). La Biblia indica que esta tierra era simbólica o espiritual, así que la ciudad también debe ser una ciudad simbólica. ¿Y qué idea transmite la palabra ciudad ? La idea de una comunidad de personas que componen una estructura organizada. Por lo tanto, la ciudad que vio Ezequiel, que formaba un cuadrado perfecto, podría representar una administración bien organizada.

      Vista aérea de la ciudad llamada “Jehová Está Allí”.

      8. ¿Dónde desempeña sus funciones la administración, y cómo lo sabemos?

      8 ¿Dónde desempeña sus funciones esta administración? La visión de Ezequiel indica que la ciudad está dentro de la tierra simbólica o espiritual. De modo que esta administración está desempeñando sus funciones dentro del ambiente donde el pueblo de Dios realiza sus actividades espirituales. ¿Y qué quiere decir que la ciudad esté en un terreno de uso común o no sagrado? Esto muestra que la administración no es celestial, sino terrestre. Todo lo que dicha administración ha estado haciendo ha sido en beneficio de los habitantes del paraíso espiritual.

      9. a) ¿Quiénes componen hoy la administración terrestre? b) ¿Qué hará Jesús durante el Milenio?

      9 ¿Quiénes componen esa administración terrestre? En la visión de Ezequiel, el que está a cargo del gobierno de la ciudad es “el jefe” (Ezeq. 45:7). Se trata de alguien que supervisa al pueblo pero que no es ni sacerdote ni levita. Este jefe nos recuerda a los superintendentes de congregación, en particular a los que no son ungidos. Estos pastores cariñosos, que pertenecen al grupo de las “otras ovejas”, son siervos humildes del gobierno celestial de Cristo (Juan 10:16). Durante el Reinado de Mil Años, Jesús elegirá y nombrará “príncipes” o ancianos competentes “por toda la tierra” (Sal. 45:16). Bajo la dirección del Reino celestial, ellos cuidarán del pueblo de Dios durante el Milenio.

      “Jehová Está Allí”

      10. ¿Cómo se llama la ciudad, y qué garantiza su nombre?

      10 Lea Ezequiel 48:35. La ciudad se llama “Jehová Está Allí”. Su nombre garantiza que en esta ciudad se siente la presencia de Jehová. Al mostrarle a Ezequiel esta ciudad ubicada en una posición central, Jehová en realidad les estaba diciendo a los exiliados: “Volveré a estar con ustedes”. ¡Qué promesa tan animadora!

      11. ¿Qué otras lecciones aprendemos sobre la ciudad de la visión y su nombre?

      11 ¿Qué lecciones aprendemos de esta parte de la profecía de Ezequiel? El nombre de esta ciudad o administración nos garantiza a los siervos de Dios que Jehová está y siempre estará con su pueblo fiel en la Tierra. Este nombre lleno de significado también destaca una verdad fundamental: la ciudad no está ahí para darle autoridad a ningún ser humano, sino para hacer que se cumplan las razonables y bondadosas instrucciones de Jehová. Por ejemplo, Jehová no le ha dado a la administración la autoridad de decidir por su cuenta cómo dividir el país. Más bien, Jehová espera que los administradores respeten la distribución que él ha hecho, o sea, el lugar que él ha decidido darles a sus siervos, incluidos los que pudieran parecer insignificantes (Ezeq. 46:18; 48:29).

      12. a) ¿Qué característica de la ciudad podemos destacar, y qué nos da a entender? b) ¿Qué idea importante les recuerda esta visión a los ancianos?

      12 ¿Qué otra característica de la ciudad “Jehová Está Allí” podemos destacar? Las ciudades de la antigüedad estaban protegidas por murallas que tenían el menor número de puertas posible; pero esta ciudad tiene nada más y nada menos que 12 puertas (Ezeq. 48:30-34). Con tantas puertas en esta ciudad cuadrada —3 por cada lado— se entiende que los administradores son accesibles y están a la disposición de todos los siervos de Dios. Además, el hecho de que tenga 12 puertas destaca que está abierta para todos, para “toda la casa de Israel” (Ezeq. 45:6). Esta característica de la ciudad les recuerda a los ancianos algo importante: Jehová quiere que sean accesibles y que estén a la disposición de todos los habitantes del paraíso espiritual.

      Un anciano hablando con unos niños en el Salón del Reino y mirando unos dibujos que ellos hicieron.

      Los ancianos son muy accesibles y siempre están dispuestos a dedicarles tiempo a los demás. (Vea el párrafo 12).

      El pueblo entra para adorar a Dios y apoya a la ciudad

      13. ¿Qué diferentes servicios prestan las personas que menciona Jehová?

      13 Volvamos ahora a la época de Ezequiel para descubrir más detalles sobre la visión del reparto de tierra. En la visión, Jehová menciona a personas que están prestando diferentes servicios. Los sacerdotes —“los siervos del santuario”— tenían que ofrecer sacrificios y acercarse a Jehová para servirle. Y los levitas —“los siervos del templo”— tenían que cumplir “con el servicio del templo y con todas las cosas” que se debían hacer allí (Ezeq. 44:14-16; 45:4, 5). En la visión también hay gente trabajando cerca de la ciudad. ¿Quiénes son?

      14. ¿En qué nos hacen pensar las personas que trabajan cerca de la ciudad?

      14 Los que trabajan cerca de la ciudad vienen “de todas las tribus de Israel” y están ahí para dar su apoyo. Su tarea es cultivar la tierra para que sus cosechas sirvan “de alimento para los trabajadores de la ciudad” (Ezeq. 48:18, 19). ¿No nos hace pensar esto en las oportunidades que tenemos ahora? Todos los habitantes del paraíso espiritual tienen hoy la oportunidad de apoyar el trabajo que realizan los hermanos ungidos de Cristo y el que realizan los miembros de la “gran muchedumbre” que han sido nombrados por Jehová para dar guía y dirección (Apoc. 7:9, 10). Una de las maneras más importantes de darles nuestro apoyo es obedeciendo con gusto las instrucciones del esclavo fiel.

      15, 16. a) ¿Qué otro detalle de la visión de Ezequiel nos ofrece una lección? b) ¿En qué actividades tenemos la oportunidad de participar?

      15 Y hay otro detalle más en la visión de Ezequiel del que podemos aprender una lección relacionada con nuestro servicio. ¿De qué se trata? Jehová dice que hay integrantes de las 12 tribus no levitas que trabajan en dos lugares: en el patio del templo y en los campos de pasto de la ciudad. ¿Y qué se hace en esos lugares? En el patio del templo de Jehová, todas las tribus entran “para adorarlo” ofreciéndole sacrificios (Ezeq. 46:9, 24). En los campos que rodean la ciudad hay personas de todas las tribus que vienen para apoyar a la ciudad cultivando sus terrenos. ¿Qué podemos aprender de esos trabajadores?

      16 En la actualidad, los miembros de la gran muchedumbre tienen la oportunidad de participar en actividades parecidas a las que se realizan en la visión de Ezequiel. Por un lado, adoran a Jehová “en su templo” ofreciendo sacrificios de alabanza (Apoc. 7:9-15). Lo hacen cuando predican y cuando expresan su fe participando en las reuniones cristianas y cantando en ellas. Para ellos, adorar a Jehová es su principal responsabilidad (1 Crón. 16:29). Y, por otro lado, hay muchos del pueblo de Dios que apoyan a la organización de Jehová de muchas otras maneras. Por ejemplo, colaboran en la construcción y mantenimiento de Salones del Reino y sucursales, así como en muchos otros proyectos de la organización de Jehová. Otros dan su apoyo a estas obras con sus donativos. Al apoyar así a la organización es como si estuvieran cultivando la tierra “para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31). Ellos llevan a cabo este trabajo con entusiasmo y alegría porque saben que “estos sacrificios le agradan mucho” a Jehová (Heb. 13:16). ¿Estamos todos aprovechando al máximo estas oportunidades?

      Gente llevando cereales y cuidando los rebaños por fuera de una puerta de la ciudad llamada “Jehová Está Allí”.

      ¿Qué lecciones aprendemos de las diversas actividades realizadas en torno al templo y a la ciudad? (Vea los párrafos 14 a 16).

      “Hay unos nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos”

      17. a) ¿Qué cumplimiento a mayor escala tendrá esta visión en el futuro? b) ¿Quiénes se beneficiarán del trabajo de la administración terrestre durante el Milenio?

      17 ¿Tendrá la visión sobre la contribución un cumplimiento a mayor escala en el futuro? Claro que sí. Piense en esto: Ezequiel vio que el terreno llamado “la contribución santa”, donde estaba “el santuario de Jehová”, era el centro del país (Ezeq. 48:10). Esto nos garantiza que, sin importar en qué lugar de la Tierra vivamos después del Armagedón, Jehová estará con nosotros (Apoc. 21:3). Durante el Milenio, la administración terrestre —es decir, las personas que serán escogidas en la Tierra para cuidar del pueblo de Dios— ejercerá su influencia sobre todo el planeta guiando y dirigiendo con bondad a todos los que formemos parte de la “nueva tierra”, o la nueva sociedad humana (2 Ped. 3:13).

      18. a) ¿Por qué podemos estar seguros de que la administración terrestre estará en sintonía con el gobierno de Dios? b) ¿Qué firme garantía nos da el nombre de la ciudad?

      18 Esta administración terrestre, representada en la visión como una ciudad, continuará en total armonía con el gobierno de Dios. ¿Por qué podemos afirmarlo? En la Biblia se ve claramente que esa ciudad en la Tierra, con sus 12 puertas, es un reflejo de la Nueva Jerusalén, una ciudad en los cielos que también tiene 12 puertas y que está formada por los 144.000 que van a gobernar con Cristo (Apoc. 21:2, 12, 21-27). Esto indica que la administración terrestre estará en sintonía con todas las decisiones que emita el Reino de Dios desde los cielos y se asegurará de llevarlas a la práctica. De modo que el nombre de la ciudad —“Jehová Está Allí”— nos garantiza a todos nosotros que la adoración pura permanecerá para siempre en el Paraíso y prosperará. ¡Qué magnífico futuro nos espera!

  • El reparto de la tierra
    La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada!
    • El reparto de la tierra

      La descripción de las fronteras tan bien definidas les aseguraba a los exiliados que su querida tierra realmente sería restaurada. ¿Qué lecciones podemos aprender de esta visión? Analicemos dos aspectos que vemos en ella.

      Un mapa mostrando las fronteras de las franjas de tierra que se entregarían a los exiliados que volvieran, tal como las describió Ezequiel. Los territorios heredados por las tribus trazados de forma equitativa de norte a sur, empezando por Dan y siguiendo por Aser, Neftalí, Manasés, Efraín, Rubén, Judá, la contribución (franja para un propósito administrativo), Benjamín, Simeón, Isacar, Zabulón y Gad.

      Un lugar asegurado y una valiosa labor

      Cada uno de los que volvieran del exilio tendría una herencia en la Tierra Prometida restaurada. En el paraíso espiritual, cada siervo de Jehová también tiene un lugar. Por muy insignificante que parezca nuestro papel en la organización, tenemos un lugar asegurado y una valiosa labor en el paraíso espiritual. Y es que Jehová valora a todos sus siervos por igual.

      Distribución a partes iguales

      En la visión de Ezequiel, cada territorio de la Tierra Prometida restaurada les daría a sus habitantes la oportunidad de aprovechar todo lo bueno de la tierra. En la actualidad, Jehová les da a todos sus siervos la misma oportunidad de entrar en el paraíso espiritual y disfrutar de sus bendiciones.

      Volver al capítulo 20, párrafos 5 a 11

  • “La contribución que ustedes deben reservar”
    La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada!
    • “La contribución que ustedes deben reservar”

      EZEQUIEL 48:8

      Acompañemos a Ezequiel mientras describe la parte del terreno que Jehová reserva para un propósito especial. En la visión se mencionan cinco áreas. ¿Cuáles son? ¿Qué función tienen?

      Mapa de la tierra llamada “la contribución” y reservada por Jehová, y, dentro de ese mapa, un recuadro mostrando un terreno cuadrado de 25.000 codos (13 kilómetros [8 millas]) de norte a sur y 25.000 codos de este a oeste. Este terreno cuadrado se llama “la contribución entera” y está dividido en tres franjas horizontales: la sección de arriba; la sección de en medio, donde está el templo; y la sección de abajo, donde está la ciudad llamada “Jehová Está Allí”.

      A. “La contribución”

      Es una franja de terreno para uso del gobierno y tiene un propósito administrativo

      EZEQ. 48:8

      B. “La contribución entera”

      Es una zona destinada a los sacerdotes, los levitas y la ciudad. Además, hay miembros de las 12 tribus que entran allí para adorar a Jehová y apoyar la administración

      EZEQ. 48:20

      C. “El territorio del jefe”

      “Esa tierra será su propiedad en Israel” “Será del jefe”

      EZEQ. 45:7, 8; 48:21, 22

      D. “La contribución santa”

      La sección de arriba es “para los levitas” y “es algo santo”. La de en medio es “la contribución santa para los sacerdotes”. Es “un lugar para sus casas y un lugar sagrado para el santuario” o templo

      EZEQ. 45:1-5; 48:9-14

      E. “El resto del terreno”

      “Este terreno será de toda la casa de Israel” y “será para uso comunitario de la ciudad, para viviendas y campos de pasto”

      EZEQ. 45:6; 48:15-19

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir