EN TIEMPOS bíblicos, la provincia de Galilea, situada al norte de Palestina, era próspera y estaba densamente poblada. Hoy continúa siendo una tierra atrayente debido al azul intenso del mar de Galilea, lo escarpado de las tierras del norte y sus fértiles llanuras. Fue en esta región pintoresca donde Jesús pasó la mayor parte de su vida como humano, pues se crió en la ciudad galilea de Nazaret. (Mt 2:21-23; Lu 2:51, 52.)

Los galileos se dedicaban a la agricultura, el pastoreo y la pesca, actividades que Jesús citó en muchas de sus parábolas.

AL NORTE de Palestina encontramos rodeado de colinas el lago de agua dulce llamado mar de Galilea, mar de Tiberíades o lago de Genesaret. Como si fuera una piedra preciosa en el fondo de un cuenco profundo, el lago está a unos 210 m. por debajo del nivel del mar. Mide 21 Km. de largo y unos 12 Km. de ancho. En el lago y sus inmediaciones ocurrieron muchos hechos sobresalientes del ministerio de Jesús.