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  • Un alimento nuevo
    Mi libro de historias bíblicas
    • Una israelita y su hijo recogiendo maná

      HISTORIA 34

      Un alimento nuevo

      ¿SABES qué está recogiendo del suelo la gente? Parece escarcha. Es blanco, delgado y como hojas pequeñas. Pero no es escarcha; es algo que se puede comer.

      Solo ha pasado más o menos un mes desde que los israelitas salieron de Egipto. Están en el desierto. Allí crece poco alimento, y ellos se quejan: ‘Mejor que Jehová nos hubiera matado en Egipto. Allí comíamos cuanto queríamos.’

      Por eso Jehová dice: ‘Voy a hacer que llueva alimento desde el cielo.’ Y eso es lo que hace. A la mañana siguiente, cuando los israelitas ven esta cosa blanca que ha caído, se preguntan: ‘¿Qué es?’

      Moisés dice: ‘Este es el alimento que Jehová les ha dado para que lo coman.’ La gente lo llama MANÁ. El maná sabe a tortas delgadas hechas con miel.

      ‘Recojan lo que cada persona pueda comer,’ dice Moisés a la gente. Por eso, cada mañana hacen eso. Entonces, cuando el Sol calienta, el maná que queda en el suelo se derrite.

      Moisés también dice: ‘Nadie guarde maná hasta el día siguiente.’ Pero algunos lo hacen. ¿Sabes lo que pasa entonces? ¡La mañana siguiente el maná que han guardado está lleno de gusanos y empieza a oler mal!

      Israelitas recogiendo maná

      Pero Jehová dice que un día de la semana recojan doble cantidad de maná. Ese es el sexto día. Y Jehová dice que guarden alguno hasta el día siguiente, pues no va a hacer que caiga ninguno el día séptimo. ¡Cuando guardan el maná hasta el día séptimo, no se llena de gusanos ni tiene mal olor! ¡Es otro milagro!

      Durante todos los años de los israelitas en el desierto, comen maná.

      Éxodo 16:1-36; Números 11:7-9; Josué 5:10-12.

      Preguntas de estudio

  • Jehová da sus leyes
    Mi libro de historias bíblicas
    • Moisés recibiendo la ley de Dios en el monte Sinaí

      HISTORIA 35

      Jehová da sus leyes

      UNOS dos meses después de haber salido de Egipto, los israelitas llegan al monte Sinaí, también llamado Horeb. Aquí fue donde Dios habló a Moisés desde el arbusto ardiente. El pueblo acampa aquí; se queda aquí algún tiempo.

      Mientras la gente espera abajo, Moisés sube a la montaña. Allá, Jehová le dice a Moisés que Él quiere que los israelitas le obedezcan y lleguen a ser Su pueblo especial. Cuando Moisés baja, les dice a los israelitas lo que Jehová ha dicho. Y la gente dice que va a obedecer a Jehová, porque quieren ser su pueblo.

      Jehová ahora hace una cosa rara. Hace que de la cumbre suba humo, y hace que haya truenos fuertes. También habla al pueblo y les dice: ‘Yo soy Jehová tu Dios que te sacó de Egipto.’ Entonces les da este mandato: ‘No debes adorar más dioses que a mí.’

      Dios da a los israelitas otros nueve mandamientos, o leyes. El pueblo tiene mucho miedo. Le dicen a Moisés: ‘Háblanos tú, porque tememos que si Dios nos habla moriremos.’

      Más tarde, Jehová le dice a Moisés: ‘Sube acá arriba a la montaña. Yo te voy a dar dos piedras planas en las cuales he escrito las leyes que yo quiero que el pueblo guarde. De manera que Moisés sube una vez más a la montaña. Por 40 días y noches se queda allá.

      Dios tiene muchas, muchas leyes para su pueblo. Moisés las escribe. Dios también le da a Moisés las dos piedras planas. En éstas, Dios mismo ha escrito las 10 leyes que ha hablado a todo pueblo. Se llaman los Diez Mandamientos.

      Los Diez Mandamientos son leyes importantes. Pero también son las muchas otras leyes que Dios da a los israelitas. Una de éstas es: ‘Debes amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón, toda tu mente, toda tu alma y toda tu fuerza.’ Y otra es: ‘Debes amar a tu prójimo como a ti mismo.’ El Hijo de Dios, Jesucristo, dijo que éstas son las dos mayores leyes que Dios dio a su pueblo de Israel. Después aprenderemos muchas cosas acerca del Hijo de Dios y sus enseñanzas.

      Éxodo 19:1-25; 20:1-21; 24:12-18; 31:18; Deuteronomio 6:4-6; Levítico 19:18; Mateo 22:36-40.

      Preguntas de estudio

  • El becerro de oro
    Mi libro de historias bíblicas
    • Los israelitas, cantando, bailando y adorando al becerro de oro

      HISTORIA 36

      El becerro de oro

      ¡AY, NO! ¿Qué está haciendo la gente ahora? ¡Orando a un becerro! ¿Por qué están haciendo esto?

      Cuando Moisés se queda mucho tiempo en la montaña, el pueblo dice: ‘No sabemos qué le ha pasado a Moisés. Vamos a hacernos un dios que nos saque de esta tierra.’

      ‘Está bien,’ dice Aarón el hermano de Moisés. ‘Quítense sus pendientes de oro, y tráiganmelos.’ Cuando el pueblo hace esto, Aarón los derrite y hace un becerro de oro. Y el pueblo dice: ‘¡Este es nuestro Dios, que nos sacó de Egipto!’ Entonces tienen una fiesta grande, y adoran el becerro de oro.

      Cuando Jehová ve esto, se enoja mucho. Y le dice a Moisés: ‘Apresúrate y baja. El pueblo se está portando muy mal. Han olvidado mis leyes y se inclinan ante un becerro de oro.’

      Moisés rompe las tablas de piedra de los Diez Mandamientos

      Moisés baja enseguida de la montaña. Y al acercarse, esto es lo que ve. ¡La gente está cantando y bailando alrededor del becerro! Moisés se enoja tanto que tira las dos piedras planas que tienen las leyes, y éstas se rompen en pedazos. Entonces le echa mano al becerro y lo derrite. Entonces lo hace polvo.

      El pueblo ha hecho algo muy malo. Por eso Moisés les dice a unos hombres que empuñen sus espadas. ‘Los malos que adoraron el becerro deben morir,’ dice. ¡Por eso los hombres matan a 3.000 personas! ¿No muestra esto que hay que tener cuidado para adorar solo a Jehová y no a dioses falsos?

      Éxodo 32:1-35.

      Preguntas de estudio

  • Una tienda para adorar
    Mi libro de historias bíblicas
    • El tabernáculo, o tienda de reunión, de Israel

      HISTORIA 37

      Una tienda para adorar

      ¿SABES qué es este edificio? Es una tienda especial para adorar a Jehová. Se le llama el tabernáculo. El pueblo lo terminó en un solo año después que salió de Egipto. ¿Sabes de quién fue la idea de hacerlo?

      Fue idea de Jehová. Mientras Moisés estaba arriba en el monte Sinaí, Jehová le dijo cómo hacerlo. Le dijo que lo hiciera de modo que pudiera desmontarse fácilmente. Así las partes se podrían llevar a otro lugar, y allí juntarse de nuevo. Por eso, cuando los israelitas se mudaban de un lugar a otro en el desierto, llevaban consigo la tienda.

      Si te fijas en el cuartito al fin de la tienda, puedes ver una caja. Esta caja se llama el arca del pacto. Tenía dos ángeles o querubines hechos de oro, uno a cada extremo. Dios escribió de nuevo los Diez Mandamientos en dos piedras planas, porque Moisés había roto las primeras. Y estas piedras fueron guardadas en el arca del pacto. También se guardó allí un jarro de maná. ¿Recuerdas lo que es maná?

      Jehová escoge a Aarón el hermano de Moisés para que sea el sumo sacerdote. Él dirige el pueblo en la adoración de Jehová. Y sus hijos también son sacerdotes.

      Ahora fíjate en el cuarto más grande de la tienda. Tiene el doble del tamaño del cuartito. ¿Ves la cajita de la cual está subiendo humo? Ese es el altar donde los sacerdotes queman incienso, una cosa que huele bien. Mira también el candelabro que tiene siete lámparas. Y lo tercero en el cuarto es una mesa, sobre ésta se mantienen 12 panes.

      La palangana de agua y el altar

      En el patio del tabernáculo hay una fuente grande, o palangana, llena de agua. Los sacerdotes la usan para lavar. También está allí el gran altar. Aquí se queman los animales muertos como ofrenda a Jehová. La tienda está en el medio del campamento, y los israelitas viven en sus tiendas alrededor de ella.

      Éxodo 25:8-40; 26:1-37; 27:1-8; 28:1; 30:1-10, 17-21; 34:1, 2; Hebreos 9:1-5.

      Preguntas de estudio

  • Los 12 espías
    Mi libro de historias bíblicas
    • Josué y Caleb y los demás espías mostrándole a Moisés los frutos de la tierra de Canaán

      HISTORIA 38

      Los 12 espías

      MIRA las frutas que estos hombres cargan. Fíjate qué grande es el ramo de uvas. Dos hombres tienen que cargarlo en un palo. Y mira los higos y las granadas. ¿De dónde vinieron estos bellos frutos? De la tierra de Canaán. Recuerda, Canaán es donde vivían Abrahán, Isaac y Jacob. Pero por el hambre que hubo allí, Jacob se mudó con su familia a Egipto. Ahora, tras unos 216 años, Moisés lleva de vuelta a Canaán a los israelitas. Ahora están en Cades, en el desierto.

      En Canaán vive gente mala. Por eso Moisés envía 12 espías y les dice: ‘Averigüen cuánta gente vive allí, y cuán fuertes son. Averigüen si la tierra es buena para sembrar. Y no dejen de traer algunos de los frutos.’

      Cuando los espías vuelven a Cades, le dicen a Moisés: ‘En verdad es un buen país.’ Y para probarlo, le muestran algunas frutas. Pero 10 de los espías dicen: ‘La gente que vive allí son gente grande y fuerte. Si tratamos de quitarles el país, nos matan.’

      Los israelitas se asustan al oír esto. ‘Mejor hubiera sido morir en Egipto o hasta aquí en el desierto,’ dicen. ‘Moriremos en batalla, y nuestras esposas y nuestros hijos serán capturados. ¡Vamos a escoger un nuevo líder en vez de Moisés, y regresar a Egipto!’

      Pero dos de los espías confían en Jehová, y tratan de calmar al pueblo. Se llaman Josué y Caleb. Dicen: ‘No tengan miedo. Jehová está con nosotros. Será fácil tomar esa tierra.’ Pero el pueblo no oye. Y hasta quiere matar a Josué y Caleb.

      Esto enoja mucho a Jehová, quien le dice a Moisés: ‘Ninguna de la gente de 20 años de edad y más va a entrar en el país de Canaán. Han visto los milagros que yo hice en Egipto y en el desierto pero todavía no confían en mí. Por eso van a vagar por el desierto 40 años hasta que el último muera. Solo Josué y Caleb entrarán en la tierra de Canaán.’

      Números 13:1-33; 14:1-38.

      Preguntas de estudio

  • La vara de Aarón florece
    Mi libro de historias bíblicas
    • Moisés sosteniendo la vara de Aarón que floreció

      HISTORIA 39

      La vara de Aarón florece

      MIRA las flores y almendras maduras que crecen de esta vara, o palo. Es la vara de Aarón. ¡Estas flores y la fruta madura crecieron en una sola noche! Veamos por qué.

      Los israelitas han vagado por el desierto por bastante tiempo. Algunos no creen que Moisés deba ser el líder, ni que Aarón deba ser el sumo sacerdote. Coré es uno que piensa así, y lo mismo Datán, Abiram y 250 líderes del pueblo. Todos éstos vienen y le dicen a Moisés: ‘¿Por qué te pones tú por encima de los demás de nosotros?’

      Moisés dice a Coré y sus seguidores: ‘Mañana por la mañana tomen incensarios y pongan incienso en ellos. Entonces vengan al tabernáculo de Jehová. Veremos a quién escoge él.’

      El día siguiente Coré y sus 250 seguidores vienen al tabernáculo. Muchos otros vienen para apoyarlos. Jehová está muy enojado. ‘Aléjense de las tiendas de estos hombres malos,’ dice Moisés. ‘No toquen nada que les pertenezca.’ La gente escucha, y se aleja de las tiendas de Coré, Datán y Abiram.

      Entonces Moisés dice: ‘Por esto sabrán a quién Jehová escoge. La tierra se abrirá y se tragará a estos hombres malos.’

      Tan pronto como Moisés deja de hablar, la tierra se abre. La tienda y las cosas de Coré, y Datán y Abiram y los que están con ellos caen adentro, y la tierra se cierra sobre ellos. Cuando la gente oye los gritos de los que se hunden, gritan: ‘¡Corran! ¡La tierra nos puede tragar también!’

      Coré y sus 250 seguidores todavía están cerca del tabernáculo. Por eso Jehová envía fuego, y todos se queman. Entonces Jehová le dice a Eleazar hijo de Aarón que tome los incensarios de los muertos y haga con ellos una cubierta delgada para el altar. Esta cubierta del altar sirve para advertir a los israelitas que solo Aarón y sus hijos deben servir de sacerdotes para Jehová.

      Pero Jehová quiere aclarar bien que ha escogido a Aarón y sus hijos como sacerdotes. Por eso le dice a Moisés: ‘Que un líder de cada tribu de Israel traiga su vara. Para la tribu de Leví, que Aarón traiga su vara. Entonces pon cada vara en el tabernáculo enfrente del arca del pacto. La vara del hombre que yo he escogido como sacerdote echará flores.’

      Cuando Moisés mira la mañana siguiente, ¡de la vara de Aarón salen estas flores y almendras maduras! ¿Ves tú ahora por qué hizo Jehová que la vara de Aarón floreciera?

      Números 16:1-49; 17:1-11; 26:10.

      Preguntas de estudio

  • Moisés hiere la roca
    Mi libro de historias bíblicas
    • Moisés y Aarón se dan el crédito por el agua que sale de la roca

      HISTORIA 40

      Moisés hiere la roca

      PASAN los años... ¡10 años, 20 años, 30 años, 39 años! Y los israelitas todavía están en el desierto. Pero en todos estos años Jehová cuida a su pueblo. Los alimenta con maná. Los guía de día con una columna de nube, y de noche con una columna de fuego. Y no se les gasta la ropa ni se les irritan los pies.

      Este es el primer mes del año 40 desde que salieron de Egipto. Los israelitas están otra vez en Cades. Aquí estaban cuando los 12 espías fueron enviados a espiar la tierra de Canaán casi 40 años antes. Míriam la hermana de Moisés muere en Cades. Y como antes, hay problemas aquí.

      La gente no puede hallar agua. Se quejan a Moisés: ‘Mejor hubiera sido que hubiéramos muerto. ¿Por qué nos sacaste de Egipto para traernos a este terrible lugar donde nada crece? Aquí no hay granos, ni higos, ni uvas, ni granadas. No hay ni siquiera agua para beber.’

      Cuando Moisés y Aarón van al tabernáculo a orar, Jehová le dice a Moisés: ‘Junta al pueblo. Entonces, enfrente de todos habla a esa roca que está allí. De ella saldrá suficiente agua para el pueblo y todos sus animales.’

      Así que Moisés junta a la gente, y dice: ‘¡Oigan, gente que no confía en Dios! ¿Tenemos que sacarles agua de esta roca Aarón y yo?’ Entonces, Moisés hiere la roca dos veces con un palo, y una gran corriente de agua sale de ella. Hay agua para toda la gente y todos los animales que se hallan allí.

      Pero Jehová se enoja con Moisés y Aarón. ¿Sabes por qué? porque Moisés y Aarón dijeron que ellos iban a sacar agua de la roca. Pero en realidad Jehová lo hacía. Y porque Moisés y Aarón no dijeron la verdad acerca de esto, Jehová dice que los va a castigar. ‘No van a hacer que mi pueblo entre en Canaán,’ dice Jehová Dios.

      Pronto los israelitas salen de Cades. Poco tiempo después llegan al monte Hor. Allí, encima de la montañas Aarón muere. Tiene 123 años cuando muere. Los israelitas están muy tristes, y por 30 días lloran por Aarón. Eleazar el hijo de Aarón llega a ser entonces el siguiente sumo sacerdote para la nación de Israel.

      Números 20:1-13, 22-29; Deuteronomio 29:5.

      Preguntas de estudio

  • La serpiente de cobre
    Mi libro de historias bíblicas
    • Los israelitas miran a la serpiente de cobre de Moisés al ser mordidos por culebras

      HISTORIA 41

      La serpiente de cobre

      ¿PARECE real esa culebra envuelta alrededor del palo? No lo es. Está hecha de cobre. Jehová le dijo a Moisés que la levantara en el palo para que la gente pudiera mirarla y seguir viviendo. Pero las otras culebras, en el suelo, son reales. Mordieron a la gente y la enfermaron. ¿Sabes por qué?

      Es porque los israelitas han hablado contra Dios y Moisés. Se quejan: ‘¿Por qué nos sacaste de Egipto para morir en este desierto? No hay alimento ni agua aquí. Y ya no aguantamos el seguir comiendo este maná.’

      Pero el maná es buen alimento. Jehová se los ha dado por un milagro. Y por un milagro les ha dado agua. Pero la gente no agradece el cuidado que Dios les ha dado. Por eso Jehová envía estas culebras venenosas como castigo para los israelitas. Las culebras los muerden, y muchos de ellos mueren.

      Por fin la gente viene a Moisés y dice: ‘Hemos pecado, porque hemos hablado contra Jehová y contra ti. Ora tú a Jehová ahora para que quite estas culebras.’

      Moisés y la serpiente de cobre

      Así que Moisés ora por ellos. Y Jehová le dice a Moisés que haga esta culebra de cobre. Le dice que la ponga en un palo, y que todo el que sea mordido debe mirar a ella. Moisés hace tal como Dios dice. Y los que habían sido mordidos miran a la culebra de cobre y vuelven a estar bien.

      De esto podemos aprender una lección. Todos somos como los israelitas mordidos por las culebras. Nota que toda la gente se pone vieja, enferma y se muere. Esto se debe a que el primer hombre y la primera mujer, Adán y Eva, se apartaron de Jehová, y todos nosotros somos hijos de ellos. Pero Jehová abre un camino para que vivamos para siempre.

      Jehová envió a la Tierra a su Hijo, Jesucristo. Jesús fue colgado en un madero, porque muchos pensaban que él era malo. Pero Jehová dio a Jesús para salvarnos. Si miramos hacia él, si lo seguimos, podemos tener vida eterna. Pero después aprenderemos más de esto.

      Números 21:4-9; Juan 3:14, 15.

      Preguntas de estudio

  • Un asna habla
    Mi libro de historias bíblicas
    • El asna le habla a Balaam porque un ángel está tapando el camino

      HISTORIA 42

      Un asna habla

      ¿HAS oído alguna vez de un asno que hable? ‘No,’ dirás. ‘Los animales no hablan.’ Pero la Biblia dice que un asna habló. Vamos a ver cómo pasó eso.

      Los israelitas están casi listos para entrar en la tierra de Canaán. Balac, el rey de Moab, teme a los israelitas. Por eso, manda a buscar a un hombre listo llamado Balaam para que venga y maldiga a los israelitas. Le promete mucho dinero, así que Balaam sube sobre su asna y sale a ver a Balac.

      Jehová no quiere que Balaam maldiga a Su pueblo. Por eso, envía a un ángel con una espada larga para que se pare en el camino y detenga a Balaam. Balaam no puede ver al ángel, pero su asna lo ve. El asna sigue tratando de alejarse del ángel, y finalmente se acuesta en el camino. Balaam se enoja mucho, y la golpea con un palo.

      Entonces Jehová hace que Balaam oiga que el asna le habla. ‘¿Qué te he hecho para que me des golpes?’ le pregunta el asna.

      ‘Has hecho que yo parezca un tonto,’ le dice Balaam. ‘¡Si tuviera una espada, te mataría!’

      ‘¿Te he tratado así antes?’ pregunta el asna.

      ‘No,’ contesta Balaam.

      Entonces Jehová deja que Balaam vea al ángel con la espada parado en el camino. El ángel dice: ‘¿Por qué has golpeado a tu asna? He venido a cerrarte el camino, porque no debes ir a maldecir a Israel. Si tu asna no te hubiera apartado de mí, yo te hubiera matado, pero no hubiera hecho daño a tu asna.’

      Balaam dice: ‘He pecado. No sabía que estabas en el camino.’ El ángel deja ir a Balaam, y Balaam sigue para ver a Balac. Todavía trata de maldecir a Israel, pero Jehová le hace bendecir a Israel tres veces.

      Números 21:21-35; 22:1-40; 23:1-30; 24:1-25.

      Preguntas de estudio

  • Josué hecho líder
    Mi libro de historias bíblicas
    • Josué, Moisés y Eleazar el sacerdote

      HISTORIA 43

      Josué hecho líder

      MOISÉS quiere entrar en Canaán con los israelitas. Por eso dice: ‘Jehová, déjame cruzar el río Jordán, para ver la buena tierra.’ Pero Jehová dice: ‘¡Basta! ¡No vuelvas a decir eso!’ ¿Sabes por qué le dijo eso Jehová?

      Es por lo que pasó cuando Moisés golpeó la roca. Recuerda: él y Aarón no honraron a Jehová. No le dijeron al pueblo que era Jehová quien estaba sacando el agua de la roca. Por eso Jehová dijo que no les dejaría entrar en Canaán.

      Así que, pocos meses después de la muerte de Aarón, Jehová le dice a Moisés: ‘Toma a Josué, y ponlo enfrente de Eleazar el sacerdote y el pueblo. Y allí, delante de todos, di a todos que Josué es el nuevo líder.’ Moisés hace tal como Jehová dice, como puedes ver en el cuadro.

      Entonces Jehová le dice a Josué: ‘Sé fuerte, y no temas. Guiarás a los israelitas y los pondrás en la tierra de Canaán que les he prometido, y yo estaré contigo.’

      Después Jehová le dice a Moisés que suba bien arriba en el monte Nebo en la tierra de Moab. Desde allí Moisés puede mirar hasta más allá del río Jordán y ver la hermosa tierra de Canaán. Jehová dice: ‘Esta es la tierra que prometí dar a los hijos de Abrahán, Isaac y Jacob. He dejado que la veas, pero no te dejaré entrar en ella.’

      Allí, sobre el monte Nebo, Moisés muere. Él tenía 120 años. Era fuerte todavía y tenía buena vista todavía. El pueblo siente una gran tristeza y todos ellos lloran mucho a Moisés. Pero les alegra tener ahora a Josué como su nuevo líder.

      Números 27:12-23; Deuteronomio 3:23-29; 31:1-8, 14-23; 32:45-52; 34:1-12.

      Preguntas de estudio

  • Rahab oculta a los espías
    Mi libro de historias bíblicas
    • Rahab y uno de los espías en la ventana con la cuerda escarlata

      HISTORIA 44

      Rahab oculta a los espías

      ESTOS hombres tienen un problema. Tienen que huir, para que no los maten. Son espías israelitas, y la mujer que les ayuda es Rahab. Rahab vive en una casa en el muro de la ciudad de Jericó. Veamos cómo pasó todo esto.

      Los israelitas están por cruzar el río Jordán y entrar en Canaán. Pero antes de entrar ellos, Josué envía los dos espías. Les dice: ‘Vean la tierra y la ciudad de Jericó.’

      Uno de los espías desciende por el muro usando la cuerda escarlata de Rahab

      Cuando los espías entran en Jericó, van a la casa de Rahab. Pero alguien le dice al rey de Jericó: ‘Anoche vinieron dos israelitas para espiar la tierra.’ Al oír esto, el rey envía a Rahab unos hombres que le ordenan: ‘¡Saca a los hombres que tienes en tu casa!’ Pero Rahab ha escondido a los hombres en su techo. Así que dice: ‘Unos hombres vinieron a mi casa, pero no sé de dónde eran. Se fueron cuando oscurecía, antes de cerrarse la puerta de la ciudad. ¡Si corren, los alcanzan!’ Y los hombres corren a buscarlos.

      Cuando se van, Rahab corre al techo. ‘Yo sé que Jehová les dará esta tierra,’ dice a los espías. ‘Oímos que él secó el mar Rojo cuando ustedes salieron de Egipto, y que ustedes mataron a los reyes Sehón y Og. Porque yo he sido buena con ustedes, prométanme, por favor, ser buenos conmigo. Salven a mi padre y madre, mis hermanos y hermanas.’

      Los espías prometen que harán eso, pero Rahab tiene que hacer algo. ‘Toma esta cuerda roja y átala en tu ventana,’ dicen los espías, ‘y junta a todos tus parientes en tu casa. Y cuando todos nosotros volvamos para tomar a Jericó y veamos esta cuerda, no mataremos a nadie en tu casa.’ Cuando los espías vuelven a Josué, le dicen todo lo que ha pasado.

      Josué 2:1-24; Hebreos 11:31.

      Preguntas de estudio

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