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  • El judaísmo... en busca de Dios mediante las Escrituras y la tradición
    El hombre en busca de Dios
    • Hay un solo Dios

      29. a) En términos sencillos, ¿qué es el judaísmo moderno? b) ¿Cómo se expresa la identidad judía? c) Mencione algunas festividades y costumbres judías.

      29 Puesto en pocas palabras, el judaísmo es la religión de un pueblo. Por lo tanto, el converso al judaísmo llega a ser parte del pueblo judío así como de la religión judía. Es una religión monoteísta en el sentido más estricto, y afirma que Dios interviene en la historia humana, especialmente con relación a los judíos. La adoración judía envuelve varias festividades anuales y diversas costumbres. (Véanse las páginas 230, 231.) Aunque no hay credos o dogmas aceptados por todos los judíos, la confesión de la unidad de Dios como se expresa en la semá, una oración basada en Deuteronomio 6:4, es parte de la adoración en las sinagogas: “Oye, Isra-e-l: el Señor, nuestro Dios, el Señor es uno”.

      30. a) ¿Qué punto de vista tienen los judíos de Dios? b) ¿Cómo contrasta con el punto de vista de la cristiandad sobre Dios el de los judíos?

      30 Esta creencia de que hay un solo Dios fue pasada al cristianismo y al islam. Según el Dr. J. H. Hertz, un rabino: “Esta sublime declaración solemne de monoteísmo absoluto es una declaración de guerra contra todo politeísmo [...] De la misma manera, el semá excluye la trinidad del credo cristiano como violación de la Unidad de Dios”f. Pero veamos ahora lo que creen los judíos acerca de la vida después de la muerte.

      La muerte, el alma y la resurrección

      31. a) ¿Cómo entró en la enseñanza judía la doctrina de la inmortalidad del alma? b) ¿Qué dilema causó el aceptar la enseñanza de la inmortalidad del alma?

      31 Una de las creencias fundamentales del judaísmo moderno es que el hombre tiene un alma inmortal que sobrevive a la muerte del cuerpo. Pero ¿viene de la Biblia esa creencia? La Encyclopaedia Judaica confiesa francamente: “Quizás fue por la influencia griega como entró en el judaísmo la doctrina de la inmortalidad del alma”. Pero esto creó un dilema doctrinal, como declara la misma fuente: “Básicamente las dos creencias —la de la resurrección y la de la inmortalidad del alma— se contradicen una a la otra. La primera se refiere a una resurrección colectiva al fin de los días, es decir, que los muertos que están durmiendo en la tierra se levantarán del sepulcro, mientras que la otra se refiere a la condición del alma después de la muerte del cuerpo”. ¿Cómo se resolvió este dilema teológico judío? “Se sostuvo que cuando el individuo moría su alma seguía viviendo en otra región (esto dio origen a todas las creencias acerca del cielo y el infierno), mientras que su cuerpo yacía en el sepulcro en espera de la resurrección física de todos los muertos aquí en la Tierra.”

      32. ¿Qué dice la Biblia acerca de los muertos?

      32 Arthur Hertzberg, conferenciante en universidades, escribe: “En la Biblia [hebrea] misma el escenario de la vida del hombre es este mundo. No hay doctrina de cielo ni infierno, sino un concepto creciente de una resurrección final de los muertos al fin de los días”. Esa es una explicación sencilla y exacta del concepto bíblico, a saber, que “los muertos nada saben [...] Porque no hay obra, ni actividad mental, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro, adonde te encaminas”. (Eclesiastés 9:5, 10; Daniel 12:1, 2; Isaías 26:19.)

      33. ¿Cómo veían originalmente los judíos la doctrina de la resurrección?

      33 Según la Encyclopaedia Judaica, “en el período rabínico la doctrina de la resurrección de los muertos se considera una de las doctrinas centrales del judaísmo” y “debe distinguirse de creer en [...] la inmortalidad del alma”g. Pero hoy, aunque toda división del judaísmo acepta la inmortalidad del alma, no toda acepta la resurrección de los muertos.

      34. En contraste con el punto de vista bíblico, ¿qué dice el Talmud sobre el alma? ¿Qué comentarios dan escritores posteriores?

      34 En contraste con la Biblia, el Talmud, bajo la influencia del helenismo, está lleno de explicaciones y cuentos y hasta descripciones del alma inmortal. Literatura mística judía de tiempos posteriores, la Cábala, llega hasta el extremo de enseñar la reencarnación (transmigración de las almas), que es fundamentalmente una antigua enseñanza hindú. (Véase el capítulo 5.) Hoy en Israel esta enseñanza se acepta extensamente como enseñanza judía, y también desempeña un papel importante en la creencia y la literatura hasídicas. Por ejemplo, Martin Buber incluye en su libro Tales of the Hasidim—The Later Masters (Cuentos de los hasidim.—Los maestros posteriores) un cuento sobre el alma procedente de la escuela de Elimelekh, un rabino de Lizhensk: “En el Día de la Expiación, cuando el rabí Abraham Yehoshua recitaba el Avodah, la oración que repite el servicio del sumo sacerdote en el Templo de Jerusalén, y llegaba al pasaje: ‘Y así habló’, nunca decía esas palabras, sino que decía: ‘Y así hablé’. Porque no había olvidado el tiempo en que su alma estaba en el cuerpo de un sumo sacerdote de Jerusalén”.

      35. a) ¿Qué punto de vista ha aceptado el Judaísmo Reformado sobre la enseñanza de la inmortalidad del alma? b) ¿Qué enseña claramente la Biblia acerca del alma?

      35 El Judaísmo Reformado ha llegado al extremo de dejar de creer en la resurrección. Ha eliminado la palabra de los devocionarios que usa, y solo reconoce la creencia en el alma inmortal. ¡Cuánto más clara es la idea bíblica que se expresa en Génesis 2:7: “El Señor Dios formó al hombre del polvo del suelo y sopló en sus narices el aliento de la vida, y el hombre vino a ser alma viviente”! La combinación del cuerpo y el espíritu, o la fuerza de vida, constituye un “alma viviente”h. (Génesis 2:7; 7:22; Salmo 146:4.) A la inversa, cuando el pecador humano muere, entonces el alma muere. (Ezequiel 18:4, 20.) Así, pues, en el momento de la muerte el hombre cesa de tener existencia consciente. Su fuerza de vida regresa a Dios, quien la dio. (Eclesiastés 3:19; 9:5, 10; 12:7.) La verdadera esperanza bíblica en cuanto a los muertos es la resurrección (hebreo: teji·yáth ham·me·thím, o “revivificación de los muertos”).

      36, 37. ¿Qué creían fieles hebreos de tiempos bíblicos sobre una vida futura?

      36 Aunque esta conclusión quizás sorprenda hasta a muchos judíos, la resurrección ha sido la verdadera esperanza de los adoradores del Dios verdadero por miles de años. Unos 3.500 años atrás, el fiel Job, en su sufrimiento, habló de un tiempo futuro en que Dios lo levantaría del Seol o sepulcro. (Job 14:14, 15.) Al profeta Daniel también se le aseguró que sería levantado “al fin de los días”. (Daniel 12:2, 13.)

      37 En las Escrituras no hay base para decir que aquellos hebreos fieles creían que tenían un alma inmortal que sobreviviría para entrar en un mundo de ultratumba. Está claro que tenían suficiente razón para creer que el Señor Soberano, quien cuenta y controla las estrellas del universo, también los recordaría cuando llegara el tiempo de la resurrección. Habían sido fieles a él y su nombre. Él sería fiel a ellos. (Salmo 18:26 [Sl 18:25, NM]; Sl 147:4; Isaías 25:7, 8; 40:25, 26.)

      El judaísmo y el nombre de Dios

      38. a) ¿Qué ha sucedido a través de los siglos con relación al uso del nombre de Dios? b) ¿Qué base tiene el nombre de Dios?

      38 El judaísmo enseña que aunque el nombre de Dios existe en forma escrita, es demasiado santo para ser pronunciadoi. El resultado de esto ha sido que durante los últimos 2.000 años la pronunciación correcta se ha perdido. Sin embargo, los judíos no siempre pensaron así. Hace unos 3.500 años Dios habló a Moisés y le dijo: “Así dirás a los hijos de Isra-e-l: ‘El Señor [hebreo: יהוה, YHVH], Dios de vuestros padres, el Dios de Avra-ha-m, el Dios de I‘s‘ha-q y el Dios de Ya‘aqo-v, me ha enviado a vosotros. Éste es Mi nombre para siempre, y éste es Mi memorial para todas las generaciones[’]”. (Éxodo 3:15; Salmo 135:13.) ¿Cuál fue ese nombre y memorial? La nota al pie de la página de la Tanakh, una versión en inglés, declara: “El nombre YHWH (tradicionalmente leído Adonai “el SEÑOR”) se asocia aquí con la raíz hayáh ‘ser’”. Así, pues, aquí tenemos el santo nombre de Dios, el Tetragrámaton, las cuatro consonantes hebreas YHWH o YHVH (Yahveh) que en su forma latinizada ha llegado a conocerse a través de los siglos en español como JEHOVAH o JEHOVÁ.

      39. a) ¿Por qué es importante el nombre divino? b) ¿Por qué dejaron de pronunciar el nombre divino los judíos?

      39 Por toda la historia los judíos siempre han dado gran importancia al nombre personal de Dios, aunque ya no se recalca su uso con el vigor con que se hacía en tiempos pasados. Como declara el Dr. A. Cohen en Everyman’s Talmud (El Talmud de todos): “Se daba reverencia especial al ‘nombre distintivo’ (Shem Hamephorash) de la Deidad que Él había revelado al pueblo de Israel, es decir, el tetragrámaton, JHVH”. Se veía con reverencia el nombre divino porque representaba y caracterizaba a la mismísima persona de Dios. Después de todo, fue Dios mismo quien anunció su nombre y dijo a sus adoradores que lo usaran. Esto se destaca porque el nombre aparece 6.828 veces en la Biblia hebrea. Sin embargo, judíos devotos creen que muestra falta de respeto pronunciar el nombre personal de Diosj.

      40. ¿Qué han declarado algunas autoridades judías en cuanto al uso del nombre divino?

      40 En cuanto a la antigua prohibición rabínica (no bíblica) contra pronunciar el nombre, A. Marmorstein, un rabino, escribió en su libro The Old Rabbinic Doctrine of God (La antigua doctrina rabínica de Dios): “Hubo un tiempo en que esta prohibición [sobre usar el nombre divino] era completamente desconocida entre los judíos [...] Ni en Egipto ni en Babilonia conocían u observaban los judíos una ley que prohibiera el uso del nombre de Dios, el Tetragrámaton, ni en la conversación ordinaria ni en los saludos. Sin embargo, desde el siglo III a.E.C. hasta el siglo III E.C. esa prohibición existía y en parte se observaba”. El uso del nombre no solo se permitía en el pasado, sino que, como dice el Dr. Cohen: “Hubo un tiempo en que se abogaba porque hasta los legos dieran uso libre y franco al nombre [...] Se ha sugerido que esta recomendación se basaba en el deseo de distinguir a los israelitas de los [no judíos]”.

      41. Según cierto rabino, ¿debido a qué influencias se prohibió el uso del nombre de Dios?

      41 Entonces, ¿de dónde vino el que se prohibiera el uso del nombre divino? El Dr. Marmorstein contesta: “La oposición helenística [de influencia griega] a la religión de los judíos, la apostasía de los sacerdotes y nobles, introdujo y estableció la regla de no pronunciar el Tetragrámaton en el Santuario [templo de Jerusalén]”. En su celo excesivo por no tomar el nombre de Dios en vano, suprimieron completamente su uso en el habla y subvirtieron y diluyeron la identificación del Dios verdadero. Bajo la presión combinada de la oposición religiosa y la apostasía, el nombre divino dejó de usarse entre los judíos.

      42. ¿Qué muestra la Biblia acerca del uso del nombre divino?

      42 Sin embargo, como declara el Dr. Cohen: “En el período bíblico parece que no había objeción a usar [el nombre divino] en el habla cotidiana”. El patriarca Abrahán “invocó el nombre del Señor”. (Génesis 12:8.) La mayoría de los escritores de la Biblia hebrea usaban libremente, pero con respeto, el nombre hasta el mismo tiempo de la escritura de Malaquías en el siglo V a.E.C. (Rut 1:8, 9, 17.)

      43. a) ¿Qué queda muy claro en cuanto al uso del nombre divino por los judíos? b) Mencione un efecto indirecto de que los judíos dejaran de usar el nombre divino.

      43 Queda muy claro que los hebreos de la antigüedad sí usaban y pronunciaban el nombre divino. Marmorstein confiesa lo siguiente acerca del cambio que vino después: “Porque en aquel tiempo, en la primera mitad del siglo III [a.E.C.], se nota un gran cambio en el uso del nombre de Dios, lo que causó muchos cambios en la tradición teológica y filosófica judía, y de esto se sienten las influencias hasta este mismo día”. Uno de los efectos de la pérdida del nombre es que el concepto de un Dios anónimo ayudó a crear un vacío teológico en el cual la doctrina trinitaria de la cristiandad se desarrolló con mayor facilidadk. (Éxodo 15:1-3.)

      44. ¿Qué otros efectos ha causado la supresión del nombre divino?

      44 El negarse a usar el nombre divino socava la adoración del Dios verdadero. Como dijo cierto comentador: “Desgraciadamente, cuando se llama a Dios ‘el Señor’, esa frase, aunque exacta, es fría y sosa [...] Hay que recordar que al traducir YHWH o Adonai como ‘el Señor’ uno introduce en muchos pasajes del Antiguo Testamento una nota de abstracción, formalismo y distanciamiento que es completamente ajena al texto original” (The Knowledge of God in Ancient Israel [El conocimiento de Dios en el Israel antiguo]). ¡Qué lamentable es que falte el sublime y significativo nombre Yahveh o Jehová en muchas traducciones de la Biblia cuando está claro que en el texto hebreo original aparece claramente miles de veces! (Isaías 43:10-12.)

      ¿Siguen esperando al Mesías los judíos?

      45. ¿Qué base bíblica hay para creer en un Mesías?

      45 En las Escrituras Hebreas hay muchas profecías de las cuales los judíos de más de 2.000 años atrás derivaron su esperanza mesiánica. Segundo de Samuel 7:11-16 indicaba que el Mesías sería de la línea de David. Isaías 11:1-10 profetizó que él traería justicia y paz a toda la humanidad. Daniel 9:24-27 dio la cuenta del tiempo para la aparición del Mesías e indicó que se le daría muerte o sería cortado de la existencia.

      46, 47. a) ¿Qué clase de Mesías esperaban los judíos que vivían bajo la dominación romana? b) ¿Cómo han cambiado las aspiraciones judías respecto al Mesías?

      46 Como explica la Encyclopaedia Judaica, para el primer siglo había grandes expectativas con relación al Mesías. Se esperaba que el Mesías fuera “un descendiente de David con cualidades carismáticas a quien Dios levantaría, según creían los judíos del período romano, para romper el yugo de los paganos y reinar sobre el reino restaurado de Israel”. Sin embargo, el Mesías militante que esperaban los judíos no se presentó.

      47 Con todo, como señala The New Encyclopædia Britannica, la esperanza mesiánica era vital para mantener unido al pueblo judío a través de sus muchas experiencias difíciles: “No hay duda de que a buen grado el judaísmo debe su supervivencia a su fe firme en la promesa y el futuro mesiánicos”. Pero al surgir el judaísmo moderno entre los siglos XVIII y XIX muchos judíos dejaron de esperar pasivamente al Mesías. Al fin, el holocausto perpetrado por los nazis llevó a muchos a perder su paciencia y esperanza. Empezaron a ver el mensaje mesiánico como un inconveniente, y por eso lo reinterpretaron como simplemente una nueva era de prosperidad y paz. Desde entonces, aunque hay excepciones, difícilmente se puede decir que los judíos en general estén esperando un Mesías personal.

      48. ¿Qué preguntas pueden plantearse, razonablemente, en cuanto al judaísmo?

      48 Este cambio a una religión no mesiánica plantea preguntas importantes. ¿Estuvo equivocado por miles de años el judaísmo al creer que vendría un Mesías individual? ¿Qué forma del judaísmo ayudará a uno en su búsqueda de Dios? ¿Será el judaísmo antiguo con los adornos que tomó de la filosofía griega, o será una de las formas del judaísmo no mesiánico que han surgido durante los últimos 200 años? ¿O habrá otra senda que conserve fielmente y con exactitud la esperanza mesiánica?

      49. ¿Qué invitación se extiende a judíos sinceros?

      49 Tomando en cuenta estas preguntas, sugerimos que los judíos sinceros reexaminen el asunto del Mesías mediante investigar lo que se afirma acerca de Jesús de Nazaret, no como lo ha representado la cristiandad, sino como lo presentan los escritores judíos de las Escrituras Griegas. Hay una gran diferencia. Por su doctrina antibíblica de la Trinidad, que obviamente es inaceptable a cualquier judío que aprecia la enseñanza pura de que “el Señor, nuestro Dios, el Señor es uno”, las religiones de la cristiandad han contribuido a que los judíos rechacen a Jesús. (Deuteronomio 6:4.)

  • El judaísmo... en busca de Dios mediante las Escrituras y la tradición
    El hombre en busca de Dios
    • [Recuadro/Fotografías de las páginas 220 y 221]

      Los escritos sagrados de los hebreos

      Los escritos sagrados hebreos empezaron con el “Tanakh”. El nombre “Tanakh” viene de las tres divisiones de la Biblia judía en hebreo: Torá o Tora (Ley), Neviim (Profetas) y Kethuvim (Escritos), cuando se usa la primera letra de cada sección para formar la palabra TaNaKh. Estos libros se escribieron en hebreo y arameo desde el siglo XVI hasta el siglo V a.E.C.

      Los judíos creían que habían sido escritos con varios grados de inspiración, de grado mayor a grado menor. Por eso, los colocaron en este orden de importancia:

      Torá: los cinco libros de Moisés, o el Pentateuco (del griego para “cinco rollos”), la Ley, que consiste en Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Sin embargo, el término “Torá” también puede usarse con referencia a la Biblia judía en su totalidad, así como a la ley oral y el Talmud (véase la página siguiente).

      Neviim: los Profetas, porción que se extiende desde Josué en adelante hasta los profetas mayores —Isaías, Jeremías y Ezequiel— e incluye además los 12 profetas “menores” (desde Oseas hasta Malaquías).

      Kethuvim: los Escritos, que consisten en las obras poéticas: Salmos, Proverbios, Job, El Cantar de los Cantares y Lamentaciones. Además, incluye Rut, Eclesiastés, Ester, Daniel, Esdras, Nehemías y Primero y Segundo de Crónicas.

      El Talmud

      Desde el punto de vista gentil, el “Tanakh” o la Biblia judía es el más importante de los escritos judíos. Sin embargo, el punto de vista judío es diferente. Muchos judíos concordarían con el comentario del rabino Adin Steinsaltz: “Si la Biblia es la piedra angular del judaísmo, entonces el Talmud es la columna central, que se eleva desde los cimientos y sostiene todo el edificio espiritual e intelectual [...] Ninguna otra obra ha tenido igual influencia en la teoría y práctica de la vida judía” (The Essential Talmud). Entonces, ¿qué es el Talmud?

      Los judíos ortodoxos no solo creen que Dios dio a Moisés la ley escrita, o Torá, en el monte Sinaí, sino que también Dios le reveló explicaciones específicas de cómo observar aquella Ley, y que estas habían de pasarse oralmente. Esto se llamó la ley oral. Así, el Talmud es el resumen escrito, con comentarios y explicaciones posteriores, de esa ley oral, compilada por rabinos desde el siglo II E.C. hasta ya entrada la Edad Media.

      El Talmud por lo general se divide en dos secciones principales:

      La Misná (Mishna): Una colección de comentarios que complementan la Ley de las Escrituras, basada en las explicaciones de los rabinos llamados Tannaim (maestros). Fue puesta por escrito a fines del siglo II y principios del III E.C.

      La Gemara o Guemará (originalmente llamada el Talmud): Una colección de comentarios sobre la Mishnah por rabinos de un período posterior (del siglo III al VI E.C.).

      Además de estas dos divisiones principales, el Talmud también puede incluir comentarios sobre la Gemara hechos por rabinos hasta ya entrada la Edad Media. Entre estos rabinos se destacaron Rashi (Salomón ben Isaac, 1040-1105), quien hizo mucho más entendible el difícil lenguaje del Talmud, y Rambam (Moisés ben Maimón, mejor conocido como Maimónides, 1135-1204), quien reorganizó el Talmud en una versión concisa (“Mishneh Torah”), haciéndolo así accesible a todos los judíos.

      [Fotografías]

      Abajo, Torá antigua de lo que se conoce como la Tumba de Ester, Irán; a la derecha, himno de alabanza hebreo y yiddish basado en versículos bíblicos

      [Recuadro/Fotografías de las páginas 226 y 227]

      El judaísmo... una religión de muchas voces

      Hay importantes diferencias entre las divisiones del judaísmo. Tradicionalmente el judaísmo da prominencia a la práctica de la religión. El debate sobre tales asuntos, más bien que sobre creencias, ha causado seria tensión entre los judíos y ha llevado a la formación de las tres principales divisiones del judaísmo.

      JUDAÍSMO ORTODOXO: Esta rama no solo acepta que el “Tanakh” hebreo es Escrituras inspiradas, sino que también cree que Moisés recibió de Dios la ley oral en el monte Sinaí a la vez que recibió la Ley escrita. Los judíos ortodoxos observan escrupulosamente los mandamientos de ambas leyes. Creen que el Mesías todavía aparecerá y llevará a Israel a una edad de oro. Debido a las diferencias de opinión dentro de la ortodoxia, han surgido varios grupos. Un ejemplo es el de los hasidim.

      Hasidim (Chasidim, que significa: “los píos”): A estos se les considera ultraortodoxos. Israel ben Eliezer, conocido como Ba‛al Shem Tov (“Amo del Buen Nombre”), empezó este movimiento a mediados del siglo XVIII en la Europa oriental; los hasidim siguen una enseñanza que da prominencia a la música y el baile, lo que lleva a un gozo místico. Muchas de sus creencias, entre ellas la de la reencarnación, se basan en los libros místicos judíos conocidos como la Cábala. Hoy sus líderes son rebbes (yiddish para “rabinos”), o zaddikim, a quienes sus seguidores consideran hombres supremamente justos o santos.

      Hoy los hasidim viven principalmente en los Estados Unidos y en Israel. Visten al estilo particular de la Europa oriental de los siglos XVIII y XIX, casi siempre con ropa negra que los hace muy conspicuos, especialmente en el escenario de una ciudad moderna. Hoy están divididos en sectas que siguen a diferentes rebbes de prominencia. Un grupo muy activo es el de los Lubavitchers, que proselitizan vigorosamente entre los judíos. Algunos grupos creen que solamente el Mesías tiene el derecho de restaurar a Israel como la nación de los judíos, y por eso se oponen al estado seglar de Israel.

      JUDAÍSMO REFORMADO (también conocido como “Liberal” y “Progresivo”): Este movimiento empezó en la Europa occidental a principios del siglo XIX. Se basa en las ideas de Moses Mendelssohn, un intelectual judío del siglo XVIII que creía que los judíos debían asimilar la cultura occidental más bien que separarse de los gentiles. Estos judíos niegan que la Torá haya sido verdad revelada de Dios. Consideran anticuadas las leyes judías sobre la dieta, la pureza y el vestido. Creen en lo que llaman una “era mesiánica de hermandad universal”. En los últimos años han dado unos pasos atrás hacia el judaísmo más tradicional.

      JUDAÍSMO CONSERVADOR: Este movimiento empezó en Alemania en 1845 como brote del Judaísmo Reformado, que, según algunos, había rechazado demasiadas prácticas judías tradicionales. El judaísmo conservador no acepta que Dios haya dado la ley oral a Moisés, sino que afirma que los rabinos, quienes procuraban adaptar el judaísmo a una nueva era, inventaron la Torá oral. Los judíos conservadores se someten a los preceptos bíblicos y a las leyes rabínicas si estas “responden a los requisitos modernos de la vida judía” (The Book of Jewish Knowledge [El libro del conocimiento judío]). Usan hebreo e inglés en sus servicios religiosos y mantienen leyes estrictas en la dieta (kasrut). Se permite que hombres y mujeres se sienten juntos durante la adoración, algo que no permiten los ortodoxos.

      [Ilustraciones]

      A la izquierda, judíos en el Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén, y arriba, con Jerusalén al fondo, un judío orando

      [Recuadro/Fotografías de las páginas 230 y 231]

      Festividades y costumbres importantes

      La mayoría de las festividades judías se basan en la Biblia y, por lo general, son fiestas estacionales relacionadas con diferentes cosechas o con sucesos históricos.

      ▪ Sabbath o Shabbath (Sábado): El séptimo día de la semana judía (desde la caída del sol el viernes hasta la caída del sol el sábado) se ve como un día que santifica la semana, y la observación especial de este día es parte esencial de la adoración. Los judíos asisten a la sinagoga para lecturas de la Torá y oraciones. (Éxodo 20:8-11.)

      ▪ Yom Kippur: Día de Expiación, una festividad solemne caracterizada por ayuno y autoexamen. Es la culminación de los Diez Días de Penitencia que empiezan con Rosh Hashanah, el Año Nuevo judío, que cae en septiembre según el calendario seglar judío. (Levítico 16:29-31; 23:26-32.)

      ▪ Sukkot (arriba, derecha): Fiesta de las Cabañas o de la Recolección. Celebra la cosecha y el fin de la parte principal del año agrícola. Se celebra en octubre. (Levítico 23:34-43; Números 29:12-38; Deuteronomio 16:13-15.)

      ▪ Hanuká (Hanuca): Fiesta de la Dedicación. Una festividad popular que se celebra en diciembre; conmemora la restauración —por los macabeos— de la independencia judía con relación al dominio de Siria y Grecia y la rededicación del templo de Jerusalén en diciembre de 165 a.E.C. Por lo general se distingue por el hecho de que se encienden velas durante ocho días.

      ▪ Purim: Fiesta de las Suertes. Celebrada a fines de febrero o principios de marzo, para conmemorar el que los judíos fueran librados en Persia, durante el siglo V a.E.C., de Hamán y su atentado de genocidio. (Ester 9:20-28.)

      ▪ Pésaj: Fiesta de la Pascua. Instituida como conmemoración de que Israel fuera librado del cautiverio en Egipto (1513 a.E.C.). Es la mayor y más antigua festividad judía. Se celebra el 14 de Nisán (calendario judío), y por lo general cae a fines de marzo o principios de abril. Cada familia judía se reúne para participar de la cena pascual, o Seder. Durante los siguientes siete días no se consume ninguna levadura. A este período se llama la Fiesta de las Tortas Ácimas (Matzot). (Éxodo 12:14-20, 24-27.)

      Algunas costumbres judías

      ▪ Circuncisión: Para los niños judíos es una ceremonia importante que tiene lugar cuando el bebé cumple ocho días de nacido. Suele llamársele el Pacto de Abrahán, puesto que la circuncisión fue la señal del pacto de Dios con él. Los varones que se convierten al judaísmo también tienen que someterse a la circuncisión. (Génesis 17:9-14.)

      ▪ Bar Mitzvah (abajo): Otro rito judío esencial, que literalmente significa “hijo del mandamiento”, un “término que denota que se alcanza la madurez religiosa y jurídica y marca la ocasión en que asumen formalmente esta condición los jóvenes a la edad de trece años más un día”. Solo en el siglo XV E.C. llegó a ser esto una costumbre judía.—Encyclopaedia Judaica.

      ▪ Mezuzah (arriba): Por lo general el hogar judío se distingue fácilmente de los demás por la mezuzah, o caja que contiene un rollo, en la jamba derecha de la puerta al entrar uno. En la práctica la mezuzah es un pergamino pequeño en que están inscritas las palabras citadas de Deuteronomio 6:4-9 y Dt 11:13-21. El pergamino está enrollado dentro de una cajita. La caja entonces se fija a cada puerta de toda habitación ocupada.

      ▪ Yarmulke (gorro para varones): Según la Encyclopaedia Judaica: “Para los judíos ortodoxos [...] el cubrirse la cabeza, tanto fuera de la sinagoga como dentro de ella, es señal de lealtad a la tradición judía”. El Tanakh no menciona en ningún lugar que sea necesario cubrirse la cabeza durante la adoración, y por eso el Talmud dice que es un asunto opcional de costumbre. Las judías entre los hasidim o usan una cubierta para la cabeza en toda ocasión o se rapan la cabeza y usan una peluca.

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