BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Aunque soy tímida, lo volvería a hacer todo igual
    Biografías de testigos de Jehová
    • Nuestro primer superintendente de circuito fue Piero Gatti.a Él fue quien me animó a empezar el precursorado y a hacer algo que nunca se me había pasado por la cabeza: mudarme a un lugar donde hicieran falta más publicadores. En donde yo vivía, lo normal era que las mujeres no dejaran de vivir con sus padres sino hasta que se casaran. Así que cuando empecé el precursorado, en marzo de 1952, aún no me había independizado. Aunque yo todavía no lo sabía, ser precursora cambió el resto de mi vida.

  • Aunque soy tímida, lo volvería a hacer todo igual
    Biografías de testigos de Jehová
    • En 1961, Antonio fue nombrado superintendente de circuito. Aunque primero tuvo que asistir a una escuela para siervos de congregación (o superintendentes) que duraba un mes. Así que me tocó quedarme sola todo ese tiempo. Tengo que admitir que sentía lástima de mí misma, sobre todo por las tardes, cuando estaba sola en nuestro cuartito. De todas maneras, estaba contenta porque Jehová estaba usando a Antonio. Y procuraba estar ocupada para que el tiempo se me pasara más rápido.

      En el circuito teníamos que viajar mucho. Íbamos desde el Véneto, en el norte de Italia, hasta Sicilia, en el sur. Como al principio no teníamos auto, usábamos el transporte público. En cierta ocasión, después de un viaje en autobús por los caminos rurales de Sicilia —que eran bastante malos—, nos recibieron unos hermanos que traían un burro para que llevara nuestro equipaje. Los dos íbamos como para una reunión: Antonio con su traje y yo con mi vestido. Debió ser muy cómico vernos caminando así al lado de unos campesinos y el burro que llevaba nuestras maletas y nuestra máquina de escribir.

      Mapa de los lugares de Italia donde Dorina Caparelli vivió, predicó y asistió a asambleas: Véneto, Perugia, Terni, Pescara, Sicilia, Nápoles, Roma y Viterbo.

      Los hermanos eran muy generosos y compartían con nosotros lo que tenían, aunque fuera muy poquito. Algunas de sus casas no tenían baño ni agua corriente. Una vez nos quedamos en una habitación que llevaba años sin usarse. Como no paraba de moverme en medio de la noche, Antonio me despertó. Cuando miramos debajo de las sábanas, descubrimos espantados que el colchón estaba plagado de insectos. Como a esas horas no se podía hacer gran cosa, quitamos todos los que pudimos y procuramos volver a dormirnos.

      Antonio y yo haciendo una visita de circuito en los años sesenta.

      Pero todas estas incomodidades no eran para mí lo peor. Mi mayor reto era la timidez. Cuando hacíamos la primera visita a una congregación, me resultaba muy difícil hacer amigos. Pero deseaba de corazón animar y ayudar a las hermanas, así que me esforzaba mucho. Con la ayuda de Jehová, al final de la semana me sentía siempre mucho más cómoda. Fue un gran privilegio trabajar con estos hermanos y hermanas y ver su generosidad, su lealtad y su amor por Jehová.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir