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Jacob apreciaba los valores espiritualesLa Atalaya 2003 | 15 de octubre
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Era muy diferente de su hermano
La razón de la discordia entre Jacob y su hermano Esaú era que mientras uno valoraba las riquezas espirituales, el otro las despreciaba. A Jacob le interesaba la promesa del pacto que se había hecho con Abrahán y se dedicó a cuidar de la familia que Dios había nombrado como herederos. Por eso Jehová lo ‘amaba’. Jacob era un hombre “sin culpa”, expresión que denota excelencia moral.
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