-
JoséPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
Jacob bendice a José y a los otros hijos. Tiempo después, Jacob reunió a todos sus hijos en su lecho de muerte y los bendijo individualmente. Asemejó a José al “retoño de árbol frutal”. Aquel “árbol frutal” era el patriarca Jacob mismo, y José llegó a ser una de sus ramas prominentes. (Gé 49:22.) Aunque los arqueros hostigaron a José y fue blanco del odio, el arco de José “moraba en lugar permanente, y la fuerza de sus manos era flexible”. (Gé 49:23, 24.) Estas palabras podrían aplicar personalmente a José. Sus medio hermanos le habían abrigado rencor y de manera figurada lo habían asaeteado para destruirlo. Sin embargo, José les pagó con misericordia y bondad amorosa, cualidades que llegaron a ser como flechas que mataron su rencor. Los arqueros enemigos no consiguieron matar a José ni debilitar su devoción a la justicia y su afecto fraternal.
Sin embargo, las palabras de Jacob también podían aplicarse de manera profética a las tribus que descenderían de los dos hijos de José, Efraín y Manasés, y a sus futuras batallas. (Compárese con Dt 33:13, 17; Jue 1:23-25, 35.) Es digno de mención que Josué (Hosea, Jehosúa), el sucesor de Moisés y caudillo de la lucha contra los cananeos, procedió de la tribu de Efraín. (Nú 13:8, 16; Jos 1:1-6.) Otro descendiente de José, Gedeón, de la tribu de Manasés, venció a los madianitas con la ayuda de Jehová. (Jue 6:13-15; 8:22.) Y Jefté, también de la tribu de Manasés, sojuzgó a los ammonitas. (Jue 11:1, 32, 33; compárese con Jue 12:4; Nú 26:29.)
Otros aspectos de la bendición profética de Jacob también tienen un paralelo en las experiencias de José. Cuando José suministró alimento para toda la casa de Jacob o Israel en lugar de vengarse, hizo las veces de pastor y de piedra de apoyo para Israel. Como Jehová había dirigido los asuntos para que él pudiera ayudar de ese modo, José procedía de las manos del “Poderoso de Jacob”, por lo que contaba con el apoyo de Jehová. Él estaba con el Todopoderoso en el sentido de estar del lado de Jehová, y por eso, tenía su bendición. (Gé 49:24, 25.)
Las tribus que descendieron de José por medio de Efraín y Manasés también experimentarían la bendición de Jehová. Jacob dijo: “El Todopoderoso [...] te bendecirá con las bendiciones de los cielos arriba, con las bendiciones de la profundidad acuosa que yace allá abajo, con las bendiciones de los pechos y la matriz”. (Gé 49:25.) Esto les aseguró a los descendientes de José que tendrían el agua necesaria procedente del cielo y de debajo de la tierra, así como una población numerosa. (Compárese con Dt 33:13-16; Jos 17:14-18.)
Las bendiciones que Jacob pronunció sobre su amado hijo José tenían que ser semejantes a un adorno para las dos tribus que surgirían de José, un adorno superior a las bendiciones que constituyen los bosques y manantiales que adornan las eternas montañas y las colinas indefinidamente duraderas. Serían una bendición permanente, y continuarían sobre la cabeza de José y de sus descendientes por tanto tiempo como continuaran las montañas y las colinas. (Gé 49:26; Dt 33:16.)
José fue “singularizado de entre sus hermanos” porque Dios lo escogió para desempeñar un papel especial. (Gé 49:26.) Se distinguió por su excelente disposición y dotes para la superintendencia y organización. Por lo tanto, era apropiado que descendieran bendiciones especiales sobre la coronilla de su cabeza.
-
-
JoséPerspicacia para comprender las Escrituras, volumen 2
-
-
El hecho de que se mencione a la tribu de José en Revelación 7:8 da a entender que la profecía de Jacob en su lecho de muerte tendría una aplicación en el Israel espiritual. Por lo tanto, es digno de notar que el Poderoso de Jacob, Jehová Dios, proveyó a Jesucristo como el Pastor Excelente que entregó su vida por las “ovejas”. (Jn 10:11-16.) Cristo Jesús es también la piedra angular de fundamento sobre la que descansa el templo de Dios compuesto de israelitas espirituales. (Ef 2:20-22; 1Pe 2:4-6.) Y este ‘Pastor’ y ‘Piedra’ está con el Dios Todopoderoso. (Jn 1:1-3; Hch 7:56; Heb 10:12; compárese con Gé 49:24, 25.)
-