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Puntos sobresalientes de las cartas de Santiago y PedroLa Atalaya 2008 | 15 de noviembre
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CASI treinta años después del Pentecostés del año 33 de nuestra era, el discípulo Santiago —quien era medio hermano de Jesús— escribe una carta a “las doce tribus” del Israel espiritual (Sant. 1:1). ¿Cuál era su objetivo? Animarlos a fortalecer su fe y a aguantar las pruebas. Su carta también contiene consejos para corregir ciertos problemas que existían en las congregaciones.
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Puntos sobresalientes de las cartas de Santiago y PedroLa Atalaya 2008 | 15 de noviembre
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DIOS DA SABIDURÍA A QUIENES SE LA PIDEN CON FE
“Feliz es el hombre que sigue aguantando la prueba —escribe Santiago—, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida.” Jehová nos ayudará a aguantar las pruebas dándonos sabiduría, pero debemos pedírsela con fe (Sant. 1:5-8, 12).
Santiago señala que también los maestros de la congregación necesitan fe y sabiduría. Luego advierte a sus hermanos que la lengua, aunque es pequeña, puede manchar todo el cuerpo, y los previene contra las tendencias mundanas que pueden perjudicar su relación con Dios. También explica lo que debe hacer un cristiano enfermo espiritualmente a fin de recuperarse (Sant. 3:1, 5, 6; 5:14, 15).
Respuestas a preguntas bíblicas:
2:13. ¿Por qué dijo Santiago que “la misericordia se alboroza triunfalmente sobre el juicio”? Cuando tengamos que rendirle cuentas a Dios, él recordará nuestras obras de misericordia y nos perdonará mediante el sacrificio redentor de su Hijo (Rom. 14:12). ¿Verdad que vale la pena esforzarnos por ser misericordiosos?
4:5. ¿Qué texto bíblico está citando Santiago? Aquí Santiago no está citando ningún versículo en concreto. Estas palabras inspiradas por Dios posiblemente se basan en textos como Génesis 6:5; 8:21; Proverbios 21:10 y Gálatas 5:17.
5:20. ¿De quién es el alma que se salva de la muerte? Santiago dice que “el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de la muerte”. Aquí Santiago se está refiriendo al alma del pecador que se ha arrepentido y cambia. El cristiano que lo ayuda lo salva de la muerte espiritual y tal vez de la destrucción eterna. De esta manera, tal cristiano cubre “una multitud de pecados”: los que había cometido el pecador.
Lecciones para nosotros:
1:14, 15. El pecado nace de los malos deseos. Por eso no deberíamos alimentar esos deseos recreándonos en ellos. Concentrémonos, más bien, en las cosas que edifican y llenemos con ellas nuestra mente y corazón (Fili. 4:8).
2:8, 9. El favoritismo va en contra de “la ley real”, la ley del amor. Por eso los cristianos verdaderos no tratamos a nadie con parcialidad.
2:14-26. Nosotros hemos sido “salvados mediante fe”, no “debido a obras” de la Ley mosaica o del cristianismo. Pero no basta con decir que tenemos fe en Dios (Efe. 2:8, 9; Juan 3:16). También debemos actuar de acuerdo con su voluntad.
3:13-17. “La sabiduría de arriba” es muy superior a la sabiduría “terrenal, animal, demoníaca”. Así pues, busquemos la sabiduría de Dios como si fuera un tesoro (Pro. 2:1-5).
3:18, notas. La semilla de las buenas nuevas del Reino “se siembra con paz por los que están haciendo la paz”. Por eso es importante que seamos personas conciliadoras y humildes, y que evitemos las peleas y las discusiones.
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