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Celosos por la adoración pura de JehováLa Atalaya 1995 | 15 de septiembre
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Becerro de oro
4. ¿Qué mandato respecto al celo se destacó en la Ley que Dios dio a Israel?
4 Un ejemplo de celo fue lo que sucedió cuando los israelitas recibieron la Ley en el monte Sinaí. Se les había advertido vez tras vez que no adoraran a dioses hechos por el hombre. Jehová les dijo: “Yo Jehová tu Dios soy un Dios que exige devoción exclusiva [es decir, “un Dios que es celoso; un Dios que no tolera rivalidad”]”. (Éxodo 20:5, nota; compárese con Éxodo 20:22, 23; 22:20; 23:13, 24, 32, 33.) Jehová entró en un pacto con los israelitas y prometió bendecirlos e introducirlos en la Tierra Prometida. (Éxodo 23:22, 31.) Y el pueblo dijo: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo, y a ser obedientes”. (Éxodo 24:7.)
5, 6. a) ¿Qué grave pecado cometieron los israelitas cuando estaban acampados en el monte Sinaí? b) ¿Cómo mostraron celo Jehová y sus adoradores leales en Sinaí?
5 No obstante, los israelitas no tardaron en pecar contra Dios. Aún estaban acampados al pie del monte Sinaí. Como Moisés había pasado muchos días en la montaña recibiendo más instrucciones de Dios, el pueblo presionó a su hermano, Aarón, para que les hiciera un dios. Él accedió e hizo un becerro con el oro que le suministraron. Decían que este ídolo representaba a Jehová. (Salmo 106:20.) Al día siguiente ofrecieron sacrificios y siguieron “inclinándose ante [el ídolo]”. Luego se ‘divirtieron’. (Éxodo 32:1, 4, 6, 8, 17-19.)
6 Moisés descendió de la montaña mientras los israelitas celebraban la fiesta. Al ver su conducta vergonzosa, exclamó: “¿Quién está de parte de Jehová?”. (Éxodo 32:25, 26.) Los hijos de Leví se reunieron en torno a Moisés, y él les ordenó que tomaran la espada y ejecutaran a los juerguistas idólatras. Los levitas demostraron su celo por la adoración pura de Jehová al matar a unos tres mil de sus hermanos culpables. Jehová reforzó esa acción enviando una plaga sobre los sobrevivientes. (Éxodo 32:28, 35.) Luego Dios repitió el mandato: “No debes postrarte ante otro dios, porque Jehová, cuyo nombre es Celoso, él es un Dios celoso”. (Éxodo 34:14.)
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Celosos por la adoración pura de JehováLa Atalaya 1995 | 15 de septiembre
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Una lección amonestadora
9. ¿Qué les ocurrió a los habitantes de Israel y Judá por no tener celo por la adoración pura de Jehová?
9 Lamentablemente, los israelitas olvidaron pronto estas lecciones. No fueron celosos por la adoración pura de Jehová. “Con sus imágenes esculpidas siguieron [incitando a Dios] a celos.” (Salmo 78:58.) Por consiguiente, Jehová permitió que diez tribus de Israel fueran llevadas cautivas a Asiria en 740 a.E.C. El reino de dos tribus de Judá sufrió un castigo similar cuando su capital, Jerusalén, fue destruida en 607 a.E.C. Muchas personas murieron, y a las sobrevivientes las llevaron al cautiverio en Babilonia. ¡Qué ejemplo amonestador para todos los cristianos de hoy en día! (1 Corintios 10:6, 11.)
10. ¿Qué les ocurrirá a los idólatras impenitentes?
10 La tercera parte de la población actual del mundo, es decir, unos mil novecientos millones de personas, dice ser cristiana. (1994 Britannica Book of the Year.) La mayoría de estas personas pertenecen a iglesias que emplean en la adoración iconos, imágenes y cruces. Jehová no perdonó a su propio pueblo por haberlo incitado a celos mediante su idolatría. Tampoco perdonará a los que afirman ser cristianos y lo adoran con el uso de objetos materiales. “Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad.” (Juan 4:24.) Además, la Biblia advierte a los cristianos que se guarden de la idolatría. (1 Juan 5:21.) Los idólatras impenitentes no heredarán el Reino de Dios. (Gálatas 5:20, 21.)
11. ¿Cómo pudiera el cristiano ser culpable de idolatría sin inclinarse ante un ídolo, y qué le ayudará a evitar esa idolatría? (Efesios 5:5.)
11 Aunque el cristiano verdadero nunca se inclinaría ante un ídolo, debe evitar todo lo que Dios considera idolátrico, inmundo y pecaminoso. Por ejemplo, la Biblia advierte: “Amortigüen [...] los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría. Por causa de esas cosas viene la ira de Dios”. (Colosenses 3:5, 6.) Obedecer estas palabras supone rechazar la conducta inmoral. Exige que evitemos el entretenimiento que tiene como objetivo despertar el apetito sexual inmundo. En lugar de satisfacer ese apetito, los cristianos verdaderos somos celosos por la adoración pura de Dios.
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