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  • Jehová es accesible e imparcial
    La Atalaya 2013 | 15 de junio
    • Jehová es accesible e imparcial

      “Háganse imitadores de Dios, como hijos amados.” (EFES. 5:1)

      ¿CUÁL ES SU RESPUESTA?

      • ¿Cómo podemos aumentar nuestro aprecio por las cualidades de Jehová?

      • ¿Qué distingue a la persona accesible?

      • ¿Cómo podemos imitar la imparcialidad de Jehová?

      1. a) ¿Qué cualidades de Jehová podemos examinar? b) ¿Cómo nos beneficiará estudiar las cualidades de Jehová?

      CUANDO usted piensa en la personalidad de Jehová, ¿qué cualidades le vienen a la mente? Quizás el amor, la justicia, la sabiduría y el poder. Sin embargo, sabemos que Jehová posee muchos atributos atrayentes. De hecho, podríamos hacer una lista con más de cuarenta, y todos ellos se han explicado en nuestras publicaciones. Imagine qué caudal de hechos fascinantes sobre la personalidad divina aguarda a que lo descubramos en nuestro estudio personal y de familia. ¿De qué maneras nos beneficiará ese estudio? Incrementará el aprecio que sentimos por nuestro Padre celestial. Y cuanto más lo apreciemos, más desearemos acercarnos a él e imitarlo (Jos. 23:8; Sal. 73:28).

      2. a) Ilustre cómo podemos aumentar nuestro aprecio por las cualidades de Jehová. b) ¿Qué vamos a analizar?

      2 Ahora bien, ¿qué significa apreciar algo? En este caso, reconocer su justo valor. El aprecio puede crecer gradualmente. Para ilustrarlo: un nuevo plato nos irá gustando, es decir, lo iremos apreciando más y más, si primero aspiramos su aroma, luego saboreamos cada bocado y finalmente lo preparamos nosotros mismos. De igual modo, nuestro aprecio por cierta cualidad de Dios irá aumentando si procuramos conocerla, reflexionamos en ella y entonces la ponemos en práctica en nuestra vida (Efes. 5:1). El objetivo de este y de los dos artículos siguientes es que aumente nuestro aprecio por cualidades de Dios en las que quizás no pensemos tanto. Con cada una de ellas analizaremos tres preguntas: 1) ¿En qué consiste? 2) ¿Cómo la demuestra Jehová? 3) ¿Cómo podemos manifestarla en nuestra vida?

      JEHOVÁ ES ACCESIBLE

      3, 4. a) ¿Cómo definiríamos a una persona accesible? b) ¿Cómo nos asegura Jehová que es accesible?

      3 Examinemos primero esta cualidad. ¿Cómo definiríamos a una persona accesible? Podríamos decir que es alguien amable, que está disponible y con quien resulta fácil hablar. Normalmente se percibe que es accesible escuchándolo y observando su lenguaje corporal, o sea, sus gestos, sus expresiones faciales y otras señales no verbales.

      4 ¿Cómo demuestra Jehová este atributo? Aunque es el Creador del inmenso universo, nos asegura que no solo está dispuesto a escuchar y contestar nuestras oraciones, sino que lo está deseando (lea Salmo 145:18 e Isaías 30:18, 19). Podemos hablarle con calma en todo momento y lugar, y acercarnos a él con franqueza sabiendo que nunca nos lo echará en cara (Sal. 65:2; Sant. 1:5). Su Palabra lo describe con términos humanos para indicar que desea que acudamos a él. Por ejemplo, David escribió que “los ojos de Jehová están hacia [nosotros]” y que su “diestra [nos] tiene firmemente asido[s]” (Sal. 34:15; 63:8). El profeta Isaías lo comparó a un pastor cuando dijo: “Con su brazo juntará los corderos; y en su seno los llevará” (Is. 40:11). Piense en ello. Jehová quiere que estemos tan cerca de él como un corderito acurrucado junto al pecho de su cariñoso pastor. ¡Qué Padre tan accesible! ¿Cómo podemos imitarlo en este aspecto?

      UNA CUALIDAD MUY VALORADA

      5. ¿Por qué es importante que los ancianos sean accesibles?

      5 No hace mucho, a celosos Testigos de distintos continentes se les preguntó: “¿Qué cualidad valora más en un anciano?”. La gran mayoría respondió: “Que sea accesible”. Por supuesto, todos los cristianos debemos cultivar al máximo esta cualidad, pero en el caso de los ancianos resulta especialmente importante (Is. 32:1, 2). Al explicar por qué para ella es tan esencial que un anciano sea accesible, una hermana señaló: “Para conocer sus buenas cualidades y beneficiarme de ellas, es preciso que pueda sentirme cómoda conversando con él”. ¿Vemos la lógica de este comentario? Ahora bien, ¿qué hace que alguien sea accesible?

      6. ¿Cuál es una de las claves para ser accesible?

      6 Una de las claves para ser accesible es el interés sincero por los demás. Cuando un anciano se preocupa por sus hermanos y está dispuesto a sacrificarse por ellos, todos lo notan, incluso los más jóvenes (Mar. 10:13-16). Carlos, de 12 años, se expresó así: “Veo a los ancianos en el Salón sonriendo y saludando a todos, y eso es lo que me gusta de ellos”. Claro está, no es cuestión de que un anciano afirme que es accesible, sino que debe demostrarlo (1 Juan 3:18). ¿De qué manera?

      7. ¿Por qué invitan a la conversación las tarjetas de solapa, y qué nos enseña eso?

      7 Pensemos en este caso. Cuando volaba de vuelta a casa tras asistir a una asamblea de distrito en el extranjero, un hermano llevaba puesta su tarjeta de solapa. El auxiliar de vuelo vio en ella las palabras “Venga tu reino” y le dijo: “Sí, que venga. Tenemos que hablar de eso”. Más tarde conversaron, y el hombre aceptó con gusto nuestras revistas. Muchos hemos vivido situaciones parecidas. ¿Por qué invitan a la conversación las tarjetas de solapa? Porque, de alguna manera, le dicen a la gente: “Vamos, hable conmigo. Pregúnteme adónde voy”. Es una señal visible de que estamos dispuestos a hablar de nuestras creencias. Igualmente, los ancianos cristianos deben dar señales visibles que les digan a sus hermanos: “Vamos, hable conmigo”. ¿Cuáles son algunas de esas señales?

      8. ¿Qué señales de interés sincero pueden dar los ancianos, y qué efecto tiene esto en el rebaño?

      8 Las costumbres pueden variar de un país a otro, pero una sonrisa afectuosa, un apretón de manos o un saludo sincero son señales que les dicen a nuestros hermanos que de verdad nos importan. Ahora bien, ¿quién debe tomar la iniciativa? En una reunión con sus discípulos, “Jesús se acercó y les habló” (Mat. 28:18). De la misma forma, los ancianos de hoy toman la iniciativa en acercarse a sus hermanos y hablarles. ¿Qué efecto tiene esto en el rebaño? Una precursora de 88 años de edad observó: “Cuando los ancianos me reciben en el Salón del Reino con una sonrisa y palabras de estímulo, siento crecer el cariño que les tengo”. Otra fiel hermana añadió: “Quizás no parezca gran cosa, pero para mí significa muchísimo que un anciano me sonría cuando llego a la reunión”.

      ACCESIBLES Y TAMBIÉN DISPONIBLES

      9, 10. a) ¿Qué magnífico ejemplo nos da Jehová? b) ¿Cómo pueden los ancianos ponerse a disposición de los demás?

      9 Obviamente, nadie podrá hablar con nosotros si no estamos disponibles. Jehová nos da un magnífico ejemplo, pues él “no está muy lejos de cada uno de nosotros” (Hech. 17:27). Una forma en que los ancianos se ponen a disposición de los hermanos es reservando tiempo para conversar con ellos antes y después de las reuniones, tanto con jóvenes como con adultos. Un precursor comentó: “Cuando un anciano me pregunta cómo estoy y luego presta atención a mi respuesta, me siento querido”. Y una hermana que lleva casi cincuenta años sirviendo a Jehová dijo: “Los ancianos que se detienen a hablar conmigo después de la reunión hacen que me sienta valorada”.

      10 Se entiende que los pastores cristianos también tienen que atender otros deberes. Aun así, se espera que en las reuniones den prioridad a las ovejas.

      JEHOVÁ ES IMPARCIAL

      11, 12. a) ¿En qué consiste la imparcialidad? b) ¿Cómo muestra la Biblia que Jehová es imparcial?

      11 La imparcialidad es otra de las atractivas cualidades de Jehová. ¿En qué consiste? Es “la ausencia de prejuicio o favoritismo; equidad”. La verdadera imparcialidad consta de dos elementos: actitud y trato. ¿Por qué son ambos necesarios? Porque solo alguien con una actitud imparcial se sentirá impulsado a tratar a todos con imparcialidad. En las Escrituras Griegas Cristianas, la expresión no ser parcial significa literalmente “no ser aceptador de rostros”, queriendo decir no mostrar favoritismo (Hech. 10:34, Kingdom Interlinear). Quien es imparcial no se fija en el rostro o la apariencia de alguien ni tampoco en su posición, sino en su forma de ser.

      12 Jehová es el mayor ejemplo de imparcialidad. Su Palabra declara que él “no es parcial” y que “no trata a nadie con parcialidad” (lea Hechos 10:34, 35 y Deuteronomio 10:17). Este hecho se puso de relieve en una situación que surgió en tiempos de Moisés.

      Las hijas de Zelofehad se beneficiaron de la imparcialidad de Dios (Vea los párrafos 13 y 14)

      13, 14. a) ¿En qué situación se vieron las cinco hijas de Zelofehad? b) ¿Cómo demostró Jehová su imparcialidad?

      13 Cuando Israel estaba por entrar en la Tierra Prometida, cinco hermanas solteras se vieron en un problema. Sabían que su familia, como todas las demás familias israelitas, recibiría la porción de tierra que le correspondía a su padre (Núm. 26:52-55). Según la costumbre, el derecho a la tierra pasaba a los hijos varones. Pero su padre, Zelofehad, de la tribu de Manasés, había muerto sin dejar descendientes varones (Núm. 26:33). Siendo así, ¿se les entregaría la tierra a otros parientes, privando a las hijas de una herencia familiar?

      14 Las cinco hermanas acudieron a Moisés y le preguntaron: “¿Por qué debe ser quitado el nombre de nuestro padre de en medio de su familia porque no tuvo hijo?”. Entonces le suplicaron: “Oh, danos una posesión en medio de los hermanos de nuestro padre”. ¿Qué hizo Moisés? ¿Les dijo que no se podía hacer ninguna excepción? No, más bien, “presentó la causa de ellas delante de Jehová” (Núm. 27:2-5). ¿Y cuál fue la respuesta? Jehová le dijo: “Las hijas de Zelofehad están hablando rectamente. Sin falta debes darles la posesión de una herencia en medio de los hermanos de su padre, y tienes que hacer que la herencia de su padre pase a ellas”. De hecho, fue aún más lejos. Hizo de la excepción una regla y le ordenó a Moisés: “En caso de que algún hombre muera sin tener hijo, ustedes entonces tienen que hacer que su herencia pase a su hija” (Núm. 27:6-8; Jos. 17:1-6). De ahí en adelante, ese decreto divino ampararía a todas las israelitas que estuvieran en la misma situación.

      15. a) ¿Cómo trata Jehová a todos sus siervos, incluso a los más desamparados? b) ¿Qué otros relatos bíblicos reflejan la imparcialidad de Jehová?

      15 ¡Qué decisión tan imparcial y bondadosa! Jehová trató a aquellas mujeres desamparadas con la misma dignidad que a los israelitas más favorecidos (Sal. 68:5). Este es solo uno de los muchos relatos bíblicos que demuestran una alentadora verdad: Jehová trata imparcialmente a todos sus siervos (1 Sam. 16:1-13; Hech. 10:30-35, 44-48).

      PODEMOS IMITAR A JEHOVÁ

      16. ¿Qué podemos hacer para reflejar más plenamente la imparcialidad de Jehová?

      16 ¿Cómo podemos imitar la imparcialidad de Jehová? Recordemos que esta cualidad consta de dos elementos. Solo si tenemos una actitud imparcial trataremos a los demás con imparcialidad. Claro, a todos nos gusta pensar que somos imparciales y no tenemos prejuicios. Sin embargo, no siempre nos resulta fácil juzgarnos con objetividad. Por eso, ¿cómo podríamos averiguar si tenemos la reputación de tratar a todos por igual? Pues bien, cuando Jesús quiso saber lo que la gente opinaba sobre él, les preguntó a amigos de confianza: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?” (Mat. 16:13, 14). ¿Por qué no hacer lo mismo y preguntarle a un amigo sincero si tenemos la fama de ser imparciales? Y si ese amigo nos indicara que aún ve en nosotros algún rastro de parcialidad o prejuicio por motivos raciales, sociales o económicos, ¿qué deberíamos hacer? Suplicarle a Jehová que nos ayude a cambiar nuestra actitud para reflejar su imparcialidad más plenamente (Mat. 7:7; Col. 3:10, 11).

      17. ¿De qué maneras tratamos a los demás con imparcialidad?

      17 En la congregación cristiana demostramos que queremos imitar la imparcialidad de Jehová al tratar con dignidad, bondad y amor a todos. Por ejemplo, a la hora de ser hospitalarios, incluimos a los que tienen un origen distinto al nuestro, así como a los pobres, huérfanos o viudos (lea Gálatas 2:10 y Santiago 1:27). Además, llevamos las buenas nuevas a personas de toda clase, sin pasar por alto a los extranjeros. Por eso nos alegra tanto que nuestras publicaciones estén disponibles en unos seiscientos idiomas. ¡Qué muestra tan palpable de imparcialidad!

      18. ¿Cómo demostrará usted que aprecia que Jehová sea accesible e imparcial?

      18 Ciertamente, cuando meditamos en lo accesible e imparcial que es Jehová, nuestro aprecio por él se hace más profundo. Y eso, a su vez, nos mueve a imitar sus cualidades al tratar a nuestros hermanos en la fe y a las personas a quienes predicamos.

      “Jehová está cerca de todos los que lo invocan.” (Sal. 145:18) (Vea el párrafo 9)

      “Jehová su Dios [...] no trata a nadie con parcialidad.” (Deut. 10:17) (Vea el párrafo 17)

  • Jehová es generoso y razonable
    La Atalaya 2013 | 15 de junio
    • Jehová es generoso y razonable

      “Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias están sobre todas sus obras.” (SAL. 145:9)

      ¿LO SABE?

      • Señale dos cualidades de Jehová por las que podemos aumentar nuestro aprecio.

      • ¿Cómo podemos imitar la generosidad de Jehová?

      • ¿De qué modos podemos imitar a Jehová en cuanto a ser razonables?

      1, 2. ¿Qué oportunidad tienen los amigos de Jehová?

      “LLEVAMOS casados casi treinta y cinco años —dijo una cristiana llamada Monika⁠—. Mi esposo y yo nos conocemos muy bien, pero incluso después de todo este tiempo todavía descubrimos cosas el uno del otro.” Obviamente, lo mismo les sucede a incontables matrimonios y amigos.

      2 Sin duda nos gusta conocer mejor a las personas a las que amamos. Y de todas las amistades que podemos cultivar, ninguna es más importante que la de Jehová. Pero, en realidad, nunca llegaremos a saberlo todo de él (Rom. 11:33). Por siempre tendremos la oportunidad y la alegría de aumentar nuestro aprecio por sus cualidades (Ecl. 3:11).

      3. ¿Qué examinaremos en este artículo?

      3 El artículo anterior profundizó nuestro aprecio por el hecho de que Jehová sea accesible e imparcial. Examinemos ahora otras dos de sus atractivas características: es generoso y razonable. De ese modo comprenderemos mejor que “Jehová es bueno para con todos, y sus misericordias están sobre todas sus obras” (Sal. 145:9).

      ES GENEROSO

      4. ¿Cuál es la esencia de la verdadera generosidad?

      4 ¿Qué significa ser generoso? Jesús dijo que “hay más felicidad en dar que en recibir” (Hech. 20:35). Esta sencilla declaración contiene la esencia de la verdadera generosidad. La persona generosa da de su tiempo, energías y recursos para beneficio de los demás, y lo hace con alegría. La generosidad no se mide por la magnitud del regalo, sino por el motivo con que se da (lea 2 Corintios 9:7). No hay nadie más generoso que Jehová, el “Dios feliz” (1 Tim. 1:11).

      5. ¿De qué manera demuestra Jehová que es generoso?

      5 ¿Cómo demuestra Jehová que es generoso? Pues bien, él satisface las necesidades de todos los seres humanos, incluso de los que no lo adoran. “Jehová es bueno para con todos”, como ya hemos leído. “Hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.” (Mat. 5:45.) Por esta razón, el apóstol Pablo pudo decirles a personas no creyentes que Dios “hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando por completo sus corazones de alimento y de alegría” (Hech. 14:17). En efecto, Jehová es generoso con todos los seres humanos (Luc. 6:35).

      6, 7. a) ¿Las necesidades de quiénes cubre Jehová con especial satisfacción? b) ¿Qué ejemplo muestra que Dios cuida a sus siervos fieles?

      6 Jehová se complace especialmente en cubrir las necesidades de sus siervos fieles. El rey David afirmó: “Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan” (Sal. 37:25). Muchos cristianos fieles han visto cumplidas estas palabras en su propio caso. Veamos un ejemplo.

      7 Algún tiempo atrás, una precursora llamada Nancy se vio en un apuro. Ella recuerda: “Necesitaba 66 dólares para pagar el alquiler al día siguiente y no sabía de dónde los iba a sacar. Le hablé de mi problema a Jehová y me fui a trabajar. Era camarera y no esperaba recibir muchas propinas aquella noche, pues ese día de la semana no solía venir mucha gente. Por eso me sorprendió ver tantos clientes. Al terminar mi turno, conté el dinero de las propinas: eran 66 dólares”. Nancy está convencida de que Jehová generosamente se encargó de que tuviera justo lo que necesitaba (Mat. 6:33).

      8. ¿Cuál es el regalo más generoso de Jehová?

      8 El mayor regalo de Jehová está al alcance de todos. ¿Cuál es? El sacrificio redentor de su Hijo. Jesús mismo dijo: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). En este contexto, la expresión mundo se refiere a la humanidad, así que este regalo generoso es para todos los que lo acepten. Quienes ejerzan fe en Jesús recibirán “vida [...] en abundancia”, vida eterna (Juan 10:10). ¿Qué prueba más clara podría haber de la generosidad de Jehová?

      IMITEMOS LA GENEROSIDAD DE JEHOVÁ

      A los israelitas se les animaba a imitar la generosidad de Jehová (Vea el párrafo 9)

      9. ¿Cómo podemos imitar la generosidad de Jehová?

      9 ¿Cómo podemos imitar la generosidad de Jehová? Tal como él “nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos de ellas” y seamos felices, nosotros debemos estar “listos para compartir” con los demás lo que tenemos y así contribuir a su felicidad (1 Tim. 6:17-19). Es un placer emplear tales bienes para dar regalos a nuestros seres queridos y ayudar a los necesitados (lea Deuteronomio 15:7). ¿Qué podríamos hacer para no olvidarnos de ser generosos? Hay cristianos que han adoptado esta práctica norma: siempre que reciben un regalo, buscan una oportunidad para hacer un regalo a alguien más. En la congregación cristiana tenemos la bendición de contar con innumerables hermanos que cultivan ese espíritu de generosidad.

      10. ¿De qué modo especial podemos ser generosos?

      10 De modo muy especial podemos ser generosos con nuestras palabras y acciones empleando nuestro tiempo y energías para ayudar y animar al prójimo (Gál. 6:10). Para ver cómo nos va a este respecto, preguntémonos: “¿Perciben los demás que estoy dispuesto a dedicarles tiempo y escuchar sus preocupaciones? Si alguien me pide ayuda para hacer un trabajo o un mandado, ¿le contesto que sí siempre que puedo? ¿Cuándo fue la última vez que felicité sinceramente a un familiar o a un hermano en la fe?”. Sin duda, tener la costumbre de ser generosos nos acercará a Jehová y a nuestros seres amados (Luc. 6:38; Prov. 19:17).

      11. ¿De qué maneras podemos ser generosos con Jehová?

      11 También podemos ser generosos con Jehová. Las Escrituras nos dicen: “Honra a Jehová con tus cosas valiosas” (Prov. 3:9). Esas “cosas valiosas” son nuestro tiempo, energías y recursos, y podemos dedicarlas a su servicio. Hasta los pequeños pueden aprender a ser generosos con él. Jason, quien es padre de familia, comenta: “Cuando hacemos una donación en el Salón del Reino, dejamos que los niños echen el dinero en la caja de contribuciones. Les encanta porque, como ellos dicen, sienten que le están dando algo a Jehová”. Si los hijos experimentan de pequeños el gozo de hacer contribuciones para Jehová, es fácil que de adultos sigan siendo generosos con él (Prov. 22:6).

      JEHOVÁ ES RAZONABLE

      12. ¿Qué significa ser razonable?

      12 Otra de las atrayentes cualidades de Jehová es que es razonable. ¿En qué consiste este atributo? La palabra griega que en la Traducción del Nuevo Mundo suele traducirse “razonable” significa “que cede” (Tito 3:1, 2, nota). Quien es razonable no insiste siempre en aferrarse a la letra de la ley ni es excesivamente rígido, estricto o severo. Más bien, se esfuerza por ser amable con los demás y toma en consideración sus circunstancias. Está dispuesto a escucharlos y, cuando es apropiado, a ceder a sus deseos y modificar lo que espera de ellos.

      13, 14. a) ¿Cómo demuestra Jehová que es razonable? b) En cuanto a esta cualidad, ¿qué nos enseña lo que hizo Jehová en el caso de Lot?

      13 ¿Cómo demuestra Jehová esta cualidad? Tiene en cuenta los sentimientos de sus siervos y a menudo está dispuesto a ser flexible para complacerlos. Veamos un caso. Cuando decidió destruir a las ciudades de Sodoma y Gomorra, dio al justo Lot instrucciones claras de huir a las montañas. Sin embargo, por alguna razón este le suplicó que lo dejara huir a otro lugar. Pensemos en ello: ¡en realidad, Lot le pidió que cambiara sus instrucciones! (Lea Génesis 19:17-20.)

      14 Sería fácil tachar a Lot de débil o desobediente. Al fin y al cabo, Jehová podía conservarlo con vida donde fuera, así que los temores del patriarca eran infundados. No obstante, sus temores estaban ahí. Lot sentía lo que sentía, y Jehová cedió a su súplica y le permitió huir a una ciudad que había pensado destruir (lea Génesis 19:21, 22). Vemos, pues, que Jehová no es rígido, sino flexible y razonable.

      15, 16. ¿Cómo reflejó la Ley mosaica que Jehová es razonable? (Vea la ilustración del principio.)

      15 Examinemos otro ejemplo, esta vez tomado de la Ley mosaica, que muestra que Jehová es razonable. Si un israelita era muy pobre y no podía ofrecer en sacrificio una oveja o un cabrito, Jehová aceptaba dos tórtolas o dos pichones. Pero ¿y si era tan pobre que ni siquiera tenía para eso? En tal caso, le permitía ofrecer un poco de harina. Ahora bien, notemos este importante detalle: no podía ser cualquier harina, sino “flor de harina”, de la más selecta, como la que se servía a los invitados de honor (Gén. 18:6). ¿Por qué es esto importante? (Lea Levítico 5:7, 11.)

      16 Imaginemos que somos israelitas bastante pobres. Al llegar al tabernáculo con un poco de harina para ofrecer, vemos que otros israelitas más pudientes traen ganado. Quizás nos podríamos sentir avergonzados por el escaso valor de nuestro sacrificio de harina. Pero entonces recordamos que nuestra ofrenda es valiosa a los ojos de Jehová. ¿Por qué? Porque él nos exige que la harina sea de alta calidad. Es como si dijera a los israelitas más pobres: “Comprendo que ustedes no pueden ofrecer tanto como otros, pero también sé que me están dando lo mejor que pueden darme”. Verdaderamente, Jehová demuestra lo razonable que es al tener en cuenta las limitaciones y circunstancias de sus siervos (Sal. 103:14).

      17. ¿Qué clase de servicio sabemos con seguridad que Jehová acepta?

      17 Es alentador saber que, por ser tan razonable, Jehová acepta lo que hacemos de todo corazón por servirle (Col. 3:23). Constance, una hermana italiana de edad avanzada, dijo: “Lo que más me ha gustado en la vida ha sido hablarle al prójimo sobre mi Creador. Por eso sigo predicando y dirigiendo estudios bíblicos. A veces lamento que mi salud no me permita hacer más, pero sé que Jehová me ama y, como conoce mis limitaciones, valora lo que sí puedo darle”.

      IMITEMOS A JEHOVÁ SIENDO RAZONABLES

      18. Indique una forma en que los padres pueden imitar a Jehová.

      18 ¿De qué manera podemos ser razonables como Jehová? Pensemos de nuevo en lo que hizo con Lot. Jehová tenía toda la autoridad; aun así, bondadosamente escuchó su solicitud y se la concedió. Si somos padres, ¿podríamos imitarlo, tal vez escuchando las peticiones de nuestros hijos y, cuando sea apropiado, accediendo a sus deseos? La Atalaya del 1 de septiembre de 2007 comentó que algunos padres permiten que sus hijos expresen su opinión en cuanto a las normas que se seguirán en el hogar. Por ejemplo, los padres deciden a qué hora deben estar de vuelta en casa, y tienen derecho a ello. No obstante, los padres cristianos pudieran oír lo que sus hijos deseen decir al respecto. En algunos casos puede modificarse esa hora, siempre que no haya principios bíblicos en juego. Tal vez los padres descubran que cuando tienen en cuenta las ideas de sus hijos al fijar las normas de la casa, ellos se sienten más inclinados a comprender las razones de tales reglas y obedecerlas.

      19. ¿Cómo pueden los ancianos seguir el ejemplo de Jehová en cuanto a ser razonable?

      19 Los ancianos de congregación se esfuerzan por imitar el espíritu razonable de Jehová al tomar en cuenta las circunstancias de sus hermanos cristianos. Recordemos que él valoró hasta los sacrificios de los israelitas más pobres. En nuestros tiempos, algunos hermanos pueden hacer muy poco en el ministerio, quizás debido a la mala salud o la edad. Si se sienten desanimados por ese motivo, los animará que los ancianos les aseguren que Jehová los ama por darle lo máximo dentro de sus posibilidades (Mar. 12:41-44).

      20. ¿Es lo mismo ser razonable que retraerse de servir a Dios? Explique su respuesta.

      20 Por supuesto, no debemos confundir ser razonable con ser perezosos en el servicio a Dios por complacernos a nosotros mismos (Mat. 16:22). No queremos tomarnos las cosas con calma y entonces justificarnos diciendo que solo estamos siendo razonables. Más bien, todos tenemos que esforzarnos vigorosamente por apoyar los intereses del Reino (Luc. 13:24). En realidad, debemos equilibrar dos principios. Por un lado, no hay que retraerse de servir a Dios. Y por el otro, hay que recordar que Jehová nunca pide más de lo que uno puede darle. No lo dudemos: él se siente muy feliz cuando le damos lo mejor de nosotros. ¿Verdad que nos alegra servir a un Amo tan agradecido y razonable? En el próximo artículo analizaremos otros dos aspectos de la atractiva personalidad de Jehová (Sal. 73:28).

      “Honra a Jehová con tus cosas valiosas.” (Prov. 3:9) (Vea el párrafo 11)

      “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma.” (Col. 3:23) (Vea el párrafo 17)

  • Jehová es leal y está dispuesto a perdonar
    La Atalaya 2013 | 15 de junio
    • Jehová es leal y está dispuesto a perdonar

      “Tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa para con todos los que te invocan es abundante.” (SAL. 86:5)

      ¿LO SABE?

      • ¿De qué maneras podemos imitar la lealtad de Jehová?

      • ¿Qué podemos hacer para perdonar como lo hace Jehová?

      • ¿Por qué debemos seguir profundizando nuestro aprecio por las cualidades de Jehová?

      1, 2. a) ¿Por qué valoramos a los amigos que son leales y están dispuestos a perdonar? b) ¿A qué preguntas daremos respuesta?

      ¿QUÉ es para usted un amigo de verdad? Una cristiana llamada Ashley dice: “En mi opinión, un amigo verdadero es alguien que está siempre a tu lado y que te perdona cuando fallas en algo”. Todos valoramos a los amigos que son leales y están dispuestos a perdonar. Nos hacen sentir seguros y queridos (Prov. 17:17).

      2 Jehová es el Amigo más leal y dispuesto a perdonar que podemos tener. El salmista lo expresó así: “Tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar; y la bondad amorosa [o ‘amor leal’] para con todos los que te invocan es abundante” (Sal. 86:5). ¿Qué implica ser leal y misericordioso? ¿Cómo manifiesta Jehová estas hermosas cualidades? ¿Y cómo podemos imitar su ejemplo? Las respuestas a estas preguntas nos impulsarán a amar aún más a nuestro mejor Amigo, Jehová, y fortalecerá los lazos de amistad con nuestros hermanos (1 Juan 4:7, 8).

      JEHOVÁ ES LEAL

      3. ¿Qué significa ser leal?

      3 La lealtad es una atractiva cualidad que se traduce en una devoción y una fidelidad inquebrantables. Una persona leal no es inconstante, sino que se adhiere amorosamente a alguien o a algo y no se aparta de esa persona o cosa ni siquiera en circunstancias difíciles. Jehová es “el Leal”, la persona más leal que existe (Rev. 16:5).

      4, 5. a) ¿Cómo demuestra Jehová su lealtad? b) ¿Cómo nos fortalece reflexionar en los actos de lealtad de Dios?

      4 ¿Cómo demuestra Jehová su lealtad? Pues bien, nunca abandona a sus siervos fieles. Uno de ellos, el rey David, así lo reconoció (lea 2 Samuel 22:26). Él comprobó que esa lealtad no se queda en simples palabras, pues Dios lo dirigió, lo protegió y lo libró en sus pruebas (2 Sam. 22:1). ¿Por qué fue Jehová leal con él? Porque David mismo era “alguien leal”. Dios valora la lealtad de sus siervos y los recompensa siendo leal con ellos (Prov. 2:6-8).

      5 Reflexionar en los actos de lealtad de Jehová nos da fuerzas. Un fiel hermano de nombre Reed señala: “Me anima mucho leer cómo Jehová ayudó a David en los momentos difíciles. Siempre lo sostuvo, hasta cuando era un fugitivo que tenía que refugiarse en cuevas. ¡Eso me fortalece tanto! Me recuerda que, sin importar lo sombría que parezca la situación, Jehová estará a mi lado mientras yo siga fiel”. Sin duda, todos sentimos lo mismo (Rom. 8:38, 39).

      6. a) ¿De qué otras maneras demuestra Jehová que es leal? b) ¿Cómo nos beneficia eso a sus siervos?

      6 ¿De qué otros modos demuestra Jehová que es leal? Uno es manteniéndose fiel a sus normas. Él nos asegura: “Aun hasta la vejez de uno yo soy el Mismo” (Is. 46:4). Sus decisiones siempre se basan en sus invariables normas sobre lo bueno y lo malo (Mal. 3:6). Además, permanece fiel a su palabra, es decir, cumple sus promesas (Is. 55:11). Su lealtad nos beneficia a todos sus siervos fieles, pues cuando hacemos lo posible por obedecer sus normas, podemos estar seguros de que cumplirá su promesa de bendecirnos (Is. 48:17, 18).

      IMITEMOS LA LEALTAD DE JEHOVÁ

      7. Indique una forma en que podemos imitar la lealtad de Dios.

      7 ¿Cómo podemos imitar la lealtad de Jehová? Una forma es hacer algo por quienes atraviesan circunstancias difíciles (Prov. 3:27). Quizás sepamos de un hermano que está desanimado por problemas de salud, por la oposición de su familia o por sus propios errores. ¿Por qué no tomar la iniciativa y animarlo con “palabras buenas, palabras consoladoras”? (Zac. 1:13.)a Así demostraremos ser amigos leales y verdaderos, “más apegado[s] que un hermano” (Prov. 18:24).

      8. ¿Cómo podemos imitar la lealtad de Jehová en nuestro matrimonio y en otros campos?

      8 También imitamos la lealtad de Jehová siendo fieles a las personas por las que sentimos cariño. Si estamos casados, sabemos que debemos permanecer leales a nuestro cónyuge (Prov. 5:15-18). Por ese motivo, ni siquiera damos el primer paso de una senda que pudiera llevarnos al adulterio (Mat. 5:28). Por otro lado, somos leales a nuestros hermanos cuando no esparcimos chismes o calumnias y hasta nos negamos a escuchar ese tipo de comentarios destructivos (Prov. 12:18).

      9, 10. a) ¿A quién deseamos ser leales por encima de todo? b) ¿Por qué no siempre será fácil obedecer los mandatos de Jehová?

      9 Pero, por encima de todo, queremos ser leales a Jehová. Para ello, tenemos que esforzarnos por ver las cosas como él las ve, es decir, amar lo que él ama y odiar lo que él odia, y entonces actuar en consecuencia (lea Salmo 97:10). Cuanto más armonicemos nuestros pensamientos y sentimientos con los de Jehová, más inclinados estaremos a obedecer sus mandatos (Sal. 119:104).

      10 Claro, no siempre será fácil obedecer los mandatos divinos. Quizás tengamos que luchar para permanecer fieles. Ese es el caso de algunos cristianos solteros que quisieran casarse pero aún no han encontrado a la persona adecuada entre los siervos de Jehová (1 Cor. 7:39). Una hermana soltera tal vez se sienta presionada por compañeros de trabajo no creyentes que siempre están tratando de buscarle pareja. Aunque lucha con sentimientos de soledad, está decidida a mantenerse fiel a Dios. ¿Verdad que apreciamos esos magníficos ejemplos de lealtad? De seguro, Jehová recompensará a todos los que siguen fieles frente a las dificultades (Heb. 11:6).

      “Existe un amigo más apegado que un hermano.” (Prov. 18:24) (Vea el párrafo 7)

      “Perdónense liberalmente unos a otros.” (Efes. 4:32) (Vea el párrafo 16)

      JEHOVÁ ESTÁ DISPUESTO A PERDONAR

      11. ¿Qué implica que Jehová esté dispuesto a perdonar?

      11 Entre las facetas más atrayentes de la personalidad de Jehová está su disposición a perdonar. ¿En qué consiste esta cualidad? Básicamente, es la capacidad de perdonar a un ofensor cuando hay razón para ello. No se trata de pasar por alto la ofensa ni de negar su existencia, sino de optar por no guardar resentimiento. Las Escrituras nos enseñan que Jehová está “listo para perdonar” a quienes se arrepienten de corazón (Sal. 86:5).

      12. a) ¿Cómo demuestra Jehová que está dispuesto a perdonar? b) ¿Qué significa que los pecados de alguien sean “borrados”?

      12 ¿Cómo demuestra Jehová que está muy dispuesto a perdonar? Pues bien, cuando perdona lo hace “en gran manera”, de forma completa y permanente (Is. 55:7). ¿Qué indica que Jehová perdona de forma completa? Pensemos en la garantía que se halla en Hechos 3:19 (léalo). El apóstol Pedro les dijo a sus oyentes: “Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse”. Cuando un pecador se arrepiente de verdad, lamenta profundamente su mal proceder y se hace el firme propósito de no recaer (2 Cor. 7:10, 11). Además, se siente impulsado a volverse, es decir, a abandonar el mal camino y emprender un nuevo rumbo que agrade a Dios. Si quienes escuchaban a Pedro se arrepentían, ¿qué podrían conseguir? Según les dijo el apóstol, que sus pecados fueran “borrados”. Esta expresión procede de una palabra griega que significa “quitar frotando”. Por consiguiente, cuando Jehová perdona, hace borrón y cuenta nueva. Perdona por completo (Heb. 10:22; 1 Juan 1:7).

      13. ¿Qué nos garantizan las palabras “no me acordaré más de su pecado”?

      13 ¿Qué muestra que el perdón de Jehová es permanente? Examinemos la profecía de Jeremías concerniente al nuevo pacto establecido con los cristianos ungidos, el cual hace posible el perdón de los pecados para quienes ponen fe en el rescate (lea Jeremías 31:34). Jehová prometió: “Perdonaré su error, y no me acordaré más de su pecado”. Como vemos, él nos asegura que una vez que nos perdona algo, ya nunca toma medidas contra nosotros por esa ofensa. No la utiliza para acusarnos o castigarnos una y otra vez, sino que la perdona y la deja en el olvido para siempre (Rom. 4:7, 8).

      14. ¿Cómo nos consuela meditar en el perdón de Jehová? Dé un ejemplo.

      14 Es muy consolador meditar en el perdón de Jehová. Hace mucho, una hermana a quien llamaremos Elena fue expulsada, y varios años después fue readmitida. Ella recuerda: “Me decía a mí misma y a los demás que creía que Jehová me había perdonado, pero la verdad es que lo sentía distante y pensaba que para otros él estaba más cerca y era más real”. Sin embargo, Elena obtuvo consuelo al leer y analizar algunas comparaciones que la Biblia emplea para describir el perdón de Jehová. “Sentí su amor y ternura como nunca antes”, comenta. Y esta idea la conmovió de un modo muy especial: “No debemos creer que perdurará toda la vida la mancha de los errores que [Jehová] nos ha perdonado”.b Elena concluye: “Me di cuenta de que en realidad no había creído que él pudiera perdonarme por completo; pensaba que tendría que llevar esa carga el resto de mis días. Sé que me tomará algún tiempo, pero ahora empiezo a sentir que puedo acercarme a Jehová, y es como si me hubieran quitado un gran peso de encima”. ¡Qué amoroso y misericordioso es el Dios al que servimos! (Sal. 103:9.)

      IMITEMOS A JEHOVÁ PERDONANDO COMO ÉL LO HACE

      15. ¿Cómo podemos perdonar como lo hace Jehová?

      15 Podemos imitar a Jehová tomando la decisión consciente de perdonarnos unos a otros cuando haya razón para ello (lea Lucas 17:3, 4). Recordemos que cuando Jehová perdona, olvida nuestros pecados en el sentido de que ya nunca los usa en nuestra contra. Nosotros también podemos olvidar las ofensas de otros si las dejamos atrás y nunca más las sacamos a relucir.

      16. a) Explique por qué estar dispuestos a perdonar no significa pasar por alto las ofensas ni dejar que alguien se aproveche de nosotros. b) ¿Qué debemos hacer si queremos que Dios nos perdone?

      16 Estar dispuestos a perdonar no significa que pasemos por alto las ofensas o que dejemos que alguien se aproveche injustamente de nosotros. En esencia significa que optamos por no guardar resentimiento. Y hay que subrayar que, para que Dios nos perdone, nosotros debemos perdonar cuando otros nos ofenden (Mat. 6:14, 15). Jehová es comprensivo y se acuerda de que “somos polvo” (Sal. 103:14). ¿No deberíamos nosotros ser comprensivos con las faltas ajenas y perdonarlas de corazón? (Efe. 4:32; Col. 3:13.)

      Oremos sinceramente por quienes nos hayan ofendido (Vea el párrafo 17)

      17. Si un hermano nos hace daño, ¿qué nos ayudará a no guardarle rencor?

      17 A veces resulta difícil perdonar. Hasta a algunos cristianos ungidos del siglo primero les costó poner a un lado sus diferencias (Filip. 4:2). Si un hermano nos hace daño, ¿qué nos ayudará a no guardarle rencor? Veamos el caso de Job. Él se sintió muy herido cuando Elifaz, Bildad y Zofar lo acusaron sin causa (Job 10:1; 19:2). Al final, Jehová censuró a aquellos falsos amigos y les mandó que acudieran a Job para presentar una ofrenda por sus pecados (Job 42:7-9). Pero también exigió que Job hiciera algo: tenía que orar por ellos. Cuando Job lo hizo, Jehová lo bendijo por estar dispuesto a perdonarlos (lea Job 42:10, 12, 16, 17). ¿Qué nos enseña esto? Que orar sinceramente por alguien que nos ha ofendido nos ayudará a no seguir resentidos con él.

      SIEMPRE APRECIEMOS PLENAMENTE LAS CUALIDADES DE JEHOVÁ

      18, 19. ¿Cómo podemos profundizar nuestro aprecio por la atractiva personalidad de Jehová?

      18 Sin duda ha sido muy animador examinar varias facetas de la amorosa personalidad de Jehová. Hemos visto que es accesible, imparcial, generoso, razonable, leal y perdonador. Claro, en realidad solo hemos arañado la superficie. Por toda la eternidad tendremos el placer de conocerlo más y más (Ecl. 3:11). Nos sentimos como Pablo, quien escribió: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios!”. Y, por supuesto, también nos cautivan sus demás cualidades, como el amor y las otras seis que hemos estudiado (Rom. 11:33).

      19 Que nuestro aprecio por la atractiva personalidad de Jehová se haga cada vez más profundo. Así será si examinamos sus cualidades, meditamos en ellas y luego las reflejamos en nuestra vida (Efes. 5:1). De ese modo nos identificaremos más y más con el salmista que cantó: “Acercarme a Dios es bueno para mí” (Sal. 73:28).

      a Hallará sugerencias útiles en los artículos “¿Ha animado a alguien últimamente?”, de La Atalaya del 15 de enero de 1995, y “Cómo incitarnos al amor y a las obras excelentes”, de La Atalaya del 1 de abril de 1995.

      b Vea el libro Acerquémonos a Jehová, capítulo 26, párrafo 10.

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