-
Manténgase cerca de JehováLa Atalaya 1991 | 15 de diciembre
-
-
1. ¿Cuál es la voluntad de Jehová respecto a la oración, y qué estímulo dio el apóstol Pablo en cuanto a orar?
JEHOVÁ es “el Dios que da esperanza” a todo su pueblo fiel. Como “Oidor de la oración”, escucha las súplicas de su pueblo que le pide ayuda para alcanzar la gozosa esperanza que él pone ante ellos. (Romanos 15:13; Salmo 65:2.) Y mediante su Palabra, la Biblia, Jehová anima a todos sus siervos a acudir a él en cualquier momento que deseen hacerlo. Siempre está cerca y desea escuchar sus más profundas preocupaciones. De hecho, los anima a ‘perseverar en la oración’ y a ‘orar incesantemente’a. (Romanos 12:12; 1 Tesalonicenses 5:17.) La voluntad de Jehová es que todo cristiano acuda a él en oración y exponga ante él lo que hay en su corazón, haciéndolo en el nombre de su amado Hijo, Jesucristo. (Juan 14:6, 13, 14.)
-
-
Manténgase cerca de JehováLa Atalaya 1991 | 15 de diciembre
-
-
El discípulo Santiago escribió: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”. (Santiago 4:8.) Sí, Dios no es demasiado excelso ni está tan lejos que no pueda oír lo que le expresamos, a pesar de nuestra imperfección humana. (Hechos 17:27.) Además, él no es indiferente ni despreocupado en cuanto a nosotros. El salmista dice: “Los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su clamor por ayuda”. (Salmo 34:15; 1 Pedro 3:12.)
4. ¿Cómo pudiera ilustrarse el hecho de que Jehová presta atención a nuestras oraciones?
4 Jehová nos anima a orarle. Podemos comparar esto con una reunión de varias personas que están hablando unas con otras. Usted está presente, oyendo lo que dicen otros. Su papel es el de un observador. Pero entonces alguien se vuelve hacia usted, lo llama por nombre y le habla. Esto capta su atención de modo especial. De igual manera, Dios siempre está atento a los que pertenecen a su pueblo, dondequiera que estén. (2 Crónicas 16:9; Proverbios 15:3.) Así que oye lo que decimos y nos observa con interés y actitud protectora, por decirlo así. Sin embargo, cuando invocamos el nombre de Dios en nuestras oraciones, captamos su atención y entonces él se concentra específicamente en nosotros. Por sus poderes, Jehová puede hasta percibir y comprender la petición silenciosa que proviene de las partes recónditas del corazón y la mente del hombre. Dios nos asegura que se acercará a todos los que sinceramente invoquen su nombre y se esfuercen por mantenerse cerca de él. (Salmo 145:18.)
-