-
Pronto habrá un mundo sin pobrezaLa Atalaya 2005 | 15 de mayo
-
-
Jehová Dios se preocupa por quienes pasan estrecheces (véase el recuadro “¿Tiene en cuenta Dios a los pobres?”). Por eso, amorosamente ha tomado medidas para que personas como Tukiso y Maseiso puedan conocerlo mejor. Y mediante su Palabra ha suministrado consejos prácticos para la vida diaria.
Una magnífica ayuda
En imitación de Jehová, sus Testigos siempre han tratado de manifestar interés por los pobres (Gálatas 2:10). A menudo organizan campañas de ayuda cuando algún desastre azota un país y afecta a los cristianos verdaderos. Pero, lo que es más importante, los Testigos se interesan por las necesidades espirituales de todas las personas, incluidas las de escasos recursos (Mateo 9:36-38). Durante los últimos sesenta años, se ha preparado a miles de voluntarios para servir de misioneros en el extranjero. Este fue el caso del matrimonio de misioneros de Finlandia que, tras aprender el sesotho, ayudaron a Tukiso y Maseiso a convertirse en discípulos de Jesús (Mateo 28:19, 20). La obra misional por lo general exige sacrificar una vida cómoda en un país próspero y mudarse a otro pobre.
Los cristianos verdaderos no consideran que el robo sea una opción para sobrevivir. Más bien, tienen fe en que Jehová Dios les proveerá lo necesario (Hebreos 13:5, 6). Un medio que Jehová utiliza para velar por el bienestar de su pueblo es su organización mundial de adoradores, que cuidan unos de otros.
Jehová también ayuda a los pobres dándoles consejos prácticos para la vida cotidiana. Por ejemplo, la Biblia manda: “El que hurta, ya no hurte más, sino, más bien, que haga trabajo duro, haciendo con las manos lo que sea buen trabajo, para que tenga algo que distribuir a alguien que tenga necesidad” (Efesios 4:28). Muchas personas desempleadas han conseguido crearse su propio trabajo a base de esfuerzo, por ejemplo, sembrando y cultivando un huerto. Asimismo, la Biblia ayuda a los pobres a ahorrar dinero enseñándoles a evitar vicios como el abuso del alcohol (Efesios 5:18).
-
-
Pronto habrá un mundo sin pobrezaLa Atalaya 2005 | 15 de mayo
-
-
[Ilustraciones y recuadro de las páginas 6 y 7]
¿Tiene en cuenta Dios a los pobres?
La Biblia describe al Creador de la humanidad como “Aquel que da pan a los hambrientos” (Salmo 146:7). También contiene más de cien versículos en los que se destaca el interés de Dios por los necesitados.
Un ejemplo: cuando Jehová entregó su Ley a la antigua nación de Israel, mandó a los agricultores israelitas que no segaran por completo las orillas de los campos ni volvieran a buscar los frutos que quedaban en los olivos o en la vid. Estas leyes eran amorosas ayudas para personas de escasos recursos como los extranjeros, los huérfanos y las viudas (Levítico 19:9, 10; Deuteronomio 24:19-21).
Además, Dios ordenó a los israelitas: “No deben afligir a viuda alguna ni a un huérfano de padre. Si de manera alguna lo afligieras, entonces si él de manera alguna clama a mí, sin falta oiré su clamor; y verdaderamente se encenderá mi cólera, y ciertamente los mataré a ustedes a espada, y sus esposas tendrán que quedar viudas y sus hijos huérfanos de padre” (Éxodo 22:22-24). Desgraciadamente, muchos israelitas ricos no hicieron caso de estas palabras. Por su mal proceder en este y otros aspectos, Jehová Dios les envió advertencias mediante sus profetas en varias ocasiones (Isaías 10:1, 2; Jeremías 5:28; Amós 4:1-3). Al final, Dios hizo que los asirios primero y los babilonios después conquistaran la nación de Israel. Muchos israelitas murieron, y los supervivientes fueron llevados cautivos a países extranjeros.
El amado Hijo de Dios, Jesucristo, demostró el mismo interés amoroso por los pobres que su Padre. Al explicar el propósito de su ministerio, dijo: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres” (Lucas 4:18). Esto no quería decir que Jesús limitara su predicación a los necesitados. También prestaba ayuda con amor a personas ricas, pero incluso en tales ocasiones expresaba su interés por los necesitados. Una vez dio el siguiente consejo a un gobernante adinerado: “Vende todas las cosas que tienes y distribuye entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sé mi seguidor” (Lucas 14:1, 12-14; 18:18, 22; 19:1-10).
Tanto Jehová Dios como su Hijo velan por el bienestar de quienes carecen de recursos (Marcos 12:41-44; Santiago 2:1-6). Otra muestra del interés de Jehová por los pobres es que guarda en su memoria a los millones de personas necesitadas que han muerto. Todas ellas serán resucitadas en un nuevo mundo donde no habrá pobreza (Hechos 24:15).
-