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  • El corazón y la fe destrozados
    ¡Despertad! 2007 | septiembre
    • El corazón y la fe destrozados

      “HABÍA cuerpos por doquier, y no pudimos reconocer dónde había estado nuestra casa”, se lamentó un hombre de Sri Lanka después que un tsunami arrasara su aldea en diciembre de 2004. Por otro lado, un redactor de artículos religiosos admitió en un reportaje sobre el cataclismo: “A veces rezo apretando los dientes”.

      Muchas personas opinan que las catástrofes naturales son castigos divinos. Cierto columnista llamó a un devastador huracán “el puño de Dios”. En Estados Unidos, algunos líderes religiosos dijeron que fenómenos como el huracán Katrina son la manifestación de “la ira de Dios” contra las “ciudades pecadoras”. En Sri Lanka, budistas radicales echaron la culpa del tsunami a los cristianos, ampliando así la brecha entre ambas religiones. El administrador de un templo hindú creía que el dios Siva estaba enojado porque la gente no llevaba vidas morales. Un líder budista de Estados Unidos reconoció: “No sabemos por qué suceden estas tragedias. Ni siquiera sabemos por qué estamos aquí”.

      Al ver imágenes de hogares destruidos, cadáveres y seres desconsolados, ¿se pregunta usted por qué permite Dios tanto dolor? ¿O piensa que Dios debe de tener buenas razones para permitir estas cosas pero que no las ha revelado? Los artículos siguientes analizan este asunto. Además, dan algunos consejos prácticos para reducir el riesgo de lesión o muerte en caso de que amenace o tenga lugar una catástrofe natural.

  • ¿Es Dios el culpable?
    ¡Despertad! 2007 | septiembre
    • ¿Es Dios el culpable?

      “DIOS es amor”, asegura la Biblia (1 Juan 4:8). También es justo y misericordioso. “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él.” (Deuteronomio 32:4.)

      Jehová Dios, como Creador, posee tanto la capacidad de prever todo lo que puede ocasionar daño como el poder para impedirlo. En vista de ello y de las cualidades con que se le describe en la Biblia, muchos preguntan con razón: “¿Por qué permite Dios que ocurran catástrofes naturales?”.a Como han comprobado millones de personas sinceras, Dios mismo ha dado una respuesta muy razonable en su Palabra escrita (2 Timoteo 3:16). Tenga la bondad de analizar los siguientes argumentos.

      Rechazaron el amor de Dios

      La Biblia narra que Dios dio a nuestros primeros padres todo lo necesario para disfrutar de una vida segura y feliz. Es más, en tanto ellos y sus descendientes obedecieran el mandato de Dios de ‘ser fructíferos y hacerse muchos y llenar la tierra’, la familia humana contaría con el continuo cuidado de Dios (Génesis 1:28).

      Por desgracia, Adán y Eva le dieron la espalda a su Creador al desobedecerle deliberadamente y elegir independizarse de él (Génesis 1:28; 3:1-6). La gran mayoría de sus descendientes ha seguido sus pasos (Génesis 6:5, 6, 11, 12). En resumen, los hombres en general han optado por erigirse en dueños de sí mismos y de su hogar, la Tierra, sin contar con la guía de Dios. Siendo como es un Dios de amor que respeta el principio de libertad de elección, Jehová no impone su soberanía a los seres humanos, aunque se encaminen a la calamidad.b

      Pese a todo, Jehová no abandonó a la familia humana. Hasta hoy “hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:45). Dios también dotó al hombre con la capacidad de aprender de la Tierra y sus ciclos, y hasta cierto punto este conocimiento le ha permitido predecir fenómenos climatológicos adversos y otros peligros, como erupciones volcánicas.

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