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Blanco del ataque soviético¡Despertad! 2001 | 22 de abril
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Combaten el crecimiento
Al pasar los años, las autoridades soviéticas trataron de frenar las actividades de los Testigos con otros métodos. Dado que la atroz persecución no había producido los frutos deseados, orquestaron un programa de propaganda difamatoria con libros, películas y programas de radio, e infiltraron en las congregaciones a agentes de la KGB que habían recibido preparación especial.
Las calumnias que se lanzaban contra los Testigos infundieron en muchas personas miedo y recelo, como se ve en el libro de Vladímir Bukovsky Ese dolor lacerante de la libertad, publicado en 1982. El autor, ciudadano ruso a quien se le permitió emigrar a Inglaterra en 1976, escribió: “En Londres, una vez iba yo de noche [...] y, al pasar junto a un macizo edificio [...], eché una mirada distraída al rótulo. Era una placa [...] que ponía ‘Testigos de Jehová’ y algo más que no llegué a leer, tal fue el fulminante asombro, rayano en susto, que me invadió”.
Bukovsky explicó la causa de su pánico infundado: “Son [...] los ‘sectarios-verdugos’, con quienes las autoridades asustan a nuestros hijos [...]. No es posible ver jehovistas vivos más que en las cárceles [y los campos de concentración] [...]. Y de pronto, aquí tienes: una casa, un rótulo. Entonces, ¿cualquiera puede entrar aquí sin ambages, puede tomar con ellos una taza de té?”, preguntó. Para recalcar la razón de su alarma, concluyó: “En nuestro país se persigue a los jehovistas casi con el mismo encarnizamiento que a la mafia, y el misterio que los rodea es casi idéntico”.
Pese a la atroz persecución y la propaganda difamatoria, perseveraron y crecieron numéricamente. Algunos libros soviéticos, como Las verdades sobre los testigos de Jehová (en ruso), que en 1978 tuvo una tirada de 100.000 ejemplares, recomendaron que se redoblara el ataque propagandístico contra ellos. Su autor, V. V. Konik, tras explicar cómo predicaban bajo severas restricciones, dio este consejo: “Los estudiosos de la religión soviéticos deberían aprender métodos más eficaces para contrarrestar las doctrinas de los testigos de Jehová”.
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Blanco del ataque soviético¡Despertad! 2001 | 22 de abril
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[Ilustración y recuadro de la página 8]
Armagedón
película propagandística soviética
Las autoridades produjeron la cinta Armagedón para desacreditar a los testigos de Jehová. Contaba una historia de amor ficticia entre un joven soldado soviético y una muchacha a la que captaban los Testigos. En el desenlace, la hermana pequeña de la chica moría en un accidente causado por un superintendente Testigo, que aparecía como instrumento del servicio de espionaje de Estados Unidos.
Sobre esta película, que agitaba las emociones del público, el 14 de mayo de 1963 se publicó el siguiente comentario en el periódico ucraniano La Bandera Roja: “La propaganda atea es eficaz, convincente y utilizable en otros pueblos del país donde se exhiben producciones similares”.
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