-
‘Defendiendo y estableciendo legalmente las buenas nuevas’Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
-
-
De acuerdo con la sentencia dictada en el caso Barnette, el mismo día el Tribunal Supremo de Estados Unidos sostuvo en Taylor contra el Estado de Mississippid que no se podía acusar válidamente de sedición a los testigos de Jehová por explicar sus razones para no saludar la bandera y por enseñar que todas las naciones están del lado perdedor al oponerse al Reino de Dios. Estas decisiones también prepararon el terreno para que, posteriormente, otros tribunales dictaran fallos favorables en los procesos de padres Testigos cuyos hijos habían rehusado saludar la bandera en la escuela, así como en los relacionados con el empleo y la custodia de los hijos. Estaba claro que el curso de los acontecimientos había cambiado.e
-
-
‘Defendiendo y estableciendo legalmente las buenas nuevas’Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
-
-
Entre tanto, la Sociedad seleccionó dos procesos de prueba para presentarlos en apelación ante el Tribunal Supremo de Canadá. Uno de estos, Aimé Boucher contra Su Majestad el Rey, tenía que ver con el cargo de sedición que se había levantado repetidas veces contra los Testigos.
El caso Boucher se fundaba en el hecho de que Aimé Boucher, un granjero de carácter apacible, había colaborado en la distribución del tratado Quebec’s Burning Hate. ¿Se había hecho él culpable de sedición por dar a conocer los actos violentos de las chusmas contra los Testigos en Quebec, el desacato a la ley por parte de los funcionarios que trataron con ellos y las pruebas de que el obispo y otros clérigos católicos habían instigado tal comportamiento?
Al analizar el tratado que se había distribuido, uno de los magistrados del Tribunal Supremo dijo: “El documento tenía el título de ‘El odio ardiente de Quebec a Dios y Cristo y la libertad es una vergüenza para todo Canadá’; comenzaba apelando a la calma y a la razón antes de evaluar los asuntos de que trataría para demostrar la realidad de su título; luego hacía alusión general a la persecución de carácter vengativo que se lanzó en Quebec contra los Testigos como hermanos en Cristo; narraba en detalle algunos incidentes específicos de la persecución y concluía con un llamamiento a la gente de la provincia, en protesta por el dominio de las turbas y sus tácticas que recordaban a las de la Gestapo, para que mediante el estudio de la Palabra de Dios y la obediencia a sus mandatos se produjera una ‘abundante cosecha de buenos frutos de amor a Él, a Cristo y a la libertad humana’”.
La sentencia del tribunal anuló la condena de Aimé Boucher, pero tres de los cinco magistrados ordenaron un nuevo juicio. ¿Conduciría tal medida a que los tribunales inferiores dictaran un fallo imparcial? La defensa de los testigos de Jehová solicitó que la causa fuera vista por el Tribunal Supremo mismo. Sorprendentemente, esta petición fue aprobada. Mientras se efectuaban los trámites de la petición, el número de jueces del tribunal aumentó y uno de los jueces originales cambió de parecer. El resultado fue que, en diciembre de 1950, se absolvió completamente al hermano Boucher con cinco votos a favor y cuatro en contra.
Al principio, tanto el procurador general como el primer ministro de la provincia de Quebec (que también era ministro de Justicia) se opusieron al fallo, pero este se impuso gradualmente a través de los tribunales. Así pues, el cargo de sedición que tantas veces se levantó contra los testigos de Jehová de Canadá fue, en efecto, sepultado.
-