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  • “Objeto de odio de parte de todas las naciones”
    Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
    • Años más tarde, el Dr. Ray Abrams comentó en el libro Preachers Present Arms (Los predicadores presentan armas): “Es significativo que tantos clérigos adoptaran una postura agresiva al tratar de librarse de los russelistas [apodo dado a los Estudiantes de la Biblia]. Disputas religiosas y odios de antaño, que no recibieron ninguna consideración en los tribunales cuando había paz, se introdujeron en la sala del tribunal bajo la influencia de la histeria bélica”. También explicó: “Un análisis de todo el caso lleva a la conclusión de que las iglesias y el clero estuvieron originalmente detrás del movimiento encaminado a acabar con los russelistas” (páginas 183-185).

  • “Objeto de odio de parte de todas las naciones”
    Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
    • [Recuadro en la página 655]

      El clero revela sus sentimientos

      Es de interés la reacción de ciertas publicaciones religiosas ante la sentencia que recibieron en 1918 J. F. Rutherford y sus colaboradores:

      ◆ “The Christian Register”: “En este caso el gobierno arremete de manera terminante contra la idea de que se puede propagar con impunidad toda creencia religiosa, por absurda o perniciosa que sea. Es una vieja falacia, y hasta ahora hemos actuado con mucho descuido al respecto. [...] Parece que le ha llegado el fin al russelismo”.

      ◆ La publicación bautista “The Western Recorder” dijo: “No sorprende en absoluto que se haya encarcelado al cabecilla de esta secta pendenciera en una institución para incorregibles. [...] El único dilema que se plantea es si debían haber mandado a los acusados a un manicomio o a una penitenciaría”.

      ◆ “The Fortnightly Review” destacó el siguiente comentario del diario neoyorquino “Evening Post”: “Esperamos que todos los maestros de religión tengan presente el criterio de este juez, a saber, que enseñar una religión que no esté en plena conformidad con las leyes establecidas es un delito grave, y más aún si el ministro del Evangelio es sincero”.

      ◆ “The Continent” llamó despectivamente a los acusados “seguidores del difunto ‘Pastor’ Russell” y tergiversó sus creencias diciendo que sostenían “que debe eximirse de luchar contra el káiser alemán a toda persona excepto a los pecadores”. Afirmó que, según el ministro de Justicia de Washington, “algún tiempo atrás el gobierno italiano se había quejado a Estados Unidos de que Rutherford y sus compañeros habían difundido entre los ejércitos italianos gran cantidad de propaganda antibélica”.

      ◆ Una semana después, “The Christian Century” reprodujo textualmente la mayor parte del texto supracitado, demostrando así que concordaban plenamente con lo dicho.

      ◆ La revista católica “Truth” dio un breve informe de la sentencia y luego manifestó el parecer de la dirección: “Las publicaciones de esta asociación están plagadas de ataques virulentos contra la Iglesia Católica y su sacerdocio”. Con la intención de colocar la etiqueta de “sedición” en todo el que discrepara en público de la Iglesia Católica, añadió: “Cada vez está más claro que el espíritu de intolerancia y el de sedición están íntimamente unidos”.

      ◆ El Dr. Ray Abrams comentó en su libro “Preachers Present Arms”: “Cuando la noticia de las sentencias de veinte años llegó a los directores de la prensa religiosa, casi todas estas publicaciones, grandes y pequeñas, se regocijaron por el acontecimiento. No he podido descubrir palabras de compasión en ninguna de las publicaciones religiosas ortodoxas”.

  • “Objeto de odio de parte de todas las naciones”
    Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
    • Se aprovechan del furor bélico para lograr sus objetivos

      La fiebre nacionalista que cundió por el mundo durante la primera guerra mundial fue una nueva arma contra los Estudiantes de la Biblia. Las jerarquías católica y protestante podían encubrir su enemistad bajo un manto de patriotismo. Se aprovecharon de la histeria de la guerra para tildar a los Estudiantes de la Biblia de sediciosos, acusación idéntica a la que lanzaron contra Jesucristo y el apóstol Pablo los guías religiosos de la Jerusalén del siglo I. (Luc. 23:2, 4; Hech. 24:1, 5.) Claro, para hacer esta acusación los clérigos tuvieron que ser defensores activos del esfuerzo bélico, algo que a la mayoría no pareció importarle en absoluto, a pesar de que significaba enviar a los jóvenes a matar a sus correligionarios de otros países.

      En julio de 1917, ya muerto el hermano Russell, la Sociedad Watch Tower publicó el libro The Finished Mystery (El misterio terminado), un comentario de Revelación (Apocalipsis), Ezequiel y El Cantar de los Cantares. Este libro denunciaba sin ambages la hipocresía del clero de la cristiandad. Se distribuyó extensamente en un período relativamente breve. A finales de diciembre de 1917 y comienzos de 1918, los Estudiantes de la Biblia de Estados Unidos y Canadá también emprendieron la distribución de 10.000.000 de ejemplares del ardiente mensaje que aparecía en el tratado The Bible Students Monthly (Mensuario de los Estudiantes de la Biblia). Este tratado de cuatro páginas, del tamaño de un periódico pequeño, se titulaba “La caída de Babilonia” y llevaba el subtítulo “Por qué tiene que sufrir ahora la cristiandad. El resultado final”. Identificaba al conjunto de organizaciones religiosas católicas y protestantes como la Babilonia moderna que debe caer en breve. Para apoyar lo que afirmaba, reproducía un comentario del libro The Finished Mistery referente a profecías que expresaban la condena divina de la “Babilonia mística”. En la última página aparecía un dibujo satírico de un muro desmoronándose. Sus enormes piedras llevaban inscritas frases como “Doctrina de la Trinidad (‘3 × 1 = 1’)”, “Inmortalidad del alma”, “Teoría del tormento eterno”, “Protestantismo: credos, clero, etc.”, “Papismo: papas, cardenales, etc.”, y todas se derrumbaban.

      Los eclesiásticos montaron en cólera por esta denuncia, como ocurrió cuando Jesús denunció la hipocresía del clero judío. (Mat. 23:1-39; 26:3, 4.) El clero de Canadá reaccionó con rapidez. En enero de 1918 más de seiscientos clérigos canadienses suscribieron una petición al gobierno en la que solicitaron que se prohibieran las publicaciones de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Según informó el periódico Winnipeg Evening Tribune, después de que Charles G. Paterson, pastor de la Iglesia de St. Stephen, en Winnipeg, denunció desde el púlpito el tratado The Bible Students Monthly, que contenía el artículo “La caída de Babilonia”, el ministro de Justicia Johnson se puso en contacto con él para obtener un ejemplar. Poco después, el 12 de febrero de 1918, un decreto del gobierno canadiense convirtió en delito con pena de multa y prisión la posesión del libro The Finished Mystery o del tratado que se muestra arriba.

  • “Objeto de odio de parte de todas las naciones”
    Los testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios
    • Al día siguiente se publicó un amplio informe de este discurso en el periódico Morning Tribune, de Los Ángeles. El clero se enfureció tanto que la asociación de ministros religiosos se reunió aquel mismo día y envió a su presidente para que comunicara a los directores del periódico su más profunda indignación. Tras esto, hubo un período en que miembros del servicio secreto del gobierno estuvieron importunando de continuo en las oficinas de la Sociedad Watch Tower.

      Durante esta fase de exaltación nacionalista se celebró en Filadelfia (Estados Unidos) una conferencia de clérigos en la que se adoptó una resolución que pedía la revisión de la Ley contra el Espionaje a fin de que a los presuntos infractores se les hiciera un consejo de guerra, lo que podría resultar en la pena capital. Se eligió a John Lord O’Brian, ayudante especial del ministro de Justicia en lo referente a actividades bélicas, para que presentara el asunto en el Senado. El presidente estadounidense no permitió que se aprobara aquel proyecto de ley. No obstante, en un arrebato de cólera, el general de división James Franklin Bell, del ejército de Estados Unidos, reveló a J. F. Rutherford y W. E. Van Amburgh lo que había ocurrido en la conferencia y el hecho de que se planeaba emplear aquella ley contra los principales directores de la Sociedad Watch Tower.

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    • En Worcester (Massachusetts), el “reverendo” B. F. Wyland se aprovechó aún más del furor bélico afirmando que los Estudiantes de la Biblia difundían propaganda en favor del enemigo. Publicó en el Daily Telegram un artículo en el que decía: “Uno de los deberes patrióticos que ustedes deben asumir como ciudadanos es proscribir a la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, con sede en Brooklyn. Al amparo de la religión, han distribuido en Worcester propaganda alemana con la venta del libro ‘The Finished Mystery’”. Sin contemplaciones, dijo a las autoridades que tenían el deber de arrestar a los Estudiantes de la Biblia e impedir que siguieran reuniéndose.

      Durante la primavera y el verano de 1918 tuvo lugar una gran persecución de los Estudiantes de la Biblia en América del Norte y Europa. Entre los instigadores había clérigos de las Iglesias Bautista, Metodista, Episcopaliana, Luterana y Católica, y de otras.

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    • El caso se vio el 5 de junio, y actuaron de fiscales Isaac R. Oeland y Charles J. Buchner, este último católico. Durante el juicio, el hermano Rutherford observó a sacerdotes católicos consultando frecuentemente con Buchner y Oeland.

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    • También es de interés que, antes de dictar sentencia, el juez Howe dijo que las declaraciones de los abogados en favor de los acusados no solo habían puesto en tela de juicio y tratado ásperamente al personal jurídico del gobierno, sino a “todos los ministros [religiosos] del país”.

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    • ¿Quiénes fueron los verdaderos instigadores?

      ¿Fueron instigadas por el clero todas estas acciones? John Lord O’Brian negó que fuera así. Pero los que vivieron en aquellos años conocían bien los hechos. El 22 de marzo de 1919 el periódico Appeal to Reason, publicado en Girard (Kansas), escribió la siguiente protesta: “Seguidores del pastor Russell, procesados por la malevolencia del clero ‘ortodoxo’, fueron condenados y encarcelados sin libertad bajo fianza, aunque hicieron todo lo posible por ajustarse a la Ley contra el Espionaje.

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